Pᥲrtᥱ dos
Luego de un agradable baño y que la noche llegará, el silencio en la aldea fue más que suficiente para que Inuyasha se concentrara solo en ver a Kagome, quién preparaba la cena para ambos en silencio.
Aprender a cocinar le tomó varios meses, pero al fin aprendió las cosas básicas de la cocina para convertirse en una buena esposa aunque eso realmente no se haya concretado. El matrimonio a Inuyasha no le importaba, a Kagome tampoco, lo único que deseaban ambos era estar juntos hasta el fin de sus días, con eso se conformaban.
Con la palma en su mejilla y su cuerpo recostado de lado, no le quitó la mirada de encima en ningún momento, lo que Kagome no pareció darse cuenta hasta que se volteó hacía el probando un poco de estofado que el híbrido había conseguido para ella. Fue para Inuyasha la sonrisa más sincera y hermosa que presenció, que luego de unos breves minutos, no tardó en acercarse para tomar su temperatura y compararla con la suya.
⠀⠀⠀─⠀Mm, no pareces tener fiebre.
⠀⠀⠀─⠀¿Po-Por que dices eso?
⠀⠀⠀─⠀Estos días has estado algo rara, creí que era estrés pero no parece que tengas fiebre.⠀─⠀Susurro ya que estaba cerca, algo que enrojeció a la azabache y ver como apartaba su mano.⠀─⠀no tienes que fingir conmigo, tonta.
Las palabras de Sango aparecieron en su mente tan rápido apenas él dijo eso. Tenía que ser directa si quería que Inuyasha supiera sus deseos, pero a la vez moría de verguenza al pensar lo que diría, o haría, en todo caso al decir que quería una familia.
Sus mejillas enrojecieron, dejó de lado un poco la comida y apoyó ambas manos sobre sus piernas hasta suspirar. Sus orejas se movieron un poco hasta observar que ella se acomodaba frente a frente e intentar sonar lo más clara posible.
⠀⠀⠀─⠀Bueno... he estado pensando en algo todo este tiempo y quiero que tu me des tu opinión.⠀─⠀Hondeo su cabello suave hasta notar la confusa mirada del híbrido sobre ella.⠀─⠀hablo de... formar una familia.
Los dorados ojos de Inuyasha se habían abierto con algo de sorpresa, el silencio genero un ambiente algo incómodo para Kagome hasta ver como él se acercaba y acomodaba sobre sus piernas en una posición que sorprendió un poco a la azabache.
No podía verlo, pero estaba avergonzado de que le pidiera eso.
⠀⠀⠀─⠀¿Realmente quieres formar una familia conmigo?
⠀⠀⠀─⠀Por supuesto, realmente me gustaría formar una familia contigo Inuyasha.
El mencionado no tardó en levantarse un poco y quedar cerca del rostro de la sacerdotisa, sus miradas se cruzaron lo suficiente hasta Inuyasha acercarse y besar suave los labios de la fémina. Como esperó, correspondió hasta alejarse y abrazar la cintura de la mujer que comenzó a acariciar suave su cabeza.
Imaginó miles de escenarios, escenas donde se negaba debido a que era un híbrido, pero no imagino casi tenerlo encima suyo como un feliz cachorro. Juraría incluso que si tuviera una peluda cola se estaría moviendo con felicidad.
Lo cuál sería bastante adorable.
Un gran nudo se le formó en el estómago mientras no dejaba de caminar de un lado a otro a la espera de que una noticia saliera por boca de la anciana Kaede.
Rin y Sango se encontraban también a dentro hasta que los gritos y jadeos de Kagome llegaron a sus oídos cuales movió con suavidad al ver que su esposa sufría. El monje Miroku y Shippo se encontraban allí custodiando que Inuyasha no haga ni una locura para entrar a la cabaña donde estaba claro no podía entrar, pero era evidente que la situación lo sobrepasó al escucharla.
⠀⠀⠀─⠀Esto es una tontería ¿Por que debo esperar afuera?⠀─⠀Preguntó después de haberse detenido, lo que generó que ambos se pusieran en guardia.⠀─⠀tengo que ver a Kagome.
⠀⠀⠀─⠀No puedes, debes tener paciencia Inuyasha. Cuando nacieron las gemelas yo tuve el mismo miedo que tu, pero créeme, todo saldrá bien.
⠀⠀⠀─⠀Es cierto... además, quién sufre en este momento es Kagome, en cambio tu bestia deberías tener ma---
Antes de que pudiera completar la frase ya había sufrido un coscorrón que le hizo ver las estrellas. Por el momento decidió solo esperar mientras se cruzaba de brazos, era inevitable no escuchar lo que ocurría adentro con sus orejas, así que mientras el tiempo pasaba Miroku le platicaba acerca del último monstruo que merodeaba el bosque cercano a esa aldea, Shippo sobre sus aventuras como zorro mágico y así, logró ya no preocuparse demasiado, por lo menos hasta que un llanto se apreció hasta llamar la atención de todos.
Inuyasha abrió sus ojos cuando el llanto de un infante llegó a sus oídos, se miró con Miroku unos momentos y sin permiso decidió entrar a la cabaña donde observó a Kagome junto a la anciana Kaede que le entregaba un pequeño bulto entre mantas blancas. Todos se marcharon después de un breve momento quedando solo él y su esposa, quién sonreía al sostener al infante que no tardó en dormirse entre sus brazos.
⠀⠀⠀─⠀Acércate Inuyasha, para conocer a Moroha.
Aquel nombre lo habían pensado durante ocho meses enteros. Su llegada fue tan esperada que Inuyasha no tardó en acercarse y sentarse cerca para ver a la pequeña por la que habían esperado todo ese tiempo, era tan diminuta y tranquila que él no tardó en acercar su pulgar y tocar suave su mejilla, lo que generó que se moviera ligeramente sin llorar.
⠀⠀⠀─⠀Es muy... pequeña.
⠀⠀⠀─⠀Por supuesto que lo es ¿Te gustaría cargarla?
Su pregunta lo había tomado por sorpresa, pero acepto sin rechistar y tomarla con sus manos cuando Kagome con cuidado se la entrego. Las manos del híbrido eran grandes, por lo que no fue problema tomarla y admirarla hasta escuchar una suave risa provenir de la mujer.
⠀⠀⠀─⠀Tienes que cargarla como yo lo hice o comenzará a llorar.
Miro a Kagome y luego a la infante, haciendo torpemente lo que ella le dijo que hiciera mientras la acomodaba entre sus brazos con cuidado de no lastimarla. Verla fue la cosa más hermosa que había presenciado, quizás sacó mucho de su madre como su cabello o el tono de su piel, pero también era suya, lo que generó que de pronto se emocionara lo suficiente como para voltearse - con la niña - solo para que Kagome no lo viera con lágrimas en los ojos.
No se había sentido así desde que casi pierde a Kagome a manos de uno de los siete guerreros ya hace bastante tiempo.
Pero ahora... sus razones eran más que válidas para Kagome, quien sonrió al ver que por fin cumplió con aquel tan esperado sueño. Tener una familia con la persona que más amaba.
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