𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓮.
Park Ámbar.
12/03/2013
Él ha regresado de vacaciones.
Todos están junto a él como el centro de atención al igual que siempre.
Las risas se apoderan del lugar hasta que llegan varios chicos escoltando a un niño, quién es aventado al suelo justo enfrente de Jungkook.
Es aquel niño nuevito de segundo año, quien es más afeminado y tierno para tantos.
A algunos les molesta y a otros les parece tierno. El tonto siempre vive quedando en ridículo y nunca protesta nada.
Dicen a Jungkook que hay que darle su merecido, algunos prefieren una bienvenida en los retretes del baño.
Yo por lo personal, solo observo sonriendo, ni siquiera me importa cuando el niño empieza a llorar y con dificultad se pone en pie.
Las risas se apagan cuando Jungkook da un golpe hacia uno de los chicos que se ha burlado, haciendo que todos se callen de inmediato y se pregunten el porqué eso ha pasado.
Y aunque eso me sorprende, me sobresalto aún más cuando veo que dice al niño que se largue del lugar.
Éste ni siquiera le agradece, solo sale corriendo y llorando de la cafetería.
17/03/2013
Su actitud es más rara de lo previsto.
Conversa un poco, nos observa de reojo y luego se empeña en ver a todas las direcciones.
Samuel le pregunta qué sucede con él, pero éste ni siquiera le responde.
Solo se queda viendo a un punto fijo con un asemejo de sonrisa inesperada.
Yo trato de observar lo que mira, pero lo único que hay a la vista es aquel niño indefenso y llorón de hace unos días.
Está sacando unos libros de su mochila y los guarda en su casillero de forma tranquila.
No podría estar viéndolo a él.
Simplemente no, no puede gustarle.
—¡Jungkook! — exclamo y él regresa a vernos inconsciente de lo que nosotros hablábamos—. ¿Qué estás viendo?
—Nada. — dice él de inmediato y como Samuel es muy estúpido, le cree. Yo frunzo el ceño, sin embargo lo tomo del cuello y lo atraigo hacia mi.
24/03/2013
Van más de seis veces en que defiende a ese niñato.
Lamentablemente he contado la mayoría de aquellos actos.
Nadie entiende el porqué lo hace y ahora resulta que su lindo nombre es "TaeHyung".
Seis personas me han dicho que han sido amenazados; que si se acercan a él o siquiera lo ven de otra manera, entonces serán golpeados.
Me pregunté quién podría ser tan idiota para hacer aquello, pero quedé sorprendida cuando el nombre de Jungkook brotó en sus labios.
—¿Habrá algo que quieras contarme? — indagué acercándome a él. Éste solamente frunció el ceño y prefirió ignorarme.
Últimamente me molestaba que hiciera aquello—. ¡Te estoy hablando!
—¿Puedes cerrar la maldita boca?.— gruñó y yo de inmediato callé. Me senté junto a él en la banca, asqueada de los gérmenes que pudieran haber en ella.—Todos me están preguntando lo mismo.
—Es por ese niñito de secundaria.
¿Qué traes con él? ¿Por qué lo defiendes? ¿¡Por qué les dices a todos que no se acerquen a él!?
Él no respondió al segundo, solamente revolvió su cabello y jaló de él.
—Eres tan insoportable.
—¡Te estoy haciendo preguntas!
—¡Porque es indefenso! —gritó.—
¿Qué no lo miras ahí? — señaló. Yo dirigí mi vista hacia el frente, para observar de que a unos cuantos metros estaba Jimin recostado en el tronco de un árbol, jugando con unas ramas y unas cuantas flores;
haciendo saber ni qué.
Pero él no me importaba.
—¿Estás vigilándolo? —me exalté. Él ni siquiera había dejado de verlo hasta que volví a decir—.¿Estás aquí por él? ¿Viéndolo hacer nada?
¡Esto es asqueroso!
—Sí.. digo ¡No! —repuso. Yo me puse en pie, limpiando los restos sucios que estaban en mi ropa—. ¿Por qué no mejor te vas?
—¿Y dejarte aquí viendo a
ese?
01/04/2013
Los esmaltes están más caros en estos días y no sé el porqué.
Saqué mi lima y comencé a limarme las uñas.
Las clases del profesor Aníbal son más aburridas que ninguna, así que no presté atención a ella ya que quería que mis uñas quedaran hermosas y sencillas.
Todo estaba muy tranquilo para ser cierto.
Jungkook no había estado criticando el porqué hacia aquello y tampoco se estaba burlando del profesor.
Yo lo observé de reojo.
Ahí estaba él, con una sonrisa de bobo viendo hacia el lado izquierdo de las otras mesas.
Dejé la lima sobre el escritorio y traté de divisar que miraba.
Claro, era de esperarse.
TaeHyung estaba a unos escritorios más adelante, viendo hacia él y sonriéndole.
En todo el momento que me dispuse a verlos ninguno perdió el contacto visual consigo mismos.
Las mejillas del menor estaban tremendamente sonrojadas y con un estrés que de pronto empecé a sentir, tomé la lima y volví a hacer lo que estaba haciendo.
Maldito niño.
Maldita homosexualidad.
Malditas miradas.
Maldito amor.
Para colmo de males;
Se quebró mi maldita uña.
22/04/2013
Ninguna llamada de Jungkook durante todo el fin de semana. Bueno, aunque últimamente ya no me llamaba hasta que yo le reclamara.
Ni siquiera había pasado a recogerme a casa para venir al colegio.
Tampoco habíamos tenido sexo por casi un mes.
Casi golpeo al capitán del equipo de bádminton cuando miro a Jungkook junto a ese pequeño.
Ahí estaban ellos a mitad del pasillo.
Jungkook acomodando la ridícula corona de flores que siempre llevaba y TaeHyung sonriendo tímido.
—¿Te invaden los celos, Ámbar?
JiYoon era la persona más irritable que había conocido en mi vida.
—No te interesa.
—Míralos. —dijo viéndolos y de manera inevitable volví a verlos—. Son tan tiernos.
Jungkook estaba dando besos por todo el rostro de TaeHyung y éste no dejaba de reír.
Las personas, al verlos, miraban extrañados la escena. ¡Porque se supone que Jungkook y yo tenemos algo!
—Que bonito el amor. —fue lo último que dijo y se retiró burlándose con una risa-.
07/05/2013
Oficialmente, Jungkook ya no es mío.
14/07/2013
-—Jungkook quiere a TaeHyung.-—escribe el menor en su cuaderno, con una letra hermosa y decorosa de un color azul-—. Y TaeHyung quiere a Jungkook...—-esta vez lo escribe de un color rosado, resaltando aquel relato con miles de corazones.
-—Dibuja una carita al lado de mi nombre.-—le dice y con una sonrisa, el menor traza dos "x" como ojos y hace la curva de la sonrisa;
tal cual como la banda que le gusta a Jungkook.
Nirvana.
—¿Te gusta así?
—Me encanta.— las mejillas de TaeHyung lo traicionan. Porque Jungkook no se refiere al dibujo sino a él. El pelinegro se aprovecha del momento y luego de un beso corto en su mejilla, susurra en su oído.— Me encantas.
29/08/2013
"El podría desear lo que quisiera, que Jungkook se lo cumplía al instante.
Aquellos ojos oscuros, que estaban llenos de odio y amargura, ahora solo reflejaban sinceridad y hermosura.
Su vida de blanco y negro se convirtió en una llena de colores hermosos.
Las sonrisas macabras ahora eran dulces y traviesas.
Se podría notar a distancia que le gustaba aquel niño, que no solo era por un deseo sexual o ambición de tenerlo.
Podía verse que lo admiraba, que le gustaba verlo y estar con él.
Sus ojos reflejaban tanto con solo observarlo, sus sonrisas tontas jamás se me pasaron por alto.
Yo podía verlo.
Verlo alejarse de mí y dejarse llevar por él.
Aunque no quisiera admitirlo, podría asegurar qué era lo que le gustaba de aquel chico. Quizás era su carisma, su sonrisa, sus ojos, su ternura, su dulzura o simplemente era todo.
Yo no poseía aquello.
Mantenía una hermosa belleza pero no un buen carácter. Pero claro, esto es un secreto que queda entre nosotras.
Lo estaba perdiendo por un niño tonto que llora a cada minuto del día con tan solo un empujón.
Y aunque él no quisiera admitirlo, yo sé que Jungkook se enamoró.
atte; Park Ámbar.".
JiHyuk pisoteaba su pie contra el suelo nerviosamente, miraba la hora en su reloj cada cinco minutos y luego hacia la puerta para comprobar si Jungkook entraba por ella.
Joon Hee se acercó hacia él corriendo torpemente con su casco ya puesto y le gritó.
—JiHyuk ¿Tú estar...estar listo?
—Si... —murmuró sin interés y revisó la hora en su celular. El grandote no escuchó lo que éste dijo y gritó más fuerte.
—¿¡Decir qué!?
—Que... que ya estoy listo —volvió a decirle-.
Pero Joon Hee quizás estaba demasiado sordo.
—¿¡Tú estar estreñido!? — al gritar aquello muchos compañeros voltearon a verlo y éste nerviosamente negó sonriendo.
JIhyuk tomó del casco al gigante y lo empujó hacia adelante, para que quede su rostro justo enfrente de él.
—¿Pero qué ocurre contigo? Dije que sí, que ya estoy listo, no que estoy estreñido.
—Ohh... —comenzó a reír Joon Hee—. Yo decir estreñido y tú no estar estreñido, sino listo.
JiHyuk lo soltó irritado, empujándolo hacia atrás. Joon Hee casi se cae por completo si no fuera por Namjoon, que a llegado justo en el momento exacto y lo sostiene.
—¿Qué haces aquí? ¿Dónde está TaeHyung y Jungkook?.— pregunta Jihyuk sin prestar la mínima importancia a la casi caída del tonto.
Namjoon iba acompañado de JinHa y Jackson, quién éste último estaba siendo ayudado con muletas debido al partido pasado.
—Cálmate, niñito. — sonrió sarcástico el castaño.— Recién venimos y ya nos vienes con preguntas.
El bullicio había empezado a incrementar en el campo, mientras que en los vestidores reinaba el nerviosismo y miradas de auxilio.
Hoy iniciaba la liga del campeonato, por lo que JIhyuk esperaba dar una buena impresión desde el principio; para que quizás, algún día, llegase alguien importante al campo y tuviera la oportunidad de ser profesional.
—¿Nervioso, nene?— bromea Namjoon, lo cual al trío hace reír pero a JIhyuk no.— Es normal, no pueden ser tan estúpidos como para no haber aprendido nada.
—¡Jamás hemos sido estúpidos!.— se apartó él—. Estoy seguro que ganaremos. —afirmó. Luego cambió de tema—. Ahora, ¿Dónde está TaeHyung?
Los tres se vieron entre ellos, Namjoon y Jackson se sonrieron y JinHa jugó con sus pies ahogando una risa.
—¿Por qué quieres saber?
—No les importa.
—Bien. — le habló por fin el chico de muletas, quien era fornido en sobremanera y hacía con la boca muecas extrañas—. Está con Jungkook. No van a venir esta noche.
Eso golpeó su ego.
—¿Qué? ¡Pero se lo he dicho desde hace días!
—¿Y? — gruñe JinHa.— ¿Crees que le importa?
—Bueno... —añade Namjoon.— No es que no le importe, simplemente es menos interesante tu partido que reconciliarse con Jungkook.
Entonces JIhyuk, altivo, se puso en pie.
—¿Está con Jungkook? —los tres asienten—-.¿Qué hace con ese tarado?
Nadie responde a ello, solo reina un pequeño silencio que Namjoon decide cortar.
—Ken está rudo hoy.
JiHyuk les mostró su dedo de en medio y molesto fue a reunirse con sus demás compañeros del equipo.
Los tres chicos empezaron a burlarse de él.
En realidad, ni siquiera sabían dónde estaba Jungkook y el menor. Por cuanto a estos, ellos estaban muy ajenos de lo que sucedía a su al rededor y estaban empeñados en estarse besando en la cama del mayor.
El liviano cuerpo de TaeHyung estaba sobre el de Jungkook, con las piernas rodeando su cintura y sentado en su regazo. La piel de Jungkook se erizó por completo cuando las suaves manos del menor empezaron a jugar con su cabello, revolviendo y jalando de él de forma lenta y sensual.
Jungkook recorrió sus manos sobre la cintura delineada del menor, descendió éstas por la profundidad del beso, formando un ambiente comprometedor e íntimo para ellos.
Apretó su trasero y al volver a subir sus manos levanta cuidadosamente su remera para sentir el tacto de su piel, que es tan suave y cálida.
Ambos están tan entregados en aquel beso suave pero lleno de amor; Jungkook delinea la curva de sus rosados labios y a TaeHyung se le escapa un suspiro por ello.
El mayor, en un acto provocativo, introdujo sus manos en su pantalón, sintiendo el suave tacto de una tela que no era precisamente un bóxer. TaeHyung se alejó del beso y enterró su rostro en su cuello con las mejillas más sonrojadas que nunca.
—.Kookie — rogó. Pero Jungkook estaba sonriendo hacia el techo por la timidez del pequeño.
El mayor apretó levemente su trasero.
—Alguien está usando bragas hoy... — dijo. TaeHyung apretó de su remera con sus puños, cerrando sus ojos fuertemente y poniéndose tenso.
Jungkook se dio cuenta de aquello—.
¿Qué pasa cariño, dije algo malo?
Intentó apartarlo pero el menor se aferró más a él en su abrazo. No quería que lo viera en aquel estado. —Soy un raro, lo sé.
—¿Ah? — no logra entender Jungkook hasta que puede sentir como TaeHyung empieza a hacer pucheros para llorar—. No digas eso bebé, tú eres hermoso, no raro.
Su voz se escucha quebrada al hablar.
—Pe...Pero es raro que esté usando estas cosas.— dijo refiriéndose al encaje—. Es que me gustan tanto y eran tan suaves que yo las quería.
Jungkook vuelve a alejarlo y ésta vez el menor lo permite. Apenas se deja ver y pueden verse sus ojitos llorosos y un puchero en sus labios.
Tiene miedo de que el mayor piense que es un anormal o que lo desprecie, pero Jungkook ni siquiera en lo más mínimo piensa aquello;
es más, le gusta el feminismo de su pequeño.
—Me gustas tal cual eres, ¿Entiendes?— toma sus mejillas para que él no pueda dejar de verlo.— TaeHyung asiente—. Ahora bebé, ¿Por qué no me muestras lo que traes puesto?—sonríe con ternura.
Los ojos del más pequeño se abren por completo y sus labios se abren levemente como si quisiera decir algo y no le saliera.
—Pe-pero Kookie yo
—Vamos princesa, muéstrame.— tomó su mentón y con una suave caricia logró calmarlo.
Taehyung se bajó de su regazo y se puso en pie frente a la cama, jugando con sus dedos—. Todas las princesas quieren lucirse ante sus príncipes.
Entonces TaeHyung sonríe ésta vez y eso al parecer hace subirle el autoestima.
Va dando pequeños saltitos hacia el cuarto de enfrente, que es un baño.
Cuando la puerta se cierra, Jungkook pasa sus brazos atrás de su cabeza para recostarse en ellos. No piensa en nada más, sino en TaeHyung, en ellos y en el futuro juntos.
En cómo sería todo si los problemas no existieran y si el amor viniese con un manual para entenderlo a su totalidad.
TaeHyung está viéndose por el reflejo del espejo.
No le parece mucho lo que ve.
Su rostro es pálido, sus labios son carnosos y están más rojizos por los besos que Jungkook le ha dado. Su cabello están revueltos, cayendo uno de ellos en su frente, que por más que deseó ponerlo hacia atrás, éste no se dejó.
"Sonríe" -TaeHyung sonrió-. "¿Miras lo lindo que te ves sonriendo?"
-le dijo una vez Jungkook, cuando empezaban a conocerse y el menor sufría con problemas de autoestima.—Sí, soy lindo.— se afirmó a sí mismo—. Muy lindo.
Subió su remera hasta su estómago y buscó el botón del pantalón que llevaba puesto.
Cuando lo hubo desabotonado y bajó el cierre, dudó en bajárselos.
¿Qué tal si a Jungkook no le gustaba?
No le gustaría ver su rostro desilusionado cuando observe que no le queda tan hermoso como él lo pensaba.
Empezó a afligirse, a sentirse nervioso.
Escuchó como del otro lado de la puerta Jungkook hablaba por celular.
Decía cosas como;
"No me importa ese partido."
"Si, estoy con TaeHyung."
"Ni se les ocurra venir a joder a mi casa."
¿Partido?
¿Cuál parti... ¡Oh Dios mío! ¡JiHyuk!
Se supone que hoy iniciaba la liga de americano y JiHyuk lo había invitado a verlo.
TaeHyung mordió su labio inferior, bueno, después le diría que lo lamentaba.
Jungkook dejó de hablar y el menor pensó que tocaría hacia la puerta para preguntarle si ya estaba listo. Pero el toque nunca llegó.
El mayor estaba dándole el tiempo que quisiese.
TaeHyung dejó de pensarlo y de un tirón bajó sus pantalones hasta que tocaran el suelo y se lo sacudiera con los pies.
Recogió su jeans, lo dobló con cuidado y lo dejó en la taza.
No quería ver hacia el frente, le daba miedo.
Miedo de verse así mismo y decepcionarse.
Cerró sus ojos, empuñó sus manos y soltó una pesada respiración.
Bien, a la cuenta de tres.
—Uno. — susurró. Jungkook caminaba de un lado a otro frente a la puerta.
Paró en seco y decidió tocar—¿TaeHyung?— se escuchó afuera.
El menor tenía los nervios de punta.
Jungkook tocó de nuevo—. ¿Cielo?
—Dos... — suspiró. Sonrió; se le escapó una sonrisa así como si nada. Como si de pronto estuviese seguro—. Tres. —dijo sin más.
Sus ojos se abrieron, observándose frente al espejo y maravillándose como si fuese algo nuevo— Dios mío.
Le quedaba hermoso.
La braga era pequeña y fina; de un color negro y sencillo. No tenía nada de imprudencia, era decente y le gustó cómo le quedaba.
Sus piernas eran blancas.
TaeHyung sonrió satisfecho y empezó a mover sus manos como todo un niño contento.
Se quedó feliz ante lo que miraba, que de pronto le restó importancia a los llamados de Jungkook desde afuera.
No sabe cuánto tiempo estuvo ahí, porque la puerta se abrió de golpe de una patada y un Jungkook afligido estaba por el marco de la puerta.
—Maldita sea, me lastimé el tobillo.— maldijo.
Se frotó el tobillo unos segundos y luego vio hacia TaeHyung, quedando de repente con la boca seca y el corazón agitado-.
El menor juntó sus manos al frente y empezó a mecerse con sus pies.
Jungkook observó su rostro sonrojado, pero le fue inevitable no recorrer con sus ojos el cuerpo del menor, quedándose con la dificultad de respirar tras observar como aquellas piernas perfectas eran acompañadas con un encaje femenino color negro cubriendo su sexo.
La sonrisa de TaeHyung empezó a desaparecer, preocupándose porque Jungkook no le había dicho nada en todo ese momento.
Bajó su vista a sus pies descalzos, sintiendo la humedad en sus ojos, como siempre, venir.
—Te dije que era raro. Sabía que no te gustaría. Kookie... yo... Si quieres...
Entonces unos brazos lo levantaron del suelo, cargándolo como si de una boda se tratase.
El menor se sorprende por tan de repente acto y Jungkook está besándole las mejillas sin parar.
—Pero que hermoso eres, mi niño.— siguió besándole y el menor siente como el susto ha desaparecido por la timidez.
Jungkook, aunque no quiere, vuelve a depositarlo en el suelo y con sus manos recorre su trasero para atraerlo hacia él. TaeHyung pega un gritito y Jungkook susurra en su oído—. Porque todo lo que te pones te queda hermoso.
No lo dice como pregunta, solamente se lo dice como una afirmación y eso hace que se sienta atraído por sus palabras coquetas y tenga el deseo de besarlo.
Pero Jungkook lo toma de la mano y lo lleva con él hacia la habitación.
Jungkook se sienta en la cama sonriendo y el más pequeño queda de pie frente a él.
Se siente tímido de la mirada de su novio, que no ha dejado de recorrerle el cuerpo y sonreírle.
—¿Por qué no me habías contado de que te gustaban?
—Creí que no te parecería bien.
Supongo que me ponía un poco... tímido.—se sonrojó—. ¿Te gusta?
La brisa fría recorre por el cuarto, haciendo que las piernas del menor se ericen y todo él sienta frío. Jungkook se percata de ello, por lo que acerca a TaeHyung hacia él y éste enreda sus manos en su cabello negro.
—Me enamora.
Jungkook se inclina para rozar sus labios en un deseo puro de tenerlos y saborearlos.
Lo besa suavemente y de una forma lenta, tal como suele gustarle siempre.
Jungkook se deja llevar por su impulso, así que de un solo movimiento lo tumba en la cama y se pone sobre él.
TaeHyung envuelve sus brazos en su cuello y nuevamente se besan.
Sus labios navegan en un compás de perfección y juegos artificiales provocados por sus emociones y sentimientos.
Jungkook recorre con su mano la piel suave del menor, libre de cualquier vello que exista.
Levanta su pierna, rodeándola en su cintura y toca de ella tiernamente desde su tobillo hasta su muslo.
Jungkook se aparta unos centímetros.
—Cariño, no sabes cuánto te extrañé estos días.—besó su mejilla y luego siguió con un recorrido de besos hasta su cuello, para apoderarse y perderse en el.— Si tan solo supieras cuántas veces te pensaba.
—Dime.— gimió, perdiendo un poco la cordura cuando Jungkook comenzó a recorrer su lengua por el lóbulo de su oreja.
—Todo el día.— TaeHyung se sonroja de inmediato.
El olor masculino de Jungkook puede sentirse en su cuerpo haciéndolo indefenso.
Su cuerpo sobre él, tan fuerte y hermoso comparado con el suyo, que era frágil y con un poquito de relleno en su pancita.
Que no lo hacía ver gordo pero tampoco le gustaba.
Todo Jungkook había estado siendo suyo por dos años. Tanto como él también.
Pero.... quizás estaba equivocado.
Quizás estaba mal.
Una punzada de dolor se llenó en su corazón, sentía como los labios de Jungkook le besaban con dedicación y como sus manos lo tocaban con lentitud y pasión.
TaeHyubg empezó a pensar que él nunca había sido suficiente, que quizás nunca lo fue y por eso se había ido con Park Ambar.
Con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada le pidió a Jungkook que parara y éste, asustado, de inmediato lo hizo.
—¿TaeHyung, qué te pasa?— le preguntó Jungkook.
Él negó repetidas veces y comenzó a llorar. Jungkook se re incorporó en la cama, sentándose. Atrajo a un frágil TaeHyung en sus brazos y lo envolvió en un fuerte abrazo lleno de besos en su cabello susurrándole que se calmara.
—Me siento tan sucio.— lloraba. Jungkook cerró sus ojos con fuerza, susurrándole varios no—.
Me siento como una zorra ahora mismo.
—No digas eso, amor. No. No llores más.
TaeHyung se aleja un poco de él, desliza una de sus manos hacia la cabellera rebelde del mayor y delicadamente empieza a jugar con su pelo.
Éste es tan suave y sedoso.
El menor está tan callado que Jungkook empieza a sentirse nervioso.
—¿Dices todo esto por Ambar?— se escucha en un susurro. Jungkook está mirándolo, pero el menor ni siquiera lo ve hasta después de varios segundos. Aquellos ojitos, que siempre han estado llenos de vida, ahora están rojizos—.Yo... No sé ni porqué lo hiciste. S-Se supone que tendríamos que estar hablando de esto y-y yo me dejo que me toques y me beses, esto está mal.
—Yo tampoco sé. —dice en un hilo.
Los ojos de Jungkook se van a un punto fijo del cuarto, recordando aquellos vagos recuerdos llenos de imperfecciones y lamentos.
Y luego su mente se convierte en una guerra entre el odio y el dolor con el pasado.
En el que él es el guerrillero indefenso y Ambar es su más grande enemigo.
Aquellos actos impulsivos...
Aquellos engaños llenos de rencor y envidia.
Esa mujer, tan joven y llena de maldad, cubierta como un hermoso clavel; cuando solamente está marchita por dentro.
TaeHyung lo observa durante esos segundos, deseando saber cuáles son sus pensamientos.
—¿Por qué no me dices la verdad?
Jungkook suelta una sonrisa llena de melancolía, sin embargo no lo mira.
—¿La verdad? — el menor asiente—.
Yo solo... Estaba tan acostumbrado a tener lo que quisiera, que... cuando tú viniste a mi vida, me fue muy difícil no tenerte. —comienza—. Tú eras tan adorable y hermoso ante la vista de todos, que la idea de que no fueras mío.... me causaba cólera. Me daba miedo. Yo no quería a Ambar, no.
Me era una persona detestable y...
TaeHyung lo encara.
—¿Por qué te empeñas tanto en mentirme?.— le grita y éste aturdido se calla. El menor cómo puede trata de limpiarse las lágrimas—. Es decir... Kookie, no es la primera vez que me mientes. Yo... Yo trato de preguntarme el porqué no confías en mí p-pero no lo entiendo. Siempre me gusta escucharte, aunque hables poco a comparación de mí y a veces no te entienda cuando hables de deportes, pero siempre hago por comprenderte.— sus labios están sumidos en un puchero que intenta evitar pero no puede—. Me hace sentir tan mal cuando me entero de cosas de tu vida que no salen de tu boca sino del resto. ¿Por qué los otros tienen que saberlo? ¿Por qué yo, que soy tu novio, no sé nada?
—Es que, TaeHyung...
—Te juro que estos días traté de entender el porqué te ibas con ella.
¿Era solamente porque yo no te aceptaba? ¿Te frustrabas tanto que por eso te ibas a acostarte con ella? ¿Por qué no preferías esperar por mi?
—Prefería esperar por ti.
¿Cómo decirle aquello?
¿Cómo decir aquellos engaños que había tenido?
¿Cómo TaeHyung iba a comprender que no era por su voluntad que se había acostado con ella?
¿Cómo decirle la verdad cuando parece una mentira?
—Hay cosas que son difíciles de entender.— se defiende, pero no porque sea justificación—. Tan difíciles que no pueden decirse.
No por ahora. —Jungkook siguió diciendo—;Quizás no pueda decírtelo ahora, porque estás molesto conmigo y tienes todo el derecho. Pero... Tienes que saber qué cosas así no las haría apropósito y mucho menos siendo tú. Es raro cariño que, no te des cuenta lo encantado que me tienes.
—Te traigo encantado que por eso te acuestas con ella.— Jungkook suelta un suspiro.
Paciencia, paciencia... Eso necesita—.Quizás JiHyuk tenía razón, yo no debí aceptar esta salida.
Jungkook trató de mantener la calma.
—¿Le harías caso a ese tarado?
El menor se alza de hombros.
—es un buen amigo.
—TaeHyung, ¿Acaso no notas algo mal en él?
—¿Por qué no te agrada, Jungkook?
¿Él que te ha hecho?
Jungkook aprieta su mandíbula fuertemente.
—Nada.
TaeHyung se re incorpora para verlo.
—Nos estamos haciendo daño...
¿Eso está bien? —Jungkook niega—.
¿Qué estamos haciendo mal?
El mayor logra recostarse en la cama, recostando también a TaeHyung en su pecho, quien lo abraza fuertemente por la cintura y lo ve desde abajo.
—Tú nada, TaeHyung.
Comienza a acariciar su cabello, sumido ahora en pensamientos extraños.
—¿Kookie?— susurra el menor-.
—¿Mm?
—No vamos a terminar, ¿verdad?
—pregunta con miedo-.
—No. No podría soportarlo.
TaeHyung besó su cuello incontables besos y permaneció ahí sintiendo el varonil aroma de Jungkook
—Permíteme ese derecho.
—Ya lo tienes.
Jungkook sonrió melancólico.
Su relación estaba siendo como una montaña rusa llena de altos y bajos.
Pero eso le gustaba.
Le gustaba permanecer allí por más que le doliese.
Permaneció así durante varios minutos;
pensando y acariciando el cabello de su novio.
La respiración del menor comenzó a ser pesada, así que Jungkook afirmó que pudo haberse dormido.
Había algo en TaeHyung que lo mantenía atado, pensó en ello desde la primera vez en que lo conoció.
Él tenía algo especial.
Algo que lo mantenía a su lado.
—Podemos ser polos opuestos, sí.
Eso no me impide que no tengas que confiar en mí, pude haber cometido un error, quizás dos o puede que diez, pero no dudes que siempre te permanecí fiel. No podría despreciar el hermoso regalo que me ha dado la vida.— sonrío hacia el techo, sintiéndose afortunado de tener al ladrón de su corazón a su lado—.
¿Cuál es tu capacidad para hacerme sentir tan vivo? ¿Cómo haces para que tus brazos sean mi hogar? Son cosas que nunca dejo de pensar.
No sé a dónde llegaremos, tampoco puedo prometerte algo perfecto porque no conozco el destino. Pero si vas a permanecer a mi lado; quiéreme y bésame. Y si quieres destruirme; destrúyeme. Tienes la capacidad de hacerlo, eres el único que puede. Si eso implica tener un poco de ti, entonces haz conmigo lo que quieras.
Quiso decir más.
Pero le pareció inútil, porque TaeHyung estaba durmiendo, así que estaba platicando solo.
Sus ojos comenzaron a pesarle, no sabía qué tan tarde era, así que se dejó llevar por el sueño.
Al cabo de quince minutos, TaeHyung seguía conteniendo sus ganas de llorar. En ningún momento se había dormido, solo había permanecido despierto, perdido en sus pensamientos.
Su corazón latió como nunca al escuchar a Jungkook decir aquello.
Creyó que era el momento indicado para dejarse llevar por su corazón.
Con todo el amor, con voz de susurro, dijo.
—Te amo.
Luego de ello observó hacia arriba, esperando una respuesta. Pero fue inútil, Jungkook ya estaba dormido.
Sueltan algún spoiler o algo parecido y las bloqueó:)
𝐛𝐨𝐧𝐢𝐭𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐜𝐚𝐫𝐚𝐦𝐞𝐥𝐢𝐭𝐨𝐬♡
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