𝐢𝐢𝐢. Street Fight
Una alarma empezó a escucharse en todos los altavoces de la ciudad. Ellos comenzaron a correr por las calles, intentando no ser atrapados por los oficiales de la ciudad.
Les aventaban trampas a los chicos para que cayeran, pero no funcionaban.
—¡Más rápido!–Les gritó Vi y ellos siguieron sus órdenes. Aeris estaba empezando a cansarse ya que ella no tenía la condición que ellos tenían, pero si tenía el miedo suficiente como para seguir corriendo para que no la alcanzaran.
Bajaron por unas escaleras a toda marcha. Una de las trampas estuvo por alcanzar a Powder, por lo que la pelirroja tomó su mano y la aventó delante suyo para que si les volvian a aventar una de esas trampas, la atraparan a ella y no a la menor.
Habían vigilantes hasta en los cruces, estaban ya en todos lados.
Empezaron a pasar el puente que los llevaría a la ciudad, tuvo que empujar a una señora de pelo azul para poder pasar. El puente empezaba a subir con el toque de una campana, Aeris logró saltar, pero los policías también.
—¡Por aquí!–Vi los hizo girar en una vuelta y después en otra hacía un callejón, ella se golpeó contra la pared, pero no se lastimó demasiado.
Vi encendió una máquina de gas y con eso confundieron a los policías. Se fueron en un callejón aún más estrecho. Vi jalo la tapa hacía una coladera. Se veía mugrienta y asquerosa.
—No de nuevo, está camiseta es nueva...–Mylo empezó a quejarse, por lo que Vi lo pateo por la espalda para que cayera.
Después Powder, Claggor. Ella miró a su chica.
—Se que no es lo más idóneo, pero no quiero que nos atrapen.
—Lo sé. Tratare de no respirar por la nariz.
—Buena chica.–Respiró profundo y se metió por el tubo. Era como una resbaladilla en realidad, solo que asquerosa y llena de desechos. Cayó sobre una pila de basura.
—La última vez que hicimos esto se supone que sería la última vez.–Dijo Mylo.
—Bueno, esta es la última vez.–Aseguró Vi.
—Oigan, ¿qué fue eso? ¿Qué demonios pasó allá atrás?–Preguntó Claggor.
—Yo no se, no hice nada.–Se quejó Powder.
—Podrías llenar una biblioteca con las cosas que "no hiciste.–Se molestó Mylo.
—Oigan, acabamos de vaciar un departamento de Piltover justo frente a los vigilantes. Así que, si ya terminaron de quejarse, llevemos esto a casa.–Se acomodo la bolsa con cosas y me tendió la mano.–Mi Rapunzel.–Ella sonrió y tomó su mano, levantándose y limpiando la suciedad de su ropa.
Subieron unas escaleras y Vi les ayudo a salir a todos del hoyo.
Empezaron a pasar por unas "calles malas" de Piltover, no eran nada comparadas con las calles del Underworld, esto sería como un paseo a caballo comparado con lo feo que podía llegar a ser la vida allá abajo.
Si, había gente fumando cosas de las que nadie sabía su procedencia, habían tiendas de campaña en lugar de casas, pero habían personas normales, personas que no necesitaban tanto el dinero como Aeris sabía que los chicos lo necesitaban. Aunque estaba segura que Vi le haría quedarse con algo del motín, incluso aunque ella asegurara que no era necesario.
—¿Buen botin?–Cuestiono un rubio mientras ellos iban pasando.
—Creo que si.–Respondió Aeris solo para ser amable.
—Escuché que hubo acción pasando el rio.–Eso los hizo detenerse. Lo miraron.–Alguien, eh... en verdad causo problemas.–Empezó a girar una moneda en su mano.
—¿Eso dicen?–Preguntó Vi. Vieron como delante de ellos se pusieron otros dos chicos, no parecían amables. Vi quiso moverse para proteger a Powder, pero Aeris ya estaba en eso.
—Pero, ahora están atrayendo este desastre an mis calles.
—¿Tus calles? ¡¿Qué te hace pensar que...?!
—Oye no queremos problemas.–Le respondió Claggor más tranquilo.
—¿Oíste eso, Decklar? No quieren problemas.–Repitió uno de los secuaces del rubio, un chico mayor que todos y con un corte de pelo militar.
—¿Sabes algo? En mi experiencia, los problemas te encuentran. No hay razón para que esto empeore. ¿Porque no comparten un poco de su tesoro con nosotros y estaremos a mano?–Vi aprovecho para poner su mano en la de Aeris, cualquiera podría pensar que era un gesto romántico, pero le estaba dando pasando una navaja, la pelirroja trató de no hacer expresión alguna.
—Oye no, trabajamos muy duro para...–Vi puso la mano en el hombro de Mylo para callarlo.
Pasó de el y se acercó al chico rubio. Tenía la mochila en mano.
—¿Solo un poco?
—Solo un...–Vi lo golpeó en el rostro con la mochila llena, logrando que cayera al piso y sorprendiendo a todos. Vi le lanzó la mochila a Powder.
Los mayores se dedicaron una mirada y se prepararon para los golpes. Claggor lanzó a un chico por los aires hacia otro y Mylo tuvo que defenderse de otro chico. Aeris sabía que lo de la navaja era por si acaso, ninguno de estos chicos se atrevería a golpearla por verla como alguien inferior o que no sabía pelear.
Veía como Vi estaba siendo golpeada por el chico rubio y quería entrometerse, salvar a su "amiga". Claggor empezó a batallar con uno de los dos chicos y Aeris se abalanzó sobre el, subiéndosele a los hombros.
El chico se volteó y la golpeó contra la pared. Ella cayó al piso junto a Powder. El chico levantó la mirada y vio a Powder, Aeris la miró también.
—¡Corre!–Le gritó. Powder no necesito otra señal y salió corriendo. El chico Quico seguirla, pero Aeris lo alcanzo por el tobillo, el intento patearla, por lo que ella aprovechó y lo rasgó con su navaja. El chillo de dolor, y la pateo en el rostro, después se fue cojeando y siguiendo a Powder.
—¡Aeris!–Vi gritó al verla en el piso. Fue con ella y la ayudo a levantarse.–¿Estás bien?–Examino su rostro.
—Estoy bien, pero ese imbecil fue tras de Powder.–Hasta ella se sorprendió de haber dicho una mala palabra.
—Ella estará bien, la entrene para esto. Pero tú... tú necesitas una revisión profunda.–La ayudo a levantarse, la pelirroja lloriqueo del dolor en el hombro. Vi pasó su brazo debajo del de ella y empezaron a caminar.
—Este día no acabo tan mal después de todo.–Aseguró Mylo al el estar bien.
—¡Alto!–Grito el rubio. Lo voltearon a ver, se veía ridículo ahí parado, esperando a la revancha con solo un cuchillo en mano. Vi soltó a Aeris un momento y se acercó a él, tan cerca que podría haberla lastimado.
—¿Quieres ver cómo termina?–Le preguntó al acercarse. El rubio miró a Mylo, a Claggor y a Aeris y se fue.
—¿Está mal que eso me pareciera atractivo?–Le preguntó Aeris a Claggor en un murmullo, el rio suavemente.
—Bien, ahora que ya nos ocupamos de él, hay que ir a buscar a Powder.–Aseguró Vi y fue con la pelirroja, ayudándole de nuevo y empezando a caminar.–¿Viste por donde se fue?
—Algo así... síganme.
[...]
—¿Qué hiciste que?–Le gritó Mylo a Powder.
—¡Lo lamento! Intente enfrentarlo con el Caza Ratones pero no funcionó.
—¿Quien lo hubiera imaginado?–Levanto su mano.
—Nunca debimos haber ido allá.–Se lamentó Claggor.
—No importa, perdimos las cosas. Todo esta bien Powder. Al menos estás bien.–Aseguró su hermana mayor y empezaron a caminar todos hacia la entrada de Underworld.
—¿Bien? ¿Que hay de nosotros? ¿Yo recibo una paliza y ella no recibe un castigo?–Cuestiono Mylo.
—Si.–Respondió Vi con simpleza.
Bajaron todos por el ascensor.
—Cada vez, cada vez que ella viene algo sale mal, ella trae mala suerte. Es como un Jinx para nosotros...
—Mylo, detente.–Le advirtió Aeris. Incluso si ella nunca había ido, sabía que el se estaba pasando.
Empezaron a ver la ciudad, se iluminaba por una luz verde. Vi subió su capucha. Al llegar al fondo todos bajaron, empezando a. Pasar por la ciudad. Todo era extraño, todo lo que vendían era especial.
Pasaron por el burdel y Aeris no pudo evitar la curiosidad, sus padres nunca la dejarían ir a un lugar así, ni siquiera verlo por fuera, así que era curiosa.
Llegaron al bar "the last drop" y sabían que era momento de despedirse.
—Vi, Powder me dio la caja de música, si necesitan el dinero, yo...–Vi detuvo los movimientos de Aeris.
—No, te lo dio a ti, es tuya.–Aeris asintió y volvió a guardar le artefacto.
—¿Vander los regañará?
—No estará tan mal como lo que me harán tus padres cuando se den cuenta que fui yo la que te llevo arriba y terminaste en este estado.–Murmuro. Aeris maldijo para si misma, se había olvidado por completo de su familia.
—Te dire que pasa.
—Bien, cuídate. Me gustaría limpiar tus heridas, pero seguro tus padres ya están buscándote, utiliza alcohol para limpiarlo y almohadillas limpias, ¿okay?–Aeris asintió y Vi le dio un beso en la mejilla y empezaron a entrar por la puerta al bar. Los chicos se despidieron con la mano y Powder le dio un abrazo a la pelirroja antes de entrar.
Ella suspiró, tratando de encontrar las palabras correctas para su familia. Estaba segura de que su hombro estaba dislocado, que probablemente tenía un montón de heridas y cortadas en la cara y que tenía moretones por toda su espalda. En definitiva su fuerte no era el combate cuerpo a cuerpo.
Se dio la vuelta para irse a casa y se encontró con sus padres cara a cara. Ella los miró nerviosa.
—¿Qué hacen aquí?
—La verdadera pregunta es, ¿que haces tú aquí?–Le preguntó su madre.
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