Se fueron, probablemente, cerca de la media hora después. Aún si no puedo asegurarlo con certeza. Pero luego de eso, YoonGi solo se quedó en su cuarto, recostado en la cama con sus ojos puestos sobre el techo y el ceño fruncido, estaba más molesto que de costumbre. — ¿Vas a estar así todo lo que queda del día?

Solo me observo mínimamente desde donde estaba con sumo fastidio. — ¿Te importa acaso?

Ahí estaba, YoonGi de vuelta. Mi YoonGi. —Que rápido se te acabó el amor.

—Sabes que soy así, solo, tolérame. De todas formas será por poco tiempo, tienes que irte. —puso su brazo sobre sus ojos, evitando que ellos me miraran, posiblemente porque lo haría flaquear. —Irte a casa.

—Creo que no tengo que repetirte lo que opino respecto a eso, está demás.

—De todas formas te irás de mi lado. No creo que SeoMin quiera verme contigo. —me reí, quizá solo para aligerar el ambiente.

—En tres días terminan las vacaciones, hay que ir a la escuela, YoonGi. ¿Crees que no voy a estar encima de ti todo el tiempo?

—Sí, supongo que tienes razón. Tendré que presentarme allí más seguido entonces.

Hice una mueca de extrañeza. — ¿Tú? ¿Y eso por qué?

—Si ir a ese infierno quiere decir que voy a poder verte, me da igual tener que soportarlo. —me acerqué hacia su lado en la cama, y esperé deseoso a que quitara el brazo de sus ojos, lo hizo, para mirarme de forma molesta. —Deja de poner esa expresión en tu cara, estas burlándote de mí.

—Me gusta cuando eres lindo. —probablemente solté una risa pequeña después de eso. Cuando terminé, vi que estaba observándome detenidamente, al parecer, inconsciente de forma mínima ante el hecho de que estaba dándome cuenta. — ¿Ahora qué te pasa?

—Te extrañe.

— ¿Realmente lo hiciste? —me burlé.

— ¡Deja de joderme, JiMin! —hizo un movimiento con su mano, probablemente furioso, pero sus mejillas se habían tornado rojas y luego, sonrió. Es un completo idiota. — ¿Dónde está el mocoso?

—Jungkook se fue a dormir. Él estaba cansado.

—Puedo entenderlo, es difícil tener que cuidar de ti todo el tiempo.

—Él no tiene que cuidar de mí. —presione uno de mis dedos sobre su brazo, apretándolo levemente.

—Siempre te metes en problemas. Pero al mismo tiempo, también siempre encuentras a alguien que te cuide incluso de ti mismo, creo que hasta el mocoso es más cuidadoso que tú, increíble. —soltó un par de carcajadas, y estuve a punto de decir algo al respecto pero me quede callado.

Después de todo, ambos siempre nos metíamos en problemas, no solo yo. Pero no quería arruinar la atmosfera que habíamos creado. —Y, cuando volvamos a la escuela, ¿Volverá a ser todo como antes?

Hubo un silencio, algo extenso, él sabía exactamente a lo que me refería. Mientras que el rostro de YoonGi fue volviéndose cada vez más serio antes de darse la media vuelta hacía donde yo estaba, quedamos relativamente cerca, más que antes. —No.

— ¿Por qué no?

— ¿Estás jugando conmigo, JiMin? Esto no es divertido. Yo no voy a permitir que te sigas revolcando con chicos en la escuela, joder. No me hagas explicarte porque.

—Bueno, entonces, ¿Por qué?

—Imbécil.

—Ya, dime. —insistí.

—Eres un engreído de mierda, ¿Sabes? Tienes la necesidad de que te esté recordando cuan jodido me hace sentir pensar que estas con otras personas. —gruñó, justo después de eso. Pero, no miraba hacia mi dirección si no que a cualquier otro lado que no fuera yo. Le daba vergüenza, era un poco tierno.

—Entones yo tampoco quiero que tu estés con nadie más.

— ¿Qué es esto, una relación o algo así? —tiró aquello como un chiste bufando al final de las palabras.

—Es una puta orden, YoonGi. Si yo no me meto con nadie, entonces tu tampoco. Así que cállate la boca, o me voy a enojar. —intente cruzar mis brazos sobre mi pecho, pero tomó mi cintura un poco, evitándolo.

—Creí que dirías una estupidez como que es una promesa o algo así.

—Sé que odias las promesas.

—Tengo mis razones para eso también. —se mantuvo esquivo después de decirlo, como si no quisiera volver a recordar el porqué de la situación.

— ¿Hoseok tiene algo que ver? —la curiosidad me ganó primero, y vi como estaba a punto de alterarse ante eso, por lo que toqué su rostro ligeramente, intentando calmarlo. De todas formas, seguía molesto, el brillo de sus ojos se apagó lentamente, estaba recordando cosas que no quería. Me preguntaba si alguna vez, en un futuro cuando me recuerde, se pondrá así también.

Así de afectado.

— ¿Es realmente necesario que saques temas del pasado a la luz? Prefiero dejarlo de la misma forma en la que estaba, enterrado.

—Merezco saber cosas sobre ti, quizá hablarlo te haga bien.

—No sé si te diste cuenta pero lo que acabas de decir fue tan cliché que me dio nauseas. —rodé los ojos, pero no demasiado. Yo solo quería ir más profundo sobre su cabeza, saber que opinaba sobre las cosas, nunca dejaba mostrar de él demasiado. Quería indagar. —Si al bebé curioso le hace feliz, entonces, aquí está. Hoseok es de prometer cosas, es un bastardo que cree en los cuentos de hadas. Él siempre estaba diciendo, prometo que volveré, YoonGi. Prometo que no me acostare con todo lo que se me cruce. Así que ahí tienes la razón; él tiene parte de la culpa de que ya no pueda confiar en la palabra de nadie, de que, un tiempo mientras permanecíamos en algo yo siguiese constantemente follando con personas que no eran tú. Creía que eras como él.

Apenado, me resistí a mantener la cercanía que llevábamos. — ¿Y no lo soy?

—Eh, deja de ser un idiota, JiMin La culpa de todo esto no la tienes tú, yo no supe hacer las cosas bien desde el principio. Me viste con toda esa gente, y te sentiste presionado a seguirme el juego. Realmente no éramos absolutamente nada porque yo tenía miedo.

—No somos nada aún.

— ¿Qué estás diciéndome? Por Dios, ¿Es que acaso quieres que te pida ser mi novio o algo por el estilo? Eso es una mierda. Lo sabes. —seguí manteniendo esa especie de nube gris a mi alrededor, ¿Era yo ridículo por querer eso? —Deja de poner esa cara, lo siento, no sabía que te ibas a poner así, pensé que opinábamos lo mismo al respecto- Solo me parece tonto, no tú. Si no aquello, yo no necesito decir que eres mi novio, o tú necesitas decir que soy el tuyo, para que los demás sepan que nos pertenecemos, ¿Está bien? Eres mío desde el momento en el que mi cuerpo y mi mente comenzaron a necesitarte, y yo soy tuyo desde-

—Siempre. —musité, interrumpiéndole sin importarme en lo más mínimo. —Yo siempre tuve esa sensación incluso si no hablábamos. Quise evitarlo tanto tiempo, pero cuando lo hicimos, yo estaba hecho un desastre mentalmente. Revolcándome sobre mis emociones sin entender la gran mayoría de ellas, era nuevo. Antes de ti no hubo nadie.

—No quiero sonar como un hijo de puta, pero eso realmente me hace sentir bien conmigo mismo.

—Fallaste. —se rio, tocando mi nariz con la suya levemente.

—Creo que tengo que decirte- —su respiración se estaba volviendo pesada, estar tan cerca mío era difícil para él. No podía controlar sus propios impulsos. —Soy un asco. En todo lo que hago, pero aun así, tienes que saber que intento ser mejor para ti todo el tiempo.

—Deja de decir que eres un asco, imbécil, o voy a golpearte.

—Con tus manos de bebé, dudo que puedas hacerme algo. —Quise decir algo pero en mi cabeza la palabra hijo de puta se marcó sobre YoonGi, evitándome hacerlo.— ¿Estas insultándome mentalmente?

—Sip.

—No te lo permito. —dio un pequeño beso en mi labios. —Solo yo puedo hacer ese tipo de mierda.

— ¿Lo haces? ¿Me insultas mentalmente? Pensé que era suficiente con hacerlo en voz alta.

—Bueno, si puedo hacer las dos cosas, ¿Por qué no?

Volví a lanzarme sobre él, en busca un de un beso más duradero.