00;; Insomnia

Wataru se levantó en medio de la noche, cerca de las dos de la madrugada, con la boca seca, por lo que con ganas de beber agua, se calzó sus pantuflas y salió de su dormitorio mientras se colocaba una chaqueta de la forma más silenciosa posible.

Bajó las escaleras con cuidado de no tropezar debido a la oscuridad y se dirigió a la cocina a por un vaso de agua. Sin embargo, le extrañó ver las luces encendidas, así que se acercó lentamente al salón, que quedaba enfrente de la cocina.

¿Emperador?—preguntó Wataru, alzando una ceja.

El rubio se encontraba en el sofá del centro del salón, con la televisión encendida emitiendo un drama. El líder de fine vestía su pijama, estaba envuelto en una manta y sujetaba entre sus manos una taza de leche caliente.

Ah, Wataru—el Tenshouin se giró a mirar a su compañero, que se sentó en el brazo del sofá.

¿Te has desvelado viendo un drama coreano?—preguntó el Hibiki mientras alzaba la mirada para ver el título del drama—. "Business Proposal". Fu, fu, quién diría que al gran emperador de ES le interesasen estas cosas.

Eichi tan sólo lo miró y tomó un sorbo de su taza. El de cabellos color celeste sonrió, tomó el mando del televisor entre sus manos y paró el episodio, para después, apagar el aparato electrónico.

Sin embargo, debes respetar tu horario de sueño—el autodenominado bufón dejó la taza de leche de Eichi a un lado y tomó al rubio de las muñecas para alzarlo con cuidado—. Venga, a la cama.

El rubio frunció los labios, pero asintió mientras tomaba la manta y su taza. Esperó a Wataru, que fue por una botella de agua, y los dos juntos subieron las escaleras hasta el tercer piso, donde se encontraba el dormitorio de Eichi.

¿Quieres que te arrope?—preguntó el de cabellos color celeste cuando ambos se encontraban en el umbral de la puerta.

¿Q-Qué? ¡No hace falta, Wataru!—el rubio se sonrojó y miró a otro lado.

El Hibiki rió levemente antes de besar la mejilla del líder de fine. Éste se giró hacia el de cabellos color celeste, que le ofreció una sonrisa cálida.

Dulces sueños, Eichisusurró Wataru antes de darle un pico en los labios al rubio y dirigirse al segundo piso.

Sí, dulces sueños...—respondió el Tenshouin a pesar de que su novio ya no lo escuchaba.

El rubio entró en su cuarto en silencio y se dirigió a su cama. Dejó la manta en una banqueta y la taza de leche en la mesita de noche.

¿Problemas para dormir, Tenshouin-kun?—preguntó Rei.

Me hubiera asustado de no ser porque estoy acostumbrado, Sakuma-kunrespondió Eichi mientras se recostaba en su cama y tomaba su taza—. Sí, otra vez problemas para dormir—el rubio miró el líquido, aún caliente, y bebió un trago, terminando su contenido.

Rei frunció los labios y se giró para mirar a Eichi, quedando recostado de lado.

Deberías contárselo a Wataru, ¿no crees?

—No quiero preocuparlo por un par de noches de insomnio sin importancia. Estoy bien—respondió el Tenshouin mientras dejaba la taza a un lado y se acostaba, cubriéndose con las sábanas y mirando a Rei.

¿Sólo un par?—el Sakuma alzó una ceja—. Sin importancia, dices. Díselo a tu cuerpo ya débil de por sí y a tus ojeras aún no tan notables.

Cállate—dijo el rubio al mismo tiempo que se daba la vuelta para mirar al techo—. En unos minutos me habré dormido, no le des muchas vueltas.

Si en diez minutos no te has dormido, te pego una hostia con la mano abierta, ¿vale?—Rei sonrió ante la posibilidad.

Eso si no te has dormido antes, Sakuma-kundijo Eichi.

Soy un vampiro. ¿Te crees que duermo algo por las noches?—preguntó el azabache.

Ogami-kun tiene razón, deberías dejar todo ese rollo del vampirismo—el rubio rodó los ojos antes de darle la espalda al líder de UNDEAD.

El día que dejes de ser gay, yo dejaré de ser vampiro—le contestó Rei con una sonrisilla burlesca.

Eichi se sonrojó y simplemente suspiró.

Buenas noches, Sakuma-kun.

El azabache hizo un ruido como diciendo "Sí, igualmente". El silencio se hizo presente en la habitación, y Eichi miró de nuevo el techo, tratando de conciliar el sueño contando ovejas.

Al día siguiente, todo fine se encontraba en la sala de baile, practicando la coreografía de su nueva canción. Apenas llevaban diez minutos practicando, cuando Eichi se detuvo, incapaz de seguir bailando.

Tenshouin-sama, ¿se encuentra bien?—preguntó Yuzuru mientras paraba la música.

El rubio no contestó, tan sólo cerró los ojos y se dejó caer, presa del cansancio, sobre el hombro del de cabellos azulados.

¡Maestro Eichi!—exclamó Tori, preocupado.

Yuzuru se agachó y recostó al rubio en el suelo. Entre Tori y él comprobaron que su compañero no hubiera sufrido uno de sus bajones de energía típicos de su enfermedad.

Sería extraño, apenas llevamos diez minutos practicando, y Tenshouin-sama no suele tener la necesidad de descansar hasta por lo menos dos horas.

—Creo que estaba falta de sueño—dijo entonces Wataru mientras se agachaba al lado de su novio, que respiraba acompasada y tranquilamente—. Ayer se quedó hasta tarde viendo un drama en la televisión.

—Ah, en ese caso, llevadlo a su cuarto para que descanse—dijo Tori—. Yo mientras iré por algo para que coma cuando se despierte y recargue sus energías.

Tanto Wataru como Yuzuru asintieron, y el autodenominado bufón tomó en brazos al estilo princesa a Eichi, como hizo en el circo de ES y como solía hacer de vez en cuando para pillar desprevenido a su novio.

Wataru tumbó con lentitud a Eichi en su cama y lo arropó con las sábanas para evitar que pillase frío.

Iré por una infusión para Tenshouin-sama, ahora vuelvo—dijo Yuzuru mientras salía del dormitorio de su líder de unidad.

El de cabellos color celeste miró cómo el de cabellos azulados se iba antes de sentarse en el borde de la cama de su novio y acariciar sus cabellos rubios.

Ah, emperador. Mira que quedarte hasta tarde viendo un drama...—susurró el Hibiki.

No sólo fue eso—dijo Rei, que se apoyaba en el marco de la puerta mientras sostenía en su mano derecha un tetabrick de zumo de tomate.

Ah, Rei—Wataru giró la cabeza hacia el otro miembro de los Tres -antes Cinco- Excéntricos—. ¿A qué te refieres con eso?

—A que Tenshouin-kun fue ayer al salón a calentarse un vaso de leche y a ver ese drama coreano porque no podía dormir—contestó el azabache antes de dar un sorbo a la pajita del tetabrick—. Y cuando volvió aquí, tampoco durmió nada. Se quedó despierto toda la noche, al igual que yo.

¿Dices que ayer no durmió nada?—preguntó el Hibiki.

Ni ayer, ni anteayer, ni el día anterior—contestó Aira, que asomó la cabeza por el marco de la puerta—. La verdad, Tenshouin-senpai lleva varias noches sin dormir. Cada vez que yo me despierto para ir a beber agua o usar el baño, lo veo con la lamparita de la mesita de noche encendida y leyendo un libro.

—Sí, y una noche, lo vi trabajando en su ordenador, y cuando le pregunté que qué hacía, me mandó a callar y dormir—añadió el Sakuma.

El de cabellos color celeste frunció levemente el ceño y miró a su novio, que se removió en sueños.

¿Por qué no me lo habrá contado?—susurró.

Ayer me dijo que era para no preocuparte. Supongo que ha logrado el efecto contrario, ¿cierto?—preguntó Rei.

Wataru asintió una vez, suspiró mientras se tumbaba en la cama de Eichi, al lado de éste, y lo miraba, preocupado.

Hibiki-senpai—Aira llamó al miembro de fine, que se incorporó para ver al miembro de ALKALOID, que fruncía los labios—. Tanto Sakuma-kun como yo hemos intentado que Tenshouin-senpai duerma algo por las noches, pero él se niega a pesar de que cada vez está más débil y cansado debido a la falta de sueño. Por favor, habla con él, y trate de hacer que entre en razón.

El Hibiki sonrió y respondió:

Hablaré con él cuando despierte; no te preocupes, Aira.

📝;; Nota de autora

Noche que me toca quedarme levantada haciendo deberes, noche que publico :D

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