❥𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑒

» — ¿Papi?

Taehyung observó, sorprendido, al castaño entrar en la habitación y cerrar la puerta, golpeándola con fuerza contra el marco. El pelirrojo decidió retroceder en la cama, su papi lucía realmente furioso, la espalda del menor chocó contra el respaldo de ésta, él se encontraba sentado, llevando solo unas pequeñas bragas rojas de encaje, que se apretaban a su pelvis.

—Ya te había dicho que no me gusta compartir lo que es mío. —El tono de voz de Jungkook era más bajo y su voz era fuerte, en ella se podía distinguir su enojo, pero TaeHyung no entendía por qué se había enojado.

TaeHyung ladeó un poco la cabeza luego de asentir como respuesta a lo que había dicho su papi, a la vez que intentaba recordar en que momento había hecho algo que no debía, mientras que el castaño se acercaba a la cama y se sentaba en la esquina de ésta. El pelirrojo llevó su mirada hacía el otro, ya que sus movimientos le habían llamado la atención, y pudo observar como éste se estaba desvistiendo, quitó su camisa por encima de su cabeza y luego su pantalón, levantando las piernas de la cama mientras lo hacía. TaeHyung lo miraba atento.

—Recuéstate sobre la cama boca arriba y abre las piernas. —Ordenó Jungkook y TaeHyung inmediatamente hizo lo que se le pidió luego de responderle con un "si, papi".

El castaño terminó de quitarse el pantalón y se aproximó al pelirrojo, posicionándose entre sus piernas, éste estaba acostado sobre la cama con las piernas abiertas, como Jungkook se lo había ordenado, y una erección que deformaba un poco el tanga que llevaba puesto, su pene tiraba de la tela hacía arriba. Jungkook al ver esto mordió su labio inferior y comenzó a acariciar los muslos del pelirrojo, con una de sus manos acarició superficialmente la glande del pene de TaeHyung, quien soltó un leve gemido a causa de esto.

—Ponte en cuatro, bebé. —Jungkook volvió a hablar con su tono imperativo.

—Sí, papi.

TaeHyung se dio vuelta sobre si mismo, acomodándose como se lo había ordenado el castaño de forma rápida y torpe. Cuando TaeHyung ya estuvo sobre sus codos y rodillas Jungkook se acercó a él por detrás y le pegó fuerte en una de las mejillas del culo.

— ¡Papi! —Murmuró el pelirrojo en un gemido, no muy comprensible ya que terminó.

Jungkook sonrió al escucharlo y sintió como la sangre de su cuerpo se dirigía hacía su pene, logrando que se endurezca aún más. Volvió a pegarle en la misma mejilla y vio como ésta se comenzaba a enrojecer, él amaba la piel pálida del pelirrojo, ya que ésta se marcaba fácilmente por cualquier cosa que él hiciera con sus manos en él.

En la habitación lo único que se escuchaba eran los gemidos, jadeos y respiraciones agitadas de TaeHyung y el sonido que provocaba la palma de Jungkook sobre las mejillas del culo del otro chico, las dos mejillas del pelirrojo estaban rojas, casi bordo, por lo que el castaño decidió que era momento de dejar las nalgadas de lado por un momento, así que bajo su bóxer, liberando su erección y haciendo que ésta roce ligeramente contra el trasero del pelirrojo. Éste al sentir aquello giró su cabeza y mordió su labio inferior al ver el hermoso miembro que tenía el castaño, él notó eso y soltó una fuerte carcajada

—Cabeza al frente, TaeHyung.

TaeHyung obedeció perezosamente y con un leve puchero en sus labios, él quería ver la polla de su daddy. —Sí, papi.

Jungkook sonrió al oír aquello, la palabra papi lo ponía de sobremanera.

Con ambas manos tomó las mejillas del trasero del pelirrojo, separándolas, y sin previo aviso lo penetró profundamente. TaeHyung ante aquello soltó un fuerte gemido y se fue hacía delante, apoyando todo su rostro sobre la almohada. Jungkook gimió ligeramente, comenzando a embestirlo fuerte y profundamente. Entre medio de las embestidas el castaño le pegaba en las mejillas del culo de forma dura con la palma de su mano.

...

— ¡Podrías dejar de llamarme papi y de gemir como idiota! —JiMin gritó, alterado, y TaeHyung se sobresaltó tanto que casi cayó de su silla.

Las mejillas del pelirrojo se tornaron rojas, igual a las de su culo en su imaginación, al reaccionar de lo que había hecho, ellos estaban en la cafetería en la que se juntaban semanalmente esperando a su amiga SeulGi y él había estado gimiendo en voz alta y llamando a su mejor amigo papi, pensado en su psicólogo, todos los empleados del lugar lo conocían, y eso quería decir que acababa de pasar la vergüenza de su vida.

Él necesitaba urgentemente dejar de fantasear con su psicólogo y también, buscar un nuevo lugar para reunirse con sus amigos.

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