La joven observó con detenimiento a aquel esqueleto, poseía una especie de corona sobre su cráneo, de un brillante color dorado, sus pupilas eran amarillas. No tenía idea de porqué él estaba allí, pero empezaba a ser fastidioso verlo aparecer, su apacible aura se sentía tan real que era agobiante, parecía ofrecer una charla amigable y tranquila, pero solamente quería que se fuera de allí.

— Entonces, ¿no tienes un nombre?– negó suavemente con más cabeza, y aunque parecía claramente una mentira, el esqueleto no insistió, pues no quería incomodarla después de que ella parecía estar cooperando en charlar con él– ¿Por qué estás aquí sola?

— Es un lugar bonito.– la joven respondió con rapidez, jugando con sus dedos entre sí de forma nerviosa, al bajar la mirada, escondió su ojos nerviosos bajo sus descoloridos mechones.

— Bueno. . . – Dream murmuró de forma dudosa y hechó un vistazo a su alrededor, las flores eran lindas, sin duda, pero además de eso era prácticamente un mundo vacío con sinfín de murmullos y ruidos que emitían las flores echo, la verdad no era un sitio en el cual pudieras estar tranquilo por mucho tiempo, era bonito sin duda, pero daba muy mala espina.

— A veces se callan.– habló como si supiera en lo que pensaba el esqueleto. Miró de reojo las flores, tocando sus pétalos con las llemas de sus dedos– Después de que las frases se vuelven ruidos sin sentido, se quedan en silencio por algún tiempo.– miró de reojo a Dream, pero rápidamente retrocedió en su acción y giró su cabeza hacia el lado contrario de forma suave pero veloz– No sé porqué sigo hablando contigo, por favor, vete.

— Oh.– este repentino cambio lo tomó un poco por sorpresa, pero no quería presionarla, así que no tardó mucho en levantarse del suelo, sacudiendo un poco su ropa– ¿Puedo regresar?– cuestionó con una pequeña sonrisa en su rostro, mirando a la chica que evitaba su mirada por alguna razón que desconocía, no sentía cautela u hostilidad proveniente de ella, aún no comprendía cuál era la razón por la que ella parecía incómoda y nerviosa, pero decidió dejarla en paz.

— . . . Bueno.– el murmullo lo hizo ensanchar un poco su sonrisa, y pronto murmuró un pequeño "adiós" y se retiró del lugar.

La joven miró en la dirección en la que el guardián estaba anteriormente, se sintió agridulce.

Suspiró un poco, antes de recostarse nuevamente en el suelo. Cerró sus ojos, lista para hecharse un sueñito.

— ¿No tienes un nombre?

— A veces se callan.

— ¿Por qué estás aquí sola?

— Adiós.

. . . Mierda.

Se levantó del lugar y caminó hacia otra zona solo para volver a recostarse.

Cerró sus ojos, inhalando de forma suave y silenciosa, acurrucándose contra las flores una vez más, dejando su mente en un estado de absoluto reposo, sus pensamientos se fueron y quedó en un claro vacío.

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Estuvo un poco distraído por culpa de la tontería que cometió al tratar de saciar su curiosidad buscando aquella cabaña en la aldea, cabaña que acabó encontrando, pero era completamente absurdo perder su tiempo con eso, por lo tanto, lo ignoró y regresó a lo que se suponía que debía hacer inicialmente— y aunque habían pasado días desde la situación de la cabaña, a veces se encontraba a sí mismo pensando en ello una vez más, terminando por enojarse consigo mismo por traer de vuelta a su mente tal inútil distracción—, y esta vez, buscaba encontrar a aquel tonto guardián que se había llamar su hermano, generalmente iba de AU en AU, rara vez en un mismo lugar, pero en esta ocasión había notado algo curioso, no sentía su rastro en universos que visitaba con más frecuencia, había estado en un mismo lugar por varias ocasiones, y aunque apenas se notó la diferencia, surgió pequeña curiosidad por saber si había algo que Dream estaba buscando.

Así que no esperó mucho tiempo, deformó su ser en tan solo un líquido negro que de un momento a otro emergió de la tierra, cuando su cuerpo tomó su forma preferida, hechó un pequeño vistazo a su alrededor. La cuenca del ente se entrecerró, ¿qué querría Dream de este lugar?

Era un mundo bastante pequeño en comparación a todos los demás, casi era como un diminuto planeta impregnado de flores echo, era de noche, montones de estrellas se posaban sobre el oscuro cielo, donde ni siquiera existía una luna, pero parecía ser que eran las estrellas las que se encargaban de brindar luz por más escasa que fuera, ya que verdaderamente las flores emitían más brillo que ellas.

Fue capaz de sentir el rastro de Dream, claramente había estado aquí antes, sin embargo ahora no estaba, pero sintió algo.

O alguien, para ser exactos.

— ¿No tienes un nombre?

— No sé porqué sigo hablando contigo, por favor, vete.

— Es un lugar bonito. . .

— ¿Puedo regresar?

— Bueno.

El tono propio que producen las flores suele impregnar de forma ligera la voz que captaron de otros seres, y aún así la escencia sigue allí, no fue difícil notar la voz de Dream, pero cuando la voz fémina salió de aquellas flores, las miró con atención, sintiendo algo extraño instalarse en su pecho, lo que provocó que por instinto, su extremidad viscosa arrancara la flor desde el tallo, apretándola.

Tratado de restarle importancia a pesar de la extraña inquietud que sintió, pasó por encima de aquellas flores, pisándolas sin pensar, y así continuó con su camino.

Avanzó un poco hacia la presencia que permanecía en este pequeño mundo, no tuvo que caminar tanto para encontrarle.

Pero cuando su órbita admiró el resto del campo, encontró una figura desplomada en el suelo, abrazada por los pétalos y casi cubierta por ellos, siguió avanzando, hasta que sus pies de clavaron detrás de su cabeza, parecía atrapada dentro de un profundo sueño.

La sola vista lo hizo sentir asco.

No fue capaz de describir con exactitud lo que estaba pasando dentro de él, o siquiera de descifrar correctamente las emociones que abrumaban su ser. La miraba expectante, silencioso y en un completo conflicto interno.

Nightmare admiró en silencio a la humana que tenía frente a él, su piel estaba pálida, todo su cuerpo parecía ser un borrón, como un boceto sin terminar, por un momento pareció alucinar, pues vió el reflejo de un absoluto negro en sus ojos y cabello, coloridas mejillas y una tierna sonrisa que debería poseer su rostro, pero la realidad era que todo su cuerpo era un lienzo en blanco, sólo el brillo de las flores le daban color a su ser, su mirada vacía y tranquila eran una imagen completamente diferente a la que imaginó por segundos.

Se sintió confuso por la imagen que su mente le produjo.

Tantas emociones lo confundían, cosas que no debería sentir y era abrumador la idea de todo lo que lo estaba agitando, desconocía el porqué de los sentimientos que opacaban su mente por completo. La energía pura no posee consciencia, sin embargo la parte de él que aún poseía la capacidad de ser alguien, ocupó por completo su persona, haciendo con todas sus emociones un tornado dentro de él que fue incapaz de explicar.

Sus ojos, ¿cómo son sus ojos?

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Una disculpa si mi narración está un poco revuelta, todavía me confundo un poco porque llevo bastante rato sin escribir textos más completos.