0.4

Jimin abrió los ojos lentamente, su cuerpo dolía de manera deliciosa, hace tiempo que no se sentía así de satisfecho después del sexo, y volteo a ver al sexi hombre a su lado. Jungkook le había gustado, no solo físicamente, era alguien divertido y bastante simpático, sabía que estaría en Seúl durante un tiempo y que mejor que pasarlo de manera satisfactoria, después de todo debía de relajarse.

Se levantó y caminó directo al baño, y después salió a buscar su ropa que había quedado desperdigada en el salón, se vistió y busco su teléfono, y sonrió al ver el mensaje de Seunhwa.

—¡Maldición! —dijo entre dientes al ver el final del mensaje y ver la siguiente notificación.

Guardó su teléfono, dispuesto a irse, pero volvió al cuarto, tomó una hoja y le dejó una nota a Jungkook, le tomó una foto y salió del departamento.

Jungkook dejó el teléfono aún lado y cerró los ojos, tratando de que su mente no borrará los recuerdos de la noche anterior, aferrándose a ellos antes de tener que enfrentarse de nuevo a su padre.

En esta vida hay personas que no merecen ser padres, ni esposos, y ese era el caso de Jeon Hae Soon, se había casado con su madre solo para obtener el dinero y poder de la familia de ella y después, lo tuvo a él solo para afianzar un heredero que sirviera a sus propósitos.

Sonrió con sorna al pensar en su juventud, cuando siendo un niño gritaba a los cuatro vientos que él sería como su papá, pero cuando a sus dieciséis años comprendió lo que en realidad hacía, todo cambió, desde entonces la admiración y cariño que había sentido por su padre se había evaporado, solo quedaba un profundo rencor.

Suspiró y se puso de pie, entró a la ducha y dejó que el agua se llevará todo el estrés que pensar en su padre le causaba y se concentró en ponerse en contacto con ese precioso pelirosa que deseaba volver a ver.


Jimin entró a su nueva casa y se dejó caer en el sofá del salón, sabía que sus amigos no llegaban aún y él se dió el lujo de permitirle a su mente vagar. Su plan de venganza pronto comenzaría y con ello la cuenta regresiva para su propio fin también daba inicio. Eso era algo que nunca había compartido con sus amigos y mucho menos con Jin, el tenía muy claro que de esa venganza no saldría vivo y ya lo había aceptado.

Porque en realidad él se había muerto el mismo día en que sus padres lo hicieron, los últimos cinco años solo habían sido una pausa, un puente entre el Jimin que fue y en el que se había convertido para poder hacerle justicia a sus padres antes de reunirse con ellos.

El no era estúpido y sabía que sus padres no eran ningunas blanca palomas, sabía que habían hecho cosas terribles, pero eran su familia, y con él siempre fueron los mejores padres que un niño pudiera pedir, y no merecían morir en manos de un ser vil y despreciable como lo era Jeon Hae Soon. A lo largo de los años y mientras ganaba experiencia, no había habido un solo día en que no supiera que probablemente moriría, pero también estaba seguro que Jeon moriría junto con él.

Le había hecho una promesa a sus padres y la iba a cumplir. Suspiró y descansó su cabeza en el respaldo del sillón y cerró los ojos, tratando de mitigar las lágrimas que amenazaban con salir, hacía cinco años que no lloraba y no iba a comenzar ahora.
La puerta de entrada se abrió y de inmediato escuchó la voz de su primo y de Yoongi, les llamó y los dos entraron al salón, al igual que él ambos vestían la ropa con la que habían salido anoche.

—¿Qué pasó Mimi? ¿Por qué la urgencia en vernos? —le preguntó el pelimenta nada más sentarse a su lado.

—Seunhwa me avisó que las cosas que pedí ya están aquí, espero que hoy llegue también el informe que pedí sobre Jeon, necesito terminar cuánto antes.

Jin elevó una ceja de manera interrogante, al escucharlo.

—¿Por qué de pronto tienes tanta prisa?

—Quiero volver al cuartel, tengo cosas que hacer? —respondió tranquilamente.

—¿Al cuartel? —preguntó ahora Yoongi que de antemano sabía que ese era la última misión de ellos dentro de los vigilantes, así lo habían pedido y los jefes se lo habían concedido.

—Sí, Hwa me dijo que necesita de mi ayuda en algo y…

—Eres un terrible mentiroso Jimin —la voz de Taehyung entrando al salón lo interrumpió — vas a volver por Shownu.

Las palabras de su amigo no dejaban lugar a réplicas, y Jimin suspiró pesadamente.

—Ya sabe que me fui, no sabe a dónde pero supongo que pronto lo averiguara, tengo que volver y resolver eso de una vez por todas —dijo Jimin aceptando lo que su amigo había dicho.

—Odio decir te lo dije, pero te lo dije bebé, meterte con ese imbécil fue lo peor que pudiste haber hecho, desde un inicio te conté todo lo que se decía de la muerte y tú me ignoraste —recalcó Yoongi y Jimin asintió.

—Lo sé, pero es que era muy lindo conmigo, siempre me trató bien y cuando me pidió salir, pensé que todo eso eran solo rumores mal intencionados porque él prefiere trabajar solo. Pero después sus celos extremos y esa horrible posesividad me hizo darme cuenta de que todo fue un engaño.

—Eso y que matara a ese pobre chico solo por llevarte rosas, y la forma en que lo hizo. Es un maldito psicópata y está obsesionado contigo —puntualizó Taehyung directamente.

—Como sea, pero tengo que volver y terminar con eso de una buena vez.

—De la única forma en que Shownu se detenga es o quedarte con él y aceptar convertirte en su títere o matarlo y yo solo espero que me dejes usar a mis bebés para hacerlo —dijo Yoongi sonriendo inocentemente como si estuviera pidiéndole la cosa más inocente del mundo.

—Ya veremos, por ahora centrémonos en lo más importante —les dijo cambiando de tema —. Vamos, síganme.

Los cuatro separaron y siguieron a Jimin a un salón que anoche por las prisas en salir no habían visto, a simplemente vista parecía un salón de reuniones común y corriente, pero al presionar el botón indicado las paredes se elevaban dejando al descubierto un arsenal completó, armas de todo tipo y calibres, municiones, cuchillos, todo el equipamiento que pudieran necesitar.

Enfrentarse a alguien como Jeon no era cosa sencilla, ni tampoco un juego de espías de película, era peligroso y sabían que debían de tener todo listo y a la mano en caso de necesitarlo, ellos no trabajaban a la ligera y eso aunque era la venganza de Jimin, también era un trabajo dado por los vigilantes.





Doble actualización...

Autora curiosa...
  
Alguna vez han tenido un novio obsesivo?

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