CHAPTER II
Era un día normal hasta que Arabella le llegó una notificación de Instagram
@nicholasalexanderchavez empezó a seguirte!
Arabella vio su teléfono con una sonrisa y le dio follow back, seguido a eso unos minutos después le llegó un DM de parte de Nicholas.
Nicholas
Holaa
Arabella
Holaa Nicholas que
tal todo?
Nicholas
Bien acá en casa y tu?
Arabella
Aqui me están maquillando
Para una sesión de fotos
pero me pica la cara 😭
Nicholas
JSJSJSJ pobre, oye
Te quería preguntar si lo de vernos algún día sigue en pie?
Arabella
Claro que si!
Podría ser hoy por la tarde?
Nicholas
Si claro, te recojo y
vamos a un Starbucks?
Arabella
AYY SI MUERO
POR ALGO DE ALLÁ
Te espero a las dos? :)
Nicholas
Si nos vemos!
Seen
Arabella apagó su teléfono con una sonrisa y cerró sus ojos tranquila mientras la maquillaban
Arabella Zabka ✓
♡ Le gusta a KendallJenner y a 1.2 M más
Shooting day ! Nueva campaña pronto para @channel
Comentarios 10k
@Kendall Jenner
Hermosa! 💋
∟ Autor/a: Tu también reina😘
@Arabella_zabkaqueen
Te amooo!
@GrierHenchy
👍
@Nicholas Alexander Chávez
😍
∟Arabella_zabkaqueen
OMG QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ?
Arabella apagó el teléfono con una sonrisa, sintiendo una pequeña chispa de emoción correr por sus venas. No era una cita formal, pero la idea de ver a Nicholas otra vez la alegraba. Era curioso cómo de un momento a otro, en medio de su ajetreada vida de modelo y actriz, aparecía alguien que conseguía robarle una sonrisa sin esfuerzo. Se recostó un momento en la silla mientras la maquillaban, dejando que la calma del momento la invadiera.
Al poco tiempo, Arabella subió a su apartamento para prepararse. Se eligió un conjunto simple, pero elegante: un vestido largo de color negro con detalles dorados que combinaba con su estilo sencillo pero sofisticado. No quería parecer que se estaba esforzando demasiado, pero tampoco quería parecer indiferente. Quería estar cómoda, pero también cautivar, aunque no sabía exactamente por qué.
Mientras se estaba arreglando frente al espejo, escuchó una bocina desde la ventana de su apartamento. Miró rápidamente y vio un coche negro estacionado abajo, con una figura que levantaba la mano hacia ella. Es él. Se apresuró a recoger sus cosas y salió de su apartamento.
Al bajar las escaleras y salir del edificio, la luz del sol golpeó su rostro, pero todo se desvaneció cuando vio a Nicholas. Estaba de pie al lado de su coche, con una sonrisa amplia, y al verla, su rostro se iluminó aún más.
—¡Hola, Nick! —dijo Arabella, sonriendo mientras se acercaba a él. Como si fuera algo completamente natural, le dio un beso en la mejilla.
—Hola, bella, ¿lista? —preguntó Nicholas, mientras abría la puerta del coche para ella.
—¡Sí, vamos! —respondió Arabella, con entusiasmo.
Subió al coche y el aroma del interior le pareció acogedor. Mientras Nicholas arrancaba el motor, Arabella no pudo evitar pensar en cómo se sentía todo tan fluido, como si no hubiera pasado tanto tiempo desde aquella noche en la premier. Y, sin embargo, todo era nuevo: la forma en que sus manos se movían con seguridad sobre el volante, la forma en que su risa llenaba el espacio de una manera tan relajada, tan fácil. No era como otras personas que había conocido en el mundo del espectáculo, donde todo estaba siempre calculado. Con Nicholas, las cosas parecían ir por su propio cauce.
El trayecto hacia Starbucks estuvo lleno de pequeñas conversaciones, algunas de ellas ligeras y otras más personales. Hablaban sobre sus carreras, sobre los pequeños altibajos de la vida en Los Ángeles, sobre sus familias. Aunque Arabella solía ser reservada sobre su vida personal, con Nicholas sentía que podía hablar de todo sin miedo a ser juzgada. Algo en él la hacía sentir segura, protegida, como si fuera una especie de refugio en medio de la vorágine de su vida pública.
Al llegar a Starbucks, Nicholas estacionó el coche y los dos se dirigieron al interior del local. La tarde estaba tranquila, casi perfecta, y Arabella disfrutaba de la conversación que fluía de forma natural entre ellos. Mientras esperaban su pedido, Nicholas se inclinó ligeramente hacia ella, como si quisiera compartir algo más.
—¿Sabes? —comenzó Nicholas, mirando su café con una sonrisa—, me alegra haber hablado contigo esa noche. Fue... diferente.
Arabella lo miró con curiosidad, sin saber exactamente qué decir.
—Sí, fue una de esas noches que, aunque no planeas que pase nada, te quedas con la sensación de que algo importante ha ocurrido, ¿verdad? —respondió ella, sin saber muy bien por qué lo decía, pero las palabras salían de su boca con una honestidad que no había sentido en mucho tiempo.
Nicholas la miró fijamente, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de seriedad y afecto.
—Exactamente eso —dijo, sin apartar la vista de ella—. No sabía qué era, pero sentí algo especial. Como si, no sé, hubiera algo más que una simple conversación.
Arabella sintió una ligera punzada de emoción, como si todo lo que había pasado en los últimos días, en las últimas semanas, hubiera tenido sentido en ese preciso momento. Estaba con alguien que la entendía sin necesidad de palabras complejas, alguien que no estaba buscando impresionar, sino simplemente disfrutar de su compañía.
El resto de la tarde pasó en una especie de nube de complicidad, sin que ninguno de los dos se diera cuenta del tiempo que había pasado. Nicholas la llevó de vuelta a su departamento, pero antes de que ella pudiera salir del coche, él la detuvo con una mano suavemente sobre su brazo.
—¿Sabes? —dijo con una sonrisa divertida—, me gustaría verte otra vez. Esta vez, tal vez no sea solo un café.
Arabella, sin pensarlo mucho, asintió con una sonrisa que reflejaba todo lo que no había sido capaz de decir con palabras.
—Claro, Nicholas. Me encantaría.
Y con eso, su relación, que había comenzado casi por accidente, comenzó a tomar forma, un paso a la vez. A veces, el destino no necesitaba grandes gestos ni promesas dramáticas; a veces, solo necesitaba el momento adecuado para que dos personas se encontraran, sin prisa, sin expectativas, solo con la disposición de dejarse llevar por lo que surgiera.
Aquel encuentro casual se convirtió en el primer capítulo de una historia que, tres años después, se seguiría escribiendo. Sin embargo, el futuro, siempre impredecible, les traería sorpresas que ninguno de los dos esperaba. Y a medida que los días pasaban, Arabella comenzaba a darse cuenta de que, con Nicholas, no solo había encontrado a alguien con quien compartir risas, sino también a alguien con quien podría enfrentarse a lo inesperado... incluso si eso significaba afrontar un embarazo que cambiaría por completo el curso de sus vidas.
Authors Note
Digamos que por un momento enseñan desde el principio de su relación y el presente!
Sofia🤍
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