Regalo de cumpleaños para una amiga especial.
helado_D_vainilla

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Cuando pienso en ti me sabes a inocencia, días soleados y risas frescas, sabes a amor de primera cuenta.

Me conoces, soy Taehyung.

Al principio sentí miedo al darme cuenta de lo que crecía en mi interior, pensé que estaba enfermo, pero hoy al recordarlo me rio por mi inocencia, no era un mal augurio como llegué a pensar, se trataba de una bendición.

Se trataba de ti, la llegada de mi primer amor.

Lo noté cuando los malestares llegaban apenas venías a mi mente, sentía ese característico revoloteo en el estómago, mi corazón acelerarse de nervios y emoción, nunca fui un chico tímido, pero llegaste tú y sólo con tu presencia perdía el habla quedando enmudecido.

No hablabas mucho con la gente, eso fue lo primero que llamó mi atención, algunos te tachaban de grosero, pero la realidad no era aquella, tú eras reservado y aún así fácil de sorprender, observabas a los demás desde tu esquina del salón, sonreías al verlos reír sin que se dieran cuenta, un sonrojo aparecía en tu rostro cuando alguien te mencionaba. Eras más dulce de lo que cualquiera pudiera pensar.

Después de notar los detalles quedé cautivado por tu belleza, en los días soleados y calurosos abrías las ventana y asomabas la cabeza para ver jugar a los de fútbol. Los rayos del sol eran benditos por tener la oportunidad de acariciar tu piel perfecta, el viento tocaba a un ángel, eras un ángel, no podía creerlo, había un ángel en mi propia aula. Me hechizaste, me volviste tonto, decidí unirme al equipo sólo para que cuando asomaras por la ventana me pudieras ver también a mí y de hecho así fue, empecé a ganar un poco de tu atención.

Cuando noté todo lo que hacía por ti tuve mucho miedo, el mundo comenzó a sentirse diferente.

Hubo tantos intentos fallidos por ser tu amigo, en las ocasiones en que nos encontrábamos apenas una mirada nos dábamos y tras ello te alejaba como hacías con todos, siempre te ibas, pero era parte de ti, de tu timidez.

—Hola, Yoongi —te saludé animosamente tras volver del partido, te sonrojaste, no importa cuan segura había salido mi voz, por dentro me derretía y temblaba, no lo sabías, pero todo era por tu causa.

—Ho-Hola —desviaste la mirada.

—Soy Tae-

—Taehyung —me cortaste y sonreíste a medias—, descuida, somos de la misma clase, claro que te conozco, ¿Qué necesitas?

—¿Eh?

—¿Es por la tarea de literatura? Lo lamento todavía no la hago.

Me dolió, era doloroso pensar que a un ser tan hermoso como tú sólo lo buscaban la mayor parte de las veces para pedir tareas, me entristecía sin razón aparente, no era relevante en tu vida, tal vez ni siquiera te conocía totalmente, pero mi mundo comenzaba a girar alrededor de ti, te transformaste en mi centro sin que me diera cuenta y eso me hacía temblar.

—No, descuida, yo sólo... Te quería hablar.

—¿Eh? ¿ A mí? —ladeaste la cabeza con una mirada confundida, un tanto más interesado en nuestra conversación. No quería que me miraras así, sólo lograbas que me perdiera más en ti.

—Sí —reí—, bueno... ya sabes, para conocernos y ser amigos.

—E-Estaría bien —rascaste tu nuca y luego estiraste la mano hacia mí—, mucho gusto, Taehyung.

—Mucho gusto... Yoongi.

Tan inexpertos, tan dulces, tan inocentes, tú y yo éramos...

Pasaron los meses, pude saber más de ti, te transformaste en las causas de mis primeros desvelos, tú y yo platicando todas las noches, haciendo crecer ese nuevo sentimiento en mi pecho, dándote mi corazón a cachitos, pero todavía no sé si tú te sientas igual que yo.

Yoongi, quiero saberlo.

¿También se acelera tanto tu corazón cuando estamos juntos?

¿Te has puesto tan nervioso conmigo que sientes que no puedes respirar, pero de algún modo te gusta?

¿También sientes el mundo como lo siento yo?

¿Te pierdes al igual que yo cuando platicamos?

¿Puedes ver el universo a través de mi mirada como yo lo veo a través de la tuya?

Por favor, Yoongi, dime que sí porque siento que voy a enloquecer.

No puedo cargar con tantas dudas y emociones, no puedo respirar si sigo guardandome todos estos sentimientos.

Creo que eres mi destino.

—Yoon... —llamo con voz suave y me prestas tu atención al momento.

Estamos recargados en la pared observando al equipo de fútbol jugar, gracias a este pude lograr que me miraras un poco, desafortunadamente me salí porque en realidad no es lo mismo, me reconforta saber que aún con ello sigues aquí.

—Dime, Tae.

Tus mejillas pálidas y sonrojadas me recuerdan al invierno cálido, no hablo de ese invierno que es crudo y aterrador, hablo de ese invierno con tazas de chocolate, frazadas y películas.

Tus labios delgados, rojizos y curveados en una sonrisa que va para mí me hacen perder el sentido, nadie me había gustado tanto como me gustas tú.

No importa.

Sigo teniendo miedo a esta nueva emoción.

¿Qué pasará?

¿Soy el único loco o ambos lo somos?

¿Está mal que sólo contigo me sienta tan feliz?

Mis ojos comienzan a sentirse acuosos y te preocupas, lo veo en tu mirada, sabes que algo está apunto de suceder.

Yoongi, esta es mi primera vez.

La primera vez que siento algo así por alguien.

Oh, suplico a mi corazón que se detenga, casi puedo sentir mis propios latidos, el corazón se me escapa del pecho y todo esto es por ti.

Limpio mis manos sudadas en mi pantalón.

Tomo aire profundamente, no puedo pensar.

—¿E-Estás bien, Tae? ¿Te sientes mal? ¿Quieres agua? —comienzas a distraerte buscando entre tus cosas.

No, no quiero perder tu atención.

No, Yoongi.

Te lo voy a decir.

—Me gustas, Yoongi—escapa de mis labios, aprieto los ojos tan fuerte que me quiero morir.

No hallo una respuesta, no te escucho, por favor, dime que no soy el único que se siente así.

Abro los ojos lentamente para enfrentarme a la realidad y al ver esa expresión en tu rostro, ah, quiero llorar.

—También me gustas, Taehyung.

Eres y serás siempre mi primer amor.

Al primero al que le doy mi corazón.