Capitulo tres.❜
- Luego de ese suceso nada fue como antes, pasaron los últimos días de nuestra estadía, pero sencillamente no hubo más; No hubo más felicidad, no hubo más risas, no más salidas nocturnas a la playa ni tratos bonitos o especiales para mí, simplemente no hubo nada más.
Desde aquel día dejé de verte, ya no estabas allí conmigo, me dejaste a la deriva en el hotel vagando conmigo mismo y mis pensamientos molestos e irritables que no dejaban de atormentar. A veces siquiera llegabas a dormir a nuestra habitación, simplemente comenzamos a distanciarnos a partir de ese momento.
¿En qué momento habíamos pasado de estar juntos todo el día pareciendo unos chicles a simplemente no vernos por más de dos días sin importarte si estaba bien? Todo nuestro viaje especial se había vuelto un asco de un momento a otro.
Estábamos durmiendo dándonos la espalda, pasamos de estar abrazados toda la noche juntos a que yo estuviera solo en la habitación llorando desesperadamente con ataques de pánico y ansiedad aferrándome únicamente a mis peluches quienes eran mi única compañía.
Y para mejorar las cosas, ni siquiera en las pocas veces que nos volvimos a ver me pediste perdón por la agresión física que me cometiste, ¿para qué mentir? No cruzamos más de cinco palabras en lo que quedó de esos últimos días de reserva, los dos estuvimos por nuestro lado.
Así que estaba completamente agradecido llegó el momento de volver a Corea y dejar todo esto atrás.
El vuelo fue agotador físicamente, ambos dormimos la mayor parte del viaje, pero, así como si nada hubiera pasado me hablaste en los pocos ratos que ambos estuvimos consientes; De tu propia boca me dijiste que estabas cansado y podías invernar siete días cuando llegáramos a nuestro hogar, no me preguntaste como estaba yo, parecía ser que la conversación con alguien en tu celular era más importante que tu novio.
Cuando llegamos nuestro departamento casi al siguiente día lo único que quería era dormir y recuperar el sueño debió al cambio de horario, pero quise demostrarte que ya no estaba enojado, que aquella situación en la habitación del hotel fue una pelea más que quedaría atrás, con toda la energía que me quedaba acumulada en el cuerpo comencé a acomodar la ropa de ambos a pesar de que mis ojos se sentían pesados; Delicadamente guardaba las prendas tuyas y mías en su lugar correspondiente.
De un momento a mientras estaba parado frente al armario colgando algunas prendas sentí una presión en mi cintura, un abrazo. Me estabas abrazando con todo el cariño del mundo que me fue negado los últimos días del viaje, recargaste tímida y lentamente tu cabeza en mi hombro soltando un suspiro en el proceso.
一Lo lamento Wonnie, nunca debí tratarte así ni debí pegarte, no debí dejarte así, pero sencillamente no encontraba las palabras para pedirte disculpas por lo que hice y preferí alejarme. Perdón, lo lamento tanto. 一aún recuerdo muy claramente ese susurro piadoso en mi oído y el escalofrío que sentí por percibir tu aliento contra una zona sensible como lo es el lugar entre e cuello y el oído, mis ojos se apretaron al igual que mis labios antes de mover suavemente la cabeza de manera positiva.
一Te perdono.
Y como todas las veces después de esa pelea tu única manera de terminar sellando todo era teniendo sexo, intimidad para "reconciliarnos" y cada una de las veces te perdoné porque te amaba más que nada.
Todo siguió igual hasta que estábamos cerca de los cuatro años de relación.
El siguiente problema empezó a ser la desconfianza.
Desde unos meses atrás comenzabas a arreglarte más para solo ser el trabajo, salías más temprano a trabajar y regresabas más tarde.
Confié en ti, confié cuando me dijiste que tu horario de laborar había sido cambiado por órdenes de tus superiores. Confié en ti cuando en tus chaquetas comenzaba a encontrar cabellos que claramente no eran los míos, cada vez que iba a lavar nuestra ropa encontraba cabellos pequeños y de color azabache, ese mismo que se compara a la noche.
Realmente no quería desconfiar en ti, trate de buscarle una explicación a pesar de que mi conciencia me gritaba una idea que me negaba a creer. Podían ser de algún compañero de trabajo, de camino a casa al chocar con alguien, podía ser a que habías comenzado a decolorar tu cabello diciendo que lo querías aún más negro... Había tantas opciones que me negaba a creer que la infidelidad fuera una opción real.
Pasaron meses desde que encontré el primer cabello en tus chaquetas, meses en los que seguí encontrando cabellos en tus ropas que iban cambiando de tonalidad cada cuanto, meses en los que solo se volvían peores cada vez más llegando a ser obsesivamente controlador.
La realidad era que tu comenzaste a desconfiar de mí, comenzaste a ponerte excesivamente estricto con los horarios de llegada que habíamos acordado siendo exageradamente duro si llegaba a pasarme un minuto del tiempo acordado. En cualquier ocasión posible y con cualquier persona que tuviera cerca desconfiabas de mí, cuando salía de la universidad o del trabajo de medio tiempo que había conseguido con tu aprobación. Ya no eran saludos ni besos cariñosos porque me extrañabas ni eran besos de reencuentro con los que me recibías al pasar por mí, ahora solo se tornaron preguntas.
"¿Quién era ese chico que te acompañaba?"
"¿Puedo saber en qué momento me pediste permiso para hablarle?"
"No hables otra vez con él, claramente tiene otras intenciones contigo"
A ese punto de mi vida sencillamente solo aprendí a callar, escuchar y hacerte caso en todo.
Cada día mi mayor deseo se iba incrementado cada vez más deseando que se volviera verdad con todo mi ser, no quería que estuvieras allí. Deseaba con todas mis fuerzas que no estuvieras afuera esperándome al salir del trabajo o la universidad, era lo que rogaba todos los días a los astros y dioses existentes, te tenía miedo.
Desearía que no me esperes, pero siempre lo haces.
Teníamos cuatro años y dos meses de relación cuando por primera vez en mi cabeza cruzo la idea de irme, me di cuenta que debía alejarme, recuerdo aún la primera vez que traté de escapar...
一¿Vas a salir JungWon? 一preguntaste curiosamente levantando tu concentrada mirada de tu celular y poder fijarla en mí, tu mirada era seria y cuestionante.
一Sí, y no necesito tu permiso.
Una sonrisita escapó de tus labios antes de levantarte del sofá, te acercaste a darle un beso pequeño con una sonrisa, pero no era lo mismo. Sin darme cuenta poco a poco el sabor de nuestros labios cada vez que nos besamos es insuficiente.
一Nos vemos Hoon.
Traté de que sonara como un adiós definitivo, vagué por las calles que conocía mirando la pantalla del celular mientras me preguntaba si era buena idea hablarle a alguien para que me ayudara en mi plan, podía hablarle a Ni-Ki, pero él tenía su propia e individual vida y yo tenía un alma que pensaba que no quería molestar a su mejor amigo. Llevábamos meses sin hablar, órdenes de SungHoon.
Él había quedado resentido con HeeSeung desde que dejo de hablarle en esa ocasión del cine y su mente le decía que cualquier contacto con Ni-Ki era igual a estar con HeeSeung. Finalmente me rendí
¿Cuál fue mi error de aquella primera vez? Volver.
Meses pasantes en las que me volviste a agredir emocionalmente con comentarios sobre mis comidas o que nuevamente me empezabas a ver muy descuidado de mi peso, meses en los que volví a encontrar más cabellos en tu ropa que cambiaban cada cuanto de tonos, de negros a rubios y finalmente a un tono chocolate.
Trataba de confiar en ti, trataba de creerme que todo estaría bien y seriamos los de antes, que todo se lograría arreglar con cariños y atención.
El cielo sabe que lo intente, que intente alejarme de ti de todas las maneras, pero siempre volvía a ti.
Más intentos de huir y planes para escapar se desarrollaban en mi cabeza, alguna vez llegué a irme a casa de mis padres, otras veces me iba a un hotel a pasar la noche luego de alguna pelea que me dejaba emocionalmente inestable como para convivir contigo.
Recuerdo cual fue la peor ocasión, fue un plan chusco y planeado a la ligera con un compañero de la facultad que me ofreció quedarme con él, no sabía toda la historia ni se la contaría, sin embargo, él solo había notado los temblores y ataques nerviosos que me daban cuando debía salir a tu encuentro.
一 JungWon, no regreses allí.
一 SuNoo, lo sé. No quiero volver con el otra vez, pero...
一¿Pero? no hay peros JungWon, no debes volver ni lo harás.
一Él me necesita, SuNoo.
一No, no es verdad.
Tenía razón, mi único argumento era que me había acostumbrado tanto a tu horrible trato que simplemente no podía dejarte ir.
En mi memoria de rememoran los gritos de ira que diste al llegar a su departamento, gritabas todo tipo de injurias donde me obligabas a bajar, además de ofensas a ambos pensando que te estaba siendo infiel con él sin importarte que su novio, Jay, era quien trató de hablar pacíficamente contigo para calmar la situación y la atenta mirada de los vecinos.
No quería bajar, mi subconsciente me pedía a gritos que me escondiera del lobo y no saliera, aunque finalmente cedí a mi lado de menosprecio a si mismo que me decía que solo estaba metiendo drama a la tranquila vida de SuNoo.
Subí al automóvil que me regresaría al infierno siendo mirado suplicante y doloridamente por SuNoo. Sus ojos me pedían a gritos que me quedara con ellos, pero no podía hacer eso, ya fue suficiente molestia el drama que SungHoon armó.
Puedo recordar todos y cada uno de los ultrajes que me escupiste a la cara desde el momento que pusimos un pie en el departamento, ofensas dirigidas tanto a SuNoo como a mí. Mis recuerdos reviven borrosamente el golpe propiciaste en la mejilla mientras me amenazabas con tu mano tomando furiosamente mi cuello impidiendo la oxigenación correcta a mi cerebro, tal vez por eso lo único que recuerdo es borroso, aunque las marcas de tus uñas en mi cuello eran un constante recordatorio de ese día.
一Tú eres mío JungWon. Mío y de nadie más ¿entendido?
一E-Entendido.
Mientras tu temblabas por estar iracundo, yo temblaba de miedo hacía ti.
Solo quería salir de allí, traté de alejarme de ti una y otra vez yendo a casa de más compañeros que me ofrecieron su ayuda debido al rumor que comenzaba correr por los pasillos sobre: "el novio irracional de JungWon" todos trataron de ayudarme diciéndome que era una buena persona para pasar por eso, pero tú dañaste tanto mi autoestima que aquello me era imposible de creer, pero siempre sin importar con cual compañero me iba sabías donde estaba.
Dejé de intentarlo luego de darme cuenta que no podía escapar de tu presencia, parecías un demonio persiguiéndome todo el tiempo para poder atormentarme, llegué a un punto donde parecía que nunca podré renunciar a ti.
Quiero escapar...
¿Por qué no me iba? ¿Por qué sencillamente no tomaba un taxi sin rumbo hasta llegar a un lugar donde ya no sintiera tu presencia atormentarme? Porque lo necesitaba, inconscientemente buscaba nuestra relación queriendo seguir pensando que eso era el amor y tu manera de demostrarlo.
Debía huir, debía salir, correr lo más lejos posible hasta que no lograras encontrarme, era una verdad que debía escapar de esto, aunque aún no me había cuenta de eso.
Entonces supe que debía hablar, una noche mientras me encontraba solo en nuestra cama sencillamente acompañado de un peluche supe que debía contarle a alguien todo lo que pasaba, debía quitarme ese dolor de encima de una vez por todas, solo necesitaba a un alguien.
La mejor persona en la que pensé y seguramente quien sería mi mejor apoyo, Ni-Ki, mi mejor amigo incondicional que siempre me sacaba una sonrisa con su curiosa personalidad.
Comencé a hablar con él a escondidas desde varias semanas atrás, le pedí, no... le suplique que saliéramos a tomar una copa ya que necesitaba contarle algo, le contaría todo sin tratar de olvidar detalles. Necesitaba hablar, era ahora o nunca.
♡❜
Fue un sábado a inicios de noviembre, llevaba varias horas hablando con Ni-Ki sentado la barra del bar donde habíamos acordado mientras mis labios se dedicaban a soltar prácticamente toda nuestra historia desde el inicio. Él se quedó callado mientras escuchaba ¿y yo? Yo ahogaba mis penas en alcohol tratando de obtener la valentía suficiente para seguir hablando.
Cuando terminé me quedé callado esperando su respuesta, mientras tanto seguí pidiendo más y más alcohol preguntándome si aquellas gotas dañinas a mi organismo lograrían darme la valentía suficiente como para escapar.
一Ven y sírveme otra copa. 一le hable al camarero mientras veía como Ki parpadeaba seguramente tratando de asimilar toda la información contada. Había soltado todo, los "consejos" sobre mi peso, la petición del departamento, los menosprecios a mi esfuerzo por cocinarte, el viaje que tuvimos y hasta de los cabellos que encontré en tus chaquetas. No parecía que ningún detalle se me haya escapado a pesar de arrastrar las palabras por las bebidas que hacían efecto en mi sistema.
一Entonces... 一habló calmadamente, más lo conocía lo suficiente para saber que trataba de mantener sus emociones al margen一. Te he hecho sufrir por todo esto durante cuatro de sus cinco años de noviazgo, te mantiene controlado en horarios, te pegó más de una vez y posiblemente te esté siendo infiel con algún idiota falto de amor ¿Y aun así sigues con él? ¿Por qué, Wonnie?
No contesté, ahí estaba la pregunta que tanto trataba de evitar. No contesté porque en el fondo sabía que tenía razón, sabía que todo lo que había afirmado era verdad y ya no podía sencillamente evitarla, escuchar lo miserable que era mi relación me hizo darme cuenta que todo estaba mal, pero a este punto supongo que perdí la cabeza.
Por su parte, Ni-Ki comenzó a planear todo para que yo estuviera bien, siempre preocupándose por lo demás, aunque no se lo pidieran.
一Vas a venir conmigo y HeeSeung a nuestro apartamento, no voy a permitir que SungHoon te siga haciendo más haga daño ¿de acuerdo?
Seguía sin contestar, siquiera le dediqué una mirada y ciertamente no le estaba prestando toda la atención del mundo. Me dediqué a tomar más de un solo trago la bebida alcohólica que había en mi vaso, toda aquella bebida tóxica que me provocaba un ardor por todo el cuerpo y en grandes cantidades llegaría a matarme, ¿Morir sería una mejor salida para escapar de ti?
Sí, tal vez mi estabilidad emocional y dependencia cayeron tan bajo y demasiado profundo como para llegar a pensar en el suicido antes que tener que dejarte.
一¿Trajiste la mochila de la que hablamos JungWon hyung? Para la pijamada que te dije debíamos hacer para ponernos al día... ¿Me estás escuchando?
Realicé movimientos incoherentes con mi cabeza y mano derecha en respuesta, en ese momento estaba perdido en mi propia laguna mental llenándome de pensamientos sobre nosotros, no quería hablar por ahora, realmente no quería recordar a SungHoon en ese momento porque estaba muy seguro de que me largaria a llorar si abría la boca.
Debía tomar una decisión rápido, irme con Ni-Ki y finalmente escapar de ti o simplemente continuar con nuestra relación hasta que esta me consumiera completamente.
一Iré contigo Nishi. Solamente que no traje la mochila, se me olvidó, lo lamento.
一Vamos por ella entonces, dijiste que trabaja hasta tarde ¿no? entonces iremos por ella ahora, no voy a dejar que regreses allí y que él siga provocándote daño. Vámonos.
Sin darme cuenta ya estaba encerrado en las paredes del pequeño auto de Nishimura, no fui consciente de en qué momento pagó la cuenta por ambos o cuando fue que llegué al asiento del copiloto sin recordar el camino, no tenía alguna idea clara sobre lo que pasaba a mi alrededor en ese momento, posiblemente el alcohol era quien el responsable de mi estado atontado, mis oídos no lograban captar las afirmaciones y palabrerías que Ni-Ki escupía por su boca hasta el momento en el que comentó algo que captó mi atención. Una afirmación que seguramente nadie se había atrevido a hacer o decir en voz alta para no lastimarme.
一Estás en una relación tóxica.
Era primera vez que me lo sugerían, la primera vez que en mi mente aparecía en letras grandes de color rojo intenso la palabra "tóxico" aun así mi mente trataba de engañarme provocando que no lo creyera. ¿Una relación tóxica? ¿SungHoon y yo? ¿los cinco años? No, imposible.
Trataba de convencer y engañar a mi mente para creer que son eran las típicas peleas de pareja, es todo; Estaba negándolo infinitamente ignorando el hecho de que todos tus comportamientos me llevaban a la afirmación de Ni-Ki. traté de negármelo, no creía posible que tú y yo estuviéramos llegando a ese punto tan hondo de la toxicidad.
Tristemente luego de analizar las cosas demasiado bien y a fondo rápidamente teniendo en cuenta todas las actitudes negativas que hubo de parte de ambos, las cosas que comenzaban a rodearnos que nos distanciaban de poco a poco, la desconfianza, peleas, inseguridad, golpes, luego de todo dejé que mi lado racional y lógico tomara el control de mis pensamientos para gracias a ellos darme cuenta.
Todo lo que decían era la verdad. Tenía una extraña, retorcida y tóxica relación contigo.
Ni-Ki frenó frente al edificio de departamentos donde se encontraba el nuestro, la ansiedad mezclada con los nervios y la presión que se agrupaban en mi estomago hizo que inmediatamente el alcohol bajara de mi sistema haciendo que volviera a mi natural estado de conciencia, Ki me empezaba a animar con suaves movimientos de sus manos a que entrara por una estúpida mochila diciendo que sería rápido.
Mi corazón estaba acelerado mientras la brisa fría del anochecer golpeaba mis mejillas provocando una leve parálisis en esta mientras las sentía sonrojarse para protegerme del frio, mis manos comenzaban a ponerse pegajosas debido al sudor al tenerlas mucho tiempo dentro de mi sudadera, pero a este punto debes deducir que aquello no era el principal motivo de mis nerviosismos. Imaginarme solamente como te tomarías la noticia de que me había ido provocaba que mis cabellos se erizaran.
Recuerdo cuando entré a ese departamento que por tanto tiempo llegué a llamar hogar, sentí mi corazón detenerse al igual que a la desesperación hacerse presente en mi garganta cuando te observé, estabas en el sofá con tu celular sin prestarle atención al programa de televisión que había frente a ti ni tampoco notar mi presencia, llegaste temprano y no me lo dijiste. Mi carraspeo fue lo que te sacó de tu ensoñamiento, la concentración de tus ojos oscuros se desvió moviendo estos a mi dirección, estabas serio.
一¿Dónde estabas?
一Hola ti también, cariño. 一comenté melosamente tratando de no levantar ninguna sospecha y sin quitarme ninguna prenda, sonreíste apagando la pantalla de tu teléfono.
一Hola JungWon hermoso, ¿Dónde estabas?
Un suspiro escapo de mis labios sin poder evitarlo, camine lentamente dentro de nuestro hogar dando pasos inseguros.
一Te dije ayer en la noche que saldría solo con Ni-Ki. 一hablé haciendo especifico énfasis en "solo" para que no pensaras otra cosa de mí, dejaste tu celular a un lado antes de levantarte del sofá empezando a estirarte.
一¿Todo bien con Ni-Ki? Tenemos tiempo sin hablar. 一preguntaste sin ningún tono enojado, te veías alegre, llevaba tanto tiempo sin verte en aquel estado de ánimo que me extraño verte sonreír tranquilamente mientras manteníamos una conversación normal.
一Si SungHoon, todo bien. Pensé que llegarías más tarde. 一cambié rápidamente el tema dando varios asentimientos con mi cabeza, disimuladamente empecé a caminar al pasillo rogándole al cielo que por primer vez no me prestaras atención.
一Cierto, lamento no avisarte. Nuestro jefe NamJoon llegó repentinamente a la oficina para avisarnos que nos daría el día libre porque iba a ser padre o algo así. 一dijiste sin importancia haciendo un movimiento despectivo con tu mano mientras mirabas hacia el techo一. Así que dije ¿Por qué no disfrutar de lo que queda de la tarde con mi precioso novio que me espera en casa? ¿Hacemos de cenar juntos?... ¿Qué haces en el pasillo?
Sonreíste extrañamente mostrando tus preciosos hoyuelos que me tienen enamorado aún a este momento, en ese instante sentí mi corazón siendo presionado mientras mis ojitos empezaban a picar levemente, posiblemente cualquier persona que estuviera alrededor hubiera logrado ver el brillo esperanzador en ellos. Deseaba creerte SungHoon, deseaba pensar que podríamos pasar esto y ser la pareja que habías descrito en una sola oración y en dos preguntas, ser felices, pero ahora mi lado emocional ha invernado y dejé que mi lógica fuera quien tomara el control.
No volvería a caer.
一Vengo por una mochila y ropa. 一declaré deprisa tratando de no caer en tus redes otra vez, tenía que salir de ese apartamentos antes de condenarme a mí mismo a seguir viviendo el infierno en vida一. Ki me espera abajo.
Me miraste con una ceja levantada, luego alzaste tus hombros restándole importancia a mi declaración antes de voltearte a tomar tu celular volviendo a encender la pantalla y poder leer algo en esta, pasaste distraídamente una mano por tu cabello negro, estabas armando un plan en tu cabeza del cual no me enteré hasta segundos después.
一¿Tendrán una pijamada? Me parece bien, disfruta estar con Ni-Ki y avísame mañana cuando quieres que vaya por ti.
Tomé una fuerte bocanada de aire alejándome más de ti sin dejar de mirarte, una carita de ángel con alma de demonio, eso eras y tu expresión extrañada que reflejaba desconfianza e inquietud, me pegué al marco de la puerta de nuestra habitación empezando a mirar mis pies antes de hablar con voz gutural.
Sinceramente hasta hoy en día, no sé de dónde saqué la valentía para lograr confesarte tan de cerca cuáles eran mis verdaderas intenciones aquella noche, confesarte lo que realmente era el problema.
一Ese es el problema, Hoon... No voy a volver.
一 ¿JungWon? 一preguntaste en un tono que mezclaba la extrañación y la sorpresa, te di la espalda adentrándome en la habitación para comenzar a abrir nuestro armario一. No debes hablar en serio ¿no? ¿De qué hablas? 一tus pasos empezaron a retumbar en la sala escuchándose pesados, mi corazón se aceleró por el nerviosismo y sentía que en cualquier momento este escaparía de mi pecho sin avisar, esperabas mi respuesta que jamás llegaría一. ¿JungWon?, ¿Yang JungWon? Te estoy hablando.
Ahora escuchaba tu voz más cercana y tu peso se desplazaba desde la estancia a la habitación, mis piernas junto con mis manos empezaron a temblar mientras aceleraba mis movimientos para guardar más aceleradamente más ropa dentro de la pequeña maleta. Una pisada sorda se escuchó entonces, llegaste a la habitación, sentí tus ojos sobre mi espalda los que seguramente me examinaban con ese peculiar brillo que adquirían tus ojos antes de explotar, fue a sensación más incómoda que llegué a experimentar e los cinco años que estuve a tu lado.
Voltee para buscar algunas cosas que me haría falta como un cepillo dental, no tenía el valor de enfrentarte porque estaba seguro de cuál sería el desenlace de aquello, pero no me quedó alternativa cuando alcé mi cabeza y observé tu rostro, mire tus ojos un momento y decir que había violencia con fuego en ellos sería decir poco.
一 Yang, ¿Vas a hablarme? ¿Qué carajos pasa? 一no respondí, puse tímidamente la mochila en el suelo empezando a agarrar ansiosamente los frascos de mi pertenencia con mis manos temblando todavía, trataba de irme sin hacer algún escándalo, pero ser silencioso jamás fue ni será tu fuerte一. ¡Responde, maldita sea!
Me sobresalte al percibir tu grito, posiblemente mi silencio te había desesperado, guardé muy lentamente los frascos en los bolsillos posteriores de la maleta antes de tomar aire para poder armarme de valor, aun así, no pude evitar que mi voz se escuchara débil y quebrada cuando hablé.
一 SungHoon, quiero terminar...solo déjame irme, por favor.
一¿Irte? 一preguntaste incrédulo y con sorna en tu voz, tus pasos se acercaron lentamente hasta quedar detrás de mí sintiendo temor porque harías después一. Oh JungWon, ¿Qué clase de ideas estúpidas te metió Ni-Ki en la cabeza? Dime. 一tus brazos me rodearon fuertemente, unos chispazos de miedo recorrieron mi cuerpo, fue ahí cuando me di cuenta que ya no tenía amor por ti, solo miedo. Tomaste mi brazo derecho con fuerza, aquello iba a dejar una marca一. ¿¡DIME QUE CARAJOS TE DIJO!?
Nunca tuve el suficiente valor para alzarte la voz, odiaba los gritos, pero en ese momento estaba dispuesto a lo que sea para escapar y de paso poder decirte un poco de la verdad a la cara. Te empujé suavemente para que soltaras mi brazo antes degirar para lograr enfrentarte.
一¡NO ME DIJO NADA QUE YO YA HAYA NOTADO ANTES POR MI MISMO, PARK SUNGHOON! 一ambos explotamos, mi voz interna me decía que no estaba dispuesto a soportar algún abuso en ese momento, no cuando lo único que deseaba era irme.
Buscaba irme de la manera más calmada posible, pero contigo como mi pareja la pelea fue inevitable.
一¿Ah sí? ¿CÓMO QUE?, ¡VAMOS! DÍMELO EN A LA CARA YANG.
一¿Cómo qué? ¡debes estar jodiendo, Park! TÚ SABES DE QUE HABLO. ¿ACASO TE PAREZCO ESTÚPIDO?
Los pechos de ambos subían y bajaban, estábamos agitados y principalmente en mi caso, me sentía tan cansado física y mentalmente que tenía miedo de colapsar ahí mismo estando frente a ti.
一A VECES CREO QUE LO ERES, YANG.
Un golpe.
Ya no era capaz de soportarlo, fue suficiente. Mi mano se levantó velozmente antes de chocar contra el lado derecho de tu rostro, yo te había golpeado.
Miré algo temeroso el pequeño hilo de sangre que escurrió por tu mejilla además de sentir un poco de este escurriendo suavemente por los dedos de mi mano, te había hecho una herida, pero en ese momento pudo importarme menos el hecho de que yo te hubierahecho daño, era irónico.
一Bien, pues este estúpido sabe bien que eres un maldito tóxico que le es infiel a este estúpido con alguna persona ¡allá afuera en tu maldito trabajo! Siempre trate de darte lo mejor de mí, pero ya no más.
Mi pecho ardía al igual que mis ojos que empezaban a ver borroso por las lágrimas acumuladas en ellos, la adrenalina junto con el miedo estaba mezclada dentro de ser, era momento de irme ahora, aproveché el momento sorpresa y debilidad que tenías debido al golpe para salir del apartamento.
Coloque la maleta sobre mi hombro mientras caminaba por el desierto pasillo, mis pies resonaban haciendo un ruido de eco por todo el lugar que parecía abandonado, agradecí que no hubieras reaccionado en ese momento, aunque tal vez había hablado demasiado rápido.
一¡JungWon! ¡JUNGWON! 一ignore los gritos que salían del apartamento y se acercaban más y más, apuraré mis pasos hacia las escaleras en vez de elevador, no quería exponerme a que me atraparas mientras las puertas se cerraba.
Aún puedo sentir las lágrimas que les permití salir de mis ojos, ellas corrieron por mi rostro desde que salí del apartamento, las emociones de tristeza y melancolía eran los que dominaban el ambiente, porque a pesar de todo, en ese momento seguía amándote con todo mi corazón mientras me aferraba a una pequeña esperanza de que todo estaría bien luego de tomarnos un tiempo, lloraba por el hecho de darme en cuenta de que posiblemente te había lastimado en aquel momento.
Ahora desearía haberte lastimado tanto como tú a mí.
No logro recordar exactamente cuánto tiempo me tome para bajar las escaleras, no sé en qué momento volví al auto de Ni-Ki, mi mente solo me ayuda a refrescarme las únicas palabras que le dije al momento de sentarme en el asiento del copiloto.
一Él estaba ahí. 一susurré con voz gutural y rota.
El automóvil arrancó, Ni-Ki no dijo nada, pero algo era seguro y es que me veía y sentía miserable, seguramente Ni-Ki lo notó y por ellos puedo recordar el momento se detuvo a un lado de la carretera para darme un abrazo permitiéndome llorar en su pecho y susurrando palabras de aliento.
"Todo va a mejorar" "Tú saldrás de esto" fueron las principales palabras que dijo, con todo mi corazón esperaba que fuera así. A pesar de todo, por primera vez luego de mucho tiempo, desde que empezamos nuestra relación, sentí tranquilidad, una paz que en cinco años no llegue a sentir.
Estuviste poseyendo mi paz mental y emocional, un pobre chico siendo inestable mentalmente y dependiente de su pareja para todo, solo era un caso más de relación donde uno tenía el poder y otro era el idiota que se dejaba manipular.
Yo siempre fui el idiota.
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