09.

No hace mucho aquel grupo de jóvenes ninjas habían regresado a la Aldea Ocultar entre las Hojas, Yumiko fue directamente a las calles de la aldea sin importarle los gritos llamandola del Hatake. Pasó a una Floristería comprando un ramo de flores de Lavanda; estos expresan un sentimiento de pureza, devoción y paz. Una vez hecha su compra paso a una tienda donde compro una caja de cigarros junto con un encendedor, así que tomó rumbo al lugar donde yacen los seres queridos que no estaban aquí.

Están ahí, miro la lápida donde estaba el nombre de Sarutobi Asuma, se incorporó para sacudir el poco polvo que había en ella para luego colocar el ramo de flores sobre la lapida, al final se sentó en frente para prender uno de los cigarros y de igual forma dejarlo allí. Tomó otro cigarro de la caja para prenderlo y colocarselo entre sus labios, no era algo que a ella le agradece mucho pues ya lo había hecho antes y no le gusto pero, por esta ocasión lo soportaría, pues estaba dando un pequeño luto entre ella para despedirlo en soledad.

— Asuma, la misión fue exitosa, descansa hermano mío. Gracias por todo, y no te preocupes por Kurenai y el pequeño ser que se encuentra dentro de ella, me encargaré de cuidarle tal y como tú lo hiciste conmigo —. Tomó una calada del cigarrillo para luego soltar aquel humo. — Te voy a extrañar como no tienes idea, debí haber pasado más tiempo contigo..., lo siento tanto por eso. Así que, esperame cuando llegue a donde tú estás, para que pasemos todo el tiempo que gustes — dijo para luego soltar una pequeña risa.

Se quedó ahí hasta que su cigarro y el que estaba en la lápida se terminarán, tomó la caja y el encendedor para irse del lugar, seguramente Tsunade estaría enojada porque no fue a reportarse cuando volvió pero no le importaba. Siguió su camino sin rumbo pues no quería volver a casa, sin que ella lo notará llegó a uno de los campos de entrenamiento pero no estaba solo, se encontraban dos jóvenes entrenando, en un principio no los reconoció pero acercándose noto que uno de ellos era Yamanaka Tanake. Ellos al sentirse observados se detuvieron para mirar a la joven albina, el chico de ojos verdes corrió hacia ella.

— ¡Yumiko, hace tanto que no te veía! — Saludo emocionado para abrazarla y separarse de ella. — Oh, por cierto lamento lo de Asuma, se que él era muy importante para ti.

— Gracias, Tanake. Y tienes razón, hace mucho que no te veía — miro sobre el hombro del Yamanaka para mirar al joven castaño que se acercó hasta ellos— ¿Y tú eres..?

— Supongo que tu memoria no es tan buena, desgraciadamente perdí contra tí en los exámenes chunin.

— ¡Suno! Vaya, no te reconocí, disculpa.

Con ese pequeño reencuentro bastó para que el trío se quedará charlando un tiempo, no era malo después de todo pasar un poco de tiempo con conocidos y más cuando hacia mucho tiempo que no los veías. Era agradable incluso para Yumiko, estaban hablando hasta que una voz femenina llamaba al par de chicos, y ahora Haruno Sakura estaba en frente de ellos, la susodicha se sorprendió de ver a la joven de ojos rojizos con sus amigos.

— Hola Yumiko, no te había reconocido de lejos— miro a su equipo— Tenemos una misión en unas horas, nos espera Anzu-sensei para hablar de los detalles

— ¿Por que siempre avisan tarde? Lastima, nos veremos después Yumiko — dijo para darle un pequeño beso en la mano de forma coqueta Tanake.

Suno solo se despidió con la mano y una gentil sonrisa, y Sakura le sonrió para despedirse. Y ahora la Senju se encontraba sola en aquel campo, así que se dirigió a un árbol para sentarse en la sombra de este y mirar las nubes, era algo relajante mirar e imaginar formas en las nubes, buscó en su porta armas un libro que no le gustaba que lo vieran en público, lo tomó entre sus manos para comenzar a leer detalladamente los párrafos que estaban escritos en el papel. Ahora comprendía a la perfección a Kakashi, esos dichosos libros que él siempre leía y nunca le quitaba la mirada, eran sumamente...interesantes.

Estaba tan centrada en su lectura que no se percató de la presencia de un chico, este se acercó a ella leyendo la portada del libro.

— "Icha Icha Paradise" No sabía que te gustaban ese tipo de libros — Su voz sobresalto a la Senju provocando que soltara el libro.

— ¡Joder, Neji! ¡¿Qué demonios haces aquí?!

— A entrenar, estamos en un campo de entrenamiento, boba. Por cierto, pensé que esos libros no se le vendían a menores de edad.

— Eres un metiche, mejor finge ser ciego y que no me viste con esto.

— Disculpe, no sabía que la rata albina le daba vergüenza que la vieran con un libro que tiene que ver con sexo.

— Estúpido, pues mira, no es por vergüenza, si no que si me ve Kakashi sabrá que se lo robé — se defendió para tomar el libro y guardarlo.

— ¿Se lo robaste a tu sensei? Pensé que Kakashi guardaba sus libros como sus tesoros.

— Créeme, es así. Si lo logre fue por un descuidó suyo...

Ambos se quedaron mirando con los ojos entre cerrados por un momento hasta que Neji río con burla mientras negaba con la cabeza. Ella solto una débil risa para luego darle un pequeño golpe en su hombro.

— Ya que estas aquí, ¿una revancha?

La mirada del chico mostraba un gusto ante su propuesta, asintió y de esta manera ambos tomaron las posiciones de combate para después ambos activar sus doujutsus. La primera en soltar el primer golpe fue Yumiko quien en una vuelta dio una parada que fue detenida por los brazos de su contrincante, este acumuló chakra en las puntas de sus dedos decidido a bloquear sus puntos de chakra pero ella se percató de esto dando una vuelta hacia atrás pero soltando unos kunais en distintas direcciones.

— ¿Qué paso con tu excelente puntería? Te estas volviendo cada vez más fracasa, ratita. — se burló mientras se acercó a atacarla con su palma.

Cuando estuvo a pocos centímetros de golpear su pecho esta desaparició desorientadolo pero luego hizo la rotación celestial cuando la miro detrás de él. Se percató que los kunais tenían escritos en ellos, era el jutsu que invento el abuelo de la oji rojizo. Esto de tornaría divertido para ambos.

|❀|

— Me duele el culo, mierda. — murmullo mientras estaba tirada en el césped.

— Cuida tu vocabulario, a mi me duele la cadera. — de igual manera estaba acostado en el césped pero él boca abajo.

— Me debes un puto plato de curry, con mucho picante.

— En tus sueños, la última vez que comí curry por tu culpa casi muero.

— Eres un llorón, te gane así que merezco mi curry, y tú cocinas mejor que yo.

Él en respuesta solo gruño para seguir de la misma manera, estaban agotados fue un enfrentamiento espectácular y estaban satisfechos. Yumiko estaba decidida a no dejarse consumir por sus pensamientos, no quería volver a sentirse vacía como estuvo hace unos años cuando estuvo en las garras de Orochimaru. Apesar de que le destrozó perder a Asuma necesitaba seguir su caminó, aun tenía a personas que le importan y entre ellas estaba el chico de ojos perlas que la acompañaba.

— Ciego, tú no me dejaras, ¿cierto?

Esta pregunta sorprendió al joven Hyuga pero no le extraño, después de todo hacia poco había perdido a una de las personas más importantes. Neji se incorporó a duras penas y se sentó mirándola acostaba viendo el cielo.

— No lo sé, por mi voluntad no lo haré, si te dejó sola no se que estupidez harías. — ambos se quedaron en silencio así que el prosiguió. — La vida de un Shinobi es breve y dura, nunca sabremos cuando es nuestro turno, pero si llegó a partir...será por mi propia voluntad porque tomaré esa decisión, porque será para proteger a los que me importan.

— Tks, idiota. — susurro la chica para darse la vuelta dándole la espalda al castaño.

Después de todo ninguno quería pasar una vida sin su amigo, tenían un lazo que pasaría incluso la vida.

|❀|

Estaba en frente de la puerta donde vivía el pequeño Saturobi, no se sentía aun con la valentía suficiente de verle después del funeral, soltó un pesado suspiro y toco rosando el sonido, escucho como unos pasos se acercaban para que poco después la puerta se abriera mostrando a un decaído ni de cabellera castaña. Este miro a la Kunoichi que se encontraba ante él, ninguno de los dijo nada, la garganta de Yumiko se quedo sellada al igual que sus labios, no podía evitar pensar que si ella hubiera hecho algo, Asuma estaría con su sobrino. 

Konohamaru se hizo a un lado de la puerta dejando pasar a la Senju, esta entro para mirar todo el lugar sintiendo una opresión en su pecho y su garganta arder como si hubieran metido un hierro caliente en ella, presiono sus puños sintiendo como sus uñas se clavaban con desesperación en su pálida piel. Era mas duro de lo que pensó, era duro estar en un lugar que frecuentaba para poder pasar con Asuma, un lugar que ella sentía su hogar gracias a él, y ahora todo estaba frio y vacío. Se puso a pensar que este era el lugar donde pasaba todos los días el menor y se sintió terrible de eso. 

Se volteo para ver al castaño mirando el suelo, tomo coraje la fémina y se agacho frente a él tomándolo por los hombros, el chico automáticamente la miro con unas pequeñas lagrimas que retenía en sus ojos. 

— Hemos vengado a Asuma, ahora él puede descansar en paz, Konohamaru. — Las palabras de la chica ocasiono que el castaño abriera los ojos de incredulidad. 

— Mi tío Asuma...¿podrá descansar en paz? ¿De verdad, Yumiko-nee? — Ella asintió para Konohamaru la abrazara sin pensarlo dos veces. 

— No tienes que pasar por esto solo. Estoy aquí para ti, eres importante para mi, así como yo fui importante para Asuma, permíteme estar a tu lado en esta tormenta, Konohamaru. 

Sin poder retenerlo más el menor comenzó a llorar sobre el hombro de la Senju, este se aferro a ella como si hubiera esperado desesperadamente estas palabras al igual que un abrazo sincero. En aquella casa ahora solo se encontraban ellos dos. Quizás ella nunca le prometió a Asuma cuidar de su sobrino, esposa e hijo, pero ella lo haría sin dudar, le debía tanto a aquel hombre que se encontraba en su descanso eterno. 

Ambos pasaron el resto de la tarde hablando tratando de animarse mutuamente, y de igual manera ella le conto detalles acerca de lo sucedido con Hidan, ya que era algo que también tenia que saber el castaño. Ambos se la pasaban bien, como hace tiempo, era nostálgico estar de esa manera pues sentían que en cualquier momento llegaría el mayor y les diría algo sobre sus escándalos. Pero, tenían que aceptar que eso termino, tenían que continuar poco a poco por mas doloroso que sea. Yumiko le propuso ir a comer a Konohamaru cosa que él acepto con total gusto, por preferencia del menor fueron a un puesto de  Takoyakis, ambos comían entre risas y bromas pues sus ánimos habían mejorado, ella saco una cadena de su bolsillo donde estaba la inicial "A".

— Konohamaru, quiero que tú tengas esto. — Extendió su mano mostrando el collar, el chico lo reconoció de inmediato pues su tío lo llevaba a donde fuera, luego miro el cuello de ella notando uno exactamente igual pero con la diferencia que tenia la inicial "Y". — Por favor, no podría dárselo a otra persona. 

El chico tomo un poco dudoso la cadena pero se sentía bien de tener algo que era importante para su tío, lo atesoraría claramente. 

— Gracias Yumiko-nee, por todo, eres la mejor, a pesar de que muchos digan que eres una insensible no saben de que hablan. 

— ¿Quién dice que soy una insensible? Que estupidez. 

Konohamaru rio por la reacción de la mayor y ella lo miraba con recelo, pero a también se sentía bien de ver al menor reír como era costumbre, tenia la sensación de a verse librado de un peso de su espalda. Se llevo la sorpresa de sentir un pequeño empujón a su espalda, pero no era nadie o no alguien que se podía ver. 

— Estoy orgulloso de ti, hermanita. — Por un muy bajo que fuera escucho el débil susurro de una voz tan conocida, su corazón brinco para sonreír tristemente, esta seria la ultima vez en escuchar la voz de Asuma. 

Y ahora Yumiko, podría vivir en paz con los recuerdos de uno de sus hermanos, ahora era libre del peso y dolor que provoco la muerte de Asuma en ella. 

Buenas de nuevo, espero y la hayan pasado bien, feliz año nuevo.

Primer capítulo del año jeje, así que espero y fuera de su agradó.

¡Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top