capitulo c̶̶u̶̶a̶̶t̶̶r̶̶o̶ 𝐼 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑡𝒉𝑒 𝑤𝑎𝑦 𝑦𝑜𝑢 𝒉𝑢𝑟𝑡 𝑚𝑒
"Sometimes the things we love the most
are the ones that hurt us the most."
El pelinegro estaba acostado sobre su cama a pesar de ser la seis de la tarde necesitaba recuperar una gran cantidad de sueño que había perdido la noche anterior. Comenzó a sentir como una serie de besos recorrían su vientre trazando un hermoso camino. Sus finos labios comenzaron a plegarse formando una sonrisa.
Jimin amaba sentir esa sensación cálida de paz que solo aquellos delgado labios le producían.
Unos pequeños besos húmedos empezaron a tantear su cuello, y no pudo evitar tararear un largo gemido. Revoloteo sus pestañas a medida de que empezaba a abrir sus ojos para encontrarse con aquel cabello que había visto crecer durante un largo tiempo.
-YoonGi, llegaste temprano.- Hablo Jimin con una voz que producía felicidad infinita.
-No podía esperar a verte bebé.- Confesó YoonGi con una voz áspera mientras acariciaba el flequillo desordenado de Jimin.
-Estoy tan feliz de que estés aquí.- Murmuro el pelinegro aun sintiendo el sueño tomar parte del.
-Sé que estos días no han sido fáciles, Jiminie. Pero quiero demostrarte cuanto lo siento.- Respondió YoonGi tomando nuevamente los suaves labios del pelinegro que lo recibieron de manera delicada pero perder es pizca de ansiedad que le producía el roce de aquellos labios.
-Te amo, YoonGi.- Logro articular el pelinegro un momento en el que logro separarse del agarre de los labios del mayor.
YoonGi se quedó en silencio contemplando el rostro perfecto de Jimin para empezar a humedecer sus labios como si estuviese a punto de hablar.
-Yo también te a.
Fue lo último que logro escuchar el pelinegro cuando consiguió despertarse de aquel sueño. El familiar sonido de aquellas botas entrando al apartamento fue lo que lastimosamente lo había despertado de aquel fantástico sueño.
Jimin se encontraba de nueva en esta terrible realidad en la que vivía, donde eran las cuatro de la madrugada, donde YoonGi había llegado más tarde de lo usual, y donde su corazón tal vez, solo tal vez , estaba roto.
YoonGi entró a la habitación de manera estrepitosa a causa de la cantidad de alcohol que había consumido al tiempo que sus pasos eran irregulares y aquella marca en su cuello había sido renovada. El mayor se sorprendió al observar al pelinegro que se encontraba despierto, lo cual era muy raro, porque siempre lo encontraba dormido, y al momento de acostarse en la cama es que despertaba y lograba articular las buenas noches.
Pero esta noche era diferente, Jimin estaba sobre la cama, con sus ojos abiertos, con su mirada perdida, como se estuviese paralizado por el miedo.
-Jiminnnn.- Hablo el mayor soltando una risa mientras ignoraba la expresión seria en el rostro del pelinegro.- ¿Qué haces despierto bebé?-
-YoonGi tenemos que hablar.- Soltó el pelinegro con la mirada baja.
-¿Hablar?.- Repitió YoonGi mientras se quitaba su camisa blanca para dejar expuesto su abdomen marcado - ¿Sobre queé?.-
-Sobre muchas cosas que me tienen preocupado, YoonGi.- Confesó el pelinegro no muy seguro de lo que estaba haciendo.
-¿y se puede saber qué mierda te tiene preocupado?.- Preguntó el mayor alzando la voz. Cuando YoonGi tenía un grado de alcohol tan alto en su cuerpo no lograba controlar sus emociones, y sobre todo era incapaz de cesar su ira si llegaba a sentir algo de molestia.
-Estas llegando muy tarde.- Respondió Jimin en voz bajo entregándole una mirada triste al pelinegro.
-¿Qué?.- Pregunto YoonGi con una voz ronca acercándose al pelinegro que empezaba a sentir el miedo recorrer su cuerpo.
-Antes llegabas a las nueve, y ahora vienes en la madrugada y yo.- Intento explicar el pelinegro pero fue interrumpido por la risa del mayor.
Jimin se quedó confundido observando el aterrador comportamiento de YoonGi que paro de reír bruscamente mientras sus ojos se oscurecían.
-Yo llego a la maldita hora que se me antoje porque esta es mi maldita casa. Ok?.- Hablo en un tono seco con su rostro muy cerca de Jimin haciendo que este se sintiera intimidado.
Jimin se quedó en silencio por unos minutos sintiendo como una lagrima empezaba a recorrer sus mejillas. Lo cual fue un grave error porque esto hizo enfurecer aún más al mayor.
-Ahora ¿Qué mierda te pasa?.- Pregunto YoonGi en voz alta casi gritando al tiempo que levantaba el rostro del pelinegro.
-¿Por qué me estas engañando?.- Soltó Jimin con su voz a punto de quebrado, mientras tomaba una gran bocanada de aire ya que estaba al borde de sollozar.
-Cállate.- Dijo YoonGi con un tono molesto mientras continuaba mirando al pelinegro que soltaba unas cuantas lágrimas.
-¿Por qué lo haces, YoonGi?.- Preguntó Jimin intentando secar las lágrimas mientras se levantaba de la cama para ponerse de pie frente al pelinegro.
-Cállate.- Repitió nuevamente YoonGi sin ver a Jimin a los ojos.
-¿Ya no soy suficiente para ti?.-
Continuo preguntando el pelinegro acercándose aún más al mayor que se encontraba con la mirada baja.
-Cállate ¡Mierda!.- Dijo el mayor entre dientes mientras apretaba sus puños marcándose con sus propias uñas.
-¿Ya no me amas?.- Habló nuevamente Jimin antes de sentir con la palma de YoonGi chocaba contra su mejilla con fuerza.
YoonGi había golpeado a Jimin.
Ahora el dolor que sentía Jimin no era emocional,
El dolor que estaba sintiendo era físico,
Ahora las marcas que había en su corazón combinaban con las de su piel.
Jimin se quedó unos minutos en silencio, estaba en un largo shock, y el mayor también. Ambos estaban paralizados por lo que acababa de ocurrir. Jimin jamás imaginó que aquellas manos que le habían brindado tanto amor y cariño, ahora lo lastimaban de esta manera.
Luego de unos minutos el pelinegro empezó a sollozar en voz alta. No podía controlar todo lo que estaba sintiendo en ese momento, su estómago se contraía y su garganta se secaba, a medida que las lágrimas humedecían su rostro, y su ropa.
YoonGi salió de su trance a causa del ruidoso llanto del castaño que lo hizo enfurecer aún más.
-Basta, Jimin.- Hablo YoonGi aun con un tono molesto de advertencia.
Jimin por su parte sollozo aún más fuerte sin saber qué hacer.
-He dicho que pares. Mierda.- Repitió el mayor inútilmente ya que Jimin era incapaz de controlar su llanto.
-Más te vale calmarte.- Advirtió nuevamente YoonGi y Jimin intentaba cubrir su boca mientras continuaba llorando aún más fuerte.
-Te voy a enseñar a obedecerme.- Dijo YoonGi tomando de la muñeca a Jimin tumbándolo a la cama. Jimin sintió el terror recorrer su cuerpo mientras observaba al mayor tomar una de las botellas de alcohol que se encontraba en la repisa de su cuarto.
YoonGi abrió la botella mientras se acercaba nuevamente a la cama donde se encontraba el pelinegro. Se montó encima de él pidiéndole que abriese la boca, y por supuesto el pelinegro se negó rotundamente, pero el mayor tomo su mandíbula con fuerza haciéndole abrir su boca.
Cuando la boca de Jimin estuvo lo suficientemente abierta vertió un largo chorro de whiskey que cayó directamente en la garganta del menor haciendo que casi se ahogara.
-YoonGi, para ,por favor.- Hablo Jimin sintiendo su garganta arder mientras sus ojos continuaban llenos de lágrimas.
-Voy a parar cuando termines de beber todo.- Dijo YoonGi con una sonrisa en su rostro que no producía ningún tipo de calma, sino que por el contario hacían que el corazón del pelinegro se llenase de temor.
Jimin sentía cada gota de alcohol recorrer cada espacio de su garganta, era tan amargo, sentía como aquellas palabras que tenía atoradas se quemaban, haciendo que todas esas cosas que quería gritar se extinguían como se había extinguido el amor del mayor.
Jimin podía ver la sonrisa de satisfacción de YoonGi cada vez que soltaba una lágrima, y se sentía horrible.
El alcohol llenaba las venas de Jimin haciéndolo sentir confundido y perdido.
Hubo un momento que su visión se volvió borrosa cuando el líquido toxico rozo la boca de su estómago, pensó que iba a desmayarse pero no fue así lastimosamente.
Jimin luego de un rato dejo de sentir,
Su cuerpo ya no dolía,
Su garganta ya no quemaba,
Sus lágrimas se habían secado en su mejilla,
Sus palabras se habían ido,
Pero su corazón aún no estaba roto.
La última gota de alcohol tocó sus labios, y el mayor se bajó de él colocándose de espaldas a Jimin.
Ambos cayeron en un profundo sueño. En cierto punto de la noche el pelinegro escuchó al mayor sollozar mientras murmuraba silenciosos "lo siento" y fingió que no había escuchado eso, y que tal vez era un sueño todo lo que había pasado.
Pero no era así,
Esta era la realidad que Jimin vivía,
Esta era su triste vida donde lo único que pudo hacer para conciliar el sueño fue decir "Buenas noches, YoonGi" mientras caía en dormido en los brazos de un sueño que desearía vivir eternamente.
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