Capitulo: 36 [Final parte II]

Capitulo dedicado a : KimNatalia1






YoonGi no recuerda con exactitud lo que sucedió después en la fiesta.
Justamente, cuando miró a JiMin partir de ella, siguió a XiYeon al jardín trasero.
Tampoco tiene idea de dónde salió XiYeon o quién la invitó, pero cuando le preguntó a SeokJin, éste le dijo:

--Yo nog la invitég. --aseguró por milésima vez, con todo el cereal en la boca mientras miraba televisión. YoonGi apenas logra entenderle a lo que el rubio traga y vuelve a decir--.
Yo no la invité.
Seguramente escuchó el rumor de la fiesta en tu casa y vino, así como lo hizo JiMin.

YoonGi quedó pensando.
Eso tenía sentido...
Pero mientras más lo pensaba, más fruncía el ceño. Recuerda dejarse guiar por XiYeon al jardín para alejarse de JiMin. YoonGi está tan abrumado por la discusión que tolera la presencia de ella y ni siquiera se queja cuando ésta toma de su mano.
Y si se pone a pensar con todo y detalles, recuerda que también XiYeon le ofreció un trago y luego YoonGi, para quitarse el estrés, tomó otro, luego otro, y otro, y otro más; hasta ponerse borracho del todo y al punto de que ya no recuerda lo que sucedió después con exactitud.

El día siguiente fue lo peor.
Cuando abrió sus ojos y sintió los rayos de sol penetrando por toda la ventana de su habitación y lastimándole la vista, sintió a su vez unos dolores terribles en su cabeza; como si la estuviesen martillando.
Se estiró por completo; alzando sus brazos y estirando sus piernas hasta el punto que escuchó algunos de sus huesos tronar.
La cama estaba tan cómoda y suave que hubiera querido quedarse todo el día en ella.
YoonGi sentía el olor del cigarrillo, alcohol y sudor incrustándose en sus fosas nasales.
Dios... toda esa combinación era brutalmente asquerosa y por tal hedor hizo un gesto de asco.

"Cigarrillos, alcohol y sudor"
Repitió él en su mente y no tuvo que pensarlo más. Se re incorporó de golpe en la cama.
Pero ese esfuerzo había sido de mala idea, en cuanto lo hizo, YoonGi sintió como si su cabeza estuviera al borde del colapso.
La sujetó con sus manos.

--Mierda. --gruñó. Se sentó al borde de la cama y poco a poco volvió a abrir sus ojos.
Miró a su regazo, entrecerrando sus ojos mientras se acostumbraba a la luz, y pudo divisar que solamente tenía el bóxer puesto.

YoonGi casi se puso a orar cuando miró a sus pies el resto de su ropa esparcida por toda la habitación. Pero eso no era lo peor, porque entre ella también habían más de tres prendas femeninas.
A sus pies estaba un sostén color azul marino.
Lo tomó entre sus dedos índice y corazón, y tragando secamente e implorando compasión, lo alzó a su vista, frente a él.

No sintió nada satisfactorio al verlo
Permaneció así unos cuantos segundos, completamente anonadado.
¿De quién era? ¿Qué había ocurrido anoche?

«Por favor, que no sea lo que yo pienso que es... Que no sea lo que pienso» rogó.
Empezó a sentir pánico.
Algo empezó a moverse bajo las sábanas, en su cama. Él se sobresaltó y cuando miró hacia el otro lado, estaba XiYeon, durmiendo plácidamente.

--¡Mierda! --maldijo de inmediato, pasando sus manos sobre su rostro y rascándose la cabeza. La situación era obvia. Más que obvia.
No había necesidad de aclarar nada, pero YoonGi deseaba que todo fuera una broma.

Él en bóxers, ropa de chica en su habitación, resaca terrible y olor espantoso de fiesta.
YoonGi sintió que el dolor de cabeza incrementó el doble aún. Trataba de concentrarse en qué había sucedido la noche anterior pero simplemente no recordaba nada.
Después de la ida de JiMin todo era borroso.

XiYeon dormía tranquilamente a su lado, ajena al dolor psicológico y mental que YoonGi estaba presenciando. YoonGi sintió como ella se removió nuevamente y se giró hacia ella.
La sábana blanca que rodeaba su cuerpo la apartó de inmediato, sin importarle si ésta llegaba a despertarse por la brusquedad del movimiento.
Ella estaba solamente en panties y sin sostén.
YoonGi apartó la vista de inmediato.

De solamente recordarlo, YoonGi sentía repulsión consigo mismo.
Cuando XiYeon despertó no hizo más que irritarlo y decirle que la noche anterior había sido de maravilla. YoonGi se sentía desdichado.
No recordaba absolutamente nada más que solo pequeños sucesos y entre ellos no estaba el sexo con XiYeon.

Cuando ella abrió los ojos, lo primero que miró fue a YoonGi. Él estaba serio.
XiYeon sonrió, enterrando su cabeza en la almohada.
--¿Sabes, YoonGi? Ya había olvidado tu olor después de tanto tiempo sin estar en tu habitación. Exactamente dos años.--miró de nuevo hacia él, más éste no respondió. Ella suspiró--.
Nadie quiere despertar observando tu cara de amargado, YoonGi

--Solo lárgate, tienes cinco minutos.

Y dicho esto se puso de pie, sin importarle que la resaca estuviera invadiéndole hasta lo más profundo de su ser.
Tomó sus jeans del suelo y comenzó a ponérselos. Necesitaba ver cómo estaba toda la casa, si estaba hecho un desorden, si se había quebrado algo o quienes se habían quedado dormidos ahí. Lo más seguro es que tendría que hacer una limpieza excesiva, puesto a que estaba 100% seguro que más de alguna pareja había tenido sexo en alguna parte de la casa.
De solo pensarlo se sentía paranoico.

XiYeon lo abrazó por detrás, deslizando sus manos desde sus hombros hasta su estómago, disfrutando el tacto de la piel de YoonGi en la yema de sus dedos. El vello que cubría su pecho era delirante. YoonGi rodó los ojos.
--XiYeon... --advirtió-.

Ella susurró en su oído, pegando su pecho desnudo a la espalda de YoonGi.
--¿No quieres recordar lo que ocurrió anoche?

--Cuatro minutos...

--Estoy segura de que te gustaría saber.--continuó. YoonGi se empezó a guiar por su voz, buscando torpemente la cremallera de su pantalón--. Estabas tan estresado por el niñito insolente. --empezó a masajear sus hombros--.
Y tenías el derecho de estarlo, ¿cómo se le ocurre venir a tu casa a mitad de la noche?

El masaje en sus hombros se sentía bien.
--Él puede venir cuando se le plazca.

Ahora ella rodó los ojos, pero YoonGi obviamente no lo notó.
--Pero lo has echado... de tu vida. -recalcó--.
Lo cual es bueno, ya era hora de que lo hicieras. Ya nadie te priva de nada, YoonGi.
¿Quieres recordar la noche de ayer?

Ahí estaba de nuevo.
YoonGi salió de su trance.
--¿Qué quieres recordar, que me has emborrachado y seguramente drogado para que me haya acostado contigo?
--XiYeon dejó su masaje. YoonGi sonrió-.
Eso pensé. Es algo que has hecho antes, sigues siendo la misma porquería de siempre.

Y se puso de pie, para subirse el jeans y tomar de su silla giratoria su playera adidas.
XiYeon estaba furiosa.
--¡Esta vez no fue así!

--¿Oh sí? --su voz sonó distante, cuando en verdad se sentía muy mal por ello. Y era ridículo, porque él no había traicionado a nadie por acostarse con ella, pero solo de pensarlo... se sentía mal--. No me importa si fue así o no.

--¡Te acostaste conmigo, YoonGi! --dijo furiosa--.
¡Te guste o no!

Él no contestó.
Tomó el sostén del suelo y se lo aventó bruscamente. Cuando por fin la miró, su mirada era asesina y ella se sintió inferior.
--Tienes un minuto, te largas por tu cuenta o a mi manera. Tú decides.

Y desapareció de la habitación.
Y así como no recuerda nada, tampoco tiene idea de cómo XiYeon consiguió su número telefónico, puesto a que éste jamás se lo dio y estaba del todo seguro de que ella no perdió su tiempo buscándolo por sí sola.
De alguna manera lo consiguió, y desde ese entonces no ha dejado de fastidiarlo, enviándole mensajes de texto a cada hora y dejando mensajes de voz donde dice que lo extraña.
¿Qué sacaba ella con todo esto?

Pero eso no fue lo peor, porque después del fin de semana empezaron a escucharse rumores de que él y XiYeon habían regresado.
Y él tampoco hizo algo por cesarlos, pues le importaba un demonio lo que pensara el resto.

Su celular comenzó a vibrar.
Era un mensaje.
"Número desconocido:
YoonGi, deja de ignorarme y aprende a aceptar lo que ocurrió. Tarde o temprano nuestro destino era terminar juntos."

YoonGi rodó los ojos.
XiYeon tenía que ser...

12. Namjoon fue el causante de que XiYeon consiguiera el número del mayor.

Había sido más que sencillo para ella.
Durante la fiesta, justo antes de la discusión de YoonGi y JiMin, se acercó a Namjoon y tuvo que coquetear, susurrar en su oído cuán hermoso él era, tomar entre sus manos sus bíceps y listo. Así de fácil.

XiYeon había imaginado que sería complicado, debido a que Namjoon era amigo del castaño y que conocía parte de la historia entre ellos.
Pero él estaba borracho y además de ello, era estúpido. Ya entendía del todo el porqué es que él no tenía novia... era demasiado ingenuo para su edad.

--Y entonces, lindo... --le había dicho ella, después de sentarse en su regazo y trazar líneas imaginarias en su abdomen con su dedo.
Hace un puchero--. ¿Me darás el número de YoonGi?

Él quedó pensando unos segundos.
Claro, si es que lo hacía.
Apestaba a sudor y alcohol.
Tenía una lata de cerveza en mano mientras con la otra acariciaba la cadera de XiYeon.
Él apenas si podía mantener los ojos abiertos e hipaba seguido.

--¿Será... que... lo... hago...? --arrastraba las palabras, con sus ojos cerrándosele de sueño. La sonrisa que le muestra es torcida--.
¿Qué... tendré... a cambio...?

XiYeon no rodó los ojos, porque si lo hacía perdería su papel de buena y humilde persona y no le convenía. Tenía que ser dulce, amable.
Tomó el rostro de Namjoon en sus manos y dio un casto beso en sus labios. Sonrió.
--Te daré mucho más de estos...
Pero tienes que darme el número primero.

Y listo, así de sencillo.
Ella estaba orgullosa consigo misma pero estaba aún más feliz porque después de dos años, YoonGi por fin estaba soltero.
¡Y esa era la mejor noticia de todas!
Luego de que ella perdiera a YoonGi, (y que solo en secreto lo admite porque en público menciona que "JiMin se lo quitó") se sintió arrepentida de todo lo que le había hecho pasar a él. Jamás había pensado de que iban a arrebatárselo de las manos, pero se lo tenía merecido, porque lo había descuidado.

YoonGi un día le había dicho:
--¿Qué harás el día en que encuentre a alguien mejor que tú?

En ese momento ella se había reído, pues según ella nadie iba a quitarle a YoonGi.
Por supuesto todo había resultado lo contrario. Luego vino JiMin. Llamó la atención de YoonGi. Le gustó. Lo cuidó. Lo protegió y luego ¡Listo! YoonGi y JiMin eran novios.

Ella sonrió.
Era una lástima que ya no lo fueran...

XiYeon cruzó la calle para la parada del bus.
Acomodaba su cabello y lo mecía de un lado a otro de lo más feliz; mantenía una sonrisa radiante en su rostro y cuando llegó a la parada, y observó que entre la multitud estaba JiMin, sonrió más de lo habitual.

¡Ese era el momento perfecto para arruinar su día! El clima estaba congelante, así que JiMin llevaba sobre su cabeza un beanie lila y una chaqueta color crema que lo cubría del frío.
Impacientemente esperaba el bus, poniéndose de puntillas cada treinta segundos para ver si se acercaba éste por fin.

--¡Pero miren quién está aquí! --chilló ella.
El menor se sobresaltó ante su voz y tras el aplauso que ésta había dado. En cuanto vio que se trataba de ella de inmediato se sintió intimidado y se encogió de hombros.
La sonrisa que ella le mostró estaba llena de hipocresía pura--. ¡Es JiMin! ¡El bebé JiMin

Él miró a sus costados, buscando una manera urgente de salir corriendo del lugar, no llegar al colegio e irse a refugiar en su casa todo el día viendo películas tristes.
--Ho-hola, XiYeon... --bajó su mirada a sus pies y comenzó a jugar con estos--. Hola.

--Ow, JiMin, me alegro tanto de verte.
Estoy segura de que no la has pasado muy bien ahora que no estás con YoonGi. --sonrió, sin mostrar sus dientes, simplemente curvando sus labios hacia arriba. Desde ahí se podía notar su nivel de maldad. JiMin frunció su ceño, sin responder--. ¡Oh, lo siento! --llevó sus manos a su boca--. No debí decir eso... no debí decir... ya sabes... que YoonGi y tú ya no son nada. No debí recordártelo.
Que grosera soy.

JiMin apretó los dientes.
--No te preocupes, no importa ya.

Ella enarca una ceja.
Sí claro, a él ya no le importa.
JiMin trata de seguir mirando hacia el frente, procurando no hacer contacto visual con XiYeon y evitando que sus comentarios fueran a hacerle daño. No quiere estar ahí porque sabe que va a burlarse de él y seguramente le recalcaría lo que ella y YoonGi habían hecho después en la fiesta. Él no quería saber qué había pasado entre los dos... porque sabía que iba a dolerle. El cielo está nublado y poco a poco comienza a llover

--Rayos... --Los días lluviosos lo ponían triste-.

Pero XiYeon sigue con lo suyo.
--¿Que no importa ya? --repite, caminando en círculo sobre JiMin, inspeccionando su atuendo de arriba hacia abajo. Aquello incomoda al menor y sacude un poco su chaqueta, acomodando su postura y jugando con sus manos--. ¿Ya no importa entonces lo que pase con YoonGi?

--Yo... yo... yo no dije eso.

--Eso me diste a entender.

--Me refería a lo nuestro.

--¿Nuestro? --se ríe pesadamente--.
¡Ya no hay nada entre ustedes!

Un golpe bajo para el menor.
No tenía porqué recordárselo... no.
Se deprime de inmediato.
Traga duro, nervioso.
--Lo sé... --dice apenas inaudible-.

--¿Entonces a qué te referías como "no importa ya"? --queda en pie frente a JiMin. Ella es más alta que él, ella se mira bonita con ese atuendo; con una chaqueta de cuero vino tinto, jeans negros y ajustados y él se siente feo--.
Vamos, niño, dímelo.

--Yo... yo... me refería a --suspira. Tiene que ser fuerte--. Me refería a que no hay problema de que recuerdes mi relación con YoonGi.
Porque él y yo ya no somos novios.

XiYeon pone una mano en su pecho y suspira.
Suavemente le dice:
--Lo sé, cariño.
Solo quería escuchar de tu parte algo tan bonito. Con esto has hecho feliz mi vida.

Ella empieza a reírse de él.
«Que fea»
Piensa JiMin de inmediato.

XiYeon no parece terminar, más bien, quiere seguir hablando. JiMin está rogando porque el bus pase rápido... pues ya no quiere estar ahí.

--Es una lástima que ya no quieras saber de YoonGi... --disimula tristeza, tocando su cabello unos cuantos segundos mientras él retrocede de inmediato con miedo. Ella sonríe--.
No sabes lo feliz que él se encuentra ahora que ya no están juntos.

--¡Eso es mentira!

--¡No, no es mentira!

Y si era cierto... ¿por qué la necesidad de hacérselo ver? Esta vez JiMin habla aún más bajito. Casi inaudible.
--Yo sé que él aún me quiere.

¿¡Pero qué se creía él!?
--¡Él ya no te quiere!
Y si aún te quisiera, entonces ¿qué haces aquí?
¿Por qué no estás con él?
¿Acaso no te quiere lo suficiente como para no llevarte en su auto a C. Judtzy?

JiMin siguió jugando con sus manos, para evadir con esto un poco los nervios.
De pronto se sentía acalorado, acorralado con solo tenerla a ella enfrente.
--Por supuesto que me quiere. --habló más para sí mismo, como si estuviese recordándoselo--. Sé que aún lo hace... aún lo noto en sus ojos.
--sonríe un poco--. Lo noté en la fiesta, cuando llegó conmigo y me llevó mi jugo de manzana, diciéndome que no había nada para mí más que solo alcohol. Aún cuando pudo dejarme ahí solo entre el resto, él llegó.
Y aún miré que me extraña y sé que él vio en mi de que yo también lo extraño.
--observa a XiYeon--. A la que no quiere es a ti.
En su tiempo lo hizo, poco... pero te quiso.
Tú no lo valoraste. Y yo-yo... --su voz se agudizó--. ¿Tampoco? -sintió un nudo en su garganta--. Así que tú y yo tenemos algo en común. Y si él te quisiera, entonces, ¿qué haces aquí? ¿Acaso él no te quiere lo suficiente como para llevarte a la universidad?
--él sigue su juego, ella queda muda--. La única diferencia de los dos es que, si yo le pidiera... si yo le pidiera que me llevara a C. Judtzy, él lo haría. Pero si tú se lo pidieras no lo haría.
Porque al que quiere es a mi, no a ti.

JiMin calló y entre ellos se formó un largo silencio. Solo se escuchaban los murmullos de algunas personas hablando y el estruendoso ruido de la lluvia. XiYeon estaba sin saber qué decir. Estaba muda, callada, atónita.
JiMin no se fijó de cuánto la hirió, solamente siguió divagando en sus propios pensamientos.
Por fin ella se armó de valor y lo sacó de su trance. Estaba furiosa.

--¿¡Si tanto se quieren por qué no están juntos!?

Y la diminuta sonrisa que JiMin tenía en su rostro desapareció. Su rostro se puso triste.
--Porque hay veces que... por más que lo intentes... por más que quieras avanzar al lado del otro, ya no se puede. Porque la vida, o las personas... --se queda meditando un segundo--. las personas principalmente... nos tratan mal.
Nos atacan y tú a veces no te das cuenta, porque lo hacen a tus espaldas. Solo te dejas guiar, creyendo que está bien pero al final del camino todo está mal. Solamente ahí, cuando ya has estropeado todo, te das cuenta que ninguno de los dos puede avanzar.

XiYeon parpadeó.
--¿Qué? ¡Eso no me explica nada!

JiMin hizo un puchero, frustrado.
--Que hay personas... como tú. --dice bajito--.
que se visten de ovejas blancas, inventando ser desde el principio parte de ello y tú les crees. Les crees porque te demuestran ser buenos. ¡Pero no lo son! Porque cuando menos lo imaginas, cuando no te lo esperas, se quitan el disfraz y te demuestran el cómo son en realidad, unos monstruos.
¡Pero tú ya caíste, ya creíste su cuento!
Es ahí cuando te muestran el cómo son realmente... justamente cuando te hacen daño.

XiYeon parpadeó, sorprendida.
--Espera... --su boca está totalmente abierta--.¿Engañaste a YoonGi? --el menor muerde su labio, conteniéndose--. Engañaste a YoonGi.--se confirmó. Miró hacia el suelo, sonriendo como estúpida y luego miró de nuevo a JiMin--. ¿¡Le fuiste infiel!? --pero JiMin siguió sin contestar--. ¡Oh mi Dios! --empezó a reír--.
¡Quién lo diría! ¡Park JiMin engañando a Min YoonGi!

--¡Yo no hice eso! --se exaltó, con un nudo en la garganta, al borde el llanto--.¿Es que acaso no entiendes nada de lo que te he dicho?

Pero ella no le prestó atención.
--Sí, claro, niñito. --dijo sarcástica--. Tú mismo lo has dicho, le fuiste infiel.

--¡Jamás le haría eso a YoonGi

--¿Oh sí? --posó sus manos en su cadera--.
Pues lo hiciste, mocoso. Y quién lo diría.
¡Solo mírate! --lo apuntó. JiMin se sonrojó de vergüenza--. Luces como un idiota.
¿Y tú engañando a YoonGi? --niega, sonriendo--. Es como una mina de oro.

Él cierra sus ojos, conteniendo las lágrimas.
--Por favor, para...

--Solo tienes la apariencia de niño bueno, pero de ahí...

--XiYeon, por favor.

--¡De ahí eres toda una bestia!
¡Que puta eres, Park!

--Cállate, por favor. --ya formando un puchero, sin poder contenerse en querer llorar--.No sigas.

Y ella pareció callar, y JiMin agradeció por ello. XiYeon mantenía una sonrisa en el rostro.
No le importaba en absoluto el dolor ajeno.
--¿Y con quién? ¿Con quién lo engañaste?
¿Era lindo? --JiMin estaba secándose las lágrimas. XiYeon parece recordar algo sucedido en la fiesta, el momento cuando ella y YoonGi están en su cuarto, besándose. Cuando él se aparta de inmediato y le dice que no puede hacerlo, justo después él empieza a llorar y dice sentirse mal por todo. Su rostro se pone serio. Parece recordar el nombre que YoonGi dice mientras llora, pero que obviamente no recuerda porque estaba borracho--. De casualidad...
¿Se llama TaeHyung?

Solo eso bastó para hacer tensar el cuerpo de JiMin. Sintió un escalofrío por su cuerpo y su mente se bloqueó. Evitó imaginarlo; imaginarlo a él, imaginar escenas realizadas a la fuerza, imaginar todo.
No iba a pensarlo. No iba a pensarlo.
Claramente no iba a hacerlo.

XiYeon notó el cambió.
--Sí, seguramente así se llama.

JiMin limpia sus mejillas y sorbe su nariz.
--¿Co-cómo supiste de él?

Ella se alzó de hombros, evitando decir lo que ha recordado, como si nunca hubiese pasado.
Pero ahora que lo pensaba se daba cuenta que ya había escuchado ese nombre en más de alguna conversación.
--Creo que había escuchado de él, no estoy segura. Aún así, ¿Quién carajos es TaeHyung?

Y JiMin no quiere contestarle, pero cuando mira hacia el frente, ve el bus acercarse a la parada y agradece a Dios de inmediato.
Huye lo más rápido que puede.
--¡El bus! --esa era su salvación--. Bien, yo... yo... ah, adiós.

Y sin decir más, a tropezones y empujones, corre hacia el bus y logra entrar en éste.
A XiYeon no le da tiempo de reaccionar, porque todo pasó muy rápido. Lo único que hace es que, cuando ve a el bus irse, hace un berrinche y golpea su zapato de tacón contra el suelo.

--Te has salvado, niñito marica.

13. Jungkook estaba como testigo de las constantes lágrimas de JiMin

14. YoonGi no había mandado rosas a casa del menor esta semana.

--JiMin, ayer tuviste pesadillas, ¿cierto?--pregunta Jungkook con cautela, sentado en su cama y mirando a JiMin decorar el arreglo floral que Yugyeom le había llevado. Él no era muy bueno con las flores pero su primo, JiMin, era un experto con ellas-.

--¿Sí? --se hace el desentendido, combinando las flores celestes con las amarillas--. No lo sé...

--Claro que lo sabes, te lo estoy diciendo.
Ayer tuviste pesadillas, al igual que ante ayer, la semana pasada, la ante pasada y todas las anteriores. Y estoy del todo seguro de que hoy volverá a ser lo mismo.

--Por supuesto que no, Kookie

--No me lo niegues. Siempre en la madrugada te escucho sollozando, pidiéndole a alguien que pare, que te deje en paz.
No duermes bien desde... hace... bueno, desde que terminaste con YoonGi. Y en verdad me preocupas.

Se hace un corto silencio en la habitación.
Jungkook empieza a tener un tic nervioso, agitando su pierna rápidamente. No sabe si con ello ha incomodado a su primo, pero igual quiere saberlo. Estaba cansado de lo mismo, de escuchar a JiMin quejarse por las noches.
Siempre, a mitad de éstas, éste tenía pesadillas y por más que Jungkook iba a auxiliarlo, JiMin solo le decía que estaba bien, que no tenía nada, más que solo un mal sueño y lloraba solo.

El menor ha dejado las flores como estaban, mirándolas detenidamente y sintiendo su suave textura. El olor embriagante de ellas le hacen recordar a cuando YoonGi le llevaba un racimo de rosas cada semana. Todas eran distintas, con un tamaño diferente, con una fragancia que distinguía a cada una...
La voz de Jungkook seguía llamándolo.
Él se gira sobre sí, mirando a su primo con una media sonrisa.
--Solo son pesadillas, Kook. --intenta desviar el tema de la conversación--.
Dime, ¿cómo vas con Yugyeom?

Y eso bastó para sonrojarlo.
Bajó la vista hacia sus zapatos, jugando tímidamente entre ellos.
--Vamos muy bien, más perfecto que nunca.
Se porta muy lindo conmigo. Usualmente él es indiferente, no presta atención a nadie y casi no le importa nada. Incluso con YoonGi, que aún siendo su mejor amigo se ríe de sus desgracias --sonríe--. Es un caso perdido. Pero conmigo no es así. Es atento, cariñoso y me recuerda el cuánto me quiere.

Instintivamente JiMin suelta un suspiro, llevando una mano a su pecho.
--Dios, que hermoso.

Jungkook se sonroja más.
JiMin está feliz por él.
Jungkook se merece toda la felicidad del mundo y qué mejor persona que con Yugyeom.
Y de que Yugyeom sea con su primo diferente que con el resto... le recordaba a YoonGi. Él era así. Con él siempre fue diferente.

--Sí. --continuó Jungkook--. ¿Quién lo diría? Pasaba observándolo todo el tiempo en los partidos contra y ahora él es mi novio.

Ambos comenzaron a reír.
--¿Observándolo? ¡Babeabas por él, Jungkook

Jungkook no quita la sonrisa de su rostro en ningún momento. Se alzó de hombros.
--¿Qué te puedo decir? Es Yugyeom

--Sí... es Yugyeom. --susurra el menor.

Se forma una tensión entre ellos.
JiMin nuevamente se ha quedado callado.
Seguramente está pensando... siempre está pensando. Jungkook muere por saber lo que se cruza en su cabeza, siempre ha querido saberlo. JiMin pone sus manos en los costados del mueble y se recuesta en el.
--¿Aún lo extrañas?

Silencio.
El menor se alza de hombros, tragando duro antes de hablar.
--Sí. Pe...pero, ya sabes... eso no cambia nada. Cada quién está con su vida, retomándola.
No más un mismo camino, no más sueños juntos, no más futuro al lado del otro.--su labio comienza a temblar y lo muerde levemente. No iba a llorar--. Y está bien.
Eso está bien. Nuestro destino no era estar juntos, las circunstancias de la vida nos separaron. No importa qué fue lo que nos separó... cualquier otra cosa lo hubiera hecho si lo nuestro no era eterno. Solamente me habría gustado que hubiéramos terminado bien.

Jungkook mordió su labio inferior.
Rebuscó en su mente el qué decir... no quería presionar a su primo. Quería que él le contara lo sucedido por su cuenta, no con presiones.
--Nadie sabe el porqué terminaron...
Solamente SeokJin y Namjoon. Nadie más.
Por más que les preguntes a ellos dos, no dicen nada. YoonGi no ha contado nada y tú tampoco me has dicho nada a mi.
¡Me siento estafado porque ni mi primo y ni mi mejor amigo me dicen algo!

--No es eso, Jungkook. Es solo que la situación es difícil. Ninguno de los dos queremos hablar de ello... aún no estamos preparados para intentarlo, es incómodo.

Jungkook solamente asintió.
JiMin mira hacia la puerta de la habitación, observando si no hay alguien ahí.
Se pregunta si era el momento de contárselo a Jungkook... sí, debía de decírselo.
Él era la persona indicada. Él podía ayudarlo.
Se acerca a la puerta y la cierra, asegurándose de ponerle seguro. Sus manos empiezan a temblar ligeramente. Una de ellas se encuentra en el pomo de la puerta.
Tiene miedo de girarse de nuevo a Jungkook.

--¿Pasa algo?

Pero no obtiene respuesta, es entonces cuando JiMin suelta un suspiro y se arma de valor para enfrentarse a su primo. Se recuesta en la puerta. Está más nervioso que nunca.
--Jungkook, hay- hay algo que debo decirte...
Es-es algo que nadie sabe. Ni siquiera YoonGi...
No, no lo he contado. --retoma aire. Su voz está temblorosa--. Necesito contárselo a alguien, porque ya no puedo más... no puedo seguir guardándomelo. No puedo enfrentarme a esto solo.

Jungkook se pone de pie de inmediato, alarmado cuando mira a JiMin llorar.
El menor trata de no hacerlo y muerde su labio fuertemente. Se ha mentalizado todo este tiempo de que debe ser fuerte. De que es fuerte. Suspira de nuevo... tiene todo el permiso de llorar, pero no ahora, porque debe contarle a Jungkook el qué pasa. Tiene que decirle antes de que vuelva a encerrarse con él mismo y ya no quiera decir nada.

--JiMin, por favor, me estás poniendo nervioso.

Se acerca a él lentamente, teniendo el cuidado exacto para no asustarlo. Sus manos tocan sus hombros para abrazarlo pero éste se asusta.
--¡No! --dice de inmediato---. No, no lo hagas. Quédate ahí. Vuelve a sentarte, por favor. Yo puedo solo. Si te acercas entonces romperé en llanto y no quiero eso, porque ya no tendré el valor suficiente para contártelo.
¿Entiendes?

Jungkook asiente frenéticamente.
--Sí. --levanta sus manos como si se estuviese rindiendo-. Entiendo. -vuelve a sentarse al borde de la cama, sin perder el contacto visual con JiMin.-¿Y bien?

JiMin asiente.
--So-solo te pido que me tengas paciencia.
--vuelve a asentir--. Y no me interrumpas.

--Por supuesto.

--Bien... --JiMin está temblando. Tiene que calmarse. Sabe que contarle a Jungkook será lo mejor--. Yo... ehm... bueno.

--JiMin, cálmate. --susurra Jungkook. Él asiente--.
Respira profundamente y tranquilízate.
Me pones nervioso.

JiMin sigue su consejo.
Tiene que calmarse, debe hacerlo, es lo mejor.
Queda en silencio unos segundos y se arma de valor. --Verás... yo... ¿has notado que TaeHyung lleva casi cinco meses de no ir a estudiar?

La pregunta le sorprende.
Él parpadea, frunciendo el ceño.
--No-no me había dado cuenta de ello. --se queda pensando y ahora que lo analizaba, era cierto. Hace tiempo que ya no mira a TaeHyung. Compartían clase de arte y el taller de carpintería, pero nunca se hablaron.
Aún así, ya no lo miraba. ¿Cómo había dejado pasar por alto eso?--. Ahora que lo pienso, tienes razón. No lo he visto en un buen tiempo.

--Exacto... y-y que casualidad que es el mismo tiempo en que YoonGi y yo llevamos de haber terminado. --bien, aquello había sido fácil. Hasta ahora. Solamente tenía que mantenerse así de sereno para continuar--. Piénsalo.

Jungkook se ve confundido.
-¿Qué? No te entiendo...

-TaeHyung no ha llegado a C. Judtzy durante cuatro meses, casi cinco. No me ha buscado, ni me ha llamado y nadie sabe de él. Y que casualidad que, justamente, hace casi cinco meses, YoonGi y yo terminamos.

Bien, demasiada información.
Jungkook abre grandemente los ojos y se pasa una mano por el rostro. Dios...
-JiMin... no me digas que él tiene que ver con tu separación con YoonGi. -regresa la mirada a su primo. Éste no dice nada. El silencio se lo confirma-. Oh, Dios. ¿Engañaste a YoonGi con TaeHyung? ¿Tú... tú saliste con él mientras estabas con YoonGi? ¿¡Fue tu novio a escondidas!?

El menor se alarmó.
-¡No, no, no! -su respiración se volvió irregular-. ¡Nada de eso, eso no pasó!
Tie-tienes que escucharme, Jungkook.

Pero Jungkook lo miraba incrédulo.
-¿Entonces?
¿Qué tiene que ver él en todo esto?

-Solo escúchame... --suplicó-.

Jungkook cerró la boca. No dijo más.
--Continúa.

--Hace cinco meses, TaeHyung y yo éramos... buenos amigos. --más para sí mismo--. Si es que así puede decirse. ---vuelve a mirar a su primo--.
Él y yo... bueno... yo lo consideraba buena persona. Tú sabes... era mi amigo... era bueno conmigo y me apoyaba en muchas cosas.
--Jungkook gira sus ojos--. Exacto. Pero al parecer, a nadie le agradaba. Ni a ti, ni al resto del equipo, ni a Namjoon, ni a mi hermana.
Mucho menos a YoonGi... yo... yo no entendía porqué. Todos me decían que era hipócrita y grosero, pero yo no podía creerlo. E-es decir, él no era para nada así conmigo.
¿Por qué tendría que creerle al resto?

--Porque lo era, JiMin.

--¿¡Pero por qué!? --levanta un poco la voz--.
¿¡Porque como todos dicen que lo es, ya está y así tiene que ser!? -suelta un bufido-.¿Porque solamente "lo es" y ya? ¿Cómo iba a creerles si él no era así conmigo? Si él era diferente, si conmigo era bueno y honesto. Yo no conocía al mismo TaeHyung que todos ustedes conocieron.

-JiMin...

--Es decir; por favor. -se sintió asfixiado--.
Seamos sinceros, tú tampoco lo hubieras creído. ¿Acaso YoonGi me creía que, cuando íbamos a DaeGu, su amigo Shihyun me trataba mal y me discriminaba? ¿Acaso me creía cuando le decía que Shihyun me trataba de marica, estúpido y feo? --alza sus brazos, esperando respuestas, pero no las hay--. ¡No! ¡No me creía! Me decía que yo solamente decía aquello porque a mí no me agradaba. Aún puedo escuchar perfectamente su voz diciéndome: "Cariño, pero si es buena persona" ¡Pero no, no lo era! ¿Pero cómo iba a creerme cuando su amigo frente a él se comportaba completamente distinto? Era educado, sonriente y buena persona frente a YoonGi.
Demostrando eso, ¿cómo iba a creerme YoonGi?
¡Aún siendo yo su novio! ¡Y así mismo me pasó con TaeHyung! No importó cuánto me dijeran que él era malo, no importó si me lo dijo el mismo YoonGi, ¡Yo no podía creerles porque él frente a mi nunca fue así!
¿Ves como todo concuerda ahora? --ni siquiera él lo había analizado hasta ahora--.
¿Cuál fue la diferencia si ambos cometimos el mismo error de creer en lo que solamente mirábamos?

--Mi mente está explotando. --susurra Jungkook-.

--Bien. Yo creí en TaeHyung, así como YoonGi creyó y sigue creyendo en Shihyun. Para mí TaeHyung era bueno y solamente creía que YoonGi estaba celoso y que todos se habían dejado influenciar por él para creer lo mismo.
Por supuesto que, yo no había conocido al otro TaeHyung del que todos hablaban.
Sin que yo me diera cuenta de su cizaña, se metió en mi cabeza, contándome cosas de YoonGi que ni siquiera yo conocía.
Como que antes se acostaba con cualquier chica que se cruzaba en su camino, que hacía bullying a los más pequeños. Y yo nunca me di cuenta que lo que él me decía, venía con el plan de afectar nuestra relación, porque para mí él era mi amigo. Lo decía en plan de amigos.
Y... y yo me molestaba, porque ¿de dónde él sabía todo eso? Ni yo, siendo el propio novio de YoonGi, tenía idea. Y YoonGi no me contaba nada, sentía que no me tenía la suficiente confianza para decírmelo y yo entiendo que él no quisiera recordar su pasado, ¡Lo entiendo! Pero hay veces en que, si quieres que una relación esté bien, tienes que ceder un poco y contar las cosas, para que esos malentendidos se arreglen y no se vuelvan en secretos. Porque los secretos quieras o no, generan desconfianza.
YoonGi me decía "Olvídalo, JiMin, no me gusta hablar de eso" pero hay veces en que tienes que hablar. No puedes encerrarte en ti mismo con tu pasado, yo dejé de hacerlo. Dejé que YoonGi conociera todo de mi y hasta mis más grandes secretos. ¿Dime entonces qué tenía que esconderle yo? Yo... yo, de alguna manera dejé que TaeHyung siguiera hablando mal de él, porque solamente así, pude conocerlo del todo. Porque solo así... pude conocer el tipo de novio que tenía. TaeHyung sabía cómo hacerme dudar, me decía que yo tenía que experimentar más, que YoonGi no debía de encerrarme en su mundo, que él ya tenía experiencia y yo no.
Y la única forma de entender la vida es formando experiencias, no conocimientos y teorías. Y aún creo que ahí tiene razón...

Jungkook mordisqueaba sus uñas, más que nervioso. --No puedo sobrellevar todo esto, Jesús. Jamás creí que llegaríamos a este punto.

--Una vez salí a una fiesta con TaeHyung... creo que te había mencionado eso.

Jungkook asintió.
--Sí, me dijiste que saldrías con él, pero nunca supe si en verdad salieron.

--Pues sí, salimos esa vez.
Yo... wow... yo estaba experimentando lo que era formar parte de una fiesta, pero todo se vino abajo cuando TaeHyung se puso borracho y entre su embriaguez me confesó que yo le gustaba. Yo-yo... ahí supe que todo estaba mal y al día siguiente traté de evitarlo, porque no quería enfrentarme a él. Me sentía raro.
Yo no podía corresponderle a TaeHyung, porque yo amaba a YoonGi. Pero TaeHyung me dijo que sus sentimientos hacia mi eran falsos y que solo lo había dicho porque estaba borracho.
Y nuevamente le creí. Le creí porque era mi amigo... ¡Mi único amigo! Es decir, Dios... yo no tengo amigos. Que conociera los amigos de YoonGi no significaba que también fueran los míos, no podía hablar con YoonGi porque él se molestaba, se alteraba y malinterpretada todo.

--¡Pero estaba yo, JiMin!

--Jungkook, por favor... --bufó--. Tú ya en ese tiempo estabas saliendo con Yugyeom, cuando te pedía que saliéramos siempre me decías que ya tenias planes. ¡Tú y yo ya casi no hablábamos!
No... no puedes negarme que el tener novio te absorbe el tiempo. ¡Y está bien!
¿Por qué tendría que molestarme por ello?
¡Tú tienes el derecho de estar con tu novio todo el tiempo que quieras! Y yo no le agrado a las personas, la mayoría me miran feo o solo me hablan para tareas. Algunos ni siquiera me hablaban por miedo a que YoonGi los golpeara.
¡El único que se esforzaba por tener una amistad conmigo era TaeHyung! El único que siguió ahí después de todo y por eso confié en él, y para mí desgracia no resultó siendo el verdadero amigo que yo creí que era, sino el peor. Él no quería mi amistad...

Y ahí fue cuando su fuerza, su seguridad y su fortaleza, se derrumbaron.
Ahí fue cuando todo se vino abajo.
Cuando su voz volvió a quebrarse y sus ojos se llenaron de lágrimas. Ahí se estrujó su corazón y su respiración se agitó.
Solamente ahí recordó todo lo que sucedió después. Porque lo otro, era la peor parte.

--No sigas si sientes que ya no puedes, JiMin

El enojo de Jungkook se había disipado.
Se sentía mal y como un gran tonto.
Jamás imaginó las veces en que JiMin lo había necesitado y él no había estado ahí para él.
Tantas veces en que él pudo haberle dado consejos, pudo ser su hombro y su máxime confidente. Sin embargo le falló; porque nunca pudo administrar ni un pequeño espacio de su tiempo para él.
--No, no... tengo que seguir. Sólo... solo dejame calmarme. --su voz se escuchó ahogada, pues limpiaba las lágrimas de su rostro y se esforzaba para ya no llorar. Intentó calmarse lo mejor que pudo. Su voz era casi inaudible y se notaba su esfuerzo por intentar hablar--.Un día antes de mi aniversario con YoonGi... yo le había comprado un saco de box. Lo llevaron a mi casa ese día y en ese momento TaeHyung llegó. Hablamos del regalo, de mi aniversario con YoonGi, de lo emocionado que estaba y aparentemente todo estaba normal. Pero... pero había algo raro en él ese día... --poco a poco se va sintiendo sin aire. Se encierra en sí mismo y empieza a divagar--. Él... él no era el mismo de siempre. E... estaba serio y sus sonrisas se veían forzosas... sus ojos, sí, sus ojos estaban rojos... -poco a poco va hablando más bajo--. Y su... su aliento... era raro... y él... no era TaeHyung

Jungkook se pone de pie, de nuevo.
--JiMin, me estás asustando... --pero Jimin está viendo a un punto fijo lo cual no es él. Y ahora ya no dice nada, sólo se ha quedado en silencio y está temblando--. JiMin, mi amor... respira, dime qué fue lo qué pasó después.

--Después... --susurró--. S-sí, después... yo- yo le pregunté qué era lo que le sucedía y él dijo "nada", pero yo sabía que pasaba algo, por... pues... pues porque existen días que "nada" significa todo.

--Así es, JiMin. --siguió diciéndole suave--.Tienes razón. --y cuando tocó levemente su hombro, él se tensó. Jungkook se alejó de inmediato--. Cálmate, lo siento.

--Pero, pero luego él... él volvió a hacer lo mismo... volvió a hablar mal... mal de YoonGi... y yo estaba como "no, no quiero escuchar eso" y luego él dijo que se sentía miserable... que no estaba siendo feliz... y que YoonGi, mi YoonGi, era parte de ello. Que YoonGi le golpeaba... que lo hacía sentir mal... y- y empezó a llorar y luego yo también. --y ahora lo estaba haciendo de nuevo--. ¡Porque ese no era mi YoonGi!
¡Porque mi YoonGi solo golpea gente en boxeo, solo golpea a los bravucones que me hacen daño, solo a los que le hacen daño a él!
¡Pero el YoonGi que tanto él me hablaba y que lo hacía en ese momento yo no lo conocía!
¡Y lloré con él por sentirse solo, porque yo me he sentido así. Lloré porque él era infeliz, porque no me gustaba que mi novio fuera así, porque YoonGi no me tenía confianza, lloré por todo con él! Y luego yo... yo... me alteré y me puse histérico... y él... él era "JiMin, cálmate" y yo no... no... no podía. ¡Y luego yo estaba así, seguía así y él solamente me toma y me besa!
Y yo... yo... --se vuelve un desastre, porque está llorando pero intenta ser fuerte y sigue hablando. Porque trata de calmarse y no puede--. ¡Y lo dejé! ¡No lo pensé, estaba tan molesto que no pasaba nada en mi cabeza!
Pero yo prometo... ¡Te lo prometo, Jungkook que yo a los segundos me alejé!

¿Estaba seguro que era la relación de JiMin?
Porque a Jungkook se le rompió el corazón como si hubiese sido de él. Quería hablar y decirle a su primo que estaba bien, que no pasaba nada. Pero era mentira. Él también estaba mal.

--¡Te lo prometo, Jungkook! Tie... tienes que creerme, por favor, créeme. ¡Lo empujé!
¡No hice más! ¡Yo no fui! ¡Di que me crees!

Jungkook ya estaba llorando con él.
--¡Cariño, te creo! Sí, JiMin. ¡Sí, te creo, lo juro!
No tienes que disculparte, no. Yo te creo.--pero JiMin siguió llorando, esta vez sin poder hablar ya. Escondió su rostro entre sus manos pero aunque Jungkook quisiera abrazarlo éste siempre lo alejaba. Fue ahí cuando Jungkook entendió el porqué JiMin tenía pesadillas todas las noches y balbuceaba que lo dejara en paz.
Significaba que había más. Que TaeHyung hizo algo más. Él ya no tenía fuerzas para ser fuerte, ya no soportaba ver a su primo llorar, era una tortura verlo destrozado--. JiMin...
¿Qu-qué sucedió... después?

JiMin se deslizó hasta el suelo, para abrazarse a sí mismo lo más que podía y cubriendo su rostro en sus rodillas. --Na... nada.

Jungkook lloraba a su lado.
--JiMin... dímelo. Sé qué hay más.
¿Hay más, verdad? --JiMin asintió, pero ya no podía hablar, estaba destruyéndose ahí mismo. Jungkook tenía que seguir, aún si de recordárselo el menor sufriera--. ¿Te volvió a besar? --JiMin no hizo nada--. Por favor, cariño. Tienes qué decirme... ¿Te-te volvió a besar? --nuevamente asintió--. ¿Y te dejaste? ¿Lo-lo dejaste? --negó--. Pe-pero siguió haciéndolo, ¿no? --asintió--.
¿Te forzó? --JiMin pega un fuerte sollozo--.
Por favor, JiMin... tienes que apoyarme, tienes que estar conmigo. ¿¡Te forzó sí o no!?

Y por cada pregunta, JiMin fue asintiendo.
Jungkook ya no tenía la fuerza para hablarle estrictamente. Su primo estaba temblando, sollozando, sufriendo frente a él.
Y él no podía tocarlo. No podía hacer nada.

Ya no tenía aliento.
--Cariño...

Lo dijo tan bajito.
--Me violó...

--Mierda. N-no...

--¡Me violó!

Porque esa era la manera más fácil de decirlo.
Y solo así, Jungkook se abalanzó hacia él.
Llorando a su lado, abrazándolo por completo.
Solamente ahí, JiMin se lo permitió.




[...]




Después de un buen rato, un largo rato...
Cuando ambos lloraron hasta saciarse y JiMin calmó sus nervios, éste siguió hablándole.
Diciéndole que no había sido fácil, que había hecho fuerzas para oponerse, que había gritado y llorado pidiéndole que se alejara pero que nunca lo dejó. Que después de aquello TaeHyung se fue y JiMin no tuvo la fuerza para gritarle, para golpearlo, ni para hacer más.
Porque aquello se había sentido como si te hubieran quitado la vida en un solo momento.
Se sentía como si todo el color, todo lo bueno y todo lo puro que aún quedaba en este mundo se hubiera desaparecido.
Que después de ello, se sentía como si tú tuvieses la culpa, como si tú hayas sido el verdadero problema, como si tú te lo merecías.
Y el universo puede seguir vivo.
El mundo puede seguir girando en rotación y traslación, las aves seguirán volando, los animales seguirán sobreviviendo, la lluvia seguirá cayendo, los humanos seguirán creciendo, seguirán riendo, seguirán buscando la felicidad pero tú serás el único que verdaderamente estará muerto.

Piensas que lo que pasas es por culpa tuya.
Que el mundo está en tu contra y que todos son los culpables. Empiezas a encajar las piezas de tu rompecabezas y todos los defectos, todos los malentendidos, todos los rencores, todo aquello que te hizo daño se viene en tu contra. Y empiezas a atacar, a hacer daño, como señal de autodefensa. Que todo aquello que te has guardado y has dejado en el corazón, lo empiezas a gritar. Y dices cosas como:

"-Tus celos, YoonGi. Tu agresividad, tu comportamiento, la forma en que dañas a las personas... eso haces mal."

Que hacen destruir a otros.
Destruir a los que más quieres.
Buscas una justificación a tu dolor.
Y como tú te sientes mal, buscas que otros también se sientan mal, porque ya no te importa su dolor.

"-Si tú no hubieses sido así de controlador nada hubiera pasado entre TaeHyung y yo. ¡Estaríamos juntos, YoonGi

Y explotas.
Reaccionas de la manera en que no debes de reaccionar. Y todos se molestan, dicen que eres estúpido y que haces el ridículo, pero nadie entiende tu dolor.

Lo más controversial sucede cuando justificas la acción de tu agresor.
Lo detestas, lo odias, no puedes pensarlo si quiera, pero no mencionas lo que te hizo.
Procuras no decirlo y te involucras en el problema tú mismo, porque hablar de él te da miedo. Da miedo imaginar lo que será capaz de hacer en el momento de que le digas a otros su acción. Cubres su error, guardándotelo para ti mismo y eso está mal.
Porque lo defiendes por temor.

"-Y-y nos besamos, y luego una cosa pasó a la otra e hice cosas más estúpidas y me siento un idiota, YoonGi..."

--¿Pero por qué involucrarte en algo que no hiciste, JiMin? --pregunta Jungkook, acariciando su espalda de arriba hacia abajo para calmarlo--. Tú no hiciste nada con él.

Él se alzó de hombros, jugando con los dedos de sus manos.
--Te involucras en el problema... pensando que es tu culpa. Que tú lo has causado.
Te sientes como si realmente lo hubieras hecho.

Jungkook deposita un beso en su frente, abrazándolo de nuevo.
--¿Cómo pudiste guardar todo esto por tanto tiempo?

15. El mayor no sabía la mierda que pasaba en su cabeza. Quizás estaba atormentado de los enjuiciamientos de TaeHyung.

YoonGi golpeó para el infierno la bolsa de box que colgaba del techo.
Sus nudillos estaban rojos y dolían, pues era obvio, no portaba los guantes y ni siquiera se había puesto unas bandas en las manos.
Ni siquiera pensó en ello cuando observó el saco esperando a ser golpeado por él.
Maldijo unas cuantas veces para luego seguir golpeándolo.

Deseaba que ese saco tuviera nombre y apellido. Ya saben... alguien que de casualidad se llamaba Kim TaeHyung.
Sus deseos de volver a verlo le carcomían la mente. Pero solo quería verlo para darle otra golpiza, porque de lo contrario no.

Últimamente estaba más estresado que nunca.
Hoseok había llegado con él para decirle que lo habían aceptado en la universidad, ya no iría a California pero lo aceptaron en Orlando.
YoonGi solamente le forzó una sonrisa y dijo que estaba orgulloso de él.
--¡Eso es hermano! ¡Ve con todo!

Ambos hicieron un choque de puños.
Nadie podía arrebatarle a Hoseok la sonrisa del rostro y YoonGi no iba a ponerse depresivo sabiendo de que su amigo había esperado ese momento con tantas ansias.
--¿Qué harás sin mí, YoonGi? ¿Seguirás con vida?

--¿Bromeas? Viviré mejor.
Menos estrés, menos deseos de golpearte, menos gastos de comida para mi billetera.

Y ambos rieron.
El resto del día no había sido bueno, puesto a que no había dejado de atormentarse a sí mismo. Todos los días vivía pensando el qué hizo mal en su relación pero esta vez no era así. Estaba frustrado... frustrado con TaeHyung, con XIyeon. ¿En verdad se había acostado con ella en la fiesta? Quería pensarlo y a su vez no.
Procuraba sacar memoria por su cuenta.
Recordaba estar con XiYeon y tomar muchos tragos de más. Pero nunca imaginó que... él y ella... de nuevo... de nuevo habían hecho aquello. Él se había prometido no cometer el mismo error nunca más.

"-¡Te acostaste conmigo, YoonGi! -dijo furiosa-. ¡Te guste o no!"

Pero él no quería creerlo y mejor si dejaba de pensar en ello.
Estaba del todo seguro que la universidad ya había cerrado, y éste día, al igual que el resto de la semana, y de todas las anteriores, no había pasado por JiMin para que se fuesen juntos a su casa. Ya se estaba acostumbrando a la soledad, pero detestaba ser parte de ella.
La universidad se la pasaba llena, pero la única manera de que pudo quedarse solo fue escondiéndose en unos armarios de conserjes abandonados.

El castaño cada vez golpeaba mas fuerte el saco que yacía frente a él.
Casi queriendo destrozar este con cada golpe que daba. Con cada golpe de cólera y dolor.
Los nudillos de YoonGi están tensos, su frente está estilando sudor y su remera blanca se ha vuelto transparente del calor que impregna su cuerpo. Está empapado y no es por la lluvia.
YoonGi está furioso.
La razón solo la conoce JiMin, TaeHyung y YoonGi. Y quizás unos extras mas.
--Deja de golpear ese saco, vas a lastimarte.-llama una voz femenina a sus espaldas.
No es necesario voltearse a verla, sabe quién es. Reconoce esa voz por sobre las demás, porque la detesta, porque no puede soportarla. Por orden YoonGi deja de golpear el saco y respira pesadamente.

YoonGi está observando el saco, que ahora deja de ser café y contiene algunas manchas de sangre. Observa sus nudillos y efectivamente están sangrando. No es hasta ese momento en que empieza a sentir dolor.
El sonido de los tacones altos se escuchan acercándose a él, siendo abrazado por detrás por aquella esbelta figura femenina.
El no protesta por ello, solo suelta un suspiro.
Milagrosamente ella no se queja del sudor que emana su cuerpo.

--¿Estás tenso? --susurra XiYeon en su oído, descendiendo mientras delinea con la yema de sus dedos sus musculosos brazos.
Estos están tan tensos, tan rígidos, tan lindos.

YoonGi quiere decir que no, pero aquello es mentira. Su mente no ha estado en todos los sentidos esta semana y su humor había sido del asco al igual que su corazón.
Los problemas aumentaban cada vez más; familiares, sociales y en el estudio.
Se sentía solo y arrinconado sobre su futuro.

XiYeon se deleita con el trabajado torso del castaño, maravillada por lo duro que es éste y sorprendiéndose porque YoonGi no la detiene.
Sin embargo, ella disfruta aquello.
Y con todo el descaro que alguien como ella puede tener, empieza a jugar suavemente con el lóbulo del chico.
Lamiendo y mordisqueando de éste.

Pero eso no es lo peor.
XiYeon solo quiere hallar la forma de seducir a YoonGi.
--¿Qué te tiene tan preocupado, guapo?--su voz es tan suave y sensual. El castaño no parece oponerse ante su toque, ni siquiera cuando siente como su mano ingresa debajo de su camisa para tocar por completo su piel.

--Quizás no lo entiendas. --Por fin habla YoonGi, su voz es tan ronca que no se entiende el porqué. Pero de lo que él está seguro, es que el tacto de XiYeon no está causándole nada.
Ni siquiera las mínimas sensaciones que el tacto de JiMin puede causar.
JiMin.

Su maldito niño e inocente JiMin.
YoonGi sonríe con sarcasmo.
¿Inocente?
¿Cómo pudo llegar a pensar eso alguna vez?

La mente de YoonGi se pone cegada, al igual que su cordura y su consciencia.
Se gira hacia la chica, para quedar justo frente a frente con ella; observando cada uno de sus detalles físicos.
Ésta sonríe coqueta, con victoria y autosuficiencia. Espera que por fin, YoonGi se rinda hacia ella.
Pero YoonGi lo que hace es tomar su mano que yace en su pecho y temblorosamente la aleja.

--Déjame en paz.

Y la sonrisa que ella tuvo en su rostro se esfumó. --¿Qué?

--Ya me escuchaste. --se gira de nuevo, dándole la espalda y tomando en sus manos el saco de box para iniciar a golpearlo. Pero XiYeon se entromete entre su cuerpo y el saco.

--¿¡Y ahora qué, YoonGi!?
¿Por qué te empeñas en alejarme de ti, en hacerme sentir mal y juzgarme?
¿¡Puedes parar ya con eso!?

--¿¡Y cómo quieres que te trate después de tanto que has arruinado mi vida!? Con cariño, ¿quizás? --dice con descaro-.--Cariño es lo que menos mereces. --y la hace a un lado, porque estaba haciéndole estorbo.
Da un golpe, otro y así sigue poco a poco. XiYeon se cruza de brazos, fastidiada--. ¿Y ahora qué?

--Eso no decías cuando estábamos en tu cama.

Y ahí estaba de nuevo.
Otra vez con lo mismo.
YoonGi suspiró frustrado, más no dijo nada, simplemente siguió golpeando.

XiYeon notó que no tenía su atención, así que siguió insistiendo.
--Cuando estábamos en tu cama.
Y me rogaste para que me acostara contigo, pidiéndome que te mostrara mi cuerpo y bueno... ya sabes lo demás.

--Cierra la maldita boca.

--¡Claro, pero antes me decías que gritara todo lo que quisiera! --grita ella. Pero YoonGi solo rogaba por otro poco de paciencia, porque quizás así, si persistía en ignorarla, ella se cansaría y se iría de ahí--. ¿Es que ahora ya no te gustan los gritos? ¿O imaginas cuánto gritó JiMin al revolcarse con TaeHyung?

Y eso fue suficiente.
Toda la mente y cuerpo de YoonGi se llenó de ira y con toda su fuerza empujó el cuerpo de XiYeon hasta la pared, provocando un golpe en seco que la hizo toser del dolor.
YoonGi pegó un puñetazo a la pared, muy cerca de su rostro. La cara de ella se volvió de terror.

--¿¡Puedes cerrar la boca por una maldita vez en tu vida!? ¿Dejar de ser insoportable, de entrometerte en mi vida y fingir que nada ha pasado? ¡Deja de hacerte la inocente!
¡Solo te mientes a ti misma con tu papel de "buena persona"! ¿Por qué no te pones a pensar a cuantas personas has destruido por tu estúpida actitud, a cuántos has dejado devastados? ¿Puedes dejar de pensar de que el mundo gira alrededor de ti? Porque vamos,
--rió en sarcasmo--. Si en verdad fuera así entonces no estarías tan sola.
Deja de criticar a todos ¿porque quién eres tú para hacerlo? ¿O acaso quieres que te diga que no vales nada tras insinuarte a cualquiera, que no tienes amigos y que nadie se digna a tener aprecio en ti? ¡Deja de destruir la vida de otros, la mía principalmente!

Y la cólera se disipó.
YoonGi volvió a propinar un golpe a la pared pero éste fue más de derrota que de cólera.
Estaba cansado. Cansado de ella.
Jamás había conocido a alguien que se desvalorara tanto solo para tener un poco de atención. XiYeon por lo contrario estaba en silencio y poco a poco empezó a llorar.
Poco a poco YoonGi se apartó de su lado.

--¿Eso es lo que piensas de mí?
Yo... yo solo quería que todo volviera a ser como antes. Que estuviéramos juntos de nuevo.

YoonGi limpió la sangre de sus nudillos con su playera. --Pues ya no pasará de nuevo.
Tuviste tu oportunidad. Estuve dispuesto a darte todo mi corazón y lo rechazaste.
Para ti solo era un juego y me cansé de serlo.
Solo me utilizaste para tu propio placer, sin importarte qué tan mal me hacías sentir.
Nunca tuvimos un "lo nuestro", XiYeon.
Tú nunca lo permitiste. Antes no tuvimos una linda historia y ahora tampoco.
Nada cambiará. Aún estás a tiempo de rehacer tu vida y cambiarla para bien. Iniciar desde cero. No me busques más, no te dignes a llamarme. Pierde todo tipo de comunicación conmigo porque te estoy dejando en claro que ya no quiero verte nunca más.
Olvídate de mí y yo me olvidaré de ti.
De ti y de todo el daño que causaste.

El silencio que se formó en ese momento fue incómodo para ambos.
YoonGi solo estaba esperando que ella dejara de llorar y se fuera del lugar, pero XiYeon no parecía querer irse. El maquillaje en su rostro se había vuelto un desastre con sus lágrimas.
YoonGi siguió esperando en silencio.
--Lo siento...

--No, no lo sientes.

--¡Hablo en serio, lo siento! --intentó limpiarse las lágrimas en un vano intento--.
Me alejaré de tu vida si eso es lo que quieres.

--Definitivamente es lo que quiero.

La indiferencia es la peor arma para romper el corazón de una persona.
YoonGi siguió ignorándola.
XiYeon estaba comprendiendo que, ya nada en este mundo, podría remediar el daño que alguna vez causó en YoonGi.
Él no la quería.
Entre ellos ya no pasaría nada más.

Lentamente va caminando hacia la puerta y toma el pomo de ésta.
Quizás si era el momento de dejar sus caprichos. Justo cuando está apunto de irse, un poco más serena, se gira hacia YoonGi.
--Si te hace sentir mejor... --habla apenas--. Esa noche en la fiesta... no hicimos nada.
Te pusiste borracho y luego yo... te dije que fuéramos a tu habitación. Nos besamos, sí, pero luego tú te apartaste y comenzaste a llorar. --es entonces cuando YoonGi gira a verla de nuevo--. Y hablabas cosas como que extrañabas a JiMin, que no habías sido suficiente y que él para ti lo era todo.
Yo... te consolé, de buena manera.
Jamás te había visto tan destrozado que solo... te abracé y te dije que solo tenías que superarlo. No hicimos nada si es lo que quieres saber, solamente lloraste y te consolé.

--Pero... la ropa...

--Lo hice yo, para que pensaras que sí había sucedido algo entre los dos.
Fue una idea muy loca, pero eficiente.

YoonGi sonrió satisfecho.
--Solo desaparécete.

Y XiYeon también.
--Adiós.

YoonGi soltó un largo suspiro cuando ella desapareció tras la puerta.
¿Tan fácil había sido?
De haber sabido que así sería de sencillo, lo hubiera hecho hace milenios.

16. Hyungsik estaba observando a distancia la mala situación que estaba tornando esta historia.

17. Hyungsik había entendido que, el único obsesivo no solo era YoonGi.

Supuso que algo estaba mal con TaeHyung a no asistir a C. Judtzy.

Al principio creyó que estaba enfermo.
Puesto que a cualquiera le puede dar un resfriado, ¿no?
Pero luego pasó una semana y luego dos...y todo empezó a ser sospechoso.
Hyungsik llamaba a su celular y éste casi no contestaba; y cuando lo hacía se escuchaba nervioso, diciéndole que no podría ir al colegio aún por ciertas situaciones que ni aún él mismo conocía. Hyungsik presentía que le estaba mintiendo.

Ya habían pasado cuatro meses y la última vez que lo vio éste estaba extraño, miraba hacia su alrededor cada diez minutos y presentía que todos le miraban. Hyungsik bromeó diciéndole que se estaba volviendo paranoico pero a éste ni gracia le dio.

--¿Puedes dejar tus chistes para otra ocasión?
--se quejó--. No estoy de humor.

Y Hyungsik de inmediato calló.
Ahora se encontraba nervioso.
Estaba frente a la casa del rubio y no sabía si aquello era buena idea. En primera, no había mencionado nada y segundo, no sabía si realmente TaeHyung quisiera recibirlo.
Sacudió sus manos en su jeans y sin darle más vueltas al asunto tocó el timbre.

La puerta se abrió segundos después, revelando a una mujer de cabello rubio, de buena apariencia y bello carisma.
Ella sonrió.
--Hola, cariño. ¿En qué puedo servirte?

--Soy amigo de TaeHyung.
¿Se encuentra en casa?

La sonrisa de ella se vio nerviosa por unos cuantos segundos. Miró hacia atrás y luego regresó su vista a Hyungsik.
--¿Estás seguro que eres un amigo?

Hyungsik frunció el ceño.
--¿Sí? Digo, sí.

Ella lo observó con más detenimiento y luego asintió. --Está bien, pasa.
Pero que sea rápido, a mi esposo no le gusta que vengan chicos a la casa.

Él no lo entendió, pero tan pronto escuchó la autorización, siguió las indicaciones del cuarto de TaeHyung. La casa era grande y acogedora.
Las paredes estaban adornadas de cuadros con fotos familiares. De la madre de TaeHyung con un bebé en brazos, de un hombre quién supuso que era su padre, de toda la familia unida y de... ¿Baekhyun? Hyungsik
miró el cuadro con más atención. TaeHyung otros chicos, Taehyung y Baekhyun
¿Baekhyun no había sido el chico que paró en prisión por golpear a Joon hee?
Había escuchado esa historia un poco...
Recordaba que YoonGi y Joon hee eran buenos amigos y salían seguido, pero ese día, según los rumores, habían salido juntos a un bar y se metieron en un gran lío causado por YoonGi.
Eran dos contra todo un grupo, estando en este Baekhyun, y golpeando él a Joon hee, lo dejó hospitalizado.

Hyungsik contempló unos segundos más el recuadro y empezó a sentirse nervioso.
Baekhyun siempre había sido alguien cruel que de apariencia mostraba ser totalmente diferente.
¿Cómo es que él podía ser familiar de alguien como TaeHyung?

--¿Entretenido? --dice una voz por detrás.
Es TaeHyung. Esta recostado en el marco de la puerta de su habitación y de brazos cruzados.
Cuando éste mira al moreno, sonríe--.
Hola, amigo.

Hyungsik llega a abrazarlo y el castaño le devuelve el abrazo. Por alguna razón ya no siente una sensación satisfactoria al hacerlo.
El abrazo es frío y forzoso.
Hyungsik se aleja poco a poco.
El aspecto de TaeHyung está totalmente demacrado; tiene unas grandes ojeras que opacan la linda vista de sus ojos, su cabello está largo y despeinado y su cabello castaño estaba a la vista y el Rubio en las puntas, esta descuidado.
Parece que no se ha preocupada por sí mismo durante los últimos meses.

--Siéntate.
Ambos comienzan a hablar de cosas sin sentido, pero el moreno sabe que hay algo que TaeHyung no le ha contado.
Esconde algo bajo la manga, algo que parece ocultar y que no piensa rebelar.
Se puede notar a simple vista, pues no se centra en la conversación y a veces sus ojos miran un punto fijo y se sumerge en su mundo.

Cuando Hyungsik le preguntó:
--¿Por qué has faltado?

Éste solo se alzó de hombros y dijo:
--No lo sé. Simplemente ya no quiero ir.

Y cambió el tema de la conversación.
¿Por qué ya no quería ir?
¡Tenía que hacerlo!
--Te destituyeron de mariscal de campo, nombraron a WonHo.

TaeHyung se alzó de hombros.
--Ya no quería jugar futbol igual.

Ambos están sentados en las sillas giratorias que el rubio tiene en su habitación.
Hyungsik está frente a un escritorio de estudio mientras TaeHyung se entretiene tirando un balón de basquetbol en una cesta que tiene en la pared de su habitación.
Pasan unos minutos de silencio.
TaeHyung no le presta atención.
Hyungsik está dando vueltas sobre la silla.
El escritorio está tan lleno de papeles, cuadernos y más basura aparentemente.

--Maldita sea. --gruñe TaeHyung, tras fallar un tiro pero sin dejar de intentarlo-.

Hyungsik empieza a observar los miles de papeles. Hay unos que dicen:
"Tarea de..."
"Trabajo de español"
"Recetas de postres" ¿TaeHyung sabía cocinar?
"Examen de matemática"
"Reporte de inasistencia"
Pero en lo que registra cada hoja y va apartando la gran pila de basura, encuentra escondida sobre estas una caja de zapatillas deportivas, donde en esta se encuentran un montón de sobres.

Hyungsik lee el primero de ellos, que dice:
"DISTRITO JUDICIAL DE SEÚL KOREA"
Mira el segundo:
"DEMANDA JUDICIAL EN CONTRA DE KIM TAEHYUNG"
Y luego el otro:
"DENUNCIA DE JUICIO PENAL EN CONTRA DE KIM TAEHYUNG"

Hyungsik comienza a asustarse.
Mira hacia atrás pero TaeHyung sigue encestando con la pelota de basquetbol, perdido en su propio mundo.
Hyungsik entonces vuelve a ver los sobres y todos ellos siguen cerrados.
¿Todos esos eran denuncias en contra de TaeHyung? Hyungsik mordisqueó su labio y comenzó a registrar hasta el fondo de la caja, esperando que alguno de ellos estuviera abierto.

Es entonces cuando encuentra una carta y la saca, escondiéndola ante la vista de TaeHyung.
"SEÑOR REPRESENTANTE DEL MINISTERIO PÚBLICO - FELCV.
ABUSO SEXUAL"

--TaeHyung... --le llama. Su voz está temblándole--.
¿Qué tal te está yendo con JiMin?

Tiene que sacar conversación, sabe que debe hacerlo, de alguna manera le servirá para entretener al castaño.
TaeHyung al escuchar el nombre frunce el ceño y empieza a ponerse nervioso. Siente miedo.
Mira hacia la ventana, presintiendo como si alguien estuviese observándolo.
No había dormido bien en los últimos meses.
Se sentía paranoico. Observado.

--Bien. --miente-.

--Cuéntame qué tal les va.
¿Aún hablan, cierto?

--Cierto. --miente él-.

--Entonces cuéntame. --Pero Hyungsik solo escucha su voz a la distancia, porque no sigue prestándole atención.

Hyungsik empieza a leer:

PRESENTO DENUNCIA CRIMINAL
POR EL DELITO DE
ABUSO SEXUAL.

Park JiMin, menor de edad, con libertad de derecho, de estado civil soltero, estudiante en el colegio C. Judtzy KRA, con domicilio en Bukchon Hanok Village s/n, de esta ciudad, ante su autoridad con todo respeto expongo y pido;
Señor Fiscal, me presento ante su autoridad para interponer DENUNCIA CRIMINAL EN CONTRA DEL SR. KIM TAEHYUNG, por el DELITO DE ABUSO SEXUAL, el cual lo describo en los siguientes términos:

Pero Hyungsik dejó de leer.
Aturdido, miró hacia TaeHyung, quien seguía hablando sin prestarle atención.
-Y bueno, ahora que JiMin ya no está con YoonGi me pidió que empezáramos a salir... y bueno, ya sabes, le dije que no podía ahora.

Pero Hyungsik ya no le creía nada.
Leyó la otra hoja que tenía en mano, donde solo logró leer algo como:
"Dese traslado a las actuaciones al Procurador por medio de copia de las mismas, para que, conforme a lo dispuesto en el artículo 784, 1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, presente escrito de defensa en el plazo de diez días frente a las acusaciones formuladas, con la prevención de en caso no verificarlo se entenderá que se opone a las actuaciones y seguirá su curso el procedimiento sin perjuicio de la responsabilidad en que pueda..."

TaeHyung ferozmente le arrebató de las manos la carta, haciéndola una pelota y tirándola al cesto de basura.
--¿Qué mierda estás leyendo?
¿¡No te enseñaron a respetar!?

Hyungsik se sobresaltó, pero con el mismo miedo y mezclado con sus impulsos, se puso de pie para enfrentar al mayor:
--¿¡Qué puedes hablar de respeto después de leer todo esto!? --mostró todas las cartas que quedaban en la caja--. ¿¡Qué es eso de demandas judiciales y juicios penales!?
¿¡Qué mierda hiciste!?

--Shh... shh... --llevó las manos a sus labios, callándolo. Terriblemente alarmado. Miró hacia atrás y corrió a cerrar la puerta de su habitación. Su rostro se volvió afligido--.
¡No hables alto! ¡No digas nada! ¡Cálmate!

--¿Calmarme? --gritó más--. ¡Te están acusando de abuso sexual! ¡El demandante es JiMin, Park JiMin! ¡El mismo JiMin que tú y yo conocemos!

--¡Cállate! --llevó las manos a sus oídos, cubriéndoselos, cerrando sus ojos con fuerza--.
¡No quiero oír más!

--¿¡Violaste a JiMin!?

--¡Yo no violé a nadie! ¡No soy un violador!
No...no... no quise hacerlo, ¿entiendes?
¡Pero no sé qué me pasó! ¡Yo-yo, ahg mierda!

18. TaeHyung es un idiota.

Una hora y media tuvo que pasar para que TaeHyung calmara su ataque de pánico.
Sus manos seguían temblándole y sus ojos estaban rojizos a causa del llanto.
Estaba sentado al borde de su cama, inclinado en esta y con los antebrazos sobre sus muslos, mirando hacia la pared.

--Tómate el té. --vuelve a decir Hyungsik, por milésima vez. Esta vez el castaño lo toma y hace lo mejor que puede para tomar del vaso. Hyungsik se aleja de él con miedo y el rubio lo nota. No puede evitar sentirse culpable ante tal acto. Era un monstruo oficialmente, tal como JiMin se lo había dicho--. ¿Y bien?

--¿Y bien, qué?

--¿¡No harás nada al respecto!?

--¿Y qué puedo hacer? --llevó sus manos a su rostro, restregando sus ojos--. No puedo pagar un abogado, no puedo decirle a mis padres, no puedo asimilar que... que yo... hice... Dios.

Pero Hyungsik estaba más aturdido.
No podía creer que su amigo había sido capaz de dañar físicamente y emocionalmente a alguien. A alguien como JiMin.
Alguien tan noble e inocente, que no podía ser capaz de dañar con intención.
Pensó en lo obsesivo que TaeHyung estuvo con él. Las veces en que se encaprichó por tenerlo y por salir con él, en cómo se entrometió en su relación con YoonGi y en como el rechazo había afectado ahora. TaeHyung era un estúpido, pero él lo era aún más. Porque ahí estaba, ayudándolo. Ayudando a un violador que no se lo merecía.

--Sé que estás pensando mal de mí...
--capta de nuevo TaeHyung su atención--.
Tienes el derecho de sentir miedo.
Yo... en verdad... lo siento.

--No es a mi a quién tienes que decir que lo sientes.

--Claro que sí. También a ti. --alza sus ojos él. Ambos mantienen la mirada. El moreno quiere llorar--. Todo este tiempo... estuviste ahí para mí. A pesar de tus sentimientos. --es ahí cuando Hyungsik comienza a ponerse nervioso.
¿Se-sentimientos? Él se ruboriza--. No quise aceptar que yo te atraía e ignoré las veces en que me lo insinuaste. --él hizo una mueca--. Yo... yo solamente no podía corresponderte. No podía verte de la misma manera en que tú lo hacías conmigo. Mis sentimientos estaban en otra persona, en alguien que me recordaba a otro alguien. El alguien cuya razón me mudé. Jimin me recordaba a él... --sonrió débilmente--. Excepto porque... JiMin es más lindo, es más tierno, más humilde... --y dejó de sonreír--.
Y yo lo destruí. Maté todo aquello que a todos nos mantenía vivos.

--TaeHyung. Solo... solo deja de juzgarte.

El castaño se pone en pie.
--El juez no me tratará bien en el juicio, así que tendré que prepararme.

Hyungsik parpadea.
TaeHyung se ha girado a leer los papeles.
--¿Qu... qué quieres decir?

--Aceptaré la demanda. Aunque tú y yo ya sabemos a dónde terminará esto.

--No... no, TaeHyung. No pienses así.

TaeHyung sonrió débilmente, girándose un poco para mirarlo de reojo.
--Quizás sea mejor que te vayas.
Si te acercas, solo harás esto más difícil.
Estoy tratando de no llorar.

Pero Hyungsik siguió protestando, pero TaeHyung ya no volteó a verlo.
Lo escuchó gritar, rogar y llorar.
Pero lo mejor era alejarse...
Así que, cuando escuchó la puerta cerrarse y se confirmó de que estaba solo, comenzó a llorar de nuevo. Decepcionaría a sus padres de nuevo, a toda su familia al igual que su primo, se decepcionaría a sí mismo y ahora había perdido un amigo. El único amigo, además de JiMin, que había tenido.



[...]



Las nubes estaban grises y el clima estaba demasiado frío.
JiMin había tenido que caminar solo hacia su casa, intentó llamar a YoonGi pero éste solo evadía sus llamadas.
Exacto, intentó.
Porque verdaderamente no lo hizo.
El menor trataba de mentalizarse cosas como quizás esté ocupado, tal vez no escuchó el celular; pero era inútil, él sabía perfectamente que YoonGi lo estaba ignorando.
JiMin sonrió con amargura mientras contemplaba su celular.
Claro, intentar llamar a YoonGi... como si aún fueran los viejos tiempos...

Aún conserva en su celular sus fotos con YoonGi.
Sus mensajes, su número agendado como "Yoonie-Yoonie" No había eliminado nada.
No le era necesario. Gran parte de su corazón le decía que aún había esperanza.

Su celular comenzó a sonar mostrando que se trataba de Jungkook. Mordió su labio inferior.
Hoy estaba en esos días en los que simplemente no quieres saber nada.
Aún recuerda cuando días atrás le confesó a Jungkook su secreto. Se sentía tan agradecido con su primo desde ese entonces, puesto a que éste le ayudó a decírselo a su madre, a decírselo a su hermana, a buscar ayuda, a aceptárselo a sí mismo.

Es entonces cuando la lluvia comienza a caer con gran estruendo y JiMin trata de cubrirse mientras camina más rápido.
Al segundo, un carro se posiciona al lado del menor, bajando el vidrio del co-piloto y ver a un castaño acercándose a la ventana.
Apenas lo mira y el menor siente miedo.
Retrocede unos pasos.

--JiMin, ¿Te llevo? --pregunta TaeHyung

La pregunta queda en el aire.
JiMin retrocede hasta topar en la pared de un edificio. Lo que quiere hacer es huir de allí, pero el piso es resbaloso y el tráfico está topado como para correr por la calle.

TaeHyung continúa hablándole.
--Yo... yo solo quiero llevarte.... solo, solo es para que no te empapes.
Yo-yo me iré si así lo deseas.
Y solo... solo quiero hablar contigo.

El menor le sonríe tiernamente, (claro, si es que así se le llamaba a la sonrisa de pánico que TaeHyung percibió en él), aún así no tiene los ánimos suficientes como para ponerse a discutir. Así que solamente asiente y comienza a caminar poco a poco hacia él.
TaeHyung siente dolor al verlo.
Le tiene miedo...
JiMin ingresa al auto, sin importar que esté empapado.

TaeHyung había preparado un discurso para JiMin, pero ahora que lo tenía ahí, a su lado, no sabía qué decirle.
JiMin no se digna a hablarle a TaeHyung.
Solo observa hacia el paisaje de la ventana mientras unas lágrimas silenciosas se deslizan por sus mejillas, mientras está lo más alejado posible de las manos del castaño.
TaeHyung está apretando el volante con tanta fuerza que sus nudillos se han tornado blancos. Se siente idiota, estúpido e inmerecedor.

Cuando cruza hacia la derecha y estaciona frente a la casa del menor, ninguno de los dos se digna en hablar.
TaeHyung está viendo hacia el frente, a un punto fijo como si estuviese aturdido.
Quiere decir tanto, rogar por perdón, llorar amargamente, pero nada sale de su boca.
No encuentra las palabras exactas para decir al menor.

--Esto es mi culpa. --Es lo único que dice, y luego de unos segundos JiMin rompe en llanto.

Rompe en llanto y TaeHyung también, pero no tanto como él. JiMin cubre su rostro con sus manos y TaeHyung duda en si tocarlo o no.
Sus manos están temblorosas; lleva una de ellas a su hombro pero cuando ésta apenas está rozándolo, JiMin se aparta.
--¡No, por favor! ¡Ya no más!

--JiMin, pero solament...

--Solo no me toques por favor. --cerró fuertemente sus ojos, comenzando a temblar--. Ya no quiero nada. Solo déjame en paz.

--JiMin... --su voz se entrecortó--. Yo solo... déjame decirte algo... que lo siento... yo, perdón.

JiMin no quiere escuchar su voz ya, e intenta salir del auto, pero cuando lo hace TaeHyung de inmediato pone el seguro de nuevo.
--Por favor, déjame salir.

--No sin antes haberme escuchado.

--¡Déjame salir!

--¡No! --gritó, golpeando el volante de frustración. JiMin quedó intimidado y TaeHyung se frustró--. No... yo... lo siento, no quería-yo-no quería asustarte... ahg. --gruñó. Cerró sus ojos, respiró profundo y se calmó--. Solo quiero decirte que, que en verdad lo siento.

--¿Y crees que con un lo siento se arregla todo?

--No, es solo que-bueno, mi... mi intención no era, tú sabes, yo... no era... dañarte.

--Eso lo hubieras pensado antes de hacer lo que hiciste. ¿Si tu intención no era dañarme entonces qué estoy sintiendo ahora?
¿O es que en verdad me lo merecía?
Te rogué cientos de veces que pararas y tú... tú solamente... seguiste

--JiMin, por favor...

--No te importó lo que yo sentía, tú continuaste... haciendo lo tuyo, divirtiéndote para ti mientras yo solo era un juguete.
¡TaeHyung yo confíe en ti, creí que eras mi amigo! Confié en ti aunque todos dijeran que no lo hiciera, te deposité mi confianza, te tomé aprecio y lo único que hiciste fue arruinar mi vida; afectar mi salud emocional, mi relación con YoonGi. ¿¡Sabes lo que es que tu casa sea tu peor pesadilla? ¿Sabes lo que es llegar y que en lugar de sentir paz, sienta pánico porque Justo en esa maldita casa me violaron!?
¿¡Tienes una idea de lo que es sentirse destrozado y utilizado y que no tengas el valor suficiente para gritarle al mundo "me han violado"!? ¿Lo que es entrar a tu habitación y saber qué, justamente en ese maldito lugar arruinaron tu vida?
¡Pregúntame si ha sido fácil!

--¡JiMin, yo también estoy sufriendo!

--¡No más que yo, maldita sea! --estalló--.
¡La única forma de intentar remediar lo que hiciste es yendo al juicio por las buenas o por las malas! --trató de respirar lo más que podía, pero sentía una opresión en el pecho. Lloró--.
Solo... déjame en paz y deja de buscarme.

Y comenzó a tantear el botón para quitar el seguro de la puerta y así salir del auto.
Torpemente salió, hecho un desastre.
Tiró la puerta con toda su puerta, causando un gran estruendo.
TaeHyung lo perdió de vista cuando éste corrió a su casa y se adentró en ella.
Nuevamente golpeó el volante y recostándose en éste, sollozó.
TaeHyung susurró casi inaudible:
--Sí aceptaré la denuncia...

19. La relación necesitaba una fuente de reconocimiento y cambio de la cual solo YoonGi tendría que comprender.

Al cabo de unos días, YoonGi pensaba que la vida estaba empezando a sonreírle de nuevo.
Había conseguido una beca universitaria en Ohio, gracias a un señor que llegó de improvisto al gimnasio donde él entrenaba.
El viejo comentó haberlo visto unos cuantos días atrás y se interesó en él; comentando que nunca había visto tanta dedicación y pasión en alguien por aquel deporte.
Ahí fue cuando le dio la sorpresa que él era un busca talentos y que YoonGi tenía todo el potencial para ser un boxeador profesional.
Le ofreció llevarlo a la cima y una beca para la universidad de Ohio además.

--¿Entonces, YoonGi? --dijo el hombre, abotonándose el saco con cautela mientras miraba detenidamente al chico--. ¿Qué dices?

YoonGi estaba empapado en sudor, totalmente sorprendido ante tal propuesta.
Había esperado tanto tiempo para algo así.
Estaba cansado de las propuestas para americano que el por fin tener una para boxeo lo hacía sentir increíble.

--¡Claro, por supuesto! Es-estaría encantado.

Y desde ese entonces YoonGi ya no podía pedirle más a la vida. Claro, pues eso pensaba él.
Días después su opinión cambia, pues ahora se encuentra en el tribunal, caminando de un lado a otro, nervioso, triste, mordisqueando sus cutículas mientras viste formalmente.

Jungkook le había llamado para contarle todo.
Absolutamente todo.
Todo lo que JiMin no fue capaz de decir.
Quería llorar, gritar y morirse ahí mismo.
Se sentía un estúpido e incompetente, porque mientras él estaba ahí esperando sin poder entrar, JiMin estaba adentro de esas grandes puertas de mármol, siendo interrogado y pidiendo justicia.

YoonGi lloró al enterarse.
Lloró más amargamente que de otras veces, que las veces en que él creyó que realmente JiMin sí había hecho... bueno... eso.
Sintió cólera consigo mismo, con todo el mundo, con TaeHyung principalmente.
Ahora que sabía todo, lo único que quería era ir hacia su casa de nuevo y darle la más grande golpiza de su vida. Él había sido el causante de todo, de arruinar la vida de cada uno.

--YoonGi... cálmate. --había dicho Jungkook tras recién contarle--. Si haces algo él levantará cargos en nuestra contra y afectará a JiMin.

Solamente por eso no lo hizo, porque no quería afectar a JiMin más de lo que ya estaba.
Cada vez que lo pensaba, sus manos se envolvían en puños, sus ojos se cristalizaban y de formaba un dolor grande en su pecho.
¿Cómo pudo haber sido tan tonto?
Recordó la noche de la fiesta, cuando JiMin llegó a ella y le pidió que le dejara contarle todo. YoonGi había sido un estúpido, pues el menor estaba dispuesto a contarle todo y él no se lo había permitido. Se había dejado guiar por su dolor, por su enojo y no por la razón.

YoonGi solo quería ver al menor, pedirle perdón por el malentendido, disculparse por ser tan orgulloso y asegurarle que todo estaría bien, que podrían salir adelante juntos si sólo él se lo permitiera. Quería llorar a su lado, tomarlo entre sus brazos y no soltarlo nunca más.

YoonGi ya había fumado quince cigarrillos a causa de los nervios y salió del lugar para fumarle el dieciseisavo.
En lo que éste se lo pone en la boca y empieza a encenderlo, mira a un oficial subir las escaleras con una caja en manos, que tiene escrito:
"Evidencias de Park JiMin" y porta una sábana de cama color celeste dentro de ella.

YoonGi vuelve a sentir el dolor en su pecho, justamente en su corazón haciéndose pequeño.
Aún escucha la voz de JiMin diciéndole;
"-Solo déjame hablar... -suplicó. Había urgencia en sus ojos, el deseo de querer abrazar al mayor y no soltarlo jamás-. Tú... tú no tienes la culpa de nada si eso es lo que piensas... yo..."

¿En verdad JiMin había estado dispuesto a decirle todo esa noche?
Sintió ganas de llorar.
El menor había llegado a buscarlo para que seguramente solucionaran todo, para pedirle auxilio, para buscar de su apoyo y él solo... solo lo había ignorado. Lo había tratado como la mierda. No lo había dejado hablar, solamente habló lo que él quiso, dejando acorralado a JiMin.

Sun Hee salió de la puerta de mármol y en cuanto YoonGi la vio apagó el cigarrillo y salió corriendo hacia ella. Sun hee al verlo se lanzó a sus brazos, llorando desconsoladamente, diciendo entre balbuceos que no podía soportarlo más, que no podía creer que su hijo estaba ahí.
YoonGi la abrazó aún más fuerte, mordiéndose con tanta fuerza el labio inferior para no llorar también. Acarició su cabello, tratando de buscar palabras de consuelo pero sin encontrar ninguna.

YoonGi la apartó levemente, tomando entre sus manos el rostro de ella.
--¿Qué está pasando allá?

--Está confesando... --solloza. Yoongi quiere saber más, se nota la urgencia en sus actos, en su rostro, en sus ojos. Soo hee lo entiende--.
JiMin... él está confesando.

YoonGi la suelta.
Se despeina el cabello con sus manos, tantea los bolsillos de su pantalón en busca de otros cigarrillos. Soo hee toca suavemente una de sus manos. --No lo hagas, cariño.

YoonGi asiente.
--Yo... yo solo... estoy nervioso... lo- lo siento.

--Entra. --dice ella sin más-.

-¿Qué?

--Que entres. --YoonGi trata de buscar en su mirada si aquello era falso. Pero no lo es.
No es momento para bromas. Él asiente frenéticamente--. Ve.

--Pero... no me dejan... mi olor...

--¡Solo ve!

Y Sun hee no tiene que decir más.
YoonGi corre hasta la puerta y el oficial de inmediato le deja pasar, sin alguna razón.
El juez está en su asiento, los abogados están de pie, los policías se encuentran firmes, la familia de JiMin está sentado en el público.
TaeHyung está cabizbajo, sentado al lado de su abogado. JiMin está sentado del lado derecho, frente a todos, al lado del juez, confesando.

YoonGi entonces lo ve, con los ojos llorosos, con su voz quebrándose y aún así lo ve lindo.
Lo ve hermoso y tan roto por dentro.
YoonGi se queda de pie, como un tonto.

--Señor, no puede estar de pie. --susurra un oficial en su oído. Éste asiente y temblorosamente empieza a buscar dónde sentarse. El oficial se retira.

--¿Donde se dieron los hechos? --se escucha la voz del juez, anotando algo que nadie sabe de qué trata. Jimin está temblando a su lado y él se da cuenta de ello--. Tranquilo, chico.

--En... en mi casa. --su voz está temblando.
Es ahí cuando sus ojos se encuentran con los de YoonGi y su respiración se agita. Sus ojos comienzan a cristalizarse. Pero no puede llorar, porque tiene que ser fuerte.

YoonGi entonces se sienta, regalándole una sonrisa al menor, mostrándole su puño, diciéndole a lo lejos que debe ser fuerte.
YoonGi pide que JiMin sea fuerte, pero él ya no lo es.

Joy se desliza para estar más cerca de YoonGi, abrazándolo por los hombros.
YoonGi la ve de reojo, los ojos de ambos están llorosos.
--Creí que no vendrías. --dice ella en susurro-.

YoonGi no aparta su vista de enfrente.
--¿Y perderme como pierde ese maldito?--mira a Taehyung. Lo odia. Lo detesta. El enojo que se forma en su cuerpo al verlo es incomparable--. Quiero verlo asfixiado en el infierno.

Jimin sigue confesando.
Joy se siente cansada.
No soporta el dolor de cabeza, siente que no puede aguantar más. Nuevamente observa a YoonGi y éste está llorando.
--Yoongi, estás... ¿estás llorando?

YoonGi aún tiene el descaro de negar.
--No. --pero su voz dice lo contrario. Baja su vista al suelo, sin poder contenerse más.
Joy lo abraza aún más fuerte y cubriéndose el rostro con su mano, YoonGi se permite llorar-.

20. El problema no es ser Posesivo, el problema es que si lo eres, es porque no confías en ti mismo.

TaeHyung tiene que cumplir una sentencia de 12 años tras abuso sexual de un menor de edad, de 17 años.

TaeHyung llora.
El policía pide que alce sus manos mientras lo esposa y lo escolta afuera del tribunal.
Ambos pasan cerca de YoonGi, pero TaeHyung se detiene durante una fracción de segundos para alzar sus ojos al castaño.

--Lo siento. --es lo único que dice--. En serio.

YoonGi permanece serio.
El oficial empuja a Taehyung para seguir avanzando y ambos salen del lugar.
YoonGi los pierde de vista.
JiMin ha ganado el caso y Joy corre hacia él al igual que Sun hee.
Jungkook permanece llorando en los hombros de Yugyeom y el resto de la familia hace algo que YoonGi ya no logra ver porque él ya se ha dado media vuelta para retirarse del lugar.

JiMin por lo contrario se siente aliviado.
Llora de alegría y abraza a sus familiares que lo felicitan por ser fuerte. Él les sonríe pero no les presta toda la atención, sino que se alza de puntillas para ver hacia todo el lugar, buscando a YoonGi. No lo encuentra por ningún lugar.

--Salió. --dice Yugyeom en su oído, sobresaltándolo. JiMin gira para verlo y éste le está sonriendo. JiMin se sonroja, lamentándose por lo obvio que ha sido--. Ve tras él... --le hace un guiño--.
Yo te cubro.

Jimin empieza a correr, aún si no debe de hacerlo. Trata de buscar a YoonGi por todo el lugar pero no lo encuentra.
Hay diputados, abogados y jueces por todo el lugar. Personas abrazando a otras, mientras otros lloran, jueces leyendo papeles y policías cuidando el área.
JiMin deja de correr entonces, para quedarse parado frente a la puerta de vidrio que da a la calle. Ahí está la camioneta de YoonGi.
Y ahí está él... fumando.

YoonGi está recostado en su auto.
Las personas no dejan de entrar y salir por todo el edificio. YoonGi observa a cada uno pensando si muchos de ellos pasaron la misma situación que JiMin o peor.
Él aún no podía asimilarlo. No del todo.
No había tenido la suficiente valentía para quedarse ahí. ¿Con qué descaro lo haría
Quería escapar y a la vez no.
No sabía qué hacer en cuanto le tocara hablar con el menor. Se sentía un cobarde.
Como un estúpido.

--¿YoonGi? --y escucha su voz. YoonGi lo mira ahí, de pie frente a la puerta de vidrio. Verlo así, hace que su corazón se acelere por montón, que su estómago sienta sensaciones extrañas y que una sonrisa melancólica salga sin avisar de su rostro.

--Hola. --es lo único que sale de su boca.
Y solo en fracción de segundos, él apaga el cigarrillo, mientras JiMin baja las escaleras y corre hacia él. YoonGi abre sus brazos y en menos del tiempo predeterminado, JiMin salta a sus brazos. Aquello se siente tan bien, tan puro y tan digno. La sensación de paz que el castaño siente al tenerlo entre sus brazos no se puede comparar con nada.

JiMin lo abraza por el cuello, mientras sus piernas están envueltas en la cintura de YoonGi. Éste no tiene dificultad con ello, porque el menor no pesa nada y tenerlo así, le encanta.
Ambos lloran en silencio.
YoonGi aún se contiene pero JiMin claramente no. Ninguno de los dos tiene la intención de alejarse. No hay prisas.

--Lo siento... --susurra JiMin--. Por todo.


[...]


Pero la vida sigue en su curso habitual, los días siguen pasando y las horas avanzando.
Llegó el momento en que YoonGi tenía que avanzar y que JiMin tenía que iniciar de nuevo.

SeokJin ya había viajado a Irlanda, porque la liga de americano estaba por dar inicio en unos cuantos meses.
Namjoon había conseguido la beca en California y se mudaría dentro de dos semanas.
Yugyeom consiguió que ChileGreen ganara las ligas universitarias de Seúl.
Jungkook y JiMin estaban por finalizar el primer grado de preparatoria y YoonGi estaba preparándose para abordar el avión directo a Ohio

Contempló su pasaporte y su boleto de avión.
El tiempo había pasado demasiado rápido...
Se sentía nervioso por el vuelo, lamentándose por parecer un primerizo cuando ya veces atrás había abordado un avión.
Revisó su celular, mirando si tenía una llamada o un mensaje de JiMin.
Pero no.

Luego del juicio, JiMin le pidió espacio.
YoonGi al escucharlo casi se estrella la cabeza contra el auto pero dijo que lo entendía.
Luego de eso ambos ya no se contactaron más.

Lo peor de dejar Korea era lo que dejaba atrás. Dejaba a su familia, a sus amigos, al amor... dejaba todo.
Su familia lo había apoyado en su decisión.
Viajó a DaeGu una semana antes y todos lloraron, principalmente su madre, que lo tomó en sus brazos y le pidió perdón por todo.
Perdón por no haber aceptado sus decisiones en la adolescencia, por haberlo alejado de todos en Seúl.
Pero no había nada que perdonar, porque YoonGi ya lo había hecho.

--Nunca olvides de donde vienes. --dijo ella tras besar su frente. La frente del chico que siempre sería su niño sin importar la edad que tuviera.

Su tío Suk y su tía Sool lloraron más de lo previsto. Ellos no tenían hijos y los años que YoonGi había pasado viviendo con ellos había sido como un regalo de Dios para que supieran lo que es tener un hijo. YoonGi había tomado ese privilegio, llenando su casa de vida.

SeokJin ya había llorado en su hombro cuando éste se fue. Namjoon tuvo una pequeña discusión con Hoseok porque ninguno de los dos quería soltar a YoonGi del abrazo. Jungkook trató de ser indiferente pero no lo logró. Lloró también.
Los chicos del equipo hicieron una fiesta amistosa como despedida en honor a YoonGi.

YoonGi sintió melancolía al recordar a todos ellos... iba a extrañarlos.
Dejaba mucho en ese lugar.
Tantos recuerdos...
Incluso a XiYeon.
YoonGi sonrió. Iba a extrañar a esa loca desquiciada.

-Joon Hee extrañará a YoonGi. --lloriqueó el grandulón, apretujando a YoonGi en sus brazos, casi dejándolo sin respiración--. ¡Muchísimo!

Sí, a Joon hee también extrañaría.
YoonGi había prometido a los padres de él que, cuando ya tuviera el dinero suficiente, pagaría para las terapias del habla de él.
Dijo que nunca se sentiría en paz si no los ayudaba, puesto a que aún se sentía culpable.

--Pasajeros del vuelo número 7500, favor de abordar el avión. --se escuchó por el altavoz--.
Pasajeros del vuelo número 7500, favor de abordar el avión.

Ohio.
YoonGi había soñado con esto durante tanto tiempo. La idea de ser un boxeador profesional se estaba cumpliendo.
Pero estaba tan sentimental; sentía que le faltaba algo que no lo dejaba tranquilo y él sabía qué era.

--No piensas irte sin antes despedirte, ¿cierto? -- dice alguien a sus espaldas. El mayor pega un salto del susto y de inmediato gira sobre sí.
Frente a él está JiMin. El mismo Park JiMin, quién sonríe al ver su reacción.

YoonGi está sorprendido.
JiMin estaba ahí, de nuevo.
Con un beanie lila, su cabello rosa bien peinado, portando un suéter de lana blanco y unos jeans azules. La vista es adorable, tierna y delirante.
El menor está nervioso.
Juega con las mangas de su suéter y sus piernas tiemblan como gelatinas.
La vista hacia YoonGi es increíble.
El mayor porta una chaqueta de lona, su playera de adidas color negro y sus jeans ajustados que le quedaban para el infierno.
El aroma masculino de su perfume se siente desde la distancia. JiMin podía pasar todo el día oliéndolo y jamás se cansaría.

La sonrisa de YoonGi es grande e increíblemente sincera. --Dios mío, JiMin.--y lo abraza sin más. JiMin se permite enterrar su rostro en el cuello del mayor; gozando de su exquisito aroma. Sintiéndose bien después de tanto tiempo. Sintiéndose tranquilo de ser tocado.

El aroma a vainilla que el menor desprende es exquisito y hace a YoonGi recordar miles de momentos que estos han vivido juntos desde Seúl hasta DaeGu y desde DaeGu hasta Orlando.
La primera vez que se hablaron, la primera sonrisa, el primer beso y la primera pelea.
Eso hace a YoonGi quebrarse ahí mismo.
A él. A ese pequeño ser humano, a ese niño afeminado que tanto defendió en preparatoria, aquel dueño de sus más grandes sonrisas y de sus buenos deseos. A él extrañaría más.

YoonGi se aleja unos centímetros y toma su rostro con ambas manos para besar su frente, sus mejillas y su pequeña nariz.
Ambos unen sus frentes, sonriendo.
JiMin está sonrojado.
--¿Qué haces aquí, JiMin? --logra apenas decir. No tiene voz, no tiene palabras, no hay forma exacta de declarar lo que ambos sienten ahí mismo. Felicidad mezclada con tristeza. Amabilidad mezclada con amargura. Amor mezclado con cariño, porque con odio, no tiene combinación.

El menor se alza de hombros.
--No podía creer que te fueras sin haberte despedido de mi antes. --mantiene sus ojos cerrados, disfrutando de la cercanía de YoonGi que después de cinco meses por fin logra gozar, aún si así solo son pequeños toques--.
No hagas eso. No me alejes más de lo que ya estaba de ti. Quise venir a despedirme, aún si tú no quisieras.

--¿Si no quisiera? Cariño, yo... digo, JiMin... claro que sí. Es solo que, te-te esperé.
Esperé tu llamada. Tu espacio. Pero nunca llamaste, creí que... que ya no querías saber nada de mi. Tuve miedo de despedirme.

JiMin abrió sus ojos.
Había olvidado la hermosa sensación que era tener a YoonGi tan cerca.
Sus ojos se encontraron.
--Sí, es mi espacio.

YoonGi apretó sus dientes y soltó a JiMin para llevarse las manos a su cabello y suspirar con el nudo en la garganta que empezaba a formársele.
--Solo tienes que decirlo, ¿sabes?

--¿Decir qué?

--Solo tienes que decir... --alzó sus brazos, dejándolos caer rápido. Mirando hacia el frente, con voz entrecortada--. Solo dime "YoonGi, quédate" y yo podré quedarme.
Podré hacerlo. Tienes todo el poder sobre mí para que yo deje atrás todo y encuentre la felicidad contigo de nuevo. Solo tienes que decir esas dos palabras... --dijo más bajo, acercándose nuevamente, uniendo sus frentes--. para que no me aleje de ti.

--¿Y si quiero que te vayas? --contesta el menor--. Porque realmente tienes que hacerlo.
No puedo retenerte aquí, YoonGi... yo... no puedo seguir siendo egoísta. Tengo que dejar que te vayas, que seas feliz allá.

--Aquí también puedo ser feliz, JiMin... yo...

--Tú nada, cariño. --le corta dulcemente, acariciando él esta vez su rostro. Delineando con la yema de sus dedos su barbilla, conteniendo las lágrimas--. No te puedo prometer que todo será como antes, YoonGi. Porque ya nada será igual. Ya no puedo darte el mismo amor sin vivir con el miedo a que algo me pase. Sé que tú no me harás daño pero aún no me siento listo para renovar nuestra relación. No puedo hacerte feliz porque yo mismo aún no lo soy... todo lleva su tiempo.
Así que tú te irás a Ohio y lucharás por ser un profesional, estudiarás en la mejor universidad lo que tú desees y conocerás gente nueva, nuevos amigos, nuevos amores... si así lo deseas. Yo me quedaré aquí, siguiendo adelante, yendo a terapia para salir de mi depresión y renovando mi vida. Aprenderé a madurar, seguiré estudiando e ingresaré a la universidad. Hay cosas, cariño... que no se pueden lograr juntos, sino solos.

--¿Y los nuevos amores?

JiMin sonrió.
--Te estaré esperando, por si decides regresar a casa.

YoonGi comenzó a llorar y el menor limpió cada una de sus lágrimas.
--¿Por qué haces esto más difícil?
¿Por qué no solo volvemos a estar juntos y ya?

--Porque primero ambos tenemos que madurar. Tenemos que conocernos a nosotros mismos, cambiando nuestros defectos por cualidades. Eliminando dependencias y aprendiendo a ser totalmente independientes. Y como alguien dijo alguna vez --sonrió tristemente, citando a YoonGi--. Cuando nuestras heridas se cierren, ahí busquémonos. --ambos sonrieron--.
Hay mucho que cambiar y tanto por vivir.
Así que date prisa, Yoonie. Tu vuelo está por salir. --YoonGi se aleja unos centímetros, asintiendo frenéticamente--. Pero primero bésame, tonto.

Y JiMin lo acercó nuevamente.
Y YoonGi tomó el valor para tomar su cintura y de un empujón hacia él, pegar sus labios.

El momento se sintió eterno y todo lo que alguna vez dolió, terminó.
YoonGi guió los labios del menor, tomándolos suavemente y saboreando de estos con delicadeza. El menor siguió su ritmo, en un beso lento y profundo, sin presiones y sin apuros. Envolvió sus manos en el cabello de YoonGi, deslizándolas poco a poco hasta su pecho para terminar el beso dándole un pequeño empujón.
YoonGi sonrió.

--Pasajeros del vuelo número 7500, favor de abordar el avión. Tienen cinco minutos.

--Es hora de irte, boxeador. Y recuerda, no tengamos contacto... porque sino no sanaremos de nuevo - JiMin retrocedió unos pasos, limpiando todo rastro de lágrimas--.
Y cuando llegues a Ohio y vayas al maletero, pide un saco de boxeo... es de mi parte.
Era tu regalo... de nuestro aniversario.

YoonGi asiente.
--Entonces... ¿adiós? --observa a JiMin alejarse, retrocediendo mientras no pierden el contacto visual. Él quiere correr nuevamente y abrazarlo--. Sé feliz.

--Lo seré. Y tú también.

--¿Te veré de nuevo?

--Eso depende de ti.

YoonGi sonríe.
--Nos veremos de nuevo, dentro de unos años. Y cuando yo regrese, nuestras heridas estarán cerradas para intentarlo de nuevo.
Y te prometo... que nuestro amor ya no será Posesivo.

















𝓯𝓲𝓃ఌ










Muchas gracias a tod@s por apoyar esta adaptación, los quiero y espero que nos sigamos leyendo♡.

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