Capitulo ⅩⅩⅠ
Recuerdos Ⅰ
Era un día especial, un día conmemorativo para ambas vidas, un día en el que sus miradas se cruzaron llenas de emociones nunca antes vividas con semejante intensidad, día en la que sus corazones parecía querer fugarse de sus pechos por la extrema emoción que sentían. Sonreían con timidez, el rubor estaba presente en sus mejillas como símbolo de su nerviosismo.
Tomados de la mano, mirándose fijamente, sonriéndose de una manera tan dulce, diciéndose un par de palabras como elogios el uno al otro hasta el instante en que uno de ellos tomo la iniciativa, un momento decisivo en el que sabría si ambos están listos para dar el siguiente paso, al menos si ella esta lista.
Un mes de septiembre, en pleno apogeo de la primavera mientras las estrellas condecoran el cielo al igual que los honores que condecoran los trajes militares surgió la tan ansiada propuesta. El si o el no eran alternativas cuya probabilidad de ser la respuesta final era del 50-50. Con nerviosismo y arrodillado pidió su mano en sagrado matrimonio con la promesa de amarse por toda la eternidad. La emoción estaba presente en sus rostros y mas en el de ella quien lucia angelical con aquella sonrisa deslumbrante que decora su delicado rostro angelical.
—si, acepto!.—fue la exclamación que provoco que diera un brinco de alegría.
Su corazón salio disparado de la emoción y sus gritos alegres conmocionaron a los presentes quienes aplaudían por la pronta unión de dos seres que se aman. Sin importar la "edad" ni sus pasados, sin importar el que dirán, lo más importante era su felicidad y nada más.
—¡vivan los novios!.—exclamaciones semejantes se hicieron presentes en la cena, cada integrante de cada familia manifestaba su buenos deseos para el futuro matrimonio.
Cada uno sacaba cuantas fotografías de los futuros esposos, llenos de mixtura sobre sus cabezas al compás de una alegre musica que sorprende a la familia del ruso, quizá por la forma en que cada uno se desenvuelve o por la manera en que los incitan a acompañarlos. Todo era divertido, elegante y emocionante.
Preparar todo seria un arduo trabajo, planearlo seria un reto puesto que lo primero que se le vino a la mente fueron lugares costosos dignos de su unión, algo enorme con lo cual demostrar al mundo que no le importaba sus opiniones con respecto a su vida personal.
—No me importa el lugar, ni el sitio de celebración ni mucho menos el día...tan solo se que con solo estar a tu lado me siento feliz, no quiero algo enorme sino algo más sencillo, no quiero nada costoso ni mucho menos lujoso...algo sencillo sera suficiente.—fue su opinión en ese momento, opinión que fue cambiando gracias a la influencia de sus hijos y hermanos.
No todos los días dos entidades importantes se unían en matrimonio, al menos no todos con un país en vías de desarrollo como los latinos y africanos.
—Te mereces lo mejor, descuida, procurare que los detalles sean sencillos y estén a nuestra altura.—añadió sosteniendo con ternura sus mano y entrelazando sus dedos para posteriormente besar el dorso de la misma.
Fue un momento mágico, un momento que marcaba un antes y un después en su relación, tan solo faltaba informarle a alguien especial sobre su unión.
Informarle al español sobre su decisión de matrimonio con el ruso, tan solo esperaba que el aceptase su decisión sin oponerse como alguna vez lo hizo a su relación.
Aquel hombre siempre desconfió del ruso, había algo que no le resultaba convincente, teniendo tantos pretendientes a su "altura" se fijo en alguien en vías de desarrollo, había un trasfondo...uno que ella al parecer no quería o era incapaz de ver, prefería creer que era incapaz de ver sus verdaderas intenciones...no confía en el, no lo hará hasta descubrir la verdad detrás del apresurado matrimonio que ambos tuvieron aun en contra de su decisión. Tenis bastantes fundamentos para dudar de aquel supuesto amor verdadero que dice tenerle el ruso a la boliviana.
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