🎄Ɗí́ɑ ⁴🎄
Un pequeño castaño despertada después de haber tenido el mejor sueño de su vida. Nunca había dormido tan bien, se sentía cómodo y calientito.
Al abrir lentamente cada ojito se dio cuenta que alguien lo abrazaba igual que un peluche. Fijó su mirada en su acompañante y se sorprendió ver a Hyunjin a su lado, aún durmiendo.
No había sido un sueño.
Él realmente estaba en la casa de Hyunjin.
Sonrió y no pudo evitar sentirse muy feliz, intentó levantarse, pero un agarre lo detenía, por lo que, llevó su dedito hasta la mejilla del contrario para poder despertarlo.
— Mío... — Balbuceaba entre sueños el pelinegro.
— Hyunjinie... Despierta... — Dijo mientras seguía picando suavemente su mejilla para que reaccionara.
— No... Mío... — Continuaba balbuceando.
El pequeño castaño optó por volver a acostarse y continuar en esa cómoda posición, si Hyunjin no quería levantarse, él tampoco lo haría.
Varios niños jugaban en la nieve, haciendo angelitos y otros intentando armar grandes estructuras. Félix se aferraba a la mano del pelinegro para no perderse.
Esa mañana después de comer decidieron salir afuera para jugar un poco. Félix no conocía ese sitio de la ciudad, era la primera vez que sus piecitos pisaban tanta nieve.
— ¡Hagamos un muñeco! — Exclamó el pelinegro.
— ¿Un qué? — Preguntó el más bajo.
— Un muñeco, Félix — Señaló —. ¡Uno de nieve!
El mencionado asintió y ambos empezaron a realizarlo. El más bajo no tenía idea de como hacer uno, sin embargo parecía que Hyunjin sí. Así que, se dejó guiar por él en todo momento.
El pequeño castaño estaba terminando de moldear esféricamente una porción de nieve. Esta era demasiado grande para sus manitos, pero hacía el mayor intento para que quedara bien.
En cambio Hyunjin ya estaba acomodando las dos esferas que previamente había realizado. Observó como el pequeño castaño intentaba levantar la porción de nieve para ponerla encima de las demás, al notar que le costaba, fue a ayudarlo.
Una vez terminado, ambos niños retrocedieron para observar su gran trabajo, le pusieron los últimos detalles y se dieron una sonrisa entre ellos. Pero esta instantáneamente se borró del rostro del pelinegro al ver a otro niño acercarse a Félix.
— ¡Hola! — Exclamó un niño con el cabello color dorado.
— Hola...
— ¿Cuál es tu nombre? — Preguntó —. El mío es Bang Chan — Sonrió.
— Soy Félix — Respondió y le devolvió la sonrisa.
— Tú muñeco de nieve es muy bonito — Señaló —. ¿Me enseñas a hacer uno?
Después de realizar la pregunta, Bang Chan tomó la mano del pequeño castaño y se lo llevó hasta donde se encontraban sus demás amigos. La expresión de Hyunjin cambió completamente al presenciar todo eso. ¿Quién se creía ese niñito para tomar la mano de Félix?
Reaccionó y se dio cuenta que le quitaban lo suyo.
Desde lejos visualizó la cabellera castaña y corrió a su encuentro. Cada vez estaba más cerca, a pesar de que el camino contenía nieve, sus pies se movían rápidamente.
No lo pensó dos veces y saltó sobre el rubio. Cuando quedó encima de él, le indicó al pequeño castaño que corriera.
Félix se quedó sorprendido por lo que el contrario acababa de hacer, lo estaba protegiendo, era la primera vez que alguien hacía eso por él.
Sin embargo, Bang Chan no intentaba lastimarlo, solo buscaba ayuda. Por esa razón alejó el cuerpo del pelinegro, que estaba encima del niño, y lo sujetó de ambas manos.
— Estoy bien — Sonrió.
— Pero él te alejó de mi lado — Dijo el pelinegro, frunciendo el ceño.
— Sólo quería que lo ayudara — Explicó.
— ¡Sí! No tenías que derribarme — Habló el niño Chan.
— No tenías que tomar la mano de Félix — Expresó molesto.
— No es tuyo — Dijo frunciendo el ceño.
— Sí lo es, yo lo cuidaré — Explicó y abrazó al castaño protegiéndolo.
Otra sonrisa se dibujo en el rostro de Félix, una de tantas que eran gracias al pelinegro.
Tomando valentía, cerró los ojos y elevándose un poco, propinó un pequeño beso en la mejilla de Hyunjin, para luego decir:
— Gracias por rescatarme.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top