INTERCAMBIO
¿Cómo lograron llegar a la habitación? Ni ellos mismos lo sabían, Jungkook no podía mantener las manos alejadas de Jimin, nada más cerrar la puerta lo puso de cara frente a esta, besando su cuello, mordiendo su piel expuesta, mientras con habilidad desabotono el pantalón y el saco, el rubio lo ayudó desnudándose para él.
—Perfecto —escuchó decir a Jungkook antes de sentir sus labios recorrer su espalda.
Soltó un pequeño grito cuando el pelinegro mordió una de sus nalgas antes de acariciarla, usando sus manos las abrió revelando su rosada entrada, la cual de inmediato atacó con su lengua. Jimin gimió sonoramente, haciendo sus caderas hacia atrás buscando más. El juicio del pelinegro estaba nublado, embriagado por el sonido de los gemidos de su acompañante, la necesidad y el deseo que sentía era abrumador, algo que nunca antes había sentido.
Quería probarlo por completo, recorrer su piel de inicio a fin, dejar su huella sobre su cuerpo y que todos supieran que le pertenecía, sus propios pensamientos lo asustaron, nunca antes había sido posesivo con nadie, pero ese maldito rubio al que se suponía que detestaba, había despertado en él su lado más animal.
Hundido estaba en sus pensamientos, que no se percató de que había estado masturbando a Jimin al tiempo que lamía su entrada, hasta que el gimió de forma más gutural y un espeso líquido mojó sus manos. Volteó hacia arriba y sonrió al ver al rubio con la frente pegada sobre la pared, una fina capa de sudor lo cubría y su respiración agitada, por el reciente orgasmo lo complació.
—Tan lindo —murmuró.
Se puso de pie y llevó a la cama a Jimin, pero este lo empujó a él sobre ella.
—Ahora me toca a mí —dijo mientras sonreía.
Jungkook se dejó hacer, disfrutando de la vista del rubio hincado, con su miembro endurecido en sus manos a punto de probarlo.
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Jimin comenzó lamiendo el largo y grueso miembro de Jungkook, si había algo que le encanta era el sexo oral, y se podía considerar muy bueno en ese arte, por lo que sabía que haría enloquecer al pelinegro, y porque no divertirse en el proceso. Mientras su lengua se encargada de su pene, sus manos masajeaban sus bolas, mientras se dedo medio, acariciaba esa zona entre sus testículos y entrada, le complació ver cómo Jungkook se estremecía y empujaba su cadera hacia él buscando más, mientras sus gemidos se hacía más intensos.
—Oh carajo, eso se sintió tan bien… aahhh maldita sea Jimin tu boca es… aghh…
Sus palabras se perdieron entre sus gemidos, cuando Jimin que había comenzado la felación, dejó que su saliva escurriera de su boca, y la utilizó como lubricante, sin detenerse a preguntar, dejó que su dedo pulgar se hubiera en el apretado agujero. Y tal como lo pensó, Jungkook no se negó, no lo apartó, al contrario, volvió a elevar sus caderas, y empujó hacia abajo.
El pelinegro no era estúpido, sabía perfectamente lo que Jimin estaba haciendo, sabía que sus dedos estaban en su interior, estirandolo, preparándolo, pero no le importaba, quería la experiencia completa, si esa iba a ser su única noche con Jimin, queria que el rubio fuera suyo y él de él. Se dejó hacer disfrutando de la experiencia, las sensaciones eran nuevas pero placenteras, cuando sus dedos alcanzaban a tocar ese punto en su interior que nadie más había tocado, lo hacía casi gritar.
—¿Te gusta? —preguntó Jimin mientras lo miraba.
—Sí —fue lo único coherente que pudo decir.
—¿Me vas a dejar follarte? —volvió a preguntar.
—Sí, pero después será mi turno bebé —respondió Jungkook y la sonrisa de Jimin se hizo más grande.
Continuó estirandolo, sin dejar de comerse su polla, ya entraban tres de sus dedos, cuando se detuvo, se paró y se puso un condón que sacó de su pantalón y se acomodó entre sus piernas.
—Te voy a follar rápido y duro, hasta que me corra, y luego va a ser tu turno, así que más te vale aguantar Jeon —le dijo en forma autoritaria, excitando aún más al pelinegro.
—No tienes ni idea de mi resistencia —dijo sin dejar de mirarlo.
Jimin abrió más las piernas del pelinegro, se alineó y comenzó a enterrarse, para su sorpresa Jungkook no se apretó evitando que entrara, su cuerpo estaba relajado, disfrutando de esa primera experiencia, sus gemidos le daban la pauta para seguir, eran agudos y con una mezcla de dolor por la intromisión, pero nada que no pudiera soportar, él mismo sabía que no iba a durar mucho, las paredes lo apretaban de forma deliciosa, conforme atravesaba el anillo de músculos.
Pocas veces disfrutaba ser el activo en sus encuentros, siendo sincero prefería recibir que dar, pero el reto que suponía para él hacer eso con Jungkook, fue lo que lo motivó, el quitarle su máscara de macho, tener el gusto de decirle que lo había follado y que lo había disfrutado. Cuando por fin entro por completo, espero solo un momento para que se acostumbrara, antes de comenzar a moverse, primero lento y después con mayor velocidad.
Jimin entraba y salía con rapidez y precisión, golpeando su punto dulce con cada embestida, sus manos se aferraban con fuerza a sus caderas, su respiración era agitada, no pasó mucho antes de que su cuerpo anunciará su orgasmo, con un fuerte gemido, se corrió llenando el condón, salió rápidamente, quitó el látex y se subió de inmediato a las piernas de Jungkook, que sonrió ladino. Su turno había llegado.
Tomó a Jimin por la cintura, ayudándolo a sostenerse y le sorprendió cuando lo vio bajar sobre su erección, sin preparación previa. Sus ojos apretados y su gemido ahogado fueron la única señal del dolor que sintió cuando se enterró de golpe.
—Tan apretado, tan rico —le dijo Jungkook mientras acariciaba su cintura, esperando a que se acostumbrara, y el dolor pasara.
Cuando el rubio comenzó a moverse, Jungkook lo hizo también, sus caderas subían y bajaban al ritmo de las de él en una sincronía casi perfecta. Jaló a Jimin hasta su cuerpo, para poder besarlo, bebiéndose sus gemidos de placer.
—Ohh Jungkook, me llenas tan bien, me gusta.
—¿Te gusta mi polla bebé? ¿La quieres? —le preguntó mientras sacaba casi por completo su miembro y cuando Jimin gimió en protesta se enterró de golpe haciéndolo gritar.
En un rápido movimiento Jungkook cambio la posición dejando a Jimin debajo suyo, levantó sus piernas y las juntó en el aire sosteniéndolas con una mano, la posición provocaba que su orificio se apretara aún más, haciéndolos ambos gozar de la sensación.
—Carajo, que rico se siente dentro tuyo, me encanta.. aaghhh.
—Tu polla se siente tan bien, aaahh… más… —pidió el rubio.
Jungkook aceleró sus embistes, soltó una de sus piernas y Jimin la doblo poniéndose de lado, para más profundidad, los gemidos de ambos resonaron cuando el orgasmo de los dos llegó, Jimin liberó su simiente sobre su abdomen y parte del colchón, mientras que Jungkook lo llenaba por completo, pues no traía condón, podía sentir el líquido espeso en su interior y de alguna forma eso lo complació. Sintió el vacío cuando el pelinegro salió y no se perdió de la sonrisa socarrona de este, al ver su semen escurrir entre sus piernas.
—Me gusta como te ves —le dijo antes de acostarse a su lado.
—A mi me gustó estar dentro tuyo —pretendió burlarse, pero para su sorpresa la cara de Jungkook no cambió de expresión.
—También a mi me gustó, no fue tan malo como pensaba, pero en definitiva me gustó más estar dentro tuyo, y pretendo estarlo toda la noche, ya te deje cumplir tu pequeña venganza por lo que te dije antes —le dijo mirándolo a los ojos fijamente.
Jimin se sorprendió y se rió sin vergüenza alguna.
—¿Lo sabías?
—Claro que lo sabía, pero pretendí fingir que me tomabas por sorpresa, desde el momento en que entramos a esta habitación supe que terminaría con tu polla en mi culo, pero la recompensa valía el sacrificio bebé, ahora te toca tomarme toda la noche.
—Espero que cumplas tu palabra —respondió Jimin sin dejar de sonreír antes de besarlo.
Una nueva ronda acababa de comenzar. Y la noche aun era joven.
🎸🎸🎸🎸🎸
Hace mucho que quería hacer una escena versátil entre el Kookmin, espero que les haya gustado.
Próximo capítulo el final de esta historia.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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