—¿Está bien este?.— pregunta YoonGi señalando un vaso lleno de Coca− Cola con hielo que sacó de la bandeja de un mozo. Jimin asiente sonriendo, totalmente sonrojado y algo sudado, después de bailar por horas. El mayor agarra un vaso de ron para sí mismo y vuelve a la mesa donde está el ángel. Le entrega la bebida y se sienta a su lado, sólo ellos dos en la mesa. El menor le da un trago a la bebida oscura, sintiendo la efervescencia bajar por su garganta y se queda embobado viendo como YoonGi toma todo el vaso de alcohol de una vez y hace una mueca gruñendo. Se ve muy caliente en traje, con la camisa desabotonada en los primeros botones, las mangas arremangadas y el cabello totalmente revuelto, los tatuajes en sus brazos expuestos a los ojos del menor. Sin darse cuenta se acerca y jala la manga de la camisa del mayor, lo mira de arriba a abajo con la boca entreabierta y los ojos cristalizados.

—¿Qué sucede, cielo?.— pregunta YoonGi, totalmente perdido por el niño.

El menor gruñe y se trepa a él, sentándose sobre su regazo, con ambas piernas del lado izquierdo, y lo abraza, escondiendo la cabeza bajo el mentón del mayor. Este lo rodea con un brazo y deja el otro sobre su muslo, acariciándolo. Jimin deja los labios rojizos entreabiertos y los pasea por el cuello del mayor, apenas rozando. El hombre tiene escalofríos al sentir la fría boca.

—¡Jimin! No me hagas eso si no vas a querer estar conmigo después.— se queja abrumado.

El menor sintió a YoonGi como si tuviera menos edad al decir eso, como si fuera un adolescente, pero por primera vez no le importó y sonrió para sí mismo antes de clavar los dientes y succionar, dejándole una marca roja. YoonGi juega con borde de la tela de su vestido.

—Este vestido es demasiado corto.— gruñe.

Ante eso Jimin succiona más fuerte.

—¡Sí, tiene que ser él! ¡Tiene su cabello rubio y mi vestido!

—¿Jimin? ¿Has visto a YoonGi? ¡Ay, Dios!

Jimin se da vuelta mirando a quien lo interrumpió, con el ceño fruncido y la boca totalmente roja, dejando un hilo de saliva desde el cuello del mayor, donde hay varias marcas oscuras, hasta su labio inferior.

Shinhye y una chica de cabello castaño están paradas a su lado, avergonzadas y sin creer lo que están viendo.

—Hola, Wendy, Shinhye.— sonríe YoonGi.

—¡YoonGi! ¡¿Qué le hiciste a mi hermanito?! ¡Su inocencia!

El menor se sonroja y se esconde otra vez contra el mayor, este lo abraza y les frunce el ceño a las chicas —¡no lo avergüencen!.— acaricia el cabello del ángel que está en su regazo y este ronronea, como el gatito que es.

—Lamento interrumpir sus muestras de afecto, pero te llama Yong hwa, vino alguien no muy deseado.— murmura Wendy. Al escuchar ese nombre Jimin se tensa y el mayor lo siente.

Sienta al menor en la silla donde estaba él —ni se te ocurra moverte.— dice YoonGi, con el tono de voz dominante, sabe cómo le afecta a Jimin, este asiente varias veces. Al levantarse, ambas chicas lo miran con la boca abierta y el ceño fruncido.

YoonGi las sigue, confundido, y cuando va a acomodar su pantalón ellas lo agarran, una de cada lado .—¡YoonGi! ¡¿Qué estabas haciendo con Jimin?!.— gruñe Shinhye, haciendo muecas de asco.

El mayor mira hacia abajo y ve que en efecto el pantalón ajustado no le ayuda en nada.

—¡Jimin es un niño, YoonGi!.— le regaña Wendy, sintiendo vergüenza ajena por su hermano.

—En mi defensa hizo todo él, yo ni siquiera le he dado un beso en la mejilla...

—Como sea, vino XiYeon.— su hermana le dice, sintiéndose muy incómoda. Ninguna de ellas dos la quiere.

—¿Por qué?.— pregunta el mayor, confundido.

—No lo sé, está hablando por allí con Yong hwa, supongo que ellos se llevaban bien.— Shinhye bufa, no le cae para nada bien la chica.

El mayor se acerca.

—Hola, Xi.— pone una mano sobre su hombro.

—¡YoonGi!

Jimin ve a YoonGi acercarse a una chica y esta lo abraza por varios minutos. Frunce el ceño y ve como el mayor sigue hablando con ella y su hermano, parece no molestarle que esa mujer está prendida a su cuello abrazándolo. El menor se cruza de brazos y se acerca, sin importarle que YoonGi le advirtió que no se moviera.

Cuando llega a su lado se aclara la garganta, aún con los brazos cruzados y el mayor lo mira, separando a XiYeon.

—¿Por qué estás aquí?.— pregunta confundido.

Jimin no responde, diciendo todo con la mirada; no importa, ¿quién es ella?

El mayor se aclara la garganta —ella es una amiga, XiYeon.

—Ex novia.— agrega ella rápido y le sonríe a YoonGi. Este la mira mal y Jimin lo mira mal a él. YoonGi al ver al menor tan celoso no puede evitar dejar escapar un.— aww ¡Jimin!

El menor agarra ambas manos del mayor y las deja en su cintura, abrazándolo él y tirando dagas con los ojos en dirección a XiYeon, pasando un brazo por la nuca de YoonGi. Este sonríe contento, sosteniendo al chico en sus brazos.

—Mío.— susurra Jimin.— mío, mío, dijiste que eres mío.

—Yo no dije eso.— responde YoonGi en el mismo tono, pero aún sonriendo.

—Veo que se hicieron amigos.— esa voz dice. Jimin ignoró totalmente el hecho de que está Yong hwa aquí, sin darse cuenta.

—La verdad espero más que eso .— murmura el mayor — bueno, vamos a estar por ahí, vamos Jimin .— el mayor saca a Jimin de ahí antes de que XiYeon tenga la posibilidad de volver a decir algo.

Jimin sigue con el ceño fruncido cuando llegan a la mesa.

—Ni viy i inimirirmi di ti, iris miy jivin — YoonGi se burla de las palabras que dijo el menor antes.— ya te gusto.

—No estoy enamorado de ti, te conocí hace un par de horas, sólo no me gusta ella.

—¡Jimin! — se queja — antes de eso me marcaste varias veces — le enseña todas las marcas de su cuello y clavículas.

El menor se sonroja, pero se siente orgulloso de haber hecho eso, de alguna manera — eso es porque estaba agitado después de bailar tanto y te veías caliente tomando ron.— hace un puchero.
 
—Puedo verme más caliente haciendo otras cosas.— le guiña un ojo a Jimin y este bufa pegándole un manotazo en el brazo.

—Como si fuera a dejar que te metas en mi vestido el mismo día que te conocí.

—Estoy bromeando, ángel.— YoonGi sonríe tanto que parece que va a explotar y Jimin no puede evitar sentirse extremadamente feliz al ver lo que causa en el joven adulto.