L. HeeSeung.

- JaeYoon... ¿cómo puedo describir a mi esposo? en realidad se me ocurre un montón de palabras como "único" y "demente" pero a la vez "adorable". Yoonnie es muy diferente a los demás chicos y eso es muy lindo ante mis ojos.

El problema es cuando se le va de las manos esa manera de ser único...

— ¿Por qué tenemos que comprarnos cosas de bebes? es el bebé de Ni-Ki, no el tuyo — llevábamos unas cinco horas recorriendo tiendas de maternidad, de juguetes y ropa minúscula. Mi esposo creía que los bebés eran juguetes y estaba comprando a masas.

¿Sabían que hay diferentes tipos de cepillos para los biberones? o sea ¿qué mierda? yo pensaba que le podías meter la esponja normal con un tenedor.

— Por qué Nini está ocupado con su fiesta y no le ha comprado muchas cosas a mi sobrino o sobrina, no podemos dejar que venga al mundo sin nada — me dijo lanzando otra caja de pañales en mis brazos.

— Amor, pero debes entender que no podemos gastar tanto dinero en un bebé que ni es nuestro, tal vez un regalo o dos están bien, pero creo que estas exagerando — JaeYoon entonces se frenó de golpe y me miro de esa forma cuando me quiere decir "cállate si quieres seguir siendo hombre" así que lo hice, porque aún tengo mucho que vivir.

— Hee, mira, llevamos un año de casados, Ni-Ki lleva tres, espero entiendas que mi primo ya no tiene tanta libertad como yo.

No entendí que quiere decir con eso así que solo guarde silencio, pero entonces Jake me toco la entrepierna de la manera más directa posible y no pude hacer nada porque tenía las manos ocupadas.

— ¡JaeYoon!

— Para que entiendas, cerebro de maní, te daré sexo si dejas de dar lata porque aún no tenemos que preocuparnos por otra cosa ¿captas? — Jake siguió mirando la ropa minúscula mientras yo le seguía de cerca.

No le iba a rechazar sexo, por supuesto, se había vuelto algo normal para ambos y era hermoso, placentero y muy satisfactorio, así que obedecí como un novio mandilón de diecisiete años.

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Por la noche, y estaba en nuestra cama viendo su teléfono como era costumbre, pero necesitaba algo más de él, así que yo me acosté al lado suyo y me acerque mucho hasta que mi entrepierna fuera a chocar con su trasero, pero ni se inmuto y siguió con la vista al celular.

— Yoon, tú me prometiste algo — empecé a besar su hombro, pero solo se quejó y se removió para que me alejara.

— HeeSeung, si tenemos sexo le hacemos daño al bebé — casi me atraganto ahí mismo cuando dijo eso.

— ¿qué bebé?

— yo — oh, este idiota.

— Jake, tú dijiste que aun podíamos esperar — entonces le quite el teléfono de las manos y lo deje en la mesa de noche al lado de nuestra cama, solo para subirme sobre él, pensé que Jake por fin me miraría y eso, pero solo desvió la mirada — ¿qué sucede? ¿te preocupa algo?

— Seunggie... ¿tú quieres tener hijos conmigo? — su pregunta me cayó como balde de agua fría, ¿qué era eso? me sentí un idiota y no sabía ni porque, siendo sincero, el día de mi boda no podía ni imaginarme porque no sabía si mi relación fuera a durar — no ahora, sino que, en algún punto.

— Bien lo dices, no ahora, creo que si llega a ser un bebé no sería lo óptimo vivir en nuestro departamento que es justo para dos, hay mucho que quiero ver y conocer contigo — bese su nariz levemente causándole una sonrisa — y si en algún punto llega un bebe nuestro, sería lo más lindo que podría pasarme.

— ¿lo dices enserio? incluso si nuestro hijo es igual de terco e infantil que yo, ¿lo querrías?

— ¿cómo no iba a querer algo que me das tú? harías a un niño o niña bueno para este mundo — entonces agrando su sonrisa y yo abrazo con todas sus fuerzas, así estuvo un buen rato hasta que se quedó dormido.

Por la noche mientras lo tenía a mi lado me preguntaba a mí mismo si me parecía como un padre, nadie se ve así en ningún momento, nunca dije que no quería hijos, pero tampoco me planteo la idea de un sí sería cuidar de una vida que depende complemente de ti ¿eso no les es inquietante?

Yo tengo terror de cometer un mínimo error. Nunca tuve hermanos, no sabía absolutamente nada de bebés. Tenía como referencia solo un embarazo, Nini llegaba a ser adorable y también llegaba a ser como un oso hambriento.

Mil preguntas atacaban mi cabeza, si teníamos una niña, tendría que ser la pequeña parecería un mini modelo, bien vestida y bien arreglada, yo estaba seguro de que, si llegaba a parecer una milla a mi marido, iba a ser perfecta, educada, lista, refinada, mi princesa y mi adoración.

Si llegaba un niño, lo haría educado y amable, lo haría un chico bien, uno inteligente al igual que si fuera niña, le enseñaría deportes y cosas más rudas.

De repente estaba muy emocionado y asustado por la idea, yo solo era un hombre, en la escuela no las enseñanzas casas cosas, situaciones reales de terror.

Yo adoraba a mi esposo, pude ver esa tarde como se emocionaba por ver cosas de bebés, seamos jóvenes, con buen estatus social, buen sueldo, buenas familias ¿estaríamos preparados para eso?

Sh. JaeYoon.

— ¿un bebé? — Jay bufó cuando termine de hablar — un bebé es un parasito que no se ira hasta que tenga veintiún años, como tú, de casa de tus padres.

— o antes, como a ti que te corrieron a los dieciocho por tu problema de alcohol — contraataco Daniel a favor de mí.

— ¡solo me corrieron dos semanas! — Jonggie bebió de su café y después suspiro pesadamente — como sea, tener un bebé es un problema de años.

Estábamos en una cafetería cerca de mi edificio, HeeSeung se había ido a trabajar temprano y yo no tenía en realidad nada interesante que hacer hasta que esos dos me invitaron a salir.

Toda nuestra plática se había enfocado en mi dilema de tener hijos en mi vida.

Jay estaba en contra de lo que conozco, porque siempre fue la idea de tener una vida más libre y sin problemas, JungWon, su esposo pensaba igual y en vez de eso, tienen un montón de mascotas.

Por otro lado, Daniel estaba a favor porque él siempre fue educado con casa idea, no tenía hijos aun, pero estaba seguro de quería tener una gran cantidad para todos jugarán juntos y eso.

Yo estaba en un punto medio. No tener hijos me garantizaba casi en un sesenta por cierto una vida sin tan las preocupaciones y gastos, no hacer maquetas del estúpido sistema solar, tener que ir a las nueve de la noche en domingo a conseguir cartulinas, ni que el día del padre o de la madre, lo que sea, me dieran una carta llena de pegamento y sopa de codo cruda.

Pero tener hijos me garantizaba felicidad y bellos momentos, mi mamá siempre me dijo que mi llegaba fue una de las mejores cosas que pudo pasar en la vida, que yo era su luz. Papá me enseñó a hacer un montón de cosas y siempre me vio como si adoración, yo también podría tener otra razón de ser aparte de mi marido.

— ¿HeeSeung qué piensa? — me pregunto Dani.

— él dijo que estaba bien si llegaba a pasar en algún punto de nuestra relación.

— ¿lo ves? ambos tienen que estar seguros de que quieren eso, deben estar seguros de que van a cuidar bien de un bebé — Jay alejo su bebida para poner sus codos sobre la mesa — imagina que un bebé es una planta, y un día esta planta se cae de la cuna y te meten a la cárcel por homicidio ¿quieres ir a prisión?

— ¡no, no! — negué con ambas manos y eso pareció bastarle.

— pero imagina que esta planta tiene un cumpleaños, va a estar todo emocionado por un pastel, Hee también va estar muy feliz con eso, sería una familia de tres — Daniel me regreso el brillo en los ojos ante la idea de una mini fiesta de cumpleaños.

— pero esa planta hace como diez kilos de popo al día — dijo Jay.

— sí, pero esta planta tiene la risa más dulce del mundo — dijo Dani.

— sí, pero esa planta llora como loca a las tres de la mañana haciendo que te salgan ojeras en el rostro que le has cuidado por años.

— esa planta te dirá te quiero.

— esa planta tendrá que ir a la universidad y eso no es barato.

— pero la planta le dará alegría toda su vida.

— ¡lo hará engordar!

— ¡serán felices todos!

— ¡ya, chicos! — los detuve antes de que se escupieran en la cara, por suerte — no están ayudando — ambos se quedaron en silencio, pero no dejaban de retarse con la mirada — sé que un bebé no es algo que puedes apagar cuando te canses y sé que la mitad de la gente que me conoce me considera estúpido, pero no, yo sé lo que es la paternidad.

Había visto infinidad de bebés en brazos de sus madres llorando y vomitando leche como si fueran zombies adorables, pero también había tenido que ir con mis padres a un montón de eventos de caridad y llevaban niños a hacer cosas súper adorables como cantar o decir poemas y yo me moría de la ternura por cómo se veían en sus mini trajes de escuela y quería llorar.

Quería sentirme orgulloso de algo que fuera mío, quería que alguien corriera hacia mi enseñándome una nota sobresaliente, quería esas alegrías adquiridas que solo te da un mocoso. Ya me puse sentimental.

Sí Hee decía que sí, así que ¡yo puedo hacerlo!

¡No le tengo miedo a triunfar!

Salí corriendo de la cafetería sin decirlo nada a esos idiotas, solo deje pagado mi café y me largue de ahí, corrí tanto que empecé a jadear, pero llegue a la empresa de mi padre donde HeeSeung trabajaba desde que nos habíamos casado.

Las secretarias me saludaban porque obviamente me conocían, pero yo solo corría y corría porque tenía un solo objetivo en mente.

Al primero que ataque fue a mi padre, el cuál cuando entre a su oficina estaba haciendo papeleo.

— ¡Mi Yoonnie! que gusto que me vienes a ver, tu viejo padre tiene tanto trabajo que...

— ¿Dónde está Hee?

— Ah sí, claro, solo vienes aquí para verlo a él — rodó los ojos y apretó el botón de su interlocutor para llamar a su asistente — llama a HeeSeung a mi oficina — los minutos pasaron rápidos y de repente mi esposo ya estaba entrando a la oficina de mi padre pensando que seguramente iban a pegarle o algo.

— ¿Qué haces aquí, Jake? — fue lo primero que me dijo, pero no le hice caso y volteé a ver de nuevo a mi padre.

— ¿Me lo puedo llevar?

— Sí, como sea — HeeSeung no se quedó callado, llevo todo el camino diciéndome lo inmaduro que había sido, pero no me importo, estaba demasiado emocionado.

♡❜

Cuando llegamos a casa seguía sin callarse, así que fue cuando empecé mi plan, empecé a besarlo con toda esa necesidad que tenía y no tardo en seguirme. Todo su enojo se disipo y no tuvo tiempo de pensar en ello una vez más porque yo no deje de besarlo ni de sacarle la ropa.

Nuestro encuentro termino una hora después en nuestra cama hecha un desastre. Me beso cuando terminamos y yo seguí con mi brillante plan levanté mis piernas y cadera y permanecí en esa posición.

— ¿qué haces? — HeeSeung y yo sabíamos que estábamos sanos, así que no usábamos ningún método anticonceptivo, igual estábamos casados, ​​YOLO, así que, pues como sabrán, todo lo que queda dentro hasta que yo lo limpiaba, pero no, yo no iba a limpiar nada esta vez.

Inserte risa malvada aquí, por favor.

— evito que se salga.

Mi plan era brillante ¿no?