🌜 CATORCE 🌛

Jimin se retorcía de dolor en el suelo y Jin trataba de calmarlo, minutos antes él y sus amigos estaban por ver una película cuando un dolor punzante lo había hecho caer al suelo, su lobo estaba sufriendo y no entendía que pasaba, su cuerpo estaba caliente y el dolor no remitía.

Tae que había estado hablando por teléfono corrió hacia él y junto con Jin lograron levantarlo y subirlo a la cama. Los tres omegas estaban solos, el señor Park aún no llegaba, y Jin y Taehyung no sabían que hacer.

Un golpe en la puerta principal se escuchó y Tae corrió abajo, había estado hablando con su alfa cuando todo pasó y lo más seguro es que fuera él, bajó y abrió la puerta, se encontró con Hobi y su hermano que estaban preocupados.

—¿Tae, que pasó?

—No se, estábamos bien pero de pronto Jimin se sintió mal, tiene mucho dolor y no sabemos qué hacer.

Los tres subieron a la habitación del omega.

—Jimin, ¿que tienes? ¿que pasa?

—No... No sé, me duele — logró decir entre jadeos de dolor.

Namjoon se acercó a él y tocó su frente, estaba hirviendo, y sus feromonas estaban liberando demasiado su aroma, su lobo comenzó a inquietarse ante el delicioso olor.

—Busquen un supresor, presiento que esto tiene que ver con el celo de Jungkook, sus lobos se están llamando.

Jin corrió al baño de Jimin y en el botiquín encontró lo que el alfa pidió, lo tomó y volvió con ellos, se lo entrego a Nam y este obligó a Jimin a tomarlo. Ahora solo quedaba esperar que eso ayudará.

—Esperemos que el supresor haga efecto, pero ahora tengo que salir de aquí, mi lobo se está alterando con el aroma de Jimin, esperaré afuera con Hoseok.

Ambos omegas asintieron y cerraron la puerta cuando Namjoon salió, Jimin seguía sintiendo mucho dolor y escuchaba a su lobo aullar y gemir. Poco a poco el dolor fue disminuyendo y su lobo comenzó a dormitar, hasta que ambos cayeron dormidos.

—Creo que funcionó, nunca había visto algo igual, no creí que Jimin también pudiera sentir el celo de Jungkook —dijo Taehyung aún preocupado por su amigo.

—Son destinados es lógico que se sientan aunque no estén enlazados y al no poder estar juntos los dos sufren.

—Cuando niño siempre soñé con ser un hijo de la luna cada que escuchaba la leyenda, pero ahora viendo a Jimin y Jungkook sufrir por qué no pueden estar juntos, agradezco ser un omega normal.

—Lo que ellos tienen que pasar no se le desea a nadie —dijo Jin mientras arropaba a Jimin y le daba una caricia en su cabello — dejémoslo descansar, esperemos que no despierte por ahora.

Ambos omegas salieron de la habitación y se encontraron con los alfas en la sala.

—Ya está dormido —dijo Tae mientras se abrazaba a su alfa.

—Me diste un susto de muerte Tae, pensé que te había pasado algo o que alguien había entrado a la casa.

—Gracias a la luna que no, suficiente tenemos con el celo de Jungkook como para todavía lidiar con otra cosa más.

Jin se sentó en sillón y Namjoon se acomodo a su lado, ninguno de los dos le había puesto nombre a lo que tenían, pero ambos sabían que sus lobos se querían cerca, Hobi y Tae hicieron lo mismo, descansando un poco después del estrés que les había causado todo eso.

—Nunca pensé que el celo de otro alfa me mantendría con tanto estrés —dijo Hobi —agradezco que nuestro celo sólo dure un día y que ya mañana volvamos a la normalidad.

La noche estaba por terminar y Jungkook sentía como su lobo poco a poco entraba en calma, el dolor aunque seguía ahí era más tolerable, su conciencia se iba volviendo más clara, su celo estaba por terminar. Yoongi les había hablado a sus amigos diciéndoles que todo con él estaba en calma, por lo que se quedaron a cuidar de Jimin.


Los rayos del sol entrando por la ventana despertaron a Jimin, quien poco a poco fue recobrando la conciencia de lo que pasó la noche anterior, ese dolor que había experimentado había sido terrible, y suponía que algo similar le había pasado a Jungkook, y tembló solo de pensar en como seria cuando llegará el suyo.

Se incorporó de la cama y busco a sus amigos, salió del cuarto y bajo a la sala, donde los encontró durmiendo en los sillones y cada uno de ellos abrazados a sus respectivos alfas. El ruido en la cocina le indico que su padre aún estaba en casa.

—Hola papá.

—Hola hijo, ¿cómo te sientes? Anoche cuando llegue tus amigos me dijeron que te viste afectado por el celo de Jungkook.

—Ya me siento bien.

Sus amigos se habían despertado y un adormilado Taehyung entró a la cocina saludando a su padre y a él, detrás venía Jin y los dos alfas.

—Ya que todos despertaron, vengan a desayunar, yo me tengo que ir y lo más seguro es que vuelva tarde tengo que ir al condado vecino.

—Está bien papá, hoy ya veré a Jungkook y lo más seguro es que todo el día se quede aquí conmigo, ve sin preocuparte.

Tal como dijo Jimin dos horas después el ruido de la moto de Jungkook siendo estacionada y los toques a su puerta segundos después les indicaron a todos que Jungkook ya estaba mejor.

A penas Jimin abrió la puerta los fuertes brazos del alfa lo apresaron, mientras enterraba la nariz entre su cuello y su hombro, ahí donde nacía su aroma.

—Te extrañe bebé, no sabes cuánto.

—Yo también, fue solo un día, pero se sintió como un año.

—Ya me dijo Yoongi lo que te pasó anoche, lo siento tanto, no pensé que a ti también te afectaría.

—No te disculpes, tú no tienes la culpa, sólo son las circunstancias.

Los demás decidieron irse, para darles privacidad. Namjoon, Jin, Hobi y Tae se fueron juntos mientras que Yoongi ya se había ido después de ver qué Jungkook estaba bien.

Al día siguiente cuando volvieron a la escuela, Jimin iba de la mano con Jungkook cuando fueron interceptados por Eun Woo.

—Tengo que hablar contigo Jeon.

—¿Que quieres?

— Será mejor que lo hablemos en privado.

Jungkook no confiaba en el otro alfa, pero quería saber que tenía que decir, así que aceptó, se despidió de Jimin y caminó junto a Eun Woo, entraron a un salón de música que estaba vacío.

—Ya estamos solos, ¿de que quieres hablar? —dijo sin más, no tenía ganas de estar cerca de él, por mucho tiempo.

—Mira, los dos sabemos que no te soporto y todo eso, pero estoy consciente de quién eres y creo conveniente que sepas esto.

Jungkook frunció el ceño, si bien era cierto lo que el alfa decía, el tono serio que estaba utilizando y sin ningún tipo de burla en sus palabras, lo sorprendió.

—¿De que se trata?

—Recuerdas hace un par de días cuando nos encontramos en la farmacia, pues un rato más tarde mientras iba rumbo a la cafetería ví pasar a Jimin junto a Taehyung y ese nuevo omega, mi intención era acercarme a él para saludarlo, pero me llamo la atención cuando ví al maestro de gimnasia seguirlos, lo intercepté y se puso nervioso, me pareció sospechoso. Pensé que querrías saberlo.

Las palabras de Eun Woo pusieron en alerta a Jungkook y su lobo gruño en respuesta.

—¿Estás seguro de lo que me estás diciendo?

—Claro que estoy seguro, sino no te lo diría idiota, también se que han atacado a varios miembros de la guardia, Moonbin me lo dijo y sumado a eso se me hace bastante sospechoso.

Por mucho que el alfa lo molestará, Jungkook tenía que reconocer que no era ningún idiota, y lo que le decía si era para tener en cuenta.

—Me molesta decirlo, pero te agradezco que me lo digas, mantendré vigilado al profesor y se lo comunicaré a mi padre.

Sin decir más, ambos alfas salieron del aula y tomaron distintos caminos, Jungkook de inmediato fue en busca de sus amigos, tenía que decirles para vigilar al profesor sin que se diera cuenta, pero de algo si estaba muy seguro y era que si él era el alfa que estuvo en casa de Jimin y quién había estado atacando a la guardia, sus días estaban contados.


Después que que Jungkook les dijera sobre el profesor de gimnasia, los cuatro decidieron vigilarlo, no sólo en la escuela, sino también en su casa y fuera de esta, si él era el culpable de lo que estaba pasando no podía perder tiempo.

Yoongi iba pensando en eso cuando lo vió hablando con Jackson demasiado cerca de él, su lobo gruño y no lo pensó más cuando ya estaba a su lado.

—Jack, que bueno que te veo, ven conmigo —dijo a penas llegó a con él, mientras lo tomaba de la mano.

—Espera, el maestro me quería decir algo.

Yoongi volteó a ver al maestro, este lo miraba con cierto deje de molestia en la cara.

—No es bueno interrumpir una plática.

—Lo sé, pero realmente necesito hablar con Jackson, así que si me disculpa nos vamos.

Sin decir más emprendió su camino con el omega siguiéndole los pasos. Cuando estuvieron lejos del maestro Yoongi se detuvo al fin.

—No te quiero cerca de ese tipo, es peligroso.

—¿Por qué lo dices? ¿Paso algo? ¿Y por qué me hablas así? Sabes no por que sea omega quiere decir que soy débil, me se defender perfectamente bien, crecer en una familia con puros alfas me ha servido de algo.

—No te puedo decir que pasa, pero por favor mantén tus distancias con él en serio no me gustaría que te pasara algo, y se que no eres un omega frágil ni débil, no me atrevería a insinuarlo, pero no me gustaría que te pasara nada.

Jackson sonrió ante las palabras del alfa, saber que se preocupaba por él hacía que su corazón y su lobo saltarán de alegría. Sabía que él era su destinado y sólo rogaba por qué Yoongi pronto se diera cuenta también y que lo aceptará como tal.

—¿Y por qué te preocupas por mi? — preguntó solo para saber si el alfa decía lo que quería escuchar.

—Pues... Pues por qué me gustas, mi lobo se siente también cuando estoy contigo.

—Tu también me gustas, y aunque no me lo hayas dicho, se que somos destinados. Mi lobo me lo grito desde que te ví.

—Jackson hablando de eso, hay algo que quiero decirte, mi lobo también me dice que somos destinados, pero...

La sonrisa que se había instalado en la cara del omega fue desapareciendo conforme el silencio del alfa se hacía cada vez más largo.

—¿Pero qué?

—Mi lobo está confundido, no solo a ti te siente como su destino, hay otra omega por la que siento lo mismo, no se por que pasa esto y no quiero lastimarlos ni a ti ni a ella.

La mirada vidriosa de Jackson estaba fija en él y podía sentir su olor a tristeza hacerse presente.

—Entiendo, y pues creo que lo mejor es que mantengamos la distancia, así tal vez tú lobo pueda aclarar su confusión, y si no soy yo a quien eliges espero que seas feliz, cuídate Yoongi.

Dicho eso, el omega se fue dejándolo solo y con su lobo chillando de tristeza. Mientras cerca de ahí y escondida detrás de una pared Hari había escuchado la plática de Yoongi y Jackson, pero ella a diferencia del omega, no se alejaría, ella quería a ese alfa, su lobo podría no decirle si Yoongi era su destinado, pero ella lo sentía como tal y no se daría por vencida sin luchar.

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