15.
- SungHoon amaba pasar tiempo con su padre, aprendía mucho de él y la mayor parte del tiempo la pasaban bien. Lastimosamente, esto no se daba con la frecuencia que el quisiese debido al trabajo que su progenitor tenía. La mayoría del tiempo estaba en su oficina y llegaba tarde a casa o en el peor de los casos, salía de la ciudad por cuestiones de negocios, pero estaba bien, eso era lo que les permitía tener la vida cómoda que él y su familia llevaban.
Es el día siguiente de la fiesta y el señor Park le había pedido a SungHoon que lo ayudase a mover unas cosas del garage que seguro le servirían para cuando se fuese a Seúl. HeeSeung también estaba ahí, solo que el mironeaba el pequeño álbum de fotos que su padre guardaba con apenas algunas fotografías de su difunta madre. Su papá tenía razón, era casi idéntico a ella.
─ Me enorgullece que te vayas, hijo.─ el señor Park comenzó a hablar, en su voz se podía escuchar la emoción que sentía porque otro de sus hijos continuará sus estudios en una de las mejores universidades.
─ Gracias, papá. Ya verás que daré lo mejor de mi en la escuela.
─ Sé que lo harás, Hoon. Al igual que HeeSeung, nunca nos has fallado, ni a tu madre ni a mi.
SungHoon asiente, sintiéndose como un cachorro de nuevo al escuchar la aprobación del jefe de su manada.
─ También me alegra que por fin hayas dejado a ese dichoso omega. Siempre dije que no sería más que un capricho. Ya verás que en Seúl conocerás a mejores que él, más inteligentes y... decentes.
Esta era la parte que no le gustaba de estar con él.
─ Papá, no pienso dejar a Ni-Ki, te lo he dicho ya.
─ SungHoon es lo mejor para ti.
─ ¿Cómo sabes eso? Es mi omega, lo quiero. Mi futuro lo veo con él.
Su padre suelta una risa irónica, negando con la cabeza al mismo tiempo que baja una caja con objetos de la infancia de sus hijos.
─ ¿Si sabes que de amor no se vive, verdad?
Un pequeño estruendo se escucha del otro lado del garaje. HeeSeung tiró una caja sin querer al intentar escapar de tan incómoda situación. Con un pequeño asentimiento, se despide y sale lo más rápido de ahí.
─ Yo sé.─ SungHoon continúa ─ Es por eso que voy a Seúl. Quiero lo mejor para mi y para Ni-Ki.
─ Hoon, hijo, piénsalo. ¿Que te puede ofrecer ese omega liberal? apuesto que no sería capaz de darte al menos un cachorro. Tal vez... deberías intentarlo con alguna alfa, hasta ellas se ven más domables que ese chico.
─ Papá, estoy bien con Ni-Ki, en serio. Si tal vez te dieras el tiempo para conocerlo...
─ No me interesa, SungHoon. No me agrada para ti y nunca lo hará. Además, creo que lo mejor es que terminen su relación por la distancia, los omegas son muy exigentes.─ el señor termina por encogerse los hombros y salir con una caja de vuelta a su casa.
En parte su padre tenía razón. Los omegas son dependientes de sus alfas, siempre demandando atención y cuidados de ellos, más aún si entre ellos existía una sana y amorosa relación, justo como la que Ni-Ki y SungHoon mantenían. Pero él no quería dejarlo, es decir, le gusta y está enamorado de él, estaba totalmente dispuesto a intentar llevar la relación a distancia, sin embargo no sabía que era lo que el omega pensaba.
Suspirando por lo bajó, sacó su celular del bolsillo trasero de sus shorts para andar en casa, revisando los mensajes pendientes que tenía. Algunos eran de SuNoo, donde le preguntaba que le había parecido la amiga que le presentó la noche pasada, simplemente le contestó con un emoticón de pulgar arriba. Otros eran de su grupo de amigos, los cuales ignoró porque eran más de 500 mensajes y por último unos de Ni-Ki, la sonrisa que se formó en su rostro fue instantánea. Su lindo omega le decía que se sentía mejor y que sería bueno verse en la noche para celebrar su graduación. SungHoon acepta diciéndole que pueden ir a cenar ellos dos solos, pero Riki le dice que prefería cocinar algo en casa debido a que su olor a celo seguía muy fuerte y no quería provocar problemas en la calle, claramente el alfa aceptó.
A SungHoon no le importaba ni la hora o el lugar, siempre y cuando estuviese su omega ahí.
El saber que en unas horas verá a Ni-Ki le mejoró el estado de ánimo. Así que prefirió concentrarse en eso que en la tonta discusión que tuvo con su padre.
─ Hoon, cariño ¿estás bien? ─ la voz suave de su madre le sorprendió cuando dirigía su camino a las escaleras ─ ¿Pasó algo en la fiesta de anoche? ¿algún problema con Ni-Ki?
─ No, no. Todo bien, má.─ una sonrisa de lado se formó en sus labios, viendo como su madre tomaba esa respuesta con satisfacción ─ Bueno... ─ prosiguió antes de retomar su camino.
─ ¿Sí, corazón? ─ SungHoon amaba a su mamá, no importaba la edad, ella los seguía tratando como sus bebés.
─ ¿Tú crees que deba terminar con Ni-Ki? ya sabes, con eso de que me voy a Seúl y estaremos lejos.
─ Fue tu padre, ¿verdad? ─ su voz suena molesta. SungHoon asiente cabizbajo y ella niega con la cabeza ─ Prometió no tocar en tema. Hoon, sinceramente en eso yo no puedo opinar y tú padre tampoco. Es tu relación y de Ni-Ki, hijo, ustedes se conocen mejor que nadie. No soy quien para imponerte, jamás lo he hecho y a la edad que tienes ahora, menos.
─ Es que creo que papá tiene razón...
─ Creas o no la última palabra esta en ustedes dos, SungHoon ─ con una sonrisa dulce y maternal, acaricia el rostro del alfa ─ Sea como sea yo siempre voy a confiar en tus decisiones.
SungHoon sonríe a medias, recibiendo un sonoro beso en la mejilla antes de irse a su habitación.
Lo primero que siente SungHoon al ver la puerta abrirse es el cuerpo de Riki abrazarse al suyo, para ambos habían sido 3 largos días... no se imagina como sería cuando no fuesen solo días sino meses.
─ Te extrañé mucho, Hoonnie.─ los ojos de su omega brillan y sus lindos labios forman una sonrisa que deja ver aquellos tiernos dientes delanteros que tanto le gustan.
SungHoon es débil y no aguanta más antes de besar suavemente los labios rosas de Ni-Ki.
─ Yo más, bebé.
─ ¿Quién es? ─ la voz de JeongIn se oye acercándose y su hermano rueda los ojos.
─ No molestes, JeongIn.
Después de su celo Riki era... sensibles, si podía llamarse así. No quería a ningún omega cerca de su alfa, incluso si era su hermano menor quien no tenía ni un poco de interés sobre SungHoon.
─ Hola, JeongIn.
─ Oh, hola SungHoon. Estuvo divertida tu fiesta, pero un poco ruidosa.
─ Lo lamento, la próxima mediré más el volumen.─ claramente no lo haría.
─ Eso sería genial, gracias.─ después de eso se va a seguir con sus hobbies.
─ No le hablas. Solo veme a mí.─ Ni-Ki gruñe bajamente, tomando el rostro de su alfa.
─ No te preocupes, mi amor, podré ver a demás gente pero nadie es tú, nunca.
Complacido con esa respuesta, un sonrojado Ni-Ki besa la boca de SungHoon antes de hacerlo pasar a su casa.
Riki tenía razón, su olor estaba muy fuerte, por suerte el alfa tenía experiencia ya controlándose ante él.
La tarde que estaban pasando era tranquila, comían galletas que JeongIn horneó en una receta nueva, vieron la televisión juntos, riéndose y besándose de ves en cuando, abrazados bajo una manta en el sofá grande de la sala de estar.
SungHoon se sentía muy a gusto con Ni-Ki. Pasar tardes así con el era de las cosas que más le gustaba, tenerlo ahí, solo para el, verlo como nadie más podría verlo, con esa faceta tierna y relajada que no solía mostrar fuera, le gustaba tener al verdadero Riki entre sus brazos.
Definitivamente SungHoon quería pasar una vida con Ni-Ki, pero no sabía si la vida quería eso.
Pasa una mano por la suave piel del brazo derecho del menor, delineando uno que otro tatuaje que se encuentra grabado ahí. Inhaló hondo, sintiendo el dulce aroma que tanto amaba.
Siente la respiración de Riki chocar con su cuello y los pelos se le ponen de punta, no tarda mucho cuando pequeños besos son dejados ahí por los carnosos labios de su novio.
─ Nishi, ¿podemos hablar?
Siente al omega transarse bajo su tacto, sin embargo el asiente y se sienta, SungHoon también lo hace, apoyando la espalda en uno de los reposa brazos.
─ Hoon si es sobre lo de anoche yo... lo entiendo, puedes tener amigas a mi no me molesta eso.
El alfa frunce las cejas.
─ JeongIn me contó... es chismoso, ya sabes.
─ Sí, ya sé. No, no es sobre eso y que bueno que no te enoje porque en realidad no deberías.
Riki asiente. Era verdad, no le enojaba, pero si le daban celos, igualmente no iba a decirlo ni demostrarlo.
─ Es sobre... hablé con papá.
Riki rueda los ojos, cruzándose de brazos.
─ Algo bueno no es, entonces.
─ No. Sí. Digo, no. Escúchame.
─ Eso hago.─ contestó con fastidio, la simple mención de su suegro le hacía sentir molesto e incómodo, era demasiado evidente que el señor lo detestaba.
─ Riki, no comiences con tus berrinches.─ el alfa regaña.
─ No son berrinches, Hoon. Solo que siempre que mencionas a tu papá va seguido se algo malo.
─ No tienes que ser tan duro con él.
─ ¿Pero él si conmigo?
El mayor no contesta, simplemente voltea el rostro a otra dirección. Ni-Ki se arrepiente al instante, sabe que el señor Park es un hombre muy especial en la vida de su alfa, malo o bueno era su padre.
─ Ya, perdón.─ Ni-Ki se acerca al SungHoon, besando sus mejillas hasta llegar a sus labios, el alfa no se aleja, le sigue el corto beso hasta que el omega vuelva hablar ─ Ya dime que es, te escucho.
─ Bueno... pronto me voy a Seúl.─ la mirada de Riki cae ─ Yo he estado pensando...
─ Si vas a dejarme hazlo ya, SungHoon.
─ No, bebé, yo no haría eso... a menos que tú me lo pidas.
─ ¿Por que te pediría eso?
─ Tal vez.. tal vez vaya a ser difícil para ti eso de la distancia, digo, eres omega y-
─ ¿Tu padre dijo eso?
SungHoon asiente en silencio, sintiéndose culpable.
─ ¿Y él qué sabe sobre eso? porque si no me equivoco sus parejas han sido una alfa y una beta. ¿Que sabe sobre nosotros los omegas?
El alfa simplemente se queda callado, aceptando así que Riki tenía razón.
─ Aunque...─ el omega continúa con voz apagada ─ Si tú quieres... podemos. Digo, se supone que la universidad es el mejor momento de tu vida para conocer gente. Capaz y conoces a alguien ahí... hasta podría ser una omega.
─ Nishi yo no quiero a nadie si no es a ti. Prefiero arrancarme los ojos antes que fijarme el otra persona, o morirse solo si no estoy contigo.
─ Hoon, no...
─ Riki, por favor. Te prometo que veremos la manera de llevarlo. Puede faltarme todo, menos tú.
Ni-Ki asiente y sonríe a medias.
─ Con una condición.
─ Cualquiera, mi bebé.
─ Que si conoces a alguien, me lo dirás.
─ Kinnie...─ quiere comenzar a hablar, diciéndole que eso nunca pasaría, pero el menor interrumpe.
─ Promételo, SungHoon.
El alfa asiente.
─ Lo prometo.
─ No te pido nada, solo no me falles.
─ Jamás.
El alfa sella su promesa besando la rechoncha mejilla de su omega que sabe a sal gracias a sus lágrimas.
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