Te amo tan mal.

El amor es tan loco.

Moldee una bonita mentira para ti.

El amor es tan loco.

Intenta borrarme y hazme tu muñeco.

Tenían un año de relación, el mayor del grupo había vivido en una bonita mentira durante todo ese tiempo, él creía ser feliz con aquel chico pero todo aquello, se cayó en pedazos frente a sus ojos al ver a su "amado" TaeHyung besando con tanta pasión a su querido compañero HoSeok en la terraza de su casa, ¿Cómo diablos pasó eso?, ¿Estaba él en una horrible pesadilla?, las lágrimas hacían su camino por sus suaves mejillas cuando ambos chicos se percataron de su presencia.

—J-Jin-hyung... -Susurró HoSeok con los ojos bien abiertos y su corazón latiendo a mil al verse descubierto.

— ¿Q-qué significa esto?... ¿P-por qué... no me lo dijiste TaeHyung? -Cuestionó con un hilo de voz. — ¿Acaso... Acaso todo fue un juego para ti? ¡¿Si tanto querías a HoSeok por qué demonios correspondiste a mis sentimientos?! ¡Maldita sea! -Exclamó furioso y con su corazón en mil pedazos.

—Yo... Perdóname Jin... Quería decírtelo pero al verte tan feliz no me sentía capaz... Yo... Por favor perdóname... -Intentó tomar las manos del mayor pero éste le dio un manotazo alejándose de él como si fuese una peste, acción que le dolió al rubio al saberse perdido del afecto del mayor, por su propia culpa.

—Eres un maldito cobarde TaeHyung... -Retrocedió dedicándoles una última mirada a ambos chicos, llena de tristeza, dolor y melancolía para después salir de aquella casa en busca de aire, lo necesitaba.

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Estaba por entrar a su casa, ya había pasado el período de tiempo que le permitía estar fuera de la rutina, pero justo cuando se disponía a abrir la puerta una figura con un suéter rosa pasó a su lado corriendo sin siquiera percatarse de su presencia, el menor al verlo llorar tan desconsoladamente y corriendo a quién sabe dónde, dejó sus maletas en el pasillo de la casa y corrió tras el mayor, sabía que no tardaría en dar con él y así fue ya que lo encontró en un parque que estaba cerca de su hogar, recostado en un árbol, abrazando sus piernas y sollozando, fue la imagen que apreció del pelinegro antes de sentarse a su lado sacándole un pequeño brinco al mayor al no haberlo notado antes.

—Hola... Hyung. -Saludó el castaño viendo los hinchados y rojos ojos del mayor a su lado. — ¿Quieres que te abrace? -Preguntó suavemente mientras extendía sus brazos hacía el pelinegro.

Éste no lo dudó y se lanzó a los fuertes brazos de su JungKookie, se sentía tan bien la calidez que el menor le brindaba mientras lo estrechaba con fuerza contra su cuerpo, en ese instante no le importaba nada más que disfrutar de las caricias que el castaño ejercía sobre su cabello y espalda, se sentía protegido, por lo que sus sollozos siguieron por un par de horas hasta que se sintió mejor.

—Perdón Kookie... No quería que tu recibimiento fuera así... -Dijo en susurro sin soltarse del abrazo. —Pero a veces las cosas no resultan como deseas... -Siguió con un tono triste mientras miraba al lago frente a ellos.

—Descuida hyung... No me importa, además, ¿qué mejor recibimiento que estar abrazándote frente a un bonito lago mientras lloras como quinceañera? -Respondió el maknae con un tono sarcástico pero divertido haciendo reír levemente al mayor.

— ¡Yah! Cállate niño. -Contesto el mayor separándose un poco y dejando un suave golpe en el pecho del castaño. —Yo no lloro así. -Dijo mientras hacía un puchero que el menor miraba embobado.

— ¿No? Por favor hyung, tu siempre lloriqueas así, y es aún peor cuando miras alguna película triste y ésta involucra animales tiernos, siempre es lo mismo contigo ¡Jum! -El menor se hizo el ofendido desviando la mirada e inflando sus mejillas, sabía que al comportarse así le sacaría más sonrisas al mayor.

— ¡Oye! JAJAJAJAJAJA ¿Cómo te atreves mocoso? -El mayor reía con su peculiar risa, olvidando su tristeza inicial. — ¡Kookie eres muy malo con tu hyung favorito!

— ¿Y quién dijo que eres mi hyung favorito? -Atacó al mayor con una sonrisa arrogante.

— ¡T-tú me lo dijiste! -Contestó ofendido hasta que se lanzó sobre el menor haciéndole cosquillas.

En ese instante comenzaron una guerra de cosquillas hasta que el castaño se dio por vencido dándole la razón al mayor mientras reían con auténtica alegría, por un momento habían olvidado sus corazones rotos.

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Había anochecido, el mayor y menor del grupo caminaban despreocupadamente por la acera, el pelinegro lo había tomado del brazo, cosa que había dejado encantado al castaño, se dirigían a su hogar después de haber platicado sobre el viaje del menor, entre risas y bromas, SeokJin había diluido su tristeza, hacía mucho tiempo que no se divertía así con JungKook e internamente agradecía a la vida por traerlo de vuelta cuando más lo necesitaba.

—Gracias por consolarme Kookie... -Comentó el mayor deteniéndose en la entrada de la casa sin soltar aún el brazo del castaño. —Me sentí muy reconfortado con tu presencia... -El pelinegro le sonrió tiernamente y se acercó para dejar un dulce beso en la mejilla del menor, cosa que hizo sonrojar furiosamente al más pequeño, agradeciéndole a Dios que era de noche y el pelinegro no podría percatarse de su nerviosismo. —Deberíamos salir más seguido, como en los viejos tiempos.

—Sí hyung... Yo encantado de salir contigo de nuevo y no te preocupes, sabes que cuentas conmigo para lo que necesites. -Respondió con una de sus hermosas sonrisas de conejo mientras lo observaba con detenimiento, su hyung realmente era hermoso.

—Bien, será mejor que entremos, los chicos deben estar hambrientos y tú deberías ir a ducharte para que cenes y descanses. -Dijo mientras se encaminaban a la puerta y entraban al hogar que extrañamente estaba silencioso.

—Que raro... -Dijo el mayor. —Deberían estar aquí protestando por la cena. -Se adentró más a la casa ayudando al menor con una de sus maletas, revisando las habitaciones de los demás y notando que no había nadie.

—Hyung. -Llamó el menor con una nota en sus manos. —Aquí dice que la rap line se fue al estudio junto a JiMin-hyung y que V-hyung y HoSeok-hyung salieron a cenar. -Terminó de leer entregándole la nota al mayor que había cambiado su semblante y él ignoraba la razón.

—Ya veo... -Respondió serio mientras veía la nota. —Bueno, entonces sólo somos tú y yo. -Sonrió regresando su vista al menor. —Ve a ducharte y ponte cómodo mientras preparo la cena, ¿sí?

El menor asintió con una enorme sonrisa al saberse a solas con su hyung, así que a paso rápido hizo lo que le mandó y unos 30 minutos después ya estaba acompañando al mayor en la cocina que terminaba de servir los platos.

—Preparé tu comida favorita como recibimiento Kookie, así que come todo lo que desees. -Mencionó el mayor sonriendo hacia su donsaeng.

—Gra-gracias hyung... ¡Provecho! -Pronunció como un niño feliz dándole mucha ternura al mayor que lo observaba con detenimiento, ciertamente su bebé había crecido, recordaba cuando eran trainers y JungKook lo buscaba para que le ayudase con sus tareas o lo llevara a la escuela, a la vez recordó lo sucedido hacía unas horas con TaeHyung y muchos sentimientos se acumularon en su corazón en ese momento, no se percató de que una lágrima traicionera se escapó de sus hermosos ojos sin quitarle la vista al maknae, hasta que este sintió la mirada de su hyung.

—Hyung... -JungKook le miraba alarmado. — ¿Qué sucede?, ¿por qué lloras? -Levantó su mano y con su pulgar limpio las lágrimas que recorrían la sonrojada mejilla del mayor.

— ¿Q-qué? -El mayor reaccionó riendo nerviosamente. —Oh lo siento, supongo que estoy un poco melancólico... No te preocupes Kookie, sigue con la cena.

El menor decidió no presionarlo y siguieron con la cena en silencio, el castaño tenía curiosidad de saber que le había pasado a su hyung, pero sabía que no debía preguntar aún, en su momento el mayor se lo diría.