❝ por y para ella ❞
mateo's pov. ⚡

─ahí si, bolu. ni qué decirte. las cagaste y redondita. ─Chris suspiró con resignación─ es que, ¿cómo mierda se te ocurre acostarte con la Kyle?

─¿la Kyle? déjate de joder. encima, que no me la garché a ella ─bufé, algo cansado─ y no era Kenny. más bien, una mina rubia, delgada y bue, ─reí irónico, casi amargo─ no le vi la cara muy bien.

─para rematar. ─suspiró, negando con la cabeza─ lo único que te digo, Mateo, es que arregles las cosas con Andy. es mejor que estés bien con ella a que esté puteando a Drew.

y ahí vamos.

Drew Flynn, mi peor enemigo y tristemente, la pareja de mi mejor amiga. era el pibe más desagradable que alguna mujer se podría llegar a encontrar, y para mi desgracia, mi Andy cayó en sus brazos hace, no más de tres años y medio. desde ese entonces, soportar su presencia es como tragar vidrios cada vez que ella insiste en que algún día cambiará.

─te lo digo de verdad, hermanito. ─Chris hablo más serio, esta vez─ quiero mucho a Andy, y no estaría para nada feliz que, en estos momentos, ella ande con Drew. encima, está enojadisima, flaco.

uhm. es bien sabido de lo capaz que es Drew cuando Andysita está tirando humos por la boca. es el chabón más agresivo y detestable que conozco, cualquier hampón le queda pequeño. es lo peor que le había pasado; básicamente, un maldito detonador con patas.

─¿me estás escuchando, Mateo? ─cuestionó Chris, sacándome del trance en el que estaba metido.

─sí, sí... ─dije medio ido, por salir del paso─ necesito encontrarme con Andy y arreglar las cosas con ella. no me quiso contestar el privado y me dejó en visto. ─confesé.

─¿qué le habías dicho para que hiciera eso? apuesto a que la terminaste de cagar.

cerrá el orto, Christopher.

─le mencioné a Winter. ─su reacción fue inmediata; chasqueó la lengua, como si renegara desde el otro lado del teléfono─ ¿ahora qué? necesitaba que viniera de alguna forma.

winter siempre era mi carta segura. bastaba con mencionarla para que Andysita apareciera, como si invocarla fuese así de fácil.

y justo, ella apareció. como si hablar de Winter, hiciese que se teletransportará de su habitación hacía mí.

─deja eso allí, nena. ─sentencié, apenas la vi tomar unos de mis instrumentos. me aleje un poco del teléfono para hablar con claridad─ ve a comer, te dejé milanesas en la encimera.

Winter asintió sin decir nada y se dirigió hacia la cocina. era una nena tranquila, pero tenía esa costumbre de tocar mis cosas cada vez que se aburría. me reincorporé en el asiento y retomé la charla con Chris.

─Winter hacía desastres. ¿en qué estábamos? ─pregunté, fingiendo que no acababa de perderle el hilo a la conversación.

escuché como se reía detrás del teléfono.

─en que sos un pelotudo. ─se rió del otro lado─ pero che, tenes suerte de tener a Andy, a Winter... y aún así, te das el lujo de cagarla.

sonreí involuntariamente.

─sí, soy un suertudo pelotudeando, pero ahora ella está enojada conmigo ─suspiré, al recordar toda la mierda que había hecho para lograr ese resultado─ y Drew no me ayuda.

─lo sé. ─coincidió conmigo─ pero, Winter sí. no entiendo cómo podés ser tan lindo con esa nena y tan imbécil con Andy. lo arruinas todo, flaco.

─¿sabías que Valentín sacó el nuevo álbum? ─sonreí. Sabía que estaba cambiando el tema, pero no me importaba mucho.

no quería hablarle de ella a Chris, porque sabía que, en su momento, él gustaba de ella y era un poco inseguro con ese tema. y a pesar de que Andy estuviese enojada conmigo, yo la seguía queriendo con la misma intensidad que ese 17 de agosto, cuando la conocí.

─Cande me habló de él, escuché uno que otro tema. ─confesó él─. pero bueno, ¿Winter que hacía?

─boludeando con la batería y el piano. le he dicho mil veces que no toque nada y lo sigue haciendo. ─suspiré─ es igual de necia que Andy. me recuerda a ella, pero es mi nena. ─me excuse, aunque se me ablandó el tono, sin querer.

-y Andy es tu todo. -Chris lo dijo como si fuera lo más obvio del mundo-. así que haceme caso, dejate de boludear y andá a hablar con ella. no podés seguir esperando a que se le pase sola.

sí, Chris tenía razón, aunque me jodiera admitirlo. todo lo que hacía, lo bueno, lo malo, lo idiota, lo retrasado y lo perfecto, lo hacía por y para Andy. esta vez, la había cagado, lo sabía. y aunque arreglarlo me costará la cabeza, tenía que hacerlo.

lo haría por y para ella.

estaba en el estudio, tratando de concentrarme, pero mi cabeza no paraba de dar vueltas. ella no entendía mis llamados, y cada minuto que pasaba me hacía sentir más culpable de lo que ya era. Chris no ayudaba tampoco, él y sus sermones de "te lo dije", no eran muy consoladores. pero tenía razón, como siempre. yo la había cagado, y esta vez en grande.

Winter jugaba en el jardín con sus colores, ajena a mi tormenta mental. estaba tan tranquila con sus libros de mándalas, coloreando despreocupada como si nada pudiese arruinarle el día.

estaba a punto de llamarla por segunda vez, si no fuera porque ambos escuchamos un golpe seco en la puerta. al principio, pensé que me lo había imaginado, pero Winter saltó y corrió hacia la puerta.

─¡yo abro! ─asentí sonriente y salí del estudio hacia la puerta.

la vi mirando hacia afuera de la ventana y se acercó hacia la puerta, estaba a punto de abrirla, con una sonrisa en el rostro. me acerqué para visualizar mejor la escena.

─abrí, nena. ─como quién dice, le di el "Sí" y ella obedeció.

toqué el hombro de Winter y el corazón se me detuvo por un segundo cuando la vi. Andy.

ambos la vimos darse vuelta, como si estuviese resignada a que nadie le abriría la puerta y en ese momento, escuché una vocecita que la detuvo.

─¿mamá?

la puta que me remil parió.

Winter estaba en la puerta, mirándola con esos ojos grandes que lograba entiernecer hasta al más frío.

─nena, no digas eso ─me acerqué un poco más a ella y le dije suavemente.

pero, era en vano. Andy se había dado vuelta al escucharla, y cuando sus ojos se encontraron con los míos, me quedé congelado, sin la capacidad de pronunciar una sílaba.

─Andy...

no sabía que decirle. prepararé mil excusas, mil discursos, mil perdones, pero frente a ella, no me salía una mierda.

Andy miro a Winter con una sonrisa, luego a mí, y ahí fue cuando endureció la mirada.

una patada en los huevos dolía menos.

─no digas nada. ─sentenció ella─ sólo vine a verla.

me pase una mano por el pelo, visiblemente nervioso. la nena se aferró a mi pierna, como si se escondiera de Andy, luego, la levanté en brazos para evitar más cagadas.

─perdón, Andysita. ─logré decir.

ella asintió lentamente, pero sus ojos seguían viendo a los míos, como si estuviese descifrando si mentía, en algún momento.

─¿por qué me llamaste así, amor? ─le preguntó a Winter, mirándola sonriente.

ella, que hasta ese momento había estado en silencio, habló con esa inocencia que podía hacer que cualquier mentira se derrumbara.

─papá dice que sos importante para él ─apenas dijo eso, se me encogió el corazón─ y para mí, su felicidad es la mía.

Andy abrió los ojos sorprendida, luego, sonrió de lado a lado. Winter pidió bajarse de mis brazos y apenas la solté, se lanzó a abrazar a Andy.

─te extrañé, mamá─ le dijo la nena, abrazándola fuerte─ no te vayas más, papá me trata muy mal. ─bromeó ella, sonriente.

Andy le devolvió el abrazo, riendo de la cagada que Winter se mandó. yo más miraba desde la puerta, sintiendo una mezcla entre alivio, culpa y algo que no era capaz de describir con palabras. mi nena, Winter, siempre encontraba la forma de arreglar lo que yo destrozaba, incluso sin saberlo.

cuando Winter soltó a Andy, ella se incorporo lentamente, aún con una sonrisa en aquellos labios, que yo soñaba besar desde hace tiempo. nuestros ojos se encontraron y aunque, su expresión era más suave que antes, había algo en su mirada que lograba desarmarme y hacerme sentir mal.

─¿podemos... hablar, Andy? ─atreví a decirle─ sólo un momento, por favor.

ella suspiró y desvío su mirada hacia la pequeña, que miraba a Andy tiernamente, como si no pudiese creer que ella estaba aquí.

─amor, ve a jugar un ratito más, ¿no quieres? ─le dijo Andy a Winter con una sonrisa, una con la que la pequeña no podía decirle que no a nada─ no me iré sin despedirme, lo prometo.

ella miró a Andy con esos ojos grandes hermosos que lograban desarmar a Andy en cualquier momento.

─¿lo prometes?

─te lo juro, amor. ─Andy le dio un beso en la frente y la abrazo con más fuerza, rápidamente.

cuando Winter desapareció por el jardín, me quedé solo con ella en el umbral. el silencio se sentía como mil dagas apuñalandote por la espalda.

─Andy, yo no...

ella negó con la cabeza y dijo:

─ya te dije, sólo vine a ver a Winter. no necesito de tus excusas baratas. ─me cortó de una.

le abrí más la puerta y la invite a pasar con ademanes. ella ingreso y ambos nos sentamos en el sillón principal de la sala.

─no son excusas, Andy... es la verdad sin trucos. ya lo sé, me equivoqué, las cagué en grande y lo siento, pero tenes que saber que nunca fue mi propósito, lastimarte o herir tus sentimientos, y más cuando estamos a punto de dar el gran paso con Winter.

ella sabía a qué me refería. lo sabía muy bien.

Andy cruzó los brazos sobre su pecho y me miró, debatiendose entre sí creerme o mejor, no hacerlo.

─¿crees que soy una imbécil? ─preguntó con un tono frío que me partió al medio-. ¿crees que por qué tienes una sonrisa linda y le gustas a media Argentina, podés hacer y deshacer cuando y cómo te dé la gana?

sonreí involuntariamente. Andy siempre lograba hacerme cumplidos y dibujarme una sonrisa en la cara cuando menos lo esperaba.

─... No es tan sencillo, nene. no cuando vos sabes lo que hiciste y no haces nada para remediarlo.

─no espero que sea fácil -admití, con sinceridad-. solo quiero que me des una oportunidad para explicarme, para arreglar las cosas.

ella se quedó en silencio unos segundos, luego, suspiró y yo tragué saliva, inclinandome hacia adelante, apoyando los codos en mis propias rodillas. si iba a tener una oportunidad, aunque fuera mínima, no iba a desperdiciarla.

─Andy, mirá... ─solté un suspiro, intentando encontrar las palabras correctas para no cagarla nuevamente─ lo que pasó hace unos días... no fue lo que vos pensas.

ella arqueó una ceja, claramente escéptica.

─ya.

y dale, Andysita, cortala.

─Andy, perdóname, ¿si? sé que no debí dejarte esperando tantas horas como sucedió aquel día, la cagué horriblemente, hice un mierdero. ─admití, sincero─ esa chica con la que estaba... no me sé ni su nombre. ese día estaba en el boliche con Chris, y me equivoqué al estar ahí. debí hacerte caso, pero no pasó nada. nisiquiera me la garché ─aclaré─ no sé cómo mierda amanecí en su cama.

ella río irónicamente.

─¿y se supone que eso me dejará tranquila, que no pasó nada? -preguntó, con un sarcasmo que dolió más de lo que debería.

─y no, mami. ─usé aquel apodo, que sabía que a ella le encantaba. Aunque, le costará admitirlo. al usarlo, noté como Andy se erizó un poco, yo sonreí al ver que logré mi cometido─ pero, que sepas que jamás haría algo que pudiese lastimarte, Andysita. cómo dijo Winter, sos realmente importante.

grande, Winter.

-¿y eso qué, Mateo? ─dijo finalmente, con la voz baja─ me tienes cansada de tus promesas vacías. estoy segura de que hoy decís ese discurso de egocéntrico derrotado, pero, ¿mañana? todo seguira igual. te conozco.

sentí como las palabras me golpeaban como un mazo, pero antes de que dijera una sola palabra, Winter apareció nuevamente corriendo desde el jardín hacia Andy, con los brazos abiertos.

─¡mamá! ─llegó a dónde Andy─ ¿estás enojada con papi? ─preguntó ella, mirando a Andy con curiosidad.

hice lo mismo. ella miró a Winter, y sus ojos estaban llenos de emociones encontradas, Andy le dedicó una sonrisa y no dudó en negarlo.

─no, mi vida. no lo estoy.

aunque, ambos sabíamos que era falso. sonreí. la pequeña Winter se lanzó a su regazo y la abrazó con fuerza. Andy me miró por encima de la cabecita de la nena, y en su mirada había algo diferente. No perdón, pero quizás una pequeña chispa de esperanza.

tal vez, y solo tal vez, aún tenía una oportunidad.

¡ mary's note !

hola, holaaa!! apareci con un capítulo medio largo, espero les guste y comenten muuchoo! nos vemos la próxima semana <3