Ánimo, ya pasó lo culero.

Saki miraba con decepción aquella hoja que había hecho con amor y paciencia, en un momento la tomó; pensando si podría conocer al amor de su vida.

Rompió la hoja con enojo y dejó los restos del pecado en el bote de basura. Se asustó al escuchar a su madre gritar desde la cocina;

¿¡QUÉ HACES DESCALZA!?. ᜭ gritó molesta con masa para preparar arepas en sus manos, lo que le faltaba a Saki; más tristeza en su vida.

:'v.

(...);  En la noche.

Es hora de mimir, buenas noches. ᜭ su hermano fastidioso, que, para mala suerte dormía en la misma habitación, le dedicó, igualmente; las buenas noches.

Finalmente se acabó este día de mierda. Mañana se viene lo más culero. ᜭ pensó Saki con desgracia, lamentablemente, así era su día a día.

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