Capitulo ⅩⅣ

Sueños Extraños

¡Oh, que noche más extraña! Estando en vela nuevamente en compañía de su pareja, ha despertado de un extraño y por demás incómodo sueño que involucra la presencia de aquel cuyo nombre aun hace eco en su cabeza, Israel.

¿Por que siente celos?¿por que le molesta tanto que este saliendo con Turquía? El porque le sigue pareciendo un enigma cuando se empeña en creer que lo que siente esta dirigido para quien aun sueña a su lado, los tenues rayos lunares hacen brillar la piel tricolor de su pareja, es mágico acercarse a él y observar la tranquilidad de su intimidante rostro varonil. Queriendo recordar los buenos momentos que pasaron juntos antes de este punto desliza sus delgados y suaves dedos sobre la superficie tersa del rostro de su amante.

Siente un impulso, un leve choque que eriza su piel, una leve sonrisa en sus labios se ha formado de forma inconsciente mientras su mirada sumisa se deleita observándolo descansar, quizá de la misma forma en que él se le quedo viendo cada madrugada en la que llegaba o cada noche en vela producto de sus extrañas pesadillas históricas.

—Hicimos una promesa, misma que la vamos rompiendo conforme más intentamos enmendar nuestros errores como pareja...—mumuro muy por lo bajo mientras su rostro descansaba sobre su brazo derecho.

Parecía un ser angelical con aquella tranquilidad que posee su rostro en el momento del descanso, aquellos leves gestos que demuestran felicidad le hacen recuerdo a aquel joven hombre que cautivo su corazón hace ya varios años, quizá aquel aspecto sea el responsable de sus dudas puesto que los ha visto en quien se supone es su mejor amigo, la sencillez y la ingenuidad que va desapareciendo en el israelí sea un aspecto bastante llamativo, un aspecto que puso dudoso a su corazón.

Se le quedo observando largos 5 minutos, minutos que parecieron ser eternos, su mirada brillaba cual estrella titilante en el abstracto y oscuro firmamento sin luna, parecía que sus hermosos ojos de orbes chocolate darían origen a un rocío salino, pequeñas gotas en los extremos de sus ojos se hacen notar al igual que el leve temblor de sus labios y el de sus dedos que se han detenido en la comisura de sus finos labios rojos.

"Entre sueños y esperanzas que se ven a flor de piel, él tomo su mano sin titubeo alguno, poseía aquella valentía que su timidez oculto por mucho tiempo. Al contraste de las situaciones que han vivido el siguió a su lado, sus ojos declaraban verdadero aquello que sus labios que con anterioridad habían mencionado con devoción, hubo dubitación de su parte, quiso aferrarse a su promesa pero su corazón se negaba a renunciar a su felicidad; cruce de miradas ingenuas, cruce entre sentimientos confusos y emociones frenéticas, dos almas que han encontrado a quien buscaban entre un mar de ellas...a tan solo una respuesta que cambiaría el rumbo de sus vidas. La tormenta se acerca, el tiempo se agota y lo único que queda mientras el espacio va desapareciendo es la palabra «te amo» quien prevalece en el aire haciendo eco en cada recóndito lugar de su mente."

◉✦◉

En su soledad siempre ha sufrido de insomnio, ocasiones en las cuales son sus traumas quienes propician su desvelo a excepción de esta.

Su corazón ha experimentado una emoción diferente pero a su vez similar a aquella que acompaña a la imagen de la boliviana en su mente; Egipto cuya belleza parece ser de otro mundo y cuya elegancia es admirable al igual que sus actitudes extravagantes provocó el nacimiento o la reforma de un sentimiento primitivo atribuido a una imagen por demás prohibida.

—Ahg! Como desearía tener a alguien con quien desahogarme...—frustrado y agobiado además de cansado, sus palabras manifestaban el deseo de una compañía comprensiva que pudiese ser capaz de aconsejarlo, un grito de ayuda que en 7 décadas jamas fue escuchado.

Sus manos sostienen su rostro con desánimo, un fatigado suspiro sale de sus pálidos labios mientras su mente divaga en el reciente recuerdo de una experiencia surrealista y fantasiosa.

Mientras va penando en su interior y culpándose de sus acciones recibe una extraña llamada a altas horas de la noche, quizá haber regresado a Estados Unidos en una temporada previa al invierno haya sido una de sus buenas o malas ideas, quizá lo que mas disfruta es la álgida y sobria compañía de un tierra de libertad cuyos edificios son enormes rascacielos.

—Hola?.—contestó y preguntó al perdoname del otro lado del teléfono.

Un silencio sepulcral lo acompaño en su espera por una respuesta, exactamente 3 minutos espero la mismas repitiendo su pregunta más de 3 veces. No colgó la llamada, las respiraciones del otro lado lo incentivaron a esperar una respuesta, misma que por tres minutos nunca llego.

Colgó y apago su teléfono centrándose en su dilema amoroso, quizá la escritura sea una forma productiva de distraer su mente mientras espera la llegada del alba. Quizá el verso de un poema abra su manuscrito o posiblemente una frase que demuestre devoción, fidelidad y amor a quien su corazón pretende pertenecer, a  aquella persona especial que le dio su corazón esperando lo mejor de él.

—Me siento terrible al tan solo pensar que juego contigo para olvidarme de ella...—opino en voz alta mientras su diestra impedía el movimiento de la hoja y su zurda escribía hermosas palabras cuya culpa es la base de la mismas.—Egipto...cuanto desearía que fueses tú la dueña de mi corazón.

Y siguió escribiendo un delicado manuscrito a la mujer tricolor que lo tiene en su corazón, a aquella mujer de tierras milenarias y mágicas cuyas raíces provienen de una linea real extinta, la ultima descendencia del Imperio Egipcio.

"Se miraron un instante ansiando tocarse con los labios y devorarse mediante un beso apasionado, cuanta culpa cargaría si no se hubiese deshecho de aquel canal pensamiento que le impedía ser feliz, pecaba...si, pero lo valía. Aun así permanecieron con la mirada fija en el otro, suspiraron con emoción hasta que el contacto entre sus manos se dio, un impulso lo llevo a guiarla entre la tormenta hacia la felicidad. Una imponente sobra se proyecta sobre ambos, hay caos, hay dolor y sufrimiento...hay...muerte..."

Quiza aquel baño de sangre sea una premonición...te olvidare, es una promesa.— juro hacerlo, prometió y se  impuso una penitencia y castigo si no cumplía con su palabra.

El castigo por amar a quien no debe.

Desear la mujer del otro, que pecado más atroz.

Israel, un vil pecador.

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