𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨: 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨
Tres años después...
JungKook está irreconocible, esa fue la conclusión a la que JiMin llegó cuando el Omega se acercaba a él.
Lo esperaba en su cafetería favorita, recién había llegado de un viaje en las Islas Canarias y se topó con tantas noticias que no podía creer.
¿JungKook divorciado?
¡Pero se veía espectacular!
Aquella ropa le sentaba a la perfección, su presencia era tan sexy que muchos alfas se giraron en su dirección, por supuesto, más de un beta y omega también.
Y es que esos pantalones que abrazaban sus musculosas piernas no dejaban mucho a la imaginación, menos su camiseta negra, que hacia lucir sus pectorales a propósito.
Definitivamente el divorcio le había hecho un bien, recordó brevemente cuando su hermano estaba casado, lucía tan simple, como si el arreglarse fuera algo que no debía hacer por pertenecerle a un alfa.
¡Patrañas!
Tenía todo el derecho del mundo de lucirse como quisiera, además, JungKook era un Omega hermoso, y no lo pensaba solo porque era su hermano, no. Cualquiera que tuviera ojos podía verlo.
Incluso su caminar era poderoso. Había hecho del lugar su pasarela.
—Toma una foto, estás malgastando mi presencia. -Fue el saludo sarcástico que le dio el menor cuando por fin llegó a él.
JiMin abrió la boca indignado.
—Idiota, ¿así saludas a tu hermano mayor?
JungKook se rio, pronto los hermanos se fundieron en un abrazo de oso.
— ¿Cómo te atreves a verte más divino que yo? -Recriminó él rubio mayor.
—Siempre he sido más divino que tú. -Contraatacó el Omega más alto.
JiMin sonrió feliz, parece que su hermano había superado aquella mala experiencia.
—Me alegra verte, sonriendo y siendo tú mismo. -Dijo sinceramente.
JungKook también sonrió con alegría. —Esos días en los que me oculté pasaron al olvido, nadie volverá a apagar mi luz.
JiMin casi llora de la emoción, eso era lo que quería escuchar de su hermano, él siempre había sido brillante, verlo apagarse por culpa de ese infeliz había sido doloroso.
—Y es por eso que te traigo una propuesta.
JungKook lo miró con sospecha.
— ¿Tendré que desnudarme? -Sugirió coqueto.
— ¡No! -JiMin respondió exaltado. Aunque no era mala idea, no era así como quería que su hermano se desenvolviera. Dios, ni siquiera podía imaginarlo así. —Quiero que vayas a Francia a cerrar un trato.
—Oh oui~ Vais-je conquérir un bel alpha français? ¹
—Non, mais je sais qu'avec ton intelligence et ton charisme; vous pouvez séduire ces investisseurs. ²
—Está bien, dame las indicaciones. Estoy preparado para lo que sea. -El Omega se pasó los dedos por el cabello rubio de manera sugestiva. ¿Cómo es que podía verse tan provocativo?
JiMin sonrió satisfecho. —Ese es mi hermano.
Y es que JungKook no lo sabía, pero nunca olvidaría ese viaje a Francia.
1. Oh, sí ~ ¿Conquistaré a un hermoso alfa francés?
2. No, pero sé que con tu inteligencia y carisma; puedes seducir a estos inversionistas.
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