Capitulo 34

Noche de nostalgia y melancolía.


H

an sido días difíciles, me he mantenido fuerte y distante a los sentimientos que me invaden y se relacionan hacia ti, aquel afecto maldito me distancia de la dama que me ama y por ende quiero corresponder a aquel hermoso sentir. Ella no merece que alguien como yo, con un corazón que te pertenece aún cuando no lo sepas, ella es alguien excepcional, con una personalidad explosiva que complementa mi tímido y gentil ser.


Aveces me pregunto ¿habria alguna posibilidad de que el sentimiento que te guardo fuese para ella?, ¿lograre amarla con la misma intensidad con la que te quiero? Quizás, nada es imposible, fue y será una gran tarea por cumplir... Es lo mejor, lo mejor para cada uno.

Tan sólo quiero ser feliz, aun cuando no puedo dejar de amarte, aun cuando te sigo resguardando en mi corazón.

𖣥𖣥𖣥𖣥

Despertó en plena madrugada, un fuerte dolor en las sienes fue la causante de su despertad a altas horas de la noche. Una pesadilla, un mal sueño vivido contribuye a la agitación de su corazón por el miedo que sintió, se fijó en su costado observando aun su presencia y no así su ausencia.

Suspira aliviado acariciando el brazo de su amada tricolor, observa el amplio campo de su habitación con la mierda pérdida en un punto inespecífico de la habitación, reflexionando sobre lo que soñó, analizando aquella imaginaria experiencia, cuestionando su posible veracidad, comparando con su mayor miedo y su inconstante realidad.

Que su mirada no te engañe, puede que muestren serenidad y seguridad pero en el fondo está asustado y muy confundido, resguardandose tras una álgida coraza ha permanecido por mucho tiempo, ha sido una forma de cuidarse y verde fuerte...teme perderla, teme quedarse solo.

Sus frías y grandes manos se posan sobre los hombros desnudos de su amante, las yemas de sus largos y delegados dedos se deslizan suavemente sobre su tersa y suave piel verde en un trazo lleno de curvas y retrocesos constantes. Deja aquella caricia y posa ambas manos sobre sus ojos, los frota con frustración y por el agobiante cansancio de haberse despertado por una ¿estupidez infantil?, hay tanto en aquel sueño que resulta tan familiar, lo presiente... Lo recuerda...lo siente.

—Como puedo llegar a ti nuevamente, como puedo ser yo en quien pienses todos los días y no en aquel bicolor de la estrella... ¿Cómo? .—susurro suavemente por encima de su sedosa cabellera oscura.

Un dulce beso fue depositado en su frente antes de darle la espalda e intentar reconciliar el sueño obviando la pesadilla. Lo hubiese hecho, lo había hecho de no ser por una extraña sensación que le invade, las dudas que exigen respuestas curiosas alzan su voz como un enorme eco en el interior de su intranquila mente sosegada por especulaciones absurdas y muy acertadas.

Navegar en aquel amplio mar de ideas confusas, sentimientos negativos, curiosas preguntas y devastadoras respuestas era algo deprimente y más aún cuando navegación solo, pescar las respuestas equivocadas significarían más dudas, las dudas se convierten en miedos, los miedos provocan inseguridades y las mismas generan desconfianza...todo lleva a un camino final, el fin de una hermosa relación de 2 años de afianzamiento, un hermoso matrimonio, una alianza de por vida.

Como no recordar su bella sonrisa al recibir un bello ramo de sus flores favoritas, ahora sólo es una sonrisa falsa pegada en su infeliz rostro cubierta por una máscara alegre y despreocupada. Como no amar la forma en la que suele expresarse con tanta naturalidad, decirle una y mil palabras hermosas llenas de edición y sentimiento a comparación del ahora donde solo cruzan saludos, conversan temas serios e incluso pasan menos tiempo juntos...tan sólo cruzan palabras en la hora de las tres comidas, una charla vacía y lúgubre...una llena de mentiras y falsedad. Hay tanto que ha cambiado últimamente, las discusiones del pasado quedaron ahí y tan sólo ahora hay menos interés en las acciones del otro, es bueno, pero de alguna manera aquella libertad significa el alejamiento y la ausencia de quien ama.

—Te pasa algo?.—una pregunta que interrumpe su reflexión, tan cálida y fría a la vez.

—No, no es nada... Tan sólo...descuida, vuelve a dormir.—respondió con simpleza acostándose de nuevo y observando la frialdad de su amante.

Ella volvió a recortarse para dormir, no indagó más ¿para que si todo está bien?.

Quizá sea momento de cambiar, quizás sea momento de terminar con el sufrimiento y el martirio de una relación sosa, vacía y agonizante. No puede seguir adelante si la otra parte no pone de su parte para avanzar y reconstruir su relación.

Tal vez ya sea hora de iniciar con una nueva historia, ser libres, ser felices.

Ser felices al fin.

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