Capitulo cinco: 𝐻𝑜𝑝𝑒 𝑦𝑜𝑢𝑟 𝒉𝑒𝑎𝑟𝑡 𝑖𝑠 𝑠𝑡𝑟𝑜𝑛𝑔 𝑒𝑛𝑜𝑢𝑔𝒉
"I have to break myself to carry on
No love and admission take this from me."
Una jaula es casi la perfecta metáfora de una relación estable. La cual necesita de dos personas para construir los barrotes que sostengan aquella construcción. Los barrotes suelen tener un largo espacio entre ellos, dando la oportunidad perfecta para escapar de aquel laberinto. Pero cuando lleva años, el metal empieza a desgastarse y se oxida. Los barrotes empiezan a chocar entre ellos, y solo queda un pequeño espacio para salir. Solo que la mayoría de las veces las personas dentro de ellas no se permiten salir haciendo chocar el último barrote, quedando sin libertad, sin amor, solo la costumbre de vivir en ella.
YoonGi y Jimin han tenido suficientes espacios,
Pero demasiado miedo para salir,
Pero ahora el menor contempla las grietas como si hubiese esperanza.
El número que usted está llamando no puede ser localizado. Por favor, verifíquelo e intente su llamada nuevamente.
YoonGi colgó la llamada por octava vez aventando su teléfono contra la cama. El mayor se sentía sumamente frustrado, llevaba días intentando localizar a Jimin quien no daba señal alguna sobre su paradero.
Luego de aquella noche en la que el corazón del pelinegro fue punzado por las manos del mayor no llegó más a casa. Al día siguiente de esa fatídica noche el mayor llegó temprano a casa, ya que quería disculparse con el pelinegro por lo ocurrido, quería demostrarle que había sido un terrible error, quería asegurarle que eso no volvería ocurrir.
YoonGi tenía la absurda esperanza de que el corazón de Jimin no estuviese roto.
Pasaron una serie de varias semanas sin que el mayor pudiese llegar a casa para recibir las buenas noches. En cambio, su cama estaba fría, y las luces seguían apagadas. No estaban aquellas pestañas descansando sobre ciertas delgadas mejillas, no había una respiración caliente golpeando contra su espalda, y aquellos sollozos que lo atormentaban de sobre manera.
Jimin no estaba, tampoco sus ganas de salir, y sus ganas de beber.
YoonGi paso varios días consumiendo más alcohol de lo que bebía regularmente. Aumento la dosis sin saber que por poco casi cae en un coma etílico. Pero eso nunca lo sabría el pelinegro que estaba caminando por la misma avenida donde sus lágrimas se mezclaron con la lluvia haciendo un infinito océano, y pequeñas manchas causantes del dolor que había sentido hace tiempo.
Eran alrededor de las siete, y YoonGi se encontraba descansando sobre el sillón de la sala con su camisa empapada en sudor, su cabello rubio algo brillosos y grasosos, y un cigarro apagado en su mano.
El ruido de unas llaves lo despertó de su sueño para encontrarse con la sorpresa de que era Jimin quien había ingresado al apartamento.
-Jimin.- Masculló el mayor levantándose de su sillón algo sobresaltado por la presencia del pelinegro.
También fue una sorpresa para el menor ver que YoonGi se encontraba allí tan temprano, incluso reviso la hora en su reloj verificando que no estaba confundido sobre el tiempo, o que esto no era una especie de sueño.
-Solo vine a buscar unas guías que necesito para fonética. Las tomo, y me voy.- Finalmente hablo Jimin en un tono neutro sin mirar directamente a YoonGi.
Jimin empezó a caminar por la sala principal para buscar en un pequeño cajón una serie de guías que necesitaba para la universidad.
YoonGi se quedó paralizado hesitando si debía o no acercarse al pelinegro. En ese tiempo noto como su pantalón le quedaba algo grande, ciertamente el pelinegro había perdido algo de peso, y sus ojos se veían como si hubiese llorado una gran cantidad de minutos.
Jimin termino de tomar las guías que necesitaba metiéndolas en el bolso que llevaba para empezar a caminar hacia la puerta. Cuando sintió una mano tomar de su brazo.
-Jimin, por favor.- Suplicó el mayor a Jimin que se encontraba de espaldas casi ingresando sus llaves en la cerradura para irse.
Jimin mordió su labio inferior indeciso sobre lo que debía hacer. Finalmente empezó a mover su brazo intentando zafarse de su agarre.
-Sueltame, YoonGi.- Exigió Jimin intentando no quebrarse por lo frio que estaba siendo con YoonGi.
-Jimin necesito que me escuches.- Hablo YoonGi sin dejar ir al pelo.
-No tengo nada que escuchar. Por favor.- Hablo Jimin sintiendo como su garganta picaba empezando a formarse un nudo en ella.
-He estado 3 días sin beber, y sé que no es mucho pero realmente quiero mejorar.- Empezó a explicar el mayor sin importarle lo que había dicho anteriormente el pelinegro que tenía sus ojos cerrados moviendo su cabeza en forma de negación -Quiero mejorar por ti.- añadió haciendo que Jimin voltease a mirarlo pero este no le devolvía la mirada.
-No puedes excusar tus errores con tu adicción, YoonGi.- Respondió el pelinegro levantando su rostro para encontrarse con aquellos familiares ojos felinos que había visto por tantos años.
-Te amo Jimin- Dijo YoonGi acercando su rostro al chico bajo para intentar besarlo.
-No.- Soltó Jimin cerrando sus ojos con fuerza intentando alejarse de YoonGi pero su esfuerzo era inútil.
-Podemos poner tu cuarto de acuarelas, bebé- Dijo YoonGi haciendo que en el menor se escapara una pequeña risa.- Podemos hacer esto- Añadió YoonGi besando las manos de Jimin que empezaba a sollozar silenciosamente.
-YoonGi no puedo yo- Intento decir Jimin pero fue interrumpido inmediatamente por YoonGi.
-No digas nada. Solo quédate esta noche conmigo.- Pidió el mayor viendo al pelinegro directamente a los ojos -Extraño que me desees las buenas noches.
Jimin se quedó en silencio examinando los ojos de YoonGi que estaban llenos de dolor y confusión.
La abstinencia al alcohol había tenido un fuerte efecto en el mayor, y sus ojos se encontraban saltones, su pulso acelerado, y una terrible jaqueca que ya llevaba dos días.
Jimin vio en los ojos de YoonGi algo de honestidad también, y no pudo evitar sentir la curiosidad comprobar si su corazón era ahora elástico para decidir quedase esa noche para decirle buenas noches a YoonGi, mientras su corazón se expandía en aquellas jaula donde tenía un espacio que decidió ignorar esa noche para quedarse a dormir junto a su primer amor.
Esa noche la camisa de Jimin fue desprendida suavemente dejando expuesto el infinito lienzo de su torso que YoonGi se encargó de pintar con sus besos húmedos. Todo se sentía tan real, la fuerza de su toque, el calor creciendo en el cuerpo de Jimin dejando que su corazón dejase aquellos latidos lentos, para ser remplazado con un pulso acelerado.
No es como si hubiesen tenido relaciones esa noche, no, ellos solo pasaron la noche recordando cada cicatriz, cada arruga, cada espacio de su cuerpo, asegurándose que todavía existían, y que el amor que sentía por el cuerpo que se encontraba frente ellos era real.
Luego de un rato se quedaron dormidos uno sobre el otro, llenándose de su calor, y sus respiraciones pausadas. En cierto momento Jimin quiso sentir el calor más cerca, y se movió en busca de él , pero no encontró nada. Empezó a abrir poco a poco sus ojos para llevarse la terrible sorpresa de que YoonGi no estaba allí.
Eran casi las dos de la madrugada,
Jimin había puesto a prueba su
corazón,
Y YoonGi llegaría tarde otra vez.
El pelinegro tomó sus cosas rápidamente mientras las lágrimas se asomaban a sus ojos. No podía creer lo tonto que había sido en creer en las palabras del mayor que claramente mentía.
Camino hacia la puerta con su corazón doliendo e intentando no desmoronarse sobre él. Bajo las escaleras para cruzar la calle pero sus pasos se detuvieron al ver a YoonGi al otro lado de la acera con una botella en sus manos, sus cabellos desordenados, y sus labios rojos, al igual que la marca en su cuello que llegaba hasta su pecho.
-Buenas noches, YoonGi.- Dijo Jimin soltando una risa mientras tragaba grueso evitando sacar todo el dolor que estaba sintiendo en ese momento.
-Lo siento tanto.- Susurro YoonGi sin dejar que Jimin lo escuchara.
-¿Lo sientes? ¿Qué sientes?.- Pregunto Jimin molesto mientras sus ojos estaban cristalizados y sus mejillas enardecidas.
-Jimin yo solo bebí dos copas .- Intento articular YoonGi con la voz ronca y su mirada perdida como si no supiese lo que estaba haciendo.
-Sabes que no se trata de eso.- Dijo Jimin acercándose a YoonGi -Me engañaste.- Hablo Jimin caminando lentamente hacia al mayor.
-No.- YoonGi negó.
-Me golpeaste.- Continuo Jimin soltando una lágrima.
-No.- Volvió a negar el mayor sin ver a Jimin.
-Me estas rompiendo el corazón, YoonGi.-Dijo Jimin empezando a sollozar. -¿Sabes que intente suicidarme por esto?.- Hablo nuevamente Jimin haciendo que los ojos de YoonGi se abrieran- Que imbécil de mierda soy ¿No?.- agrego limpiando su rostro -¿Tienes algo para decir antes de irme?.
-Dame una oportunidad, Jimin. Sé que todo esto es .. demasiado jodido, y he hecho cosas horribles, y sé que es difícil. Te he lastimado lo se ¡mierda! Y sé que nunca me lo voy a poder perdonar, así como tú nunca lo harás. Pero mierda no puedo dejarte, no quiero dejarte, sé que debería pero soy un maldito egoísta lo sabes. Te amo demasiado para dejarte ir.- Explico YoonGi con lagrimas en sus ojos.
-YoonGi no puedo más, no tengo motivos para quedarme. Solo me haces daño.- Hablo Jimin intentando ignorar aquellas palpitaciones de su corazón.
-Si los tienes. Me amas, y yo te amo a ti, nadie más, solo yo.- Respondio YoonGi haciéndole sentir al pelinegro que nadie más en el mundo sería capaz de amarlo.
-Eso no es suficiente.-
-Quiero casarme contigo, Jimin..- Dijo el mayor haciendo que el pelinegro palideciera.
-YoonGi ¿Qué estás diciendo?.- Preguntó el pelinegro antes las absurdas palabras del mayor.
-No quiero decir que nos casemos como ya . Yo solo quiero comprometerme contigo, quiero que seamos una promesa, quiero nos prometamos que siempre estaremos juntos, será difícil, y sobre todo por mí, llegare tarde pero te amo Jimin. Nadie te amara como yo te amo
-YoonGi yo.- Intento decir Jimin.
-¿Quieres que seamos una promesa?.- Pregunto nuevamente el mayor esperando la respuesta de el pelinegro que estaba confundido y con sus ojos llenos de lágrimas.
Jimin no sabía qué hacer, su corazón estaba caminando entre los espacios de libertad que había en aquella jaula.
¿Cuál es el límite de amar a alguien que te ha hecho tanto daño?
¿El corazón de Jimin se rompería?
Solo la repuesta de aquella promesa podría responder esas preguntas.
Y tal vez, solo tal vez, el corazón de Jimin no estaría roto.
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