𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸.

—Kookie... —llama él elevando su rostro hacia el mayor. Puede sentir la respiración suave en su pecho, mientras con una mano brinda caricias en su cintura.

—¿Mmm? — dice Jungkook. El cielo está adornado de nubes con diferentes tamaños y formas.

El cantar de los pájaros decora como fondo musical el paisaje. Jungkook está recostado en el césped y el menor también lo está pero con su
cabeza recostada en su pecho.

—¿Puedo tomar tu mano? —se escucha decir, tan bajo y suave que al pelinegro le es difícil escuchar. Suelta una sonrisa y baja la vista hacia el menor, quien con aquellos ojos marrones está observándolo con amor.

Jungkook no contesta aquello, solo desliza su mano por el brazo de Taehyung hasta llegar a su mano.

Su piel es tan delicada y suave que el pelinegro pasaría todo el día tocando de ella.

Toma su mano y en un dulce gesto entrelaza sus dedos, haciendo que a Taehyung se le escape una risita boba y bese su mejilla.

Al menor le gusta jugar con sus manos, pues éstas son fuertes y firmes, acompañadas también de unas cuantas cicatrices, siendo testigas de antiguas peleas callejeras e historias del pasado que a Taehyung le hubiese gustado saber.

No es como si no supiese nada de él, pero habían comentarios o anécdotas que Jungkook prefería omitir sobre sí mismo.

  Como lo que era o lo que hacía antes de conocerse.

Taehyung levanta su torso y recuesta su pecho encima del de Jungkook, éste se sorprende por un momento pero de inmediato toma las caderas del menor. El menor reposa su mentón en sus brazos mientras mantiene una conexión de miradas
con la del mayor.

Solamente en uno, como si fuesen
solo uno.

Las palabras no son necesarias, la química que hay entre ambos es notoria y no es necesario decir algo para saber qué es lo que ambos sienten. Jungkook acaricia el rostro del menor, éste de inmediato se sonroja mientras siente el dedo cálido de Jungkook tocarlo con delicadeza y tomar sus cabello en suaves caricias.

Taehyung cierra sus ojos disfrutando del toque. Jungkook agradece que lo haya hecho porque esta observándolo como un tonto maravillado, pues éste es un niño hermoso y delicado.

La corona de frores lila que adorna su cabello lo hacen verlo aun más tierno y de porcelana.

El pelinegro siente un dolor en su pecho, uno indescifrable y lleno de soledad en el que hace años venía estando sintiendo.

Pero esta vez era diferente, éste es sensible y melancólico; se pregunta qué es esto que está sintiendo, qué es aquella sensación eléctrica que corre por su cuerpo.

No entiende la batalla guerrillera de sus pensamientos, tampoco entiende del porqué cuando está con Taehyung se siente seguro.
 
Es una sensación mezclada con sentimientos extraños y bonitos, por primera vez en su vida cree sentirse completo y seguro.

Se siente agobiado por ello, su respiración se entrecorta y su corazón se oprime.

Aquel sentimiento es hermoso, estando cerca de Taehyung se siente amado y seguro.

Seguro, a salvo, como si estuviese en
casa.

Taehyung levanta su cabeza y opaca la vista del cielo que ahora Jungkook estaba viendo.

Sus miradas vuelven a encontrarse y en el rostro inocente de Taehyung puede revelarse un amor que no tiene miedo de demostrar y no se siente inseguro de hacerlo tampoco.

El pelinegro muerde levemente su labio, el rostro del menor está a una distancia tan corta con la de él, puede ver cada una de sus delicadas facciones detenidamente y siente como su respiración se va entrelazando con la suya.
 
El menor susurra tan cerca de sus labios.

Éstos son tan rosados y delineados que Jungkook siente gemir a sus adentros.

No se da cuenta cuando cierra sus ojos y disfruta de su cercanía, tampoco es consciente en lo débil que ésta siendo frente al menor.

—Tú corazón late muy rápido, puedo sentirlo.— susurra y relame sus labios, como si encontrar las palabras correctas le fuera difícil.—Solo... Por favor... Dime que late así por mi.

Entones el pelinegro abre sus ojos y lo mira.
 
Él sabe que no está siendo el mismo, él sabe que con el menor existe otro Jungkook que ni él mismo ha conocido, sin embargo éste es el que le gusta. Él sonríe.

—Late mucho más fuerte. —declara y ambos sueltan una sonrisa juguetona.

Como si los dos supieran que eso así es y no hay del qué preocuparse.
Jungkook aparta unos cabellitos rebeldes de su bello rostro. No besarte es una tarea muy complicada.

Y Taehyung se sonroja.
—Kookie...

—Dime.

El menor parece entretenerse con la mejilla de Jungkook y con sus dedos finos empieza a jugar con ella. —Llevamos solamente dos meses de conocernos. ¿P-Por qué..? —parece sentirse nervioso, se nota por su voz y el desvío en el contacto visual.

—Vamos Taehyung, dímelo. —le alienta y entonces el menor se arma de valor y vuelve a verlo.

— ¿Por qué nos comportamos así? —dice y antes de que Jungkook conteste, él sigue.— Comportándonos como si fuésemos todo, pero... no somos nada.

El pelinegro traga en seco.

Y sí, Taehyung tenía razón.

¿Por qué se comportaban como si hace años se conocieran? Entonces Jungkook toma las mejillas del menor y les da un leve apretón.

—¿No sientes algo fuerte? Me refiero... al estar juntos. ¿No sientes algo que... —los ojos de Taehyung empiezan a brillar, como si aquello fuera algo que deseaba escuchar.—¿algo que nos hace bien? —Taehyung asiente.— Sé que es muy temprano pero... Pero se siente bien estar contigo. —sonríe y luego su vista parece quedarse ida.—Me siento tan... vivo. —Entonces de nuevo observa al menor.

— Taehyung, yo solo quiero y anhelo que estés sintiendo lo mismo que yo siento, este sentimiento lindo y sincero, y la verdad; no deseo ser el único que se esté dejando llevar por el amor.

Y si, eso era justamente lo que el menor quería escuchar. Y de igual manera, eso era justamente lo que Jungkook quería confesar.

Taehyung lo envuelve en un abrazo, uno lleno de sentimientos encontrados.

El sentimiento de ambos ha florecido tan rápido y el menor se ilusiona mientras se embriaga del aroma de Jungkook.

Quizás este sea el amor del que su madre habla, del que con palabras no puedes expresar pero lo sientes. Y lo sientes de una manera tan profunda que sabes que es real.

El amor verdadero del que su madre contaba.

Esta vez es momento de que Taehyung hable.

—Esto es fuerte, Jungkook. El sentimiento es fuerte.

Jungkook toma por sorpresa al menor; empujando su cuerpo hacia adelante, logrando que Taehyung quede tumbado en el césped y éste pueda quedar arriba.

El menor se ríe y el pelinegro le acompaña.

Jungkook desliza sus manos buscando las de Taehyung, y al encontrarlas logra entrelazarlas. Dejando sus brazos a un lado de su cuerpo, siendo acorralado.

Entonces Jungkook cierra la primera promesa de muchas.

—Quiero ser siempre tuyo.
Solo permíteme que siempre seamos nosotros dos.

—¿Ningún tercero?

—Ningún tercero, ni tercera.

Taehyung muerde su labio, esto es hermoso.

—Solo tú y yo.



_______Época Actual_______


Para: Jeon Jungkook

Mantenías una vida sin preocupaciones, sin reglas que te sobrepusieran en el camino, sin ataduras que te absorbieran y sin compromisos que te hicieran sentir atado.

Tu vida era un desorden pero para ti era tu propio orden. Creías estar en lo correcto.

Te sentías tan completo y a la vez tan vacío.

Todos creían que eras un caso perdido, con tus actitudes intimidantes y tu reputación atemorizante. Al principio creían que eras un idiota, pero luego dijeron lo contrario.

pero espera, para mí lo sigues siendo.

No alguien bueno, un completo idiota.

No eres más que un estúpido interesado y creo ser el único que se ha dado cuenta de ello.

Los rumores me dicen que antes la droga y el alcohol eran tus fieles acompañantes del día a día y que el sexo se te era como respirar; o sea una necesidad.

Gracias a ello creo que lo he entendido.

Significa que por ello eres un maldito enfermo.

Tú y yo sabemos a lo que me estoy refiriendo. No te hagas el estúpido, porque sé que eres lo suficientemente astuto.

Porque, vamos, ¿Cómo creer en alguien que antes fue un obsesivo drogadicto?

¿Cómo poder confiar en alguien que dice que ha cambiado?

Si, quizás -solo quizás- haya que creer, pero no en ti.

Todos dicen que fue Taehyung.

Que gracias a él todo lo que eras antes se ha ido. Que cada salida a un bar, se había convertido en cada noche para hablarse por celular. Que cada billete para cigarrillos y alcohol, se convirtió en ramos de rosas, osos de peluche, regalo ridículos, tiernos y caros.

Que cada  insulto hacia todos, se convirtió en palabrerío tierno y bonito solo hacia él.

Al igual que dicen, que cada felicidad maliciosa se convirtió en latidos rápidos y sonrisas tontas. Y que aquellas noches desenfrenadas desaparecieron y dieron espera para aquella persona que decidiera entregarse.

Al principio, he de reconocer, que me sorprendí de tus actos, pero luego pensé;

"Si lo quiere utilizar para su muñequito sexual, entonces tiene que aparentar"

Entonces me reí de mi mismo y me sentí un genio por ello.

Claro, el mundo ya sabía antes de tu bisexualidad, ¿y cómo no sentirse interesado por ese ser tan hermoso y tierno, lleno de felicidad y amabilidad?

Lo gracioso es, ¿Quién te dijo que eras digno de merecerlo? ¿Quién te dijo que un ángel habría de interesarse en el mismo diablo?

Por un momento creí que estaba exagerando.

Pero en todo este tiempo te he observado.

Los hematomas que adornan en su blanquecino cuello son marcas de tus sucios y depravados actos.

Seguramente vives insinuándole todo el tiempo solo porque eso es lo que necesitas.

Aunque déjame decirte qué actúas muy bien el papel de novio enamorado e interesado.

¿Pero qué quieres de él? ¿Piensas seguir a su lado hasta que te hayas aburrido? ¿Qué es lo que quieres?

También por otra parte, y la más jugosa e importante de todas, creí que las historias podrían ser ciertas; el que realmente estabas interesado él. Estaba apunto de creerlo, lo juro. Pero yo no soy idiota y prefiero enterarme de las cosas más a fondo de lo que crees.

¿Y sabes? Me imagino lo difícil que pudo haber sido para ti esperar un año para que Taehyung aceptase una cita, que aceptase ser tu novio y que principalmente aceptase tener relaciones contigo.

Quizás te admiraba en eso, porque un año es demasiado para esperar y me he de imaginar cuantas ganas tenías de arruinar su mente pura.
Claro, eso era antes de enterarme lo que realmente hacías cuando te sentías frustrado.

Lo que realmente hacías al molestarte y estallar en frustración cada vez que Taehyung te decía que "no".

Quizás te preguntabas como él no podía aceptar salir contigo si eras tan amoroso y dulce con él.

Y al estar frustrado y mal humorado, le decías aquella misma noche que irías a casa de Hoseok para estudiar. ¿Pero qué crees? Me he enterado que no lo hacías en realidad.

Visitar la casa de Hoseok... ¡Que ingenuo!

Eso solo era tu suave mentira.

Más bien buscabas a alguien quien pudiera satisfacer tu frustración y necesidad, y obviamente la primera en aquella lista era Ámbar, siempre dispuesta para ayudarte.

Al final, terminabas pasando con ella toda la noche y no precisamente para estudiar.

Pues tú sabes perfectamente haciendo qué.
 
¡Quién imaginaria que Ámbar terminaría siendo tu pequeño amorío!

Ya lo había sido años anteriores...
¡Pero, por favor!

¿No se supone que ya estabas enamorado?

Mientras Taehyung creía en tu maldita mentira, imaginándote estudiar con tus mejores amigos y sonriendo por ti.

Y en realidad tú estabas revolcándote y ocupándote de tus pequeños desahogos que no eran más que traiciones.

¿Te imaginas a Taehyung ilusionado, pensando en lo tanto que te amaba y que al parecer su amor le era correspondido?

¡Oh, pero si tan solo hubiera sabido lo que realmente hacías!

¿Cuántas mentiras le estás guardando todavía?

¿Cuánto tiempo seguirás ocultándole?

¿Creías que nadie iba enterarse de tus hechos? Porque lo lamento Jungkook, yo me he enterado.

Atte;
Jihyuk.

 
Jungkook arrugó en un puño aquella hoja de papel y con una furia impregnada a mil caminaba por los pasillos del colegio buscando a un chico castaño que en su imaginación mantenía pegado estúpido
en su frente.

No le importó en absoluto la gente que iba rozando o tirando en el camino.

Estaba lo suficientemente furioso como para detenerse por cualquier cosa o persona.

Sus manos estaban envueltas en un puño y sus nudillos estaban blancos de la fuerza que éste mismo estaba haciendo.

No sabía cómo había llegado aquella carta a su mochila, pero apenas había iniciado a leerla y ya sabía que ésta no le daba muy buena espina.
Ni siquiera le había sido necesario leer tres lineas como para darse cuenta que se trataba de Jihyuk. Y por supuesto, aquella carta no era para nada buena.

Entonces, después de dirigirse a los vestidores y abrir la puerta de un fuerte portazo, lo observa a él.
Está solo y no hay otro que lo esté acompañando. Jihyuk, como si lo estuviese esperando, gira hacia él y le sonríe de una forma cínica que logra alterar los furiosos sentidos de Jungkook.

Peligrosamente se acerca hacia él y aunque Jihyuk trata de hacerle frente, el pelinegro es mucho más rápido y de un solo empujón logra que retroceda y se golpeé estruendosamente la espalda en los casilleros.

—¿Qué mierda está pasando contigo?.— grita y quizás en otro momento a Jihyuk le hubiese dado miedo aquello. Tras observar el reflejo en sus ojos llenos de odio y frustración, él le suspira.

El pelinegro lo sostiene de su remera, que está envuelta en un puño mientras lo observa fijamente, Jihyuk es tan descarado que solo sonríe hacia él y contesta:

—¿Has recibido mi carta?

Y como respuesta obtiene otro golpe contra los casilleros y se aguanta un quejido de dolor.

Jungkook muy en el fondo quiere contar hasta diez y calmarse, pero también muy superficialmente reconoce que quiere golpearlo. Y en este momento le es preferible hacerle caso a los instintos que a la cordura.

—¿Qué estás tramando tarado? .— y en ese momento Jihyuk impone fuerza y empuja a Jungkook para que éste lo suelte.

—¿Qué estoy tramando?.— pregunta burlón—. ¿Por qué tramaría algo que tú has hecho con tus propias decisiones?

—¿de dónde te has sacado estas cosas? ¿Quién te ha dicho tales mentiras?

Entonces, para su colmo, él se ríe estruendosamente. —¿Mentiras? ¿Yo? ¿Cuáles mentiras? Deberías preguntárselo a Ámbar, quizás refresque tu mente aquellos
buenos y tentadores
recuerdos. Dime, Jungkook. —le llama y luego se sienta en el banco, palmeando a su lado un espacio para que el pelinegro pueda sentarse.

Pero él no le responde, no está para rodeos.

—Cuéntame de aquellas noches desenfrenadas.

Pero no, Jungkook no quiere contarlas.

Tampoco quiere recordarlas.

Esos son errores del pasado.

—Jihyuk —le dice y éste alza las cejas.— ¿Por qué no vas a buscarte una vida?

Éste de pronto se pone en pie y le empuja.

—¿Una vida? —le escupe.— ¿Por qué no te dices eso a ti mismo cada vez que no dejas respirar a Taehyung?

Entonces el pelinegro, cegado por el enojo, alza la voz tan fuerte y estricta, que quizás logra escucharse en las bancas del campo, donde se encuentran sentados algunos jugadores del equipo y se ven entre sí con los ceños fruncidos. Luego, escuchan otra voz conocida que se alza de la misma manera como la anterior. La reconocen como Jihyuk, pero...

¿Qué está pasando allá adentro?

—¿¡Por qué mierda todo es Taehyung, Taehyung y Taehyung!?

—¡Porque me gusta Taehyung!
¡Quiero el bien para él! No quiero que esté con alguien enfermo e idiota que no se conoce así mismo. Alguien que solo sirve para ilusionarlo.

—¿¡De dónde te sacas tanta mierda!?

Esta vez Jihyuk se siente furioso.
 
—¿Por qué no simplemente admites, que mientras luchabas por estar con Taehyung te ibas al mismo tiempo con Ámbar a revolcarte? ¡Y sé que era para desahogarte de la frustración que Taehyung te mandara al carajo! ¡Pero simplemente no lo entiendo!

—¡Sí, bien! .— maldice y golpea el casillero más cercano tan fuerte que Jihyuk pega un brinco—. ¡Me acostaba con Ámbar! ¡Tuve sexo con ella! ¿Feliz por eso?/¿Quieres que lo repita?

Y Jihyuk sonríe victorioso, pero en los ojos de Jungkook puede verse aquel sentimiento de culpa de un error imperdonable.

Aun así, el pelinegro no se da cuenta de ello.

Y justo en el momento en que quiere soltar una carcajada de burla, su risa se le ve interrumpida.

—¿y yo cuando iba a enterarme?.— se escucha una voz por detrás, que capta la atención de ambos chicos y que giran para verlo.

Ahí frente a ellos se encuentra el mismo Taehyung, que saber desde que momento estaba ahí de pie presenciando todo.

La diversión para Jihyuk se ha esfumado y solo queda mudo.

Pero el corazón de Jungkook se ve humillado e incluso destrozado cuando ve las lágrimas de aquella persona amada caer.

El menor se ve tan pequeño y frágil que Jungkook solamente quiere ir a abrazarlo y explicarle todo como realmente es.

Pero el menor no piensa escucharlo.

Porque ya ha escuchado lo suficiente como para que el corazón empiece a rompérsele.

En el momento en que Jungkook da un paso hacia él, Taehyung retrocede dos.

—¡No me toques! — le grita a y trata la manera de ahogarse un sollozo pero le es inevitable.—  Jungkook... Por favor, solo dime que no es cierto.

El corazón del pelinegro se acuchilla y no hay palabras que salgan de su boca que lo nieguen.

Taehyung hace un puchero.
¿Entonces era cierto?

Aquellos lindos ojos ahora están teñidos de rojo y con un hilo de voz logra susurrar. —Eres un idiota e imbécil. Pero yo soy el más idiota por creerte tantas mentiras.

El vocabulario de Taehyung.
No, él no es así.
La realidad cae como bote de agua fría hacia Jungkook.

—Bebé... Cielo... Solo déjame expli...

Pero Taehyung no quiere verlo, así que sin dudarlo y con las lágrimas abultadas en sus ojos, sale corriendo lo más fuerte que pueda.
 
Y quiere correr tan lejos que es la primera vez en que desea que Jeon Jungkook no esté a su lado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top