"La mejor actriz del mundo"

La mejor actriz del mundo

no necesita un escenario donde salir,

porque es tan buena en su trabajo 

que nadie sabe que es una actriz.

Esos ingenuos no tienen ni idea

de lo falsa que su conocida es;

una experta en fingir

ser aquello que no es.

Vive cada día como si el mundo fuese un escenario,

los años pasan y ella cambia más y más.

Su verdadero yo muere ante el nuevo,

y cuando se dio cuenta, era muy tarde para volver atrás.

La mejor actriz del mundo 

odia a su nuevo yo,

pues esas dulces sonrisas y falsas palabras

le hicieron lograr mucho más de lo que nunca buscó.

En su camerino, mira llorosa al espejo,

ve a un personaje del cual no tiene escape.

La mejor actriz del mundo no reconoce su propio reflejo,

hace que a cualquier muestra de realidad se agarre.

Cuando la actuación termina, susurra su verdadero nombre,

sueña con un teatro vacío y apagado,

donde pueda ser ella misma, sin guiones, sin disfraces,

sin todos ese mundo falsamente logrado.

Pero la fama y el éxito siempre han tenido un precio,

y busca, entre líneas, un rastro de su corazón.

La mejor actriz del mundo se lamenta de aquel pacto

mientras se pierde en aquel borroso guion.

Hasta entonces, el teatro abre y la función sigue, 

aunque ella aún sueña con encontrarse a sí misma,

no en el reconocimiento, ni en la ovación, 

sino en algo que sea ella y no una simple actuación.