ÚNICO
🎶¿Puedes ver mi corazón?
Eres el único para mí
Estaré detrás de ti
Desde atrás🎶
La perfecta letra dorada de la invitación de bodas brilla frente a mis ojos, lastimándome con cada letra ahí grabada. Sabía que esto iba a suceder tarde o temprano, pero nunca estuve realmente preparado para cuando sucediera.
Hoy más que nunca me siento un completo cobarde, por nunca dejarte ver dentro de mi corazón, por siempre preferir permanecer detrás de ti en silencio, viendo pasar la vida, viendo cómo te enamorabas y te desilusionabas, esperando el día en que te fijaras en mí y me amarás como yo te amaba, pero preferí seguir detrás, en las sombras, siendo tu amigo, pero siempre detrás.
Sé que no conoces mis verdaderos sentimientos y que no tengo ningún derecho de sentir que me traicionaste, pero mentiría si dijera que todo esto no me hace llorar. Me duele cuando te veo sonreírle a alguien que no soy yo, tomar la mano de esa persona que se convirtió para ti, en lo que tú eres para mi.
Me duele amarte porque sé que mi amor jamás será correspondido. Y se que todo es mi culpa por nunca decírtelo, pero es que siempre guardé la esperanza de que te dieras cuenta, que descubrieras cómo mis ojos brillan al verte, como todos mis pasos siempre van a tu encuentro…
🎶Algún día tendré que volver a caminar sola y eso me hace sentir triste🎶
El sonido de la puerta siendo tocada, sobresaltó a Jimin, cerró el cuaderno donde plasmaba su triste amor, un amor que ha albergado en su corazón desde hace tantos años por una misma persona a la que sólo tenía permitido ver cómo un amigo.
Lo guardó en el cajón de su escritorio y se levantó para abrir, y aunque dolía le sonrió a la pareja que se encontraba en su puerta. Esa pareja conformada por Jungkook, su mejor amigo y el único amor de su vida y su ahora prometida Ji Eun, esa pequeña y linda chica que llegó para arrebatarle toda esperanza de algún día poder ganar su amor.
—Hola chicos, pasen —saludó y se hizo a un lado para dejarlos pasar.
—Veo que ya recibiste la invitación de la boda, ¿Verdad que es preciosa? —le preguntó Ji Eun con una sonrisa y ojos emocionados al ver la tarjeta sobre su escritorio.
Realmente era bella, ¿cómo podría no haberse enamorado Jungkook de ella? Tan linda, tan dulce, tan frágil, tan… perfecta.
—Sí, es muy linda —respondió, mientras seguía fingiendo una sonrisa, y un entusiasmo que no sentía.
—Amor, deja de preguntar lo mismo —habló Jungkook, mientras se sentaba en el sofá y la jalaba para acomodarla a su lado —desde la mañana no has dejado de preguntar lo mismo cada que alguien llama para confirmar.
—Como no quieres que lo pregunté, si estoy tan emocionada, son las invitaciones de nuestra boda y quiero que sean perfectas, ese día va a ser el más especial e importante para los dos, nada puede salir mal —respondió la chica haciendo un dulce puchero.
—¿A qué vinieron? —preguntó Jimin sonando más brusco de lo que pretendía, pero le dolía tanto ver esas muestras de amor.
Jungkook enarcó una ceja hacia él, pues le extrañó el tono que usó y por un momento vio esa extraña mirada que en ocasiones le daba, como si le pidiera perdón en silencio por algo que desconocía.
En momentos como esos, Jimin se preguntaba si Jungkook no sabría sobre sus verdaderos sentimientos, pero prefería fingir que no los conocía. Tal vez le daba pena rechazarlo abiertamente y por eso prefería dejarle claro con hechos, que él jamás podría amarlo de otra forma que no fuera de manera fraternal.
—¿Te encuentras bien Mimi? —dijo interrumpiendo sus pensamientos.
—Sí, estoy bien, ¿por qué lo dices?
—No se, te vez… mal —dijo sin despegar la vista de él.
—Tal vez es cansancio, he tenido mucho trabajo y no he podido dormir bien, eso es todo —mintió.
—¿Estás seguro?
—Seguro.
Su amigo parecía no creerle, pero no siguió insistiendo más, cambiaron la plática, y se centraron en la razón por la que habían ido a verlo, solo consiguiendo que su adolorido corazón, comenzará a agrietarse cada vez más, amenazando con romperse.
Padrino.
Una simple palabra que podría no significar nada para otras personas, pero que para su adolorido corazón solo significaba una piedra más en el camino a su propia desolación.
Habían ido porque Jungkook quería que fuera su padrino en el gran día, y nuevamente sintió que esa era la forma en que el pelinegro tenía de dejarle en claro que para él siempre sería solo su amigo, el pobre chico que corría a él en la escuela para que lo defendiera de los abusones, el que siempre se escondía detrás suyo buscando protección y nada más.
Que siempre sería para él, el patético chico gay, repudiado por sus padres y juzgado por personas de mentalidad cerrada, estúpidamente enamorado de la única persona que jamás podría amarlo. Haciendo gala de su increíble talento histriónico asintió aceptando, aunque sabía que moriría en el proceso.
Porque era tan malditamente masoquista, que aunque sabía que debía de dar marcha atrás y alejarse de ese lugar que tanta tristeza y dolor le causaba, se aferraba en siempre correr hasta él, aunque sabía que ahí no había nada para él, que no fuera soledad y un triste amor unilateral.
La visita terminó, pero no por ello su sufrimiento, las siguientes semanas solo fueron mudos testigos de cómo poco a poco su corazón se iba rompiendo cada vez más, conforme el gran día se acercaba.
Con cada plan en que tuvo que fingir como el perfecto padrino, dispuesto a apoyar a Jungkook en cada paso, perfectamente planeado que lo llevaría a unir su vida a la de Ji Eun, imaginaba que esa sería su redención que le permitiera tener su final feliz a su lado en su próxima vida.
Cada día se prometía ser fuerte, resistir con valentía y cumplir con su papel, para después cuando el día llegará alejarse para siempre.
Sabía que el día que ya estaba marcado en su calendario sería el final. El final de sus sueños vanos, de sus falsas ilusiones, junto con los planes de boda también preparaba su partida, porque sabía que no podría seguir fingiendo más allá de eso.
No podría soportar ver en primera fila como Jungkook era feliz al lado de alguien que no era él, suficiente tenía con ver cómo unía su vida a la de alguien más. Alguien que jamás podría amarlo como él lo hacía.
🎶¿Por qué finges no saberlo?
Ese día que estuve a tu lado dije tu nombre lo más fuerte que pude siendo el sonido de mi corazón🎶
El día ha llegado. Hoy estaré presente para verte partir, y contigo te llevarás los pedazos de mi corazón roto, no sé si seré capaz de llegar hasta el final. Solo sé que con cada paso que des hacia ella, yo los daré hacia aquel lugar del que alguna vez me marche contigo a mi lado y al que ahora vuelvo solo.
Estos últimos días han sido una tortura para mi alma herida. Anoche mismo, cuando te tuve aquí conmigo, tuve tantas ganas de confesarte mi amor y también preguntarte si finges no saber lo que en verdad siento, pero una vez más la cobardía se adueñó de mi corazón.
No sabes cómo deseo ser valiente y gritar tu nombre lo más alto que mi voz lo permita e impedir que te cases, decirte que te amo con todo lo que soy y tengo, que Ji Eun no te merece, porque jamás te ha visto llorar por una película, reír hasta caerte, enojarte hasta ponerte rojo.
Pero también sé que jamás podría hacerte eso, porque aunque no me amás de la misma forma en que yo lo hago, me quieres y no podría soportar ver tu decepción, ni escuchar las palabras que yo sé que me dirías, no puedo decirte nada, cuando lo único que conseguiría sería tu desprecio en lugar de tu amor…
Con una calma que no sentía guardó en su bolso el cuaderno junto a aquella invitación que marco el final de su amor, estaba por salir hacia aquella boda, tan feliz para Jungkook y tan amarga para él, pero a la que se forzó a ir, no solo por su compromiso con su amigo, sino como forma de despedida.
Esa sería la última vez que lo vería. Cuando el padre los declarara marido y mujer, él se iría de su vida para siempre, volvería a su lugar de origen, aquel que dejó lleno de sueños e ilusiones, junto con la promesa de Jungkook de siempre estar a su lado, para cuidarlo y apoyarlo.
Se giró para ver por última vez el que consideró su hogar y que ahora dejaba huyendo del dolor, las paredes vacías le dijeron adiós en silencio, tomó sus maletas, sonrió tristemente y salió dejando todo atrás.
🎶Algún día tendré que volver a caminar sola y eso me hace sentir triste, algún día tendré que volver allí y será sola
Eso me lástima tanto🎶
El lugar de la ceremonia estaba rebosante de personas que habían ido a compartir la felicidad de los novios, Jimin tuvo que forzar sus pasos para llegar al encuentro de su amigo, para seguir fingiendo por un par de horas más antes de abandonar esa obra que había sido su trágica historia de amor.
Lo encontró al fondo del altar, con su elegante traje negro, luciendo tan guapo con su hermosa sonrisa y sus ojos brillantes por la emoción del momento. Lo abrazó sabiendo que sería la última vez que se permitiera tocarlo y se colocó a su lado.
—Gracias —le dijo de pronto y Jimin clavó sus ojos en los suyos.
—¿Por qué?
—Por estar aquí a mi lado, por ser mi amigo y por no dejarme solo nunca a pesar de que no lo me… —su voz se cortó al sonido de la música que anunciaba que el momento había llegado.
Jimin volvió a ver esa mirada de antes, esa que le pedía perdón y que no sabía porque, después sus ojos negros se posaron sobre la hermosa mujer que caminaba a paso lento vestida de blanco.
Cuando por fin los dos estuvieron reunidos, regalandose esas sonrisas que delataban su amor, Jimin supo que no podía más, todo eso era más de lo que su corazón roto podía soportar, con cuidado de no ser visto, dió un paso atrás perdiéndose entre las personas que veían embelesadas a la pareja.
Con sus ojos anegados en lágrimas llegó a la puerta del recinto mientras al fondo se escuchaba la voz del hombre que los estaba uniendo en matrimonio clavando un puñal en su corazón.
—Adiós —dijo para sí mismo y salió del recinto.
Dentro de aquel lugar sagrado el padre recitaba las palabras que terminarían por unirlos, Jungkook giró su vista un poco esperando ver a su pequeño amigo sonreír, frunció el ceño al no verlo, pero se enfocó nuevamente en el hombre frente a él.
De pronto se escuchó un fuerte rechinar de llantas y un fuerte golpe al mismo tiempo que le preguntaban al novio si aceptaba desposarse, todos voltearon hacia la puerta, cuando un grito desgarrador los alertó a todos, que interrumpiendo la ceremonia se apresuraron hasta la calle.
Un pequeño grupo de personas que habían sido testigos rodeaban el lugar del accidente, un auto de color negro detenido bruscamente en medio de la calle, el conductor con una expresión de terror en su rostro. La pareja se abrió paso solo para ver algo que no esperaban ver jamás…
Tendido en el suelo, con sangre saliendo de su cabeza se encontraba el padrino de su boda.
Jungkook corrió hasta su amigo, que respiraba entrecortadamente y lo tomó entre sus brazos apoyando su cabeza en sus piernas.
—Jimin, ¿qué pasó? ¿que hacías aquí a fuera?
Lágrimas habían comenzado a bañar su rostro mientras le hablaba. Jimin aún en medio de su agonía pudo abrir sus ojos e intentó hablar.
—Kook… yo…
—Shhh, no digas nada, vas a estar bien.
—No… yo… tengo... que… decirte…
Su voz era débil y ahogada por la sangre que había comenzado a salir de su boca. El sonido de una ambulancia comenzó a escucharse, y Jungkook rogaba porque no tardará más.
—Kook yo… yo te amo… —dijo por fin.
—Mimi… perdón… Perdóname por favor —suplicaba Jungkook entre lágrimas —Yo también te amo, por favor no me dejes.
Pero sus palabras ya no fueron oídas, o tal vez sí, pero ya nunca podría saberlo, los ojos de Jimin se habían cerrado para siempre, mientras el llanto del pelinegro corría por su cara hasta caer sobre el rostro sereno del rubio.
🎶 Escucha mi triste corazón no sé porqué el amor aún se siente tan lejos
Y tu corazón también… 🎶
—Jimin, nunca me cansaré de pedir tu perdón, ni tampoco de culparme por tu muerte, yo prometí cuidarte y no dejar que nadie te lastimara y él que más daño te hizo fui yo. Por mi estúpido miedo al que dirán, por querer fingir algo que no era.
Abrazado al retrato de su amigo Jungkook lloraba desconsolado, como lo había hecho desde el día de su partida.
—No me casé, no podía hacerlo, y no fue porque Ji Eun no quisiera, pero tampoco podía seguir engañandola, ella también fue víctima de mi egoísmo y mi cobardía. Muy tarde me di cuenta de que si hubiera sido un poco más valiente ambos podríamos haber tenido una hermosa historia de amor. Ahora solo le ruego a la vida que vuelva unir nuestros caminos, y que el hilo rojo que el destino hizo tan frágil en esta vida, lo haga más fuerte en la siguiente, para evitar que se rompa.
Acarició el cuadro, delineando con las yemas de sus dedos, el rostro sonriente y lleno de vida de Jimin, tomo la botella que tenía a su lado y bebió hasta la última gota, antes de lanzarla con furia.
—Te amo Jimin y perdón… Perdón por no saber ver dentro de tú corazón y por no escuchar el mío.
Habían pasado ya varias semanas desde aquel terrible accidente, poco a poco la vida fue siguiendo su curso, menos para una sola persona, que seguía lamentando la partida de su único y verdadero amor.
La luz de un nuevo día brilló en la ciudad, anunciando una hermosa mañana, pero no lo fue para el hombre que fue encontrado sin vida en su departamento mientras sostenía un retrato y un cuaderno que contenía las palabras de amor de un corazón roto.
FIN.
Historia participante en los Elion Magic Awards de CrystalSnowEditorial en la categoría Agua (drama/Angst)
Espero que esta pequeña historia haya sido de su gusto.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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