🍂 A los cortos 16 años 🍂
Esta es una mini historia donde se contará sobre el pasado de Jin de "MARCADO" (fanfic disponible en mis obras). Es una historia paralela hasta cierto punto, si planeas leer "MARCADO " te recomiendo que lo hagas primero, por que habrá spoilers del final, pero si no, puedes leer sin problema esta historia ya que no afecta a la historia principal.
Una casa rentada con dos habitaciones, sala, comedor y cocina en un mismo espacio y un solo baño para 6 personas. El espacio no sería problema para Jin si tan solo la convivencia en casa fuera agradable y plena como la de una familia feliz, desafortunadamente su vida consistía en cuidar a sus pequeños hermanos, hacer lo posible porque no vieran el desastre de padres que tenían. Alos 10 años se enteró que eran las drogas eso gracias a su amigo de vecindario Kang, un chico de 17 años con el que se llevaba bien, años después comprendería que el chico le tenía lastima. Era una tarea difícil esconderles a sus hermanos la verdad, como escondías a 3 niños menores de 7 años en la diminuta casa mientras tus padres se drogan en mesa de la sala.
Constantemente era reprendido porque los niños lloraban, no querían estar encerrados en la habitación todo el día, sus maravillosos padres se drogaban sin importar la hora. Con suerte su madre no olvidaba de traerles comida, al parecer no era tan mala madre como para dejarlos sin comer, por fortuna les brindaban dos comidas al día. Ahora a sus casi 16 años su vida seguía en las mismas o en realidad un poco peor.
—Mami tengo hambre —lloro el menor de todos.
Tenía 10 años, le seguía una niña de 12, un chico de 14 años y luego Jin. Los cuatro esperaban impacientes la última comida del día. Ese día Kang le dio pan, el cual Jin escondió de sus padres para darle más a sus hermanos, ya habían pasado 6 horas de aquello, afuera estaba oscuro desde hacía un par de horas.
—Su padre está por llegar —dijo la mujer sin mucho interés. Sus hijos no eran más interesantes que la vista nocturna mientras fumaba el ultimo de sus cigarrillos.
Jin suspiro resignado, miro a su hermano Hee Seung, había dos años de diferencia entre ellos, pero no parecía. Eran amigos inseparables, Hee Seung poco a poco comprendió a Jin y le ayudaba con sus hermanos menores.
—SeokJin ¿Has olvidado el tema de la escuela? —preguntó su madre.
Era obvia la respuesta. Kang le conto lo que era una beca y de paso investigo como ayudar a Jin a alcanzar su nivel académico dado que dejo de asistir a la escuela en tercer grado, tenía 9 años cuando sus padres comenzaron con la adicción. Nunca fueron grandes padres en realidad, sin embargo, asistían a la escuela y su padre tenía un buen trabajo, no sabía que paso.
—Si —respondió secamente. La mujer ni siquiera lo miro, fue mala idea hablarle de regresar a la escuela.
—Ya llego su padre.
La felicidad inundo a los niños, aquellas palabras significaban comida. Su padre entro a la casa con dos bolsas y sonriendo de oreja a oreja. Los menores corrieron tras la comida, abrieron los paquetes y comenzaron a comer los cinco, menos el hombre que los miraba extraño. Para Jin era extraño que su padre estuviera tan feliz que no quisiera comer.
Dos toques a la puerta hicieron que el hombre abriera la puerta, era como si lo esperara. Saludo a un hombre de unos 30 años, vestido con ropa decente no como la ropa zarrapastrosa que ellos llevaban puesta. No era del vecindario.
—Jin, prepara tus cosas —le ordeno su padre. Jin lo miro sin comprender —¡¿Qué esperas?! —ya no se veía feliz, estaba molesto por no ser obedecido.
—Anda SeokJin. No haremos el cuento largo —bufo su madre fastidiada —este fino y amable hombre es tu alfa, ha pagado muy bien por ti.
—Me vendieron —susurro aun sin creerlo. Las lágrimas no tardaron, estaba lleno de odio en ese momento. Sabía que no podría ganar contra los tres adultos que habían decidido el futuro de su vida.
—Vamos, pequeño. Tu nueva casa es mejor que esto —miro la casa con asco.
Jin se levanto de la mesa, beso y abrazo a cada uno de sus hermanos que al verlo llorar lloraron con él. Había escuchado a sus padres hablar de su venta, las paredes no eran gruesas, escuchó de otros niños que fueron vendidos por un hombre que tenía contactos.
Luego de despedirse fue hacia el hombre.
—No tengo nada para llevar —mantenía la mirada baja, no quería ver al hombre que le estaba desgraciando más la vida.
—De todas formas, no lo necesitaras —dicho eso, tomo a Jin por la espalda y lo encamino al auto lujoso.
Para los padres de Jin y el hombre resulto mejor de lo que esperaban, el pequeño omega no peleaba por libertad. ¿Por qué Jin no peleaba? pero ¿Acaso tenia sentido? Si algo había aprendido en su casa era a no protestar a menos que quisiera ser golpeado, creció escuchando propuestas de muerte si no dejaba de llorar por comida. Suplicar no servía de nada, no servía si querías seguir con vida y Jin amaba la vida a pesar de llevar una no tan buena.
Amaba despertar y ver el amanecer en el cielo desde su pequeña ventana, adoraba escuchar las risas de sus hermanos, sentir el viento en el rostro mientras se balanceaba en los columpios del parque, rogaba por nunca dejar de escuchar la bella música. Soñaba en grande, deseaba poder liberar a sus hermanos de la horrorosa vida que les toco, sin embargo, le toco ser un omega. Un omega en un mundo liderado por alfas.
Hola guys
Espero les haya gustado el primer capítulo 🤎
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