Confesiones! --- 𝒿ℴ𝒽𝓃 𝒷 𝓇ℴ𝓊𝓉𝓁ℯ𝒹𝓰ℯ
՝ 𝗍𝗁𝖾 𝘵𝘪𝘭𝘵 𝗈𝖿 𝗍𝗁𝖾 ▰ 𝗦𝗛𝗜𝗣𝖶𝖱𝖤𝖢𝖪 ⎖ ⤶
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advertencias: drogas y alcohol, es demasiado tierno que quiero morir, lenguaje vulgar, exhibición pública de afecto, insultos, conversaciones sobre matrimonio y dinero.

autor/a: infictionalwonderland

Tu mejor amigo estaba muy drogado.

Desaparecido. Fumigado. Fuera de sí. Lo que sea. Él era todo eso y más. Y el culpable aquí era cierto JJ Maybank: el rubio había aparecido en tu puerta principal, tu mejor amigo riendo alegremente a su lado, y simplemente lo dejó contigo, riendo maniáticamente mientras corría y John B se agarraba a ti con entusiasmo.

Maldito.

Había arruinado tu noche de serenidad, o la noche que tenías planeada tener, con una taza humeante de té y el libro que habías elegido para la noche. Ya estabas en tu juego de pijama de seda acogedor, con velas encendidas en tu habitación que te brindaban un ambiente de confort y relajación.

Bueno, lo habría hecho si tu mejor amigo no estuviera tratando de prender fuego a su cabello, solo para saber cómo olía el pelo quemado.

"Huele bien", dijo John B, sonriendo bobamente mientras tú lo alejabas urgentemente de tus velas encendidas. Cuando giraste la cabeza para mirarlo, solo alcanzaste a ver un destello vibrante de travesura en sus ojos color miel antes de que se inclinara hacia el hueco de tu cuello e inhalara dramáticamente. "No tan bien como tú, sin embargo. Nunca tan bien como tú".

"Oh, querido", parpadeaste.

Sí, estaba completamente borracho.

"¿Quééé?", dijo John con un tono lastimero ante tu sorpresa. Se apartó de ti después de oler tu aroma con un puchero suave que parecía injustamente adorable. No se movió mucho, manteniendo la distancia entre ustedes dos al mínimo, mientras te miraba fijamente, casi anhelante.

"¿Qué, qué?"

Parecía no escucharte o simplemente te ignoró por completo. Ahora frunciendo el ceño hacia la camisa hawaiana de botones que llevaba puesta en ese momento, "es incómoda".

Tú lo miraste en blanco mientras él hacía un puchero aún más fuerte y llevaba sus manos al material de la camisa, tirando continuamente de ella lejos de su piel solo para que volviera a caer al siguiente segundo, haciendo que él la volviera a jalar.

"Por amor a todas las cosas sagradas", suspiraste, mirando al cielo como si buscaras una ayuda divina. Luego agarraste ambas de sus grandes y cálidas manos con las tuyas suaves, notando cómo parecía sorprenderse un poco por el contacto, algo que ignoraste.

Suavemente lo empujaste sobre la cama y luego te agachaste un poco frente a él, tus dedos delicados desabrochando los botones de su camisa y rozando accidentalmente su piel desnuda y musculosa en el pecho.

Cuando lo ayudaste a quitársela de sus anchos hombros, levantaste la mirada solo para encontrar a tu mejor amigo mirándote como si fueras un ángel, con los ojos desenfocados y los labios curvándose en la sonrisa más suave que jamás hayas visto.

"Eres realmente hermosa", murmuró suavemente, sus palabras dulces y su tono tímido fluyendo como una suave y fresca brisa en tus oídos, sus ojos clavándose en los tuyos. "Y-yo siempre pensé eso, pero nunca lo dije, porque pensé que no creerías que yo era hermoso. Como, como en La Bella y la Bestia, tú eres la belleza más bella y yo soy la bestia-y bestia".

Un rubor avergonzado tocó tu piel, tu corazón se detuvo brevemente, pero antes de que pudieras hablar, él siguió con su discurso.

"Personalmente, creo que eres, como, la persona más bonita que he visto. Eres, eres como una hermosa princesa y una bola de sol en una sola persona y como el sol, estar cerca de ti me ilumina, ¿crees que eso tiene sentido? ¡Eres como la persona perfecta en mi libro! Pero... no le digas esto a JJ, no me dejará tranquilo. En realidad, no, dile que soy un orgulloso fan tuyo".

Tu mejor amigo siguió divagando, sin parecer darse cuenta del peso de sus palabras.

"¿Crees que soy hermoso?"

De repente, te miró fijamente, ojos avellana redondos y ligeramente enrojecidos, con un rubor tímido coloreando su piel bronceada y las comisuras de los labios curvadas en una sonrisa tímida.

"Creo que eres muy hermoso", confirmaste suavemente, deslizando suavemente una mano por su rodilla mientras aún permanecías agachada frente a él. Le diste un suave apretón a su muslo inferior antes de levantarte, y sus ojos permanecieron fijos en ti todo el tiempo, mirándote como si hicieras desaparecer todas las preocupaciones del mundo.

"¿En serio?", preguntó incrédulo, con los ojos abiertos de par en par ante la admiración.

"Sí", te reíste, con los ojos arrugados cariñosamente mientras lo mirabas con una dulce sonrisa.

"Qué bueno, mi futura esposa tiene que pensar que soy bonito. Primera regla del matrimonio". John B asintió con entusiasmo, sorprendiéndote, los labios ligeramente fruncidos de curiosidad. Parecía no darse cuenta de que continuaba sonriendo y de repente se acercó, entrelazando sus brazos amorosamente alrededor de tu cintura antes de acostarse boca arriba y tirar de ti encima de él.

Dejaste escapar un suave grito sorprendido y sus ojos vidriosos brillaron al escuchar el sonido, sus manos descansando respetuosamente en tus caderas mientras tú ponías tus brazos a ambos lados de su cabeza y los usabas para equilibrarte y no estar completamente encima de él.

"No, para", se quejó decepcionado, llegando a ambos lados de él y suavemente quitando tus manos de la cama, entrelazando tus manos con las suyas y haciendo que todo tu peso corporal recayera sobre él. "Mejor". John B sonrió bobamente, luciendo extremadamente enamorado.

"Estás muy borracho".

"Eres muy bonita. Y perfecta, y amable y hermosa y sexy y divertida y genial y linda, y serás mi futura esposa".

"Yo..."

"¿Qué flores quieres... en la boda?" John murmuró, frotando su pulgar contra la parte posterior de tu cabeza en satisfacción. "¡Oh! También te compraré tu vestido, cuando tenga dinero, porque solo lo mejor para mi pequeña y bonita esposa. Solo lo mejor". Siguió divagando.

"Los tulipanes podrían ser lindos", finalmente admitiste en tono suave, trazando patrones suaves contra su pecho desnudo y musculoso sobre el cual te apoyaste.

"Te conseguiré todos los tulipanes del mundo". Prometió de inmediato. "Te conseguiré todos los tulipanes de todas partes. Incluso de Marte, podrían estar un poco quemados, pero está bien, no los juzgaremos por su apariencia".

"¿De Marte? ¿Vas a ser un astronauta?" Exclamaste dramáticamente. "El primer Pogue en la luna".

"¿Quieres que sea astronauta?", preguntó inocentemente John B, jugueteando con mechones de tu cabello.

"Quiero que seas lo que quieras ser".

"Estoy demasiado borracho para entender lo que acabas de decir, pero tu voz siempre es muy, muy agradable de escuchar, así que gracias".

"Sí", él se rió infantilmente, dándote un beso suave en la parte superior de la cabeza. "Es una voz muy, muy bonita".

"Gracias". Tú respondiste con diversión, apoyando tu cabeza contra su pecho tonificado y mirándolo a los ojos. Tus manos aún entrelazadas con la suya, y él te miraba de la misma manera, con ojos brillantes de afecto en la tenue iluminación de tu habitación, y sonriéndote con una expresión que nunca antes habías visto en su rostro.

"Buenas noches, futura esposa". John B murmuró suavemente, apretando tu rostro brevemente por impulso antes de golpear su cabeza contra tu suave colchón y cerrar los ojos.

"Buenas noches, cariño".

"Te conseguiré esos tulipanes". Prometió, con la voz entrecortada por el sueño y la embriaguez. "Te... te conseguiré un vestido también, y un anillo bonito. Lo que quieras".

Mientras él se quedaba dormido, solo podías mirar su rostro dormido, aún acurrucada contra su pecho. Tu corazón se agitaba involuntariamente en tu pecho, pero qué demonios. Estabas jodida (con suerte).