No sé, no sé, no sé por qué.

Aunque no me conozco a mí mismo.

Sólo sé, sólo sé, solo sé por qué.

Porque todo es un falso amor.

Había empacado sus maletas, sin que nadie se enterara, como un fiel depredador, de forma silenciosa salió de aquella casa y subido en un taxi, se dirigió a Busan, con su familia nuevamente, dejando atrás 5 años importantes de su vida, había solicitado un año sabático, aprovechó la situación ya que recientemente habían terminado el tour mundial por su nuevo álbum, no le fue fácil convencer al CEO ya que tenía un contrato que cumplir pero al final terminó accediendo -obviamente omitió la verdadera razón de su huida- y lo justificó como cansancio y que extrañaba a su familia -lo cual no era mentira-, sabía que su familia lo apoyaba y era todo lo que necesitaba, sabía que estaba siendo inmaduro al dejar sus responsabilidades por un mal amorío pero no le importaba, lo único que quería era ser libre de todo ese dolor incrustado en su pecho, dejaría a sus amigos ser felices, se permitiría a él mismo encontrar esa felicidad en otro lado, ya había decidido que se iría a Japón, tendría unos meses para explorar la ciudad de Kioto y se dedicaría a su pasatiempo favorito, la fotografía, empezaría de nuevo, sabía que en más de algún lugar lo reconocerían y sería un caos cuando se enteraran de su salida temporal del grupo, pero era necesario para él.

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Había llegado a Japón 3 meses después de su salida, recibió llamadas y mensajes de sus compañeros exigiéndole las debidas explicaciones a su reciente abandono, menos de la única persona a la cual vivía aferrado, SeokJin. Con eso el menor entendió que el pelinegro le había dejado ir, eso era suficiente para él, ya no podía vivir con la vana esperanza sabiendo que Jin era feliz con su amigo, al principio le pareció descabellado el hecho de que estuvieran juntos, pero no le sorprendió ya que él notaba la química de ambos sobre todo cuando se olvidaban de los demás y lo demostraban en los conciertos, esas miradas, caricias, sonrisas, y los acercamientos sin pudor que se dedicaban, mataban cada pequeño destello de esperanza que aún habitada en el corazón dolido del menor.

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-Flashback-

Era la noche del viernes, los chicos habían dado por terminado el último ensayo antes de comenzar la gira mundial del nuevo álbum, todos estaban exhaustos pero contentos ya que podrían interactuar con Army de forma apasionada como siempre hacían en cada presentación.

—Ufff necesitamos una buena sesión de relajación antes de empezar con el tour. -Dijo HoSeok tirándose al sofá con pereza.

—Yo sólo necesito dormir. -Contestó YoonGi dirigiéndose a su habitación.

En ese momento SeokJin tomó la mano de su compañero antes de que se marchara, recibiendo una mirada malhumorada por parte del chico pálido.

—Antes de que cada uno se vaya a hacer sus cosas, hay algo que debemos decirles... -Mencionó SeokJin colocándose al lado de su pareja. —Sabemos que no es el mejor momento pero no podemos retrasarlo más... -Tomó su mano y entrelazó sus dedos con los del chico sonriendo embobado.

Y en ese instante JungKook lo supo, la noticia que les darían derrumbaría todos sus sueños con el mayor, sintió un feo dolor de estómago al ver a ambos chicos sonreírse y dirigir sus miradas nuevamente a ellos.

—SeokJin y yo somos pareja desde hace 3 meses. -Comunicó el rubio con su profunda voz y besando el dorso de la mano del pelinegro con amor, recibiendo un beso en la mejilla por parte de éste en respuesta.

JungKook pudo sentir como su corazón dejó de latir en ese segundo, las lágrimas se acumularon en sus lindos ojos negros y su labio inferior temblaba con decepción ante la noticia, sentía que se desmayaría por lo que optó por sostenerse de una mesita que se encontraba cerca mientras los demás chicos bombardeaban a la pareja con preguntas que él no deseaba saber, así que de forma silenciosa se dirigió a su habitación y se encerró, ya después daría la falsa felicitación a la nueva pareja, por el momento sólo quería sentirse miserable por no ser capaz de enamorar a su hyung... Su único amor.

-Fin flashback-

Sonrió tristemente al recordar ese episodio, aún le dolía pero era necesario recordarlo para dejarlo atrás, ya habían pasado 6 meses desde su salida, había reflexionado mucho durante ese tiempo, hablar con sus padres durante los 3 meses que estuvo con ellos y la hermosa naturaleza que visitaba en Kioto casi todos los días para sus sesiones de fotos le ayudaban a recordar cuan valioso es y sobre todo único, había conocido a varias personas en las galerías de arte que solía visitar, cada uno le dejó una enseñanza que el menor atesora con recelo en su corazón, ese corazón que poco a poco cobraba vida.

Él sabía que un año no bastaría para olvidarse del mayor, pero le sería suficiente para aceptar el hecho de que éste ya tenía a alguien que lo hiciera feliz, la aceptación y resignación serían su mejor cura en estos momentos, quería quitarse la presión y celos de no poder verle con alguien más, por su propia salud mental y emocional, debía dejar ir al mayor y seguir con su vida, sin temor al mañana, había decidido que aprendería a aceptar las cosas como son, ya el tiempo se encargaría de curar sus heridas.

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SeokJin se encontraba acostado en su cama, hacía 8 meses que no sabía nada del maknae, se sentía culpable, durante todo ese tiempo pensó en los sentimientos del chiquillo, aunque muy en el fondo se sentía halagado por ser dueño del corazón de su JungKookie, no podía con el incesante malestar de que por su culpa, el bebé del grupo se había ido sin despedirse, pero era aún mayor el dolor al saber que no podía corresponder a esos sentimientos, él amaba con fervor a su rubio –o eso creía-, no podía ser más feliz con él, ya que siempre habían demostrado la atracción que ambos sentían, en ocasiones lo hacían en público, para ese entonces no sabía que cada muestra de cariño entre ellos era como una daga que incrustaban en el corazón del más pequeño.

Había decidido que hablaría con el maknae cuando éste regresara, le pediría perdón y le dejaría en claro que no podía corresponder a sus lindos sentimientos, por más duro que fuera. También hablaría con su pareja y así evitar darse muestras de amor frente a él en símbolo de respeto, hasta que él menor pudiera superar su amor, no quería lastimarlo aún más, si era necesario había pensado en marcharse de casa para darle su espacio al menor, sinceramente no soportaba la idea de que el castaño sufriera por él, es un chico joven y sabía que encontraría a alguien que lo amara como él se lo merece, no por nada lo llamaban el "Golden maknae".

Pero lo que no sabía es que quien estaba viviendo un falso amor desde un inicio era él mismo...