🌜DIECINUEVE🌛

En la sala de la casa de Jungkook estaban reunidos; su padre, el padre de Jackson, los miembros de la guardia, sus amigos, sorprendentemente también estaba Eun Woo y varios de sus compañeros de la escuela y por supuesto el padre de Jimin.

Todos estaban planeando la búsqueda de ambos omegas y el primer lugar donde iniciarían sería la casa de Kim Hosuk. El lobo de Jungkook estaba demasiado alterado, una mezcla entre miedo, preocupación, coraje y una terrible culpa por no haber podido proteger a Jimin lo embargaba.

—Tenemos que organizar bien la forma en que abordaremos a ese hombre, no podemos llegar y atacar de frente, primero tenemos que asegurarnos de que Jimin y Jackson Wang estén en su poder.

Su padre hablaba con toda la tranquilidad que lo caracterizaba, organizo cada parte de la búsqueda, a BangChan le ordenó que mandara a un grupo de alfas a rodear la casa de Hosuk y vigilar cada uno de sus movimientos.

Jin, Tae y Hari estaban junto a su madre y la madre de Jackson en la cocina, los tres omegas estaban nerviosos y preocupados, Jin y Tae no dejaban de llorar, Hari y su madre trataban de consolarlos.

Yoongi aunque no lo dijera, al igual que él tenía miedo por Jackson, sabía que si se lo habían llevado era porque estaba con Jimin, pero eso no aseguraba que no le hicieran daño.

El tiempo corría de prisa, ya casi era de noche y el celo de Jimin se presentaría al día siguiente. Según les dijo el señor Park en sus investigaciones sobre los hijos de la luna, se enteró que el mejor momento para adueñarse del poder de la sangre de Jimin era cuando su celo se presentaba durante la luna roja, y precisamente ese día era al día siguiente.

Después de terminar de organizarse y prepararse para ir tras Kim Hosuk, todos salieron, dejando sólo a los omegas en casa, rogándole a la luna porque todos regresarán con bien y con Jimin y Jackson sanos y salvos.


La puerta de la habitación donde se encontraba Jackson fue abierta dejando ver a Hosuk con una charola de comida.

—Tranquilo, Jackson no te haré nada. Me disculpo por involucrárte en esto, pero no podía desaprovechar la oportunidad de llevarme a Jimin.

—¿Por qué hace esto?

—Porque necesito la sangre de ese omega.

Jackson frunció el ceño, el alfa le acaba de confirmar sus sospechas, Jimin era un hijo de la luna y quería matarlo.

—Pero va a matar a Jimin, si toma su sangre, ¿no le importaba eso?

Los ojos del alfa se ensombrecieron por un momento, como si las palabras de Jackson le hubieran afectado, pero al instante su expresión volvió a ser la misma.

—No me importa, esos omegas fueron creados para eso, para darle su poder a quien lo necesitara y fuera lo suficientemente listo para conseguirlo.

—No es verdad, son omegas como cualquiera, y él es un chico inocente, él no pidió nacer así, y mucho menos tener que cargar con ese poder en su sangre, por favor déjenos ir aún no es tarde, podemos decir que nos dejó ir y huyó, por favor.

El alfa sonrió ante las súplicas del omega y paso su mano por la mejilla del chico.

—¿Sabes? te pareces tanto a mi omega, ella era así como tú, siempre buscando el lado bueno de la gente, siempre con una sonrisa en su rostro, hermosa como ninguna, a pesar de ser omega era fuerte y decidida, no se dejaba intimidar por nadie — la cruel mirada se entristeció de repente —. Pero eso no evitó que la matarán, yo la ví morir y no pude hacer nada para evitarlo.

—Entonces si usted ya sabe lo que es el dolor de perder a su omega, piense en lo que sentirá Jungkook si algo le pasa a Jimin, debe de estar desesperado, por favor no le haga daño.

—No puedo hacer eso, los que me arrebataron todo tienen que pagar y para eso necesito el poder de la luna. Yo era el líder de una manada, pero un grupo de traidores me emboscó, mato a mis hombres y después fue tras de mi, para poder derrotarme, me drenaron casi toda la sangre dejándome débil, para después matarme, pero no conforme con eso mataron a mi destinada, causando que mi lobo entrara en depresión, para sobrevivir tengo que beber la sangre de otros alfas, para poder mantener a mi lobo vivo.

Jackson escuchaba atento la historia, no podía evitar sentir lastima por ese hombre, pero también lo escuchaba para hacerlo hablar y ganar tiempo para que los encontrarán, sabía que ya debían de estar buscándolos y sólo rogaba por qué cuando lo hicieran no fuera demasiado tarde.

—Pero el poder de esa sangre me dura poco tiempo y si quiero vengarme necesito hacerlo con toda mi fuerza intacta, con mi lobo estando fuerte nuevamente, el chamán que me habló de esos omegas, me dijo que será como si nunca hubiera tenido Omega y mi lobo volverá a la vida antes de mi destinada, a demás de que mi fuerza volverá y seré aún más fuerte que antes.

—Entiendo sus motivos, pero tiene que haber otra forma, por favor no le haga daño a Jimin.

—¡Basta! No me harás cambiar de opinión, esto es lo que tengo que hacer y no me detendré ante nada, pero me gusta que no me juzgues, tal vez ya que todo esto haya pasado te lleve conmigo y te vuelvas mi compañero, ¿qué te parece?.

Jackson tembló ante las palabras del alfa.

—Ahora come, te daré yo por qué no te pienso soltar, no me voy a arriesgar a que quieras escapar.

La plática concluyó, Hosuk le dió de comer sin volver a hablar, cuando terminó salió de la habitación y minutos después volvió con un par de mantas y una almohada, por la ventana podía ver que ya era de noche. Cuando el alfa salió, Jackson se permitió llorar, tenía miedo por Jimin y ahora también por él y por lo que le podía pasar si no los rescataban a tiempo.

Jimin, se paseaba nervioso por toda la habitación, su lobo no paraba de quejarse y el calor por todo su cuerpo cada vez se hacía más fuerte, su celo se aproximaba y no tenía nada para evitarlo.

Cuando la puerta fue abierta corrió hasta la orilla contraria con miedo, y cuando vió al alfa que lo había secuestrado su sorpresa fue mayor, era su profesor de gimnasia.

—Ma... Maestro... ¿Por qué...?

—Tranquilo tesoro, por ahora no te haré nada, aún no es tiempo, pero por el aroma falta poco ¿verdad?

Jimin tembló de miedo, cuando el alfa frente a él olfateó y sus ojos adquirieron un color rojo claro por un instante, sabía que cuando su celo se presentará por completo y su aroma fuera más fuerte, sería su perdición, no sólo por lo que ese hombre planeaba hacerle, sino porque no pondría resistencia alguna, su lobo tomaría el control y quedaría a merced de lo que el alfa quisiera.

Hosuk no se acercó más a él, dejo la bandeja de comida en la cama y salió sin decir más, Jimin se desplomó en el suelo.

—Jungkook, por favor ven pronto, no permitas que mi vida acabe así por favor.

“Nuestro alfa vendrá por nosotros, él será quien nos marqué”

—Ruego a mi madre porque así sea, no quiero morir así.

Miró por la ventana, la luna brillaba en el cielo nocturno cubierta por un leve tono rosado, era lo único que alumbraba el oscuro bosque que los rodeaba. Y a lo lejos pudo escuchar el aullido lastimero de un lobo, lo estaban buscando, lo sabía pero... ¿Lo encontrarían a tiempo?

Mientras Jimin y Jackson pedían por qué los encontrarán pronto, un grupo de alfas, rodeaba una casa a las afueras del pueblo, todo estaba oscuro, poco a poco se fueron acercando, no se veía ningún movimiento dentro, y el aroma del alfa que se suponía era el dueño, se sentía solo muy tenuemente, lo que indicaba que hacía días que no estaba ahí.

Jungkook y Yoongi seguidos por el señor Park, Hobi y Namjoon entraron a la casa, sólo para comprobar lo que ya sabían, ni Kim Hosuk, ni los dos omegas estaban ahí.

—¡¿Dónde carajos estas maldito?!

Jungkook estaba desesperado, tenían que encontrar a Jimin pronto, antes de que su celo comenzará...



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