Festividades

DEDEDE

"¿Bowser? ¿Estás despierto?"

"... Seh, pasa."

La luz del día estaba brillando fuera de la ventana.

"¿Pudiste dormir bien?"

"Sip, la cama es cómoda." Bowser ya tenía puesto su caparazón y sus accesorios.

"¿Estuviste despierto desde antes?"

"Sip. Simplemente no podía dormir tanto."

"Si quieres tomar una siesta..."

"Nah, me gusta empezar el día a cualquier hora que me despierte."

"¿Café entonces? ¿Desayunar?"

Bowser sonrió suavemente. "Me agarraste con 'café'."

───

"¿Cómo lo desea?" preguntó el chef personal de Dedede a Bowser.

"Negro, obvio. ¿Hay otra opción?"

"Al menos coincidimos en algo." dijo el rey pingüino. Estaban sentados en una mesa de tamaño modesto, maliciosamente arrinconados uno junto al otro, en uno de los muchos comedores del castillo. Era una habitación mediana sin mucha decoración que distraiga el acto de comer.

"¿Así que cuál es el plan para hoy?" preguntó Bowser, viendo al amarillento cocinero, vistiendo delantal y gorro, llenar su taza con cafeína.

"Oh, ¿s-sigues queriendo ir?"

La boca de Bowser curvó hacía abajo un poco. "Pues si no quieres, está bien, yo no-"

"No dije eso. Hagámoslo."

El chef puso un plato con huevos revueltos y tocino, y otro plato lleno de panqueques en la mesa.

"Gracias, Kawasaki."

El chef asintió y salió.

"A devorar." exclamó Dedede.

El par era tan diferente como es posible. Dedede comía en pequeñas y mesuradas mordidas, mientras que Bowser prácticamente inhalaba la comida como Kirby.

Bowser tomó un buen sorbo de su taza. "La cura definitiva si me lo preguntan"

"Sip. Así que estuve pensando... podemos ir al pueblo, ver qué hay de nuevo, y si es aburrido-"

"Estoy seguro que será más que asombroso. Oye, ¿puedes pasarme la jarra?"

Dedede obedeció. Bowser se sirvió más café.

El pingüino esparció más sirope en sus panqueques y tocinos. No era mucho de huevos, pero observó que a Bowser le podrían gustar, lo que pareció ser cierto por la manera en que se los tragaba. Todo lo que hacía, incluso comer, el Koopa lo hacía con gusto, al parecer.

Cuando terminaron, ambos suspiraron, satisfechos por la primera comida del día. Dedede se estiró en su asiento.

"¿Seguro que no podemos tomar una siesta?"

"¿Que, cómo, juntos?"

"No, ¿Es eso lo qué quieres?" Estaba mejorando en mantenerse cool con sus bromas.

"Tú ya luces como un gran, suave y acolchonada almohada. Podría echarme en ti y probable me quedaría dormido."

Olvídenlo. "Eso- eso no va a pasar."

"¿Puedo al menos arrancar tus plumas para llenar MI almohada?"

"¿Puedo obtener alguna de tus escamas? Necesito una nueva billetera."

"Buena esa, tontito." Sonrió Bowser, apoyándose en su asiento.

Ambos estaban sentados en silencio por unos minutos, contentos.

"Bueno, hora de movernos." Dijo Dedede.

───

El cielo estaba blanco mientras esperaba que las nubes se esparcieran. La caminata del castillo hasta el pueblo fue menos de cinco minutos. Dedede no pudo evitar sonreír un poco cuando vio a todo el mundo armando los stands y tiendas, aun cuando la tierra y el viento seguían húmedos.

"¡Rey Dedede! ¡Hola!" la voz de un señor llamó desde debajo de un toldo, donde estaba poniendo un stand de frutas.

"Dedede caminó hasta ahí. "Buen día, Papaya." El señor parecía una versión delgada del Chef Kawasaki, pero con ojos cansados y mostacho.

"¿Quién es tu amigo?"

Dedede miró al Koopa, quien simplemente esperaba a que él hablará. "Bowser. Es del reino Koopa."

"Un placer conocerte, Bowser. Oye, ya que eres nuevo, te voy a dar un regalo de bienvenida, toma cualquier cosa. Lo que tú quieras.

"Uh, bien..." Bowser dudaba en decidir, pero al final eligió una racimo de uvas.

"Dejaré que ustedes continúen con el show. Asegúrate de ir a la muestra de arte de Wanda."

"Oh cierto, olvidé que iba a hacer una escultura este año." Asintió Dedede. "Nos vemos, Papaya."

"Gracias." Comentó Bowser.

Dedede caminaba directo a la sección de manualidades. "Me gusta todas las pequeñas cositas que la gente hace aquí."

Observó a Bowser, que estaba ocupado tratando de pelar una de las uvas con la punta de sus garras. Un largo chorro de jugo mojó su cara.

"Algunas de ellas son cursis." Indicó Bowser, mirando alrededor.

"No dije que los quiero en mi castillo," añadió raídamente Dedede. "Solo pienso que es lindo ver como las personas se expresan por sí mismos."

"Mientras se expresan de la forma adecuada, ¿no?"

Dedede paró. "¿Qué quieres decir con eso?"

"Nada. Vamos a ver la muestra de arte." Bowser se adelantó.

Dedede tuvo la sensación que el comentario de Bowser era una queja hacía él por no aceptar la personalidad del Koopa. ¿Otra vez esto? Pensaba que estaba siendo bueno...

Suspiró y empezó a seguirlo.

Suspiró y empezó a seguirlo.

Pronto llegaron a un área circular, con tiendas y alfombras por todo el lugar. En el fondo esta uno de los muros del castillo, uno que se extendía hasta más debajo de la fosa. Extrañas y variadas piezas de arte y manualidades estaban dispersados en él.

Ahí estaba Adeleine, trabajando meticulosamente en sus lienzos. Estaba pintando un jardín que lucía demasiado real. Casi se sentía como si pudiera saltar fuera del cuadro, y en realidad esa era una posibilidad debido a sus 'habilidades' artísticas.

"Hey, Adeleine" dijo Dedede.

Ella volteó. "¡Hola Dedede!" entonces ella vio a su acompañante real.

"¡Bowser!" Adeleine se veía eufórica. Ella rápidamente puso sus herramientas abajo y corrió a abrazarlo.

Nadie se pone tan feliz de verme, pensó el pingüino.

"Um," Bowser tosió, enrojeciéndose, "Bueeenas."

"¡Te extrañábamos mucho!" Adeleine se alejó, aun agarrando los brazos del Koopa.

"¿'Extrañábamos'? comentó Bowser.

"¡Si! Waddle Dee, Kirby, Dedede y yo"

"¿Qué es eso de que el viejo Dedede me extrañó?"

Dedede vio una sonrisa maliciosa en el rostro de Dedede y frunció el ceño. "Adeleine, ¿De qué estás hablando? Nunca dije que lo extrañaba."

"No tuviste que hacerlo. Lo pude ver. Has estado solitario y callado todo un mes, y cuando te vi hoy, lucías ansioso, pero más energético de lo habitual." Ella incluso era más energética.

"Es que tomé dos cafés..." Dedede miró a Bowser, que tenía una arrogante, pero cariñosa expresión. "¿Qué estás viendo?"

"También te extrañé." Exclamó Bowser con un guiño.

Dedede se sobrecalentó. "¡Cállate, no asumas cosas con las palabras de una joven e ingenua artista!"

"¿Acaso siempre revienta como una tetera?" le preguntó Bowser a la pintora.

"Sip, es un enojón." Adeleine se las ingeniaba para sonar como una dulzura incluso cuando estaba siendo ruda.

Bowser rio. "Es tan divertido sacarlo de sus casillas, ¿no?"

"¡ESTOY JUSTO AQUÍ!" chilló Dedede.

Adeleine lucía como si hubiera recordado algo. "Oh, Bowser, me gustaría que conocieras a alguien."

Ella los condujo hasta una escultura de metal de 2 metros de altura. Debajo de él había una pequeña Waddle Doo agachada, arreglándolo. Vestía un sombrero rosa; también había una escalera plegable.

"Bowser, ella es Wanda. Es la escultura más talentosa que he tenido el privilegio de conocer."

"Oh Adeleine, siempre llena de halagos. Eso es mucho, viniendo de una artista de tu calibre." Wanda rio. Su voz tenía un extraño, reverberante dejo.

"¿Un Waddle Dee con solo un ojo?" Bowser había sido tomado por sorpresa. "Creó que vi a un chico así..."

"Soy un Waddle Doo, y es mejor que cuides tu lengua o te chingo a rayos. Es lo que mejor sabemos hacer."

Bowser retrocedió. "Anotado."

Todos miraron la escultura. Dedede no podía pretender entenderlo – era un montón de figuras metálicas afiladas unidas, y un foco de atención en un lugar de Dreamland, donde casi todo era redondo.

"Chido lo que tienes ahí," halagó Bowser. "¿Lo estas vendiendo?"

"No, esta es una pieza personal," contestó Wanda. "Pero acepto comisiones de vez en cuando. Te pasó mi tarjeta luego, cuando mis manos estén libres."

"¿Entonces qué hay de nuevo, Wanda?" Dedede se había mantenido callado atrás de los otros dos.

"Oh, hoooola, RD, ¡No te había visto! Solo estoy dándole los toques finales. ¿Qué opinas?"

Le dio una mirada rápida. "¡Es muy... única!"

"Sep, parece que todos lo piensan. Les he dicho que mantengan a los niños alejados. Cosas afiladas y eso."

"No se parece en cada que haya visto en el pueblo. En serio tienes un espíritu creativo." Dedede sonrió calmadamente, aun sin saber cómo interpretar esta clase de arte.

"Aw, ¡para! Ya te dije, ¡Estoy soltera de por vida! Estoy casada con el arte, desgraciadamente."

Dedede se puso rosa otra vez. "Y-yo no quise-"

"Cálmate, RD. Solo estoy molestándote."

Bowser bufó. "Creó que tú y yo nos llevaremos muy bien, Wanda."

Dedede rodó sus pupilas. "¿Ahora todo el mundo va a empezar a abusar de mí otra vez?

"Pero eres tan divertido de abusar." Dijo Bowser.

"Hey, luego de esto, ¿Qué opinan de unas chelas?" sugirió Wanda. "Digo, Adeleine, tendrás que beber algún jugo o algo, pero..."

"Aguanta," exclamó Bowser, con los ojos abiertos... "¿Hay pubs aquí?"

Wanda lo miró dudosa. "Pues, si, ¿qué somos para ti, un montón de peluches?"

Silencio. Después ella y Bowser empezaron a reír.

"¿Beber tan temprano? ¿Estás bien, Wanda?" preguntó Dedede.

"Debo de decir que tampoco entiendo eso," Adeleine se rascó la cabeza por encima de su boina.

"¿Qué hay de malo con beber de día?" dijo Bowser. "Tampoco planeo emborracharme."

"Pffft, no les hagas caso," contestó Wanda. "Solo son un par de bebitos."

"¡No sabes de lo que estás hablando, Wanda!" resopló Dedede. "Solo estoy consternado, ¡eso es todo!"

"Pues, yo soy una chica grande. No necesito que se preocupen por mí. Además, la inspiración llega más rápido cuando estoy mareada." Se levantó. "Terminé."

"Así que, ¿nos vamos?" dijo Bowser.

"¿Ahora mismo?" preguntó Dedede. "Aún no hemos visto todo."

"Habrá tiempo para después," contestó Wanda. "Ahora, estamos viviendo el tiempo entre arreglarlo todo... y como doce personas. Esta todo muerto tan temprano; cuando el sol sale es cuando se aviva, es mejor venir cuando el lugar este más vivo y haya personas con quien hablar."

"Bien, tienes un buen punto." Afirmó Dedede.

"Entonces, Adeleine, ¿vienes?"

"Oh, los alcanzo luego. Quiero avanzar un poco más con mi cuadro como para llamarlo completado."

"Esta chiquilla." Exclamó Wanda, con su icónica voz. "Solo no te demores demasiado. No vamos a estar bebiendo toda la mañana."

Ellos se marcharon, directo al bar más cercano, uno clásico llamado 'El Jardín de Uvas'.

"¿Solo sirven vino?" interrogó Bowser.

"Sirven de todo, solo que el vino es su especialidad." Explicó Wanda.

"Cool."

Dedede se mantenía atrás; se sentía excluido pero tampoco sabía cómo introducirse a la conversación. No estaba al nivel de ellos dos.

Me siento como el niño que come solo en la cafetería de la escuela, mientras que Bowser y Wanda discuten en cuál casillero me van a meter...

───

Ellos se encontraban sentados en la barra del bar. Bowser estaba a la izquierda, en un rincón del lugar, con Wanda sentada entre él y Dedede.

No había nadie más a esa hora, más que un ciudadano de avanzada edad en el rincón teniendo un almuerzo temprano.

Bowser ordenó un "Caballo de Troya", Dedede vio que era alguna combinación de una cerveza con otra cosa... ¿Quizás otra cerveza? La verdad es que no le importaba.

Wanda ordeno algo de vino tinto.

"¿Es bueno?" preguntó Dedede.

"Es diferente. Lo disfrute la otra vez que lo probé, así que dije... ¿Por qué no?"

El mesero reconoció a Dedede.

"Um, yo quiero un vaso con agua..."

Los otros dos lo miraron de reojo.

"... Y lo qué sea que ella ordene." Apuntó a la copa de Wanda.

"Deeds, muy bien." Exclamó Bowser. "Pensé que ibas a ponerte aburrido."

"Si, bien, no soy aburrido, ¡creas o no!" Eso sonó algo defensivo. Dedede aclaró su garganta. "Me gusta el vino tinto desde siempre"

"¿Qué hay del blanco?" preguntó Wanda.

"Bleh" respondió el ave; Wanda asintió.

"Salud..." la Waddle Doo alzó su copa. "... Por las nuevas amistades."

Los tres juntaron sus copas, Bowser lo hizo de una manera algo agresiva.

"Caramba cálmate, grandote," bromeo Wanda. "Lo rompes, lo compras."

"A veces olvido mi propia fuerza..." sonrió orgulloso Bowser.

"Oye, RD, ¿cómo conociste a este tipo?"

El mencionado parpadeó, por algún motivo no esperaba esa pregunta. "Yo, ah... Él solo... vino un día. Hace un mes; diciendo que buscaba planetas que conquistar. Así que fuimos de picnic."

Wanda rio entre dientes. "Eso es tan random."

"Yeah, y el pequeño Dedede seguía siendo un cascarrabias, tomando en serio todas las bromas que le hacía. Creo que se sonrojaba más que una novia en su boda.

"Ja JAAAAAA, por supuesto. El buen RD." Wanda le dio un puñetazo amistoso en el brazo.

"Aquí vamos, ahora todos se la agarran conmigo, supongo."

"Oh, cálmate. Si no fueras un punto fácil, nadie te molestaría. Aparte, te estamos jodiendo porque te amamos. ¿Verdad, Bowser?"

El Koopa miraba al otro lado del bar, murmurando. "No iría tan lejos."

"Oye, no seas malo con nuestro rey tontito. Sigue siento un rey, y no sé lo que pienses, pero él se ha ganado mi respeto mediante sus constantes acciones; él siempre está listo para formar parte de la comunidad, aun cuando todos lo ignoran."

¿Aun cuando todos me ignoran? Así que también lo notó... Oh, esto es humillante.

"Lo que quiero decir es," Continuaba Wanda, "Dedede a menudo recibe malos tratos de gente que piensa que están por encima para hablarle, u otros que piensa que porque sea de la realeza, TIENEN que tratarlo diferente a como tratarían a un viejo amigo. De seguro entiendes esa clase de trato, ¿no, Bowser?"

"Debo de admitir que no es un concepto desconocido para mi" dijo finalmente Bowser, luego de una larga pausa.

El silencio entre ellos volvió, mientras que Dedede analizaba lo que el Koopa acababa de revelar.

"¡Hoooola!"

El trío voltearon en sus asientos. Era Adeleine.

"Que bien que pudiste venir," dijo Wanda. "Oye, Dedede, siéntate junto a Bowz."

Dedede bajo su copa de vino. "¿Por?"

"Porque quiero chismear con la pequeña Addie, eres como una clase de pared que se ubica entre nosotras."

"Ah, bien." No sabía por qué se sentía tan nervioso otra vez, así sin más. Se levantó y camino unos cuantos centímetros e intercambio su asiento con Wanda.

Las chicas se sentaban juntas, al lado de ellos, y empezaron a charlar como loros, mientras que el barman le entregaba una taza caliente de té de jengibre

Dedede vio a Bowser. Su presencia era opacada por la oscuridad del bar; lucía pensativo, sosteniendo su bebida y tomando un sorbo de vez en cuando.

"Um... ¿Estás disfrutando las cosas?"

"Mejor de lo que esperaba. Wanda es la onda."

"Si, ella es genial..." Dedede sintió una inexplicable onda de tristeza.

"Serio, tienes unos amigos increíble. No sé por qué fuiste tan insistente para traerme."

"Puedes ser chido a veces," sugirió Dedede. "Aunque no tanto."

Bowser rio. Tomó un último sorbo, acabando su trago. "Hey, camarero, ¿otro?"

"¿No estas yendo muy rápido?" cuestionó el ave.

Bowser movió su cabeza. "Nah. Mírame, soy un chico pesado. Con tres cervezas a las justas y siento el sabor"

"Ah" Dedede ya se sentía algo mareado con solo tomar la mitad del vaso.

"Te notó apagado, ¿qué pasa? ...¿Estoy molestándote de nuevo?

"No, uh, todo en orden."

Bowser volteó, sin lucir convencido. El camarero puso su segundo vaso en la barra y el Koopa le agradeció.

Dedede se apartó, sin saber de qué hablar; empezó a escuchar la conversación de las chicas.

"¿Así que está basado en ese invierno?"

"Si. Algo en ese sorda y nevada paz me hizo querer crear un conflicto. Algo adverso."

"Que interesante."

"Tu retrato del jardín me suena. Tiene unos detalles increíbles."

"Es que pinté el jardín del castillo Dedede de memoria."

"¿De memoria? Addie, nunca fallas en sorprenderme. Aún sigo impactada por esa cosa galáctica que dibujaste para su cuarto de invitados."

El ave escuchó al Koopa sorprenderse antes de rodar su silla para observarlas, esquivándolo para hablar mejor.

"¿hiciste eso, Adeleine? ¡Pero qué locura! ¿Cuánto tiempo te tomó hacerlo?"

"Oh, unas cuantas semanas. Iba por unas horas, comía con Dedede, y de nuevo a trabajar."

"Eres todo un prodigio. Dios mío."

"Bowser, ¡Eres muy lindo!" comentó Adeleine. "Admito que estoy un poco orgullosa de ese esfuerzo."

"Bueno, deberías." Bowser volvió a su sitio, atrás de Dedede. "Wow, ¿en serio hizo eso? ¿la comisionaste?"

"Sip. Puedo ver que estás impresionado, porque ni siquiera te esforzaste en ocultarlo."

"Solo estoy de buen humor, ¿bien?"

"Me alegra que ellas hayan elevado tu espíritu así." Dedede esperó que el tono de su voz no haya revelado toda la envidia que sentía.

¿Por qué estoy así de celoso? Es lo mismo que hace todo el mundo. Soy opacado por gente mucho más genial que yo.

Bowser solo lo observó y giró su rostro para mirar la barra nuevamente, sorbiendo su nueva bebida.

───

Luego de salir de 'El Jardín de las Uvas', Adeleine y Wanda se fueron para atender sus galerías y responder preguntas.

Dedede estaba solo con Bowser, de nuevo.

UGH. Por qué él es más genial que yo... la forma particular en hacer las cosas... su manera casual de hablar... ¡todos lo aman y ni siquiera tiene que intentarlo! Estoy seguro que ellos me olvidarían si desaparezco tan solo una semana.

Dedede estaba viendo a Bowser jugar el reto del martillo; tienes que golpear una plataforma con presión en el pie de una larga estructura. La fuerza de tu tiro mandara una pesa hacía arriba, y el chiste es que la pesa golpeé la campanilla de arriba lo más fuerte posible.

Bowser azotó la plataforma con el martillo que el supervisor, un Cappy con una capa (que suena redundante), le había dado. La pesa subió con una velocidad remarcable, haciendo sonar la campana por toda la feria.

¡Incluso es bueno en esto! Nunca lo he golpeado tan fuerte... Oh, mírenme, preocupando tanto por ser tomado en serio. Cuán juvenil puede ser...

"Te toca" dijo Bowser.

Dedede agarró su propio martillo especial y nerviosamente apaleó la plataforma. Tocó la cima, pero con un ding más clamado.

"Tío, aún con tu propio martillo, no eres tan bueno en este juego, comparándose a mí." Provocó Bowser.

Claramente él es mejor en todo lo que pensé que era bueno. Probablemente lee más rápido. Que chiste. Se va a dar cuenta de cuan olvidable soy y nunca más volverá aquí. Aunque, tal vez regrese... Para ver a los demás.

Bowser debió notar la expresión de Dedede porque susurro "Aunque... Eres decente en esto."

"¡Oiga, rey Dedede!" un joven Cappy saltaba hacía él.

"Señor Popular, ¿eh?" expresó Bowser.

"Digo, estoy seguro que si vas al pueblo Koopa o lo que sea, todos sabrían tu nombre." Indicó Dedede. "¿Qué pasa, Zuzu?

"Solo vine a decirte que mi mamá está preparando brownies y va dejar algunos en tu castillo luego, para agradecerte por ayudarnos a construir el mirador del parque.

"Ah, entonces, dile a tu mamá que me los comeré en secreto, ¡porque son muy buenos como para compartirlos!"

"¡Adiós, Dedede! ¡Divierte! ¡No olvides ver el stand de mi papá!"

Dedede se despidió; al menos sonrió, pero desapareció cuando giró y vio a Bowser observándolo con una cara de asombro, cruzado de brazos.

"¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?"

El Koopa se tronó y dijo, "Rey malvado mi culo. Tú eres de los chicos buenos."

"No, um, lo que no dijo es que lo construí con picos en el suelo."

"En realidad no me importa. Solo si sabes quién es el fuerte aquí. No me aprovecharé de tu generosidad, o planear matarte. Tal vez."

Dedede tragó saliva. Lo lógico es que era una broma, ¿no? "He hecho cosas malas."

"¿No lo hiciste mientras estabas poseído por un ser oscuro de otra dimensión?"

"¿De qué estás hablando?"

"Estuve hablando con Adeleine mientras deambulabas en tu mundo cuando estábamos en el bar."

"Ah... en serio, soy un badass, ¡te lo juro!"

"No puedo creer que sigas con eso. Okay, bien, te creo. Aun cuando no sé cómo puedes pasar a 'malo' cuando eres tan tierno..."

Ambos se paralizaron.

"Uhhhhh," Bowser habló rápidamente, "Tierno como un peluche afelpado. Eso es lo que dije."

Dedede se sonrojó, enojado y confundido. "No soy tierno. No soy suave. Soy un gran y terrorífico adversario... y deberías cuidar tu espalda, Bowser."

Ahora era el Koopa quien se ponía rojo, agitando su colita. "Jaja, lo que digas"

BOWSER

El par camino alrededor un poco más. Ya habían hecho casi todo, y ya había atardecido.

Es algo bueno que las chicas estén en sus cosas ahora. Creo que Dedede se sintió apartado cuando estaba hablando con ellas, pobrecito. Lo cual es súper adorable, si es que realmente le toma importancia a que me enfoque en él. Tengo el presentimiento que él no tiene la atención que merece de la gente de aquí.

Bowser cerró sus ojos fuertemente, re abriéndolos. ¿Por qué estoy soñando despierto acerca de eso? Qué tontería.

Dedede suspiró. "Yo no disfruto mucho del tumulto. Ya lo hemos visto todo en este punto. ¿Quisieras ir a un lugar más calmado?"

"Yeah, estoy cansado de caminar, y el sol me está quemando aun cuando estoy lleno de fuego."

"¿Llenó de fuego?" interrogó Dedede.

"¿Eres un pingüino o un loro?" Bowser ligeramente golpeó su pecho mientras el ave le lanzaba una mirada sospechosa.

Ooh, su pecho lleno de plumas... ES realmente... suave...

El Koopa salió de eso. "Mira esto."

Bowser giró su cabeza a lo alto y expulso fuego en el aire. Unos cuantos pasajeros se maravillaron al verlo.

Dedede jadeó. "¡Santo Nova! ¡Eso fue taaaaan badass!"

Bowser rio presumidamente. "Justo como todo mi ser."

Dedede lucía herido ante ese comentario, lo cual no tenía sentido.

"Asi que, ¿A dónde vamos? ¿De vuelta al castillo? Bowser acariciaba su brazo.

"Tengo una mejor idea. El día está muy lindo como para pasarla en casa."

Bowser estaba de acuerdo con eso. Las nubes se habían despejado y dejaban desplazar luz en el pueblo.

Dedede llamó y Bowser lo siguió.

───

Se encaminaron a la cima de una colina y fueron alrededor de la parte trasera del castillo. La tierra era rugosa y desproporcionada, pero seguía verde.

"Si hubiera sabido que me harías escalar un montaña otra vez, hubiera rehusado."

"No te creo; en cuanto veas el ambiente vas a cambiar de opinión."

Y como lo dijo, cuando rodearon la esquina Bowser pudo ver un conjunto extra de muros de piedra extenderse por el castillo, dentro de ellos había plantados una variedad de árboles coníferos, y un montón de flores. Había un estanque donde habitaban peces Koi, también unos cuantos bancos de piedra.

"El jardín de atrás," explicó Dedede. "Mi pequeño escondite."

Se sentaron en el suave y verdoso suelo.

"Te gustas tus pequeños... espacios relajantes, ¿cierto?"

"Bueno, ¿no lo hace todo el mundo?"

"Seh..."

¿Siquiera podría disfrutar ir a MI castillo? Es tan oscuro y agresivo, y todas las cosas que puso para que luciera genial... aunque, probablemente él piense que este increíble. O muy pomposo. Él no es un ser malvado y desquiciado como yo, de eso seguro. Su castillo es muy subestimado y agradable y tranquilo, como él... Okay, serio, Bowser, ¡SAL de eso!

"¿En qué estás pensando?" preguntó Dedede.

Bowser realizó su icónica sonrisa. "No te gustaría saberlo." Le dio un gentil puñete en el pecho.

¿Cómo puede su cuerpo ser tan suave?

El pingüino se reposiciono, un poco cerca, luego del empuje; parecía que estuviera teniendo ansiedad.

Chispas, creo que lo estoy tocando mucho y luce nervioso... quizá piensa que voy a comérmelo o algo así.

Que se joda. Pensando que soy una especie de monstruo... Estoy encariñándome mucho. No, no lo hago, nunca me encariño con nadie. ¡Solo quiero que me dejé solo!

RAAAR!"

"¿Pero qué-?" preguntó Dedede.

"¿Qué?"

"Acabas de gruñir un poquito fuerte." El ave se veía perplejo.

"¿Lo fue?"

"Sip."

"Oh" exclamó Bowser, avergonzado. Pero, se dio cuenta que podía ponerlo en su favor. "Aww, pobre bebe... ¿Acaso te asusté?"

"Por supuesto que no. Para nada."

Bowser le dio una pequeña palmada, una de cariño, por el busto. "Pues deberías repensarlo, ahora que ambos sabemos nuestros respectivos alineaciones."

El pingüino se quejó. "Estás tocándome mucho, ¿sabes?" Dedede ni se veía avergonzado ante eso. Quizá solo sentía que debía poner un alto para mantener su dignidad.

"Como sea. Apuesto a que te gustaría que te nalgueara."

"Si, si, claro" contestó Dedede, sonrojado. Era muy fácil molestarlo que pensarías que se volverá monótono. Pero no.

"Ah, creo que es el momento para tomar esa siesta que sugeriste" comentó Bowser.

"Muy cierto."

Se acostaron lado a lado, brazos juntos, apoyándose el uno al otro. Ninguno comentó acerca de eso, solo dejaron que pasara.

Dedede apunto al cielo "Esa nube se ve como Kirby."

Bowser tenía sus manos dobladas en su busto. Apuntó hacía otra. "Esa parece un trasero."

Ambos rieron, sintiendo como sus cuerpos vibraban uno contra el otro; suspiraron contentos.

Bowser sonrió. "No le digas a nadie, pero... tu lugar es realmente pacífico."

"¿En serio? Pensé que lo encontrabas aburrido" contestó Dedede, volteándose un poco y pasar a estar más cerca del reptil... ¿Eso fue a propósito?

"Nah, es calmado. Sigue teniendo gente demasiada dulce, pero los que he conocido son divertidos."

"¿Cómo Adeleine? ¿Y Wanda?" la voz del pingüino expresaba duda.

"Me refiero a ti, pendejo."

"¡O-oh!"

Bowser estaba feliz de que Dedede no le respondiera sarcásticamente, sino que se quedara en silencio. Incluso se sentía avergonzado por decir ese agradable pensamiento, como si estuviera revelando una debilidad.

Algo en este momento se sentía dulce para Bowser. Normalmente "dulce" lo hacía querer burlarse, pero esto era diferente. Quería recordarte esto.

Podía sentir la respiración del ave cerca de él, observó su estómago elevarse y bajar lentamente. Tan relajante. Tenía la urgencia de simplemente agarrarlo y darle un coscorrón. ¿Por qué encontraba a ese chico tan... adorable, como un peluche que abrazaría en su cama cuando era niño? No podía explicárselo. Todo lo que sabía era que quería continuar pasando su tiempo con Dedede, incluso si sonaba como la más grande locura que haya hecho en su vida. Ciertamente un puro y dulce corazón como el del pingüino le sería difícil aceptar la oscuridad del suyo. Eventualmente sería mucho y lo rechazaría, como siempre.

Pero Dedede parecía diferente. A él no le importaba mucho que Bowser sea un señor supremo del mal... de hecho, parecía que lo veía cool en su manera. Eso era raro. Pero tal vez Bowser lo tome y mira cuánto dura el interés del ave.

Bowser encontraba la tierna y fácil manera de interactuar con él tan natural, comparada con el planeamiento de caos y destrucción que trataba de hacer con personas similares a él.

"Oye, Dedede..." dijo Bowser.

No escuchó nada... y luego hubo un ronquido.

"Muy bien. Mejor sigo al líder; aparte que no tuve una buena noche..."

Pudo sentir el cuerpo de Dedede al lado suyo y se sintió muy... genial. Nunca notó que el contacto físico fuera tan disfrutable, incluso esencial... él solo había experimentado ser tocado cuando peleaba con alguien.

Figurando que nadie lo notaría y que podía pasarlo como si hubiera pasado mientras dormía, Bowser se puso a la altura de Dedede y se acurruco en el pecho de Dedede, las plumas despeinabas le hacían cosquillas.

Notó que el otro rey olía asombroso; limpio, dulce y frutado, casi como un dulce de arándanos. La esencia lo arrulló hacía un estado de profunda relajación, y antes de cerrar sus ojos, una sonrisa serena se formó en su rostro.

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