05- Karaoke

Estaba a punto de explotar.
Era odioso.

Ochako intentaba mantener la compostura, mientras miraba como Yaoyorozu rozaba a propósito con Todoroki y fingía torpeza natural. Pero debía guardar todo dentro de su pequeño corazón.

Momo le había contado su plan, y para no levantar sospechas, ella accedió a ayudarla, ahora, estaba apretando la mandíbula y sonriendo de forma torcida.

Sólo 4 horas, sólo 4 horas de karaoke. Sólo 4 horas mirando como Momo intentaba hacer contacto visual con Shoto.

Y él.
Él ni siquiera se oponía a Yaoyorozu.

Puta madre;

Hubo contacto visual, el rojo atacó el rostro perfecto de Yaoyorozu y Shoto sólo miró el suelo.

¿Qué mierda acababa de ver?

—¿Estás bien, Uraraka-san?

La voz la hizo pegar un salto, miró a Izuku cerca de ella.
—¿Pasa algo?

Las amables manos limpiaron las lágrimas que corrían de sus mejillas, la mirada comprensiva la hizo sonreír cálida a Izuku, el dulce Izuku.

—Deku-kun —masculló tranquila. Ese chico la calmaba tanto como un delicioso y ligero té verde. —¿Qué quieres cantar?

El esmeralda sonrió algo triste.
—Uraraka-san, has cambiado.

«Eso no te incumbe» lo aprendió de Shoto.

—¿Sucede algo? Puedo escucharte y entenderte.

«¿Escuchas la mierda que dices? Eso es imposible, tu nunca lo entenderías, sólo eres tú» lo aprendió de Katsuki.

—¿Uh? ¿En verdad? No pasa nada, Deku-kun, seguro es porque no hemos estado tanto tiempo juntos desde que comenzaron los proyectos finales.

Se ha vuelto una mentirosa.

—Uraraka-san, no me evites.

«No tengo tiempo para tus mierdas»

La música comenzó y ella miró como Momo tomaba el micrófono, la pelinegra miró a Todoroki, iba a cantar para él, Ochako lo sabía.

—Puedes contar siempre conmigo, Uraraka-san.

«No te necesito»

Sonrió la castaña y asintió con la cabeza. —Gracias, Deku-kun.

Ella comenzó a cantar y la sangre de Ochako hervía.

Shoto no dejaba de verla.

—Deberías dejar de esforzarte tango en los proyectos finales Uraraka-san, puedo ayudarte si gustas, Iida-kun y yo terminamos hace mucho. —Bebió de su refresco con pena.

Él seguía con los ojos puestos en ella. Ella afinaba más su voz y la hacía más dulce en las notas bajas.

«¿Por qué la miras?»

Sonrió dulce —. No gracias, Deku-kun, ya casi acabamos Bakugou y yo.

—Puedo hacer tú parte del proyecto.

Yaoyorozu movía más su cabello de lo normal mientras apretaba más el micrófono, la música subía de tono en las notas altas.

—No gracias.

—En serio que--

Midoriya guardó silencio, Uraraka estaba de pie, las letras seguían corriendo en la pantalla al igual que la pista.
El micrófono estaba en su mano, y su mirada clavada sobre Yaoyorozu.

—¿Ochako? —musitó sorprendida.

Una perfecta mentirosa, una gran actriz:
—Esa parte es mi favorita, déjame ayudarte —chilló alegre entonando la letra.

Yaoyorozu sonrió y asintió. —Eres una mentirosa, Ochako.

Abrió los ojos, sus pupilas cafeína se dilataron. Izuku miró curioso a Momo.

—¿Eh?

—Eres una mentirosa, Ochako.

Uraraka tragó en seco, la puerta del karaoke fue empujada con fuerza y Yaoyorozu salió corriendo de ahí.

Izuku fue detrás de ella.

«Si, lo soy

Soltó el micrófono.

—¿No irás detrás de ella?

—No.

—¿Por qué?

—Perderé mi corazón.

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