炎 Hōno
Bullicio de la gente, muchedumbre, dependientes agitados, clientes satisfechos, caras desconocidas por mi espalda... Pero si miraba al frente las cinco chicas que habían estado a mi lado todo este tiempo, me sonreían de manera cálida. Uraraka, Asui, Ashido, Hagakure y Jirō rodeaban la mesa del establecimiento con sus bebidas lácteas en el transitado "Storebucks". Nos habíamos vuelto un grupo unido, gracias a los acontecimientos pasados, ahora nos contábamos todo o casi todo...
Unas horas antes Mina la pelirosa, decidió quedar para charlar como habitualmente hacíamos y hacían unas chicas normales de preparatoria. En un principio me negué, pues los recados de la casa son más importantes, pero esto es una emergencia. Tenía algo muy importante que anunciarles
- No sabía que este sitio abriese por la tarde también- comenta Tooru de manera inocente y adorable.
- Yo tampoco lo sabía-kero - dice Tsuyu con su voz abrupta y graciosa.
- Debemos hacer esto más veces chicas...- la pelirosada apoya la cabeza en su mano actuando con nostalgia.
- Ese tipo nos está mirando, ¿Le pego una paliza?- al instante de las agresivas palabras de Kyōka, todas se abalanzaron sobre ella negándose.
- P-Pero si no ha hecho nada je, je...- nerviosa Uraraka Ochako.
- Kyōka-chan, a lo mejor te estaba mirando por tu belleza- la nombrada mira a Ashido con cara de póker, para después llevarse las mano a sus cachetes, avergonzándose.
- Nunca lo había pensado...- se ríen al unísono. Todas menos yo que prefería probar el sabor de la mesa a levantar el rostro y seguir la conversación. Mientras me lamentaba en mis propios pensamientos, por todo lo ocurrido... Shinsou...
- Todas hemos llegado a la conclusión de que a Toshinori-chan le ocurre algo, ¿Verdad?- asienten entre ellas de manera cómica a la sentencia de Ochako.
- Y como sus amigas todo este tiempo, debemos escucharla y apoyarla, ¿Verdad?- vuelven a mover la cabeza arriba y abajo, con intensidad.
- Entonces...- Ochako llevaba una expresión confiada que daba un poco de miedo, estaban maquinando algo.
- ¡Ha llegado la hora del Equipo de Investigación Policial de la U.A!- en un abrir y cerrar de ojos, las cinco miembros tenían puesto sus cosplays de agentes con su placa y todo. Estaban dispuestas a dar cualquier cosa en su debut cuando...
-Ura-chan, no sois la policía ni hace falta investigar. Os llamé a todas aquí para contaros todo...- corto el rollo, el rostro de insatisfacción de Uraraka se iba convirtiendo en ira incontrolada, que se dirige a mi persona. Que miedo... Realmente quería ponerse ese cosplay. Una vez habían vuelto a la normalidad:
- No sé de dónde sacaste eso atuendos, Ura-chan.- comenta la chica rana. Esta mira a todos los lados disimulando.
- Lo primero tómate este refresco antes de decir nada, hay que levantar ese ánimo, Aiko-chan.- Hagakure siempre tan amable a veces pienso que viene de otro planeta, ya quedan pocas como ella.
Al instante recuperé la compostura un poco, tanto como para comenzar mi relato.
- ¿Cómo te hiciste esas heridas?- pregunta Kyōka.
- Pues... Sinceramente me caí... Je, je- me llevé la mano a la nuca. Era cierto, esa es una anécdota que contaré dentro de muy poco.
- Qué adorable...- susurra Ochako dándome la espalda y de forma apasionada.
- No la entretengas, tengo ganas de saber la historia- Ashido tan entusiasta como siempre. Le esbozo una media sonrisa.
- B-Bueno... Todo comenzó hace ya unas horas...- digo seriamente.-
- ¿Cómo que para el resto de su vida, Peloalcantarilla?- grita enfurecido Katsuki.
- ¿Qué está pasando? ¿Son novios?- dice Izuku con pena.
- Aiko, ¿En verdad querías esto?- lo que más me rompe el corazón. Shouto... Si pudiera hablar siquiera...
Los tres iban a arremeter contra el agresor cuando...
- ¡ALTO AHÍ!- la voz de Paku sale de la bolsa. Se semejaba a pararse el tiempo, mientras permanecía inmóvil en el trance de Shinsou, el dragón plateado salta hacia su rostro con garras afiladas y cólera convertida en escamas. Ese golpe me libera del trance por fin. Shinsou sin quererlo se encontraba en el frío césped, aguantando los ataques de la criatura desconocida para su mundo. Paku utiliza su poder siempre que puede con la misión de derrumbar a los jóvenes que se acercaban a mí, de manera protectora y a la vez inútilmente. Consigue liberarse del ataque, pero esos segundos sirvieron como señal para que los tres testigos de todo llevaran a cabo el plan.
- ¡Aléjate Aiko-san!- Midoriya se acerca a mi persona, con un aura de poder rodeándole y alargando la mano mientras corría desesperado. Obviamente me sorprendí por el atrevimiento, estaba dispuesto a salvarme con todas sus fuerzas. ¿Sería testigo en ese momento del One For All? Me equivocaba, pues solo me agarró de los hombros lo cuál como consecuencia puse la cabeza en su pecho. Me alejó unos metros de Hitoshi para así yo poder escuchar su respiración entrecortada acompañada de los latidos desenfrenados. ¿Qué? ¿Sería cierto?
El rostro de Izuku que intentaba reprimir sus sentimientos lo decía todo... Así que era eso...
Shouto, el chico Mitad-mitad mantenía la distancia entre el pelomalva y yo, con la pose preparada para atacar. Y una sensación de cólera en su expresión que me daba escalofríos por la espalda. Nunca lo había visto así... Pero estaba feliz de que viniera a salvarme.
- ¡Muere! No verás la luz del día cabrón...- la expresión de Bakugō me seguía dando miedo, pero... ¿Por qué tan dispuesto a defenderme? Golpea la cara del controlador con una de sus explosiones, como inercia del golpe lo manda volando. Este quería seguir la pelea aunque el otro de vuelta realmente dolorido.
- Tranquilízate Bakugō, no hace falta dejarlo inconsciente- el chico heterocromático sujeta al explosivo para que no siguiera con su cacería.
- ¡Vete a la mierda "Mitad Imbécil"!- Escupió sin remordimientos.
- ¡Ahora que me he encendido no puedo dejar que se levante!- No se me había cambiado la expresión en todo este tiempo. Ese rostro de muñeca que escondía muchas emociones en mi interior: Confusión, Ira, Tristeza, Vergüenza y sobretodo Frustración. El que aquel chico amable de los animales se dejara llevar por los sentimientos y forzara algo que podría haber tenido con el tiempo. Esto ya lo había experimentado una vez, traición y decepción. Una niña abandonada en una estación de tren sin saber que hacer, sin saber a dónde ir. Quería escapar de esa sensación... No quiero volver a recordarla. Huye...
- ¡Aiko-san! ¿¡A dónde vas?!- Escapo del cálido abrazo de Deku. Para después comenzar a acelerar mis pasos, a correr más rápido. Sólo tenía fuerzas para ello, ni siquiera para echarme a volar como hacía unos minutos. ¿Qué son los héroes? ¿Qué es lo que somos? Continuaba preguntándome. Lo único que quería era ser amable... Entonces, ¿será que no debo serlo? ¿Debo volver a ser fría y despiadada? Muchas preguntas por mi cabeza.
- ¿Qué cojones haces, Perra Voladora?
- Toshinori... Aiko, ¿Quien eres?
Y miré una última vez a atrás...
Para perderme entre la espesura del bosque de aquel parque.
Los golpes continuos de mis zapatos contra la tierra, cada vez dolía más y más, pero no podía parar ni un solo segundo. Mi respiración acelerada, ese sudor bañado en lágrimas la garganta seca con ganas de gritar y desahogarme continuamente. Esto es a lo que llaman "corazón roto". Aún que solo fuese una tontería de chicos de preparatoria, reunía todos los sentimientos para que el vaso colmara. Un río rodeado de una ribera exuberante, el bosque se extendía unos metros más para luego abrirse el manto urbano con la puesta de sol. Y en todo ese cúmulo de cosas, mis pies me la jugaron tropezando con una vulgar piedra achatada en la cuesta. Bajé la pendiente a la vez que rodaba y rodaba, como final golpearme contra una valla aleatoria.
Que mareo, que dolor... No sé cómo conseguí levantarme para poder cruzar la carretera hacia cualquier lugar. De repente...
- ¡Cuidado!- una voz me alertó de ese chirrido de llantas derrapando, el olor a neumático quemado, las luces infiriendo en mi rostro aterrado. El vehículo iba a atropellarme de no ser porque instintivamente, dirigí una ráfaga de aire en todas direcciones.
Destrocé hasta el chasis del automóvil, nunca había utilizado tanto poder acumulado.
- Jovencita, ¿estás bien?- una amable señora rellenita de pelo verdoso y recogido, salió del coche con preocupación.
- ¡AHH! ¡Mi coche!- al ver el morro del auto completamente en llamas.
- Señora, lo siento mucho, perdóneme- hago varias reverencias con velocidad.
- ¡¡Debemos apagar el fuego!! Rápido- Al instante convoco una corriente de aire que hace desaparecer cualquier tipo de llama- esa persona se queda anonadada con mi peculiaridad, no pasó mucho tiempo hasta darse cuenta de la situación.
- Jovencita, ¿Estás bien? ¿Quieres que llame al hospital?
- Por favor, señora no se preocupe por mí. Siento mucho haberle destrozado el coche, se lo pagaré.
- Lo más importante es tu seguridad, ¿Estás bien no?- me sorprendí por lo gentil que era, debía agradecérselo de alguna manera. Veo las grandes bolsas de compra en los asientos.
- Sí, por favor permítame ayudarla en lo que sea, le debo una por destrozar su coche.
- No, tranquila tampoco debes...
- Por favor- sonrío ladeando la cabeza. No pudo decir que no... A partir de ahí carreté con las bolsas y con cualquier tipo de ayuda, la peliverde me agradecía continuamente de forma sincera y honesta. No sé porqué pero me recordaba a alguien, alguien valiente de buen corazón, amable y sincero. Ese próximo Símbolo de la Paz. Héroe entre héroes. O así lo creía pues ya había contemplado el espíritu de aquel chico en el suceso de la USJ, y el cambio a convertirse en lo que es ahora. Un buen amigo, Midoriya Izuku. Desde que nos conocimos fuimos estrechando lazos más y más. ¿Qué significa Deku para mí en estos momentos?
Una vez llegamos a la casa de la señora gentil, no pude evitar quedarme asombrada con la calidez y hospitalidad que rebosaba en cada uno de los rincones. La casa de All Might era cálida si, sin embargo parecía nueva y virgen. Aunque fuese mi hogar ahora, no producía el mismo efecto que esta. Era como si un montón de recuerdos fueran almacenados allí con cariño. Me quito los zapatos al entrar.
- Señora, ¿dónde dejo esto?
- Ven a la cocina, aquí estará bien- dice con su voz melodiosa. Justo antes de adentrarme en la estancia dicha, me fijo en una pequeña fotografía enmarcada en madera. Allí estaba la señora abrazada con un hombre que no conocía de nada y... Izuku.
... ¡¿¿Midoriya Izuku!?? Era Deku de niño, un súper adorable ángel caído del cielo con sonrisa entusiasta, traje de All Might y muñeco articulado. Me sonrojé al instante sin darme cuenta de que aquel hogar le pertenecía. Casualidad... Corrí hacia la cocina curiosa y expectante, para encontrarme a la señora Midoriya preparando té verde.
- Señora M...- y antes de articular palabra, los objetos empaquetados comenzaron a salir de las bolsas con velocidad. Esta los colocó en sus respectivos lugares con normalidad ante mi cara de asombro.
- ¿Ocurre algo? ¿Quieres un poco de té?
- Me encantaría pero antes... Quisiera hacerle una pregunta.- el silencio y los ojos de ella conmovía la tensión en el ambiente.
- ¿Usted no será por casualidad la madre de Midoriya Izuku?- se le ilumina la cara.
- ¿Eres amiga de Izuku?- asiento sonriente.
- Somos buenos amigos... Es un chico muy honesto- ante los halagos a su hijo se entusiasma cada vez más.
- P-Por favor, siéntate y hablamos con tranquilidad, esta es una maravillosa coincidencia.- empezamos a charlar debidamente, sobre el hijo en cuestión y como habíamos terminado conociéndonos.
- Ah, por cierto aún no me presenté...- me levanto un momento para hacer la reverencia- Mi nombre es Aiko, Toshinori Aiko- al escuchar el nombre muestra una cara extrañada.
- Aiko... ¿De qué me suena ese nombre? Aiko... ¡Ah! ¡Aiko-san! Tú eres esa chica...- dice la Señora Midoriya pensativa.
- ¿Sí?
- Tú eres la que salió en la tele varias veces, la que mi hijo no para de hablar. "La niña héroe".- parece que esas noticias no las olvidaba la gente, en cierto sentido me ha empezado a perjudicar. En la escuela y en la calle. Sin embargo aquel color recubría toda mi cara al escuchar esas palabras. ¿Por qué mi corazón no para de latir tan fuerte? ¿Qué dice Deku de mí?
- Eres muy guapa en persona,
Aiko-san- y como si viniera de familia, empezó a colmarme de cumplidos. Se notaba que era su madre.
- Izuku siempre habla bien de ti en casa, siempre está diciendo...- la señora sonreía ampliamente, a la vez que yo enmudezco por la vergüenza.-
"Aiko es genial"
"Aiko le para los pies a Kacchan"
" Aiko tiene un kosei increíble"
" Hoy Aiko fue muy amable conmigo hoy"
" Ojalá fuera tan fuerte como ella"
- Parece ser que te tiene en buena estima- no podía decir nada, solo balbuceaba como una anciana viendo reality shows. Y en ese momento fui salvada por la campana, alguien timbró a la puerta.
- ¿Quién será? Bueno, antes de abrir quiero decirte que estás invitada a esta casa, Aiko-san- justo al abrir la puerta.
- G-G-Gracias...- conseguí entablar algo.
- ¡Oka-san!! ¡Hay una emergencia!- esa voz, era él. ¿Qué le diría ahora? Después de todo el papelón en el parque, mi huida desenfrenada... Trágame tierra.
- ¿Que ocurre, Izuku? ¿Qué ese eso que llevas al hombro?
- No tengo tiempo para explicártelo, es sólo que...- se detiene al mirarme, sentada en su salón, yo con cara de circunstancias bebiendo el té tambaleante.
- ¡¡Aiko-chan!!- Paku que se encontraba apoyado en él, salta a mis brazos entre lágrimas. Lo acaricié con una sonrisa.
- ¿Dónde estabas? ¿Por qué te fuiste?- suspiro con alivio profundamente, ante la mirada atónita del peliverde y su madre envuelta en confusión.
- Has sido muy valiente Paku, gracias y siento haberte preocupado.- se lamenta en mi pecho. Dirijo mi vista a la brillantes orbes de jade de aquel chico, se acercaban más y más. Y en un movimiento repentino que parecía parar el tiempo, rodea mi cuerpo con sus brazos de forma agradable. Este no era un abrazo miedoso y tímido, tenía iniciativa era diferente sensación a la de ese momento en aquellos baños. Deku cambiaba su personalidad en situaciones límite. Admito que no pude esconder lo que pensaba mi corazón, me estremecía y me ponía realmente nerviosa. Igual que al estar cerca de Todoroki...
Esto es muy confuso.
Su madre estaba conmovida con la escena, aunque no entendiera la situación. Izuku al instante se da cuenta de su atrevimiento y se aleja tímidamente como un tomate. No sé que farfullaba ante la mirada afable de su madre
- Siento haberos preocupado, perdonadme- Paku con sus ojos adorables envueltos en conmoción sonríe.
- L-Lo importante es que estés a salvo, que alivio...- dice Midoriya sincero. Al instante recordé todo lo que había echo el peliverde por mí, tenía mucha suerte pero... No podía evitar pensar de otra manera sus palabras.
Todo quedó como una anécdota más, una sensación confusa que se olvidará con el tiempo. El celular comienza a sonar con fuerza mientras me encontraba en la habitación de Izuku, tranquilamente. Se sabía que la llamada era de All Might ya que en la pantalla del aparato aparecía una caricatura Chibi bailando. La primera llamada que me hacía él, gracioso.
«¡Aiko! ¿Estás bien? Me dijo Midoriya-shōnen que habías desaparecido»
- Si, si oto-san estoy bien- al instante me di cuenta de la que había liado. Era la primera que llamaba a All Might "oto-san", lo hice instintivamente.
- Q-Q-Quiero decir... All Might- al instante esa voz grave segura y de ultratumba se intercambió por una nerviosa, lo había conmocionado un poco... Demasiado.
«E-Esto, e-esta bien si me llamas a-sí... Bueno si tú quieres...»
- A mí también me gusta llamarte oto-san- sabía la expresión que tenía al otro lado del teléfono, igual que la mía.
«Me alegro que estés bien, cuando llegues a casa quiero hablar contigo de algo»
- Esta bien, nos vemos pronto- digo mientras cuelgo con rapidez, y me llevo la mano a la cara con vergüenza. Paku no quitaba la vista de mí, aunque fuese un muñeco tenía vida y sentimientos que mostraba continuamente, no quiero imaginarme el día en que no esté él.
- Aiko-chan es linda cuando se sonroja- dice el dragón con cariño. Algo suena en el linde de la puerta, era Izuku asomado e hipnotizado por la situación, mirándome de arriba a abajo con persuasión.
- P-perdón no era mi intención espiar ni nada de eso, es sólo que no quería molestar el momento porque estabas bien concentrada y... También nunca antes había estado una chica en mi habitación y...
- ¡Deku! Tranquilo lo entiendo- se calmó por unos momentos, aunque seguía manteniendo el color en su cara.- Tu cuarto es bonito, tienes muchas cosas de All Might.
- Por favor no se lo digas, me daría mucha vergüenza- asiento con confianza.
- Chaval, eres un poco patético trayendo a una chica aquí- dice el reptil con gracia, intentando alejar al joven de mí
- ¡Paku! No le digas eso, este sitio es algo especial para Deku-kun- le regaño.
- Tranquila, no importa... Si que es un poco patético, je je...- le muestro una media sonrisa ante sus ojos entrecerrados y lo adorable que se veía, no lo puedo evitar.
Mirando a mi alrededor encuentro un pequeño ordenador encendido en un vídeo antiguo el cuál nunca había visto. Me acerqué y le di al Play, era lo que me imaginaba que fuere.
«¡Se está riendo!»
La risa de All Might aparece consigo y un montón de personas a sus espaldas.
«Ja ja ja, Ja Ja Ja Ja Todo está bien ahora, ¿Se preguntan por qué?»
«Es porqué ya estoy aquí»
Defendiendo a la gente con una sonrisa, el mejor héroe de todos los tiempos. Aquel que debo superar si quiero demostrarles a ellos de lo que soy capaz.
Para Izuku la figura de All Might es alguien importante, es su vida entera. Me di cuenta de eso en los días que ellos estaban juntos, esa confianza. Que yo nunca podré tener y lo entiendo. Parecía que Izuku esperaba una respuesta.
- Sé que All Might esperará que ganes El Festival Deportivo de la U.A, es algo normal tú eres su elegido pero... ¿Sabes que? - se queda sorprendido por mi determinación y tenacidad. Estaba claro, me esforzaría al máximo por ganar. - Quiero que la gente se quede con esta cara porque es la cara de la victoria. Voy a ganarte Deku, y también a Shouto-kun y Katsuki-kun.
- Aiko-san, tú también eres fuerte y puedes ganar el Festival si quieres, así que...- levanta la cabeza con decisión y tenacidad- Esforcémonos juntos, Aiko-san- dice Izuku sonriendo como siempre. Le pago con la misma moneda, es genial poder tener rivalidades tan sanas. Aún así seguía sin gustarme los cumplidos.
- Supongo que me tendré que ir ya, mañana nos veremos...- parecía que Deku aún tenía cosas que resolver.
- ¡Espera!- agarra mi manga- Necesito que me digas una cosa...
- ¿Ocurre algo?- digo extrañada mientras agacha la cabeza con resignación.
- ¿Por qué no estás enfurecida con el chico de pelo malva? ¿Por qué sigues como si nada?- suspiro, a la vez Paku se apoya en mi hombro para marchar de allí.
- Si que estoy furiosa... Supongo que no lo expreso lo suficiente, sin embargo no hace falta que te preocupes, estaré bien- y con ello me fui. Me despedí de la Señora Midoriya con gentileza y júbilo a la vez que notaba la mirada latente de su hijo sobre mí, los últimos sentimientos de esta triste historia. Había cambiado mucho en estos capítulos de mi vida, mira como he terminado: Ayudando a una señora y haciendo que mis amigos miren por mí... Quien diría que la Aiko de aquel orfanato, (seria y distante) estaría aquí ahora.
- Jolín, Aiko-chan esto es muy fuerte. ¿Estás bien?- dice Ashido Mina que se encontraba a mi vera, apoyando su mágica piel feérica en mí. Asiento ensombrecida mirando a un punto fijo en la mesa.
-Yo no sé que haría en tu situación, pero lo bueno es que estás bien y no te ha pasado nada-kero-Tsuyu deja su bebida con serenidad, parecían estar viendo un caso de investigación policial. Aún se mantenían con ese rollo.
- El caso es... ¿Cómo fueron capaces de estar esos tres en el momento oportuno? Ni siquiera sabían de tu relación con Shinsou-san- dijo Hagakure dando en el clavo. Exactamente, esa duda seguía pululando por mi cabeza. ¿Qué clase de estímulo pudo convocar a esos tres juntos a la hora precisa en el momento preciso?
- Supongo que nunca lo sabremos- responde Mina.
- Yo creo que la única que no se encuentra bien aquí es Ochako- Efectivamente como decía Kyōka, la nombrada estaba sorbiendo demasiado rápido el batido y con mucha fuerza. Un síntoma de que sufría en cólera.
Al terminarlo completamente, planta el vaso en la mesa con un golpe brusco. Consiguió sacarme una risa.
- La primera vez que veo reírte en toda la hora- dice Hagakure con cariño. Sí la primera vez.
- ¡Debemos vengarnos!! Esto no puede quedar así, han dañado en el corazón a una de nuestro cuerpo... El equipo lo es todo chicas así que lo daremos todo por el equipo.- dice Uraraka decisiva. Mientras me levanto y cojo mis cosas.
- ¿Eh? Aiko-chan, ¿no te quedas para planificar nuestro plan maestro?
- No Ura-chan, tranquila podéis hacerlo sin mí, necesito tomar el aire y volver a casa- se despiden de mí afectivamente, demostrando lo que significaba aquel grupo de chicas y su apoyo. Las quería mucho... Siempre mirando los problemas desde otra perspectiva.
Paseaba por las calles, intentando encontrar el túnel hacia el metro, era tarde pues ni un alma se escuchaba entre las aceras. Solo el sonido de ramas quebradas y fuego partido alertaba mis oídos, como una alarma de la justicia.
- Aiko-chan, hace poco que el humo inunda mi olfato, ¡Que molesto! Ya sabes lo sensible que es... ¿Crees que habrá problemas?- dice el dragón llevando sus patitas al hocico. Mientras pienso en silencio.
- No estarás pensando en...- antes de que terminara la frase, estaba poniendo la radio en mi celular. Instintivamente. - Ni hablar, no no no... No vamos a dárnoslas de héroes otra vez. Ya tuve bastante con el incidente de la torre.
- Shh... Escucha-
«Todas las unidades al distrito de Bunkyō, hay un incendio en los Edificios Gubernamentales, es una catástrofe, cambio» El oficial parecía en estado de shock.
«Repito, todas las unidades al distrito Bunkyō, cambio»
Paku aunque no lo reconociera estaba realmente interesado.
«Capitán la mayoría de las unidades están en el robo al banco de la MUFG, cambio» Contesta alguien al fin.
«¿Y el cuerpo de bomberos?, Cambio»
«Están haciendo todo lo que pueden, cambio»
«¿Y LOS HÉROES? ¿Dónde están cuando se les necesita?» Esa frase me dolió bastante.
«All Might y los héroes también se encuentra en la MUFG, capitán»
«Si no viene nadie aquí y ahora va a ser demasiado tarde, ¡HAY GENTE ATRAPADA DENTRO JODER! Cambio y corto»
Justo al cortarse la transmisión no lo pensé dos veces. Mi cabello se volvía blanco como la nieve representando lo etéreo que era mi poder y a la vez tan intenso. El poder del viento, mi aeroquinésis volvería a lucirse.
Como habitualmente una ráfaga de viento revolvía mi falda escolar a la vez que mis cabellos, para coger impulso.
- Aiko-chan no lo pienses, ni hablar vamos a meternos dónde no nos llaman, esto nos viene muy grande...¡AHHH!- por los pelos el plateado se agarraba a mis ropas, la fuerza del vuelo arrastraba su piel dándole una cara de velocidad absoluta. No articulaba palabra, era como estar en un trance de concentración. No tardé mucho en ver el edificio en llamas, iluminando la ciudad como un lucero.
Aterrizo con cuidado para no darle un soponcio al dragón mareado. Una congregación de gente reunida en torno a la base del titán de hierro. Sólo un equipo de bomberos se encontraba allí, intentado lo mejor que podían. También estaba toda la presa y los medios.
- ¡Buenas noches! Nos encontramos en los Edificios Gubernamentales del país, donde una masa de fuego ha surgido de la nada creando un cúmulo de caos y confusión. Por ahora no se han identificado víctimas, pero aún quedan unas cinco personas dentro atrapadas. Los equipos de rescate hacen todo lo posible por entrar, sin embargo la masa de fuego parece tener vida propia echando a los que intentan penetrar en él. ¿Dónde está All Might? ¿Será esto obra de La Liga de los Villanos? Sigan con nosotros.-
La reportera manda cortar la grabación al cámara con disimulo. Algo perturba la retransmisión.
- ¡Espera, Espera! ¡Tío enciende la cámara rápido!- vuelve a grabar en directo.
- ¡Algo ha penetrado la cuerda de seguridad esquivando a la policía!, Alguien ha saltado sin pensarlo al peligro, ¿Un héroe anónimo? eso es... ¿Una niña? La policía no sabe qué hacer con la suicida... ¡No espera! ¡Ella es la "niña héroe"!-
El calor era sofocante, me mareaba poco a poco. Pensé en arremeter con ráfagas de aire gélido pero... Viendo el poder de las llamas empeoraría la situación. No era un simple fuego de motor. Según un ciudadano, las personas atrapadas estaban en el último piso y por alguna razón la bola de fuego no deja rescatar a las víctimas, esto va a ser complicado.
- Paku, no podemos ascender por dentro, la estructura está demasiado débil como para andar por ahí libremente- digo seria y calculadora. En estas situaciones la Aiko amable y risueña estaba en un segundo plano, esto es serio.
- Que insinúas... ¡Aiko-chan eres una suicida!- dice a la vez que andaba para coger carrerilla- A-Aún estás a tiempo de irte y dejar esto a los profesionales...- no le escuchaba
- All Might te echará una bronca como sigas así- dos metros para estar en suspensión- Ni siquiera controlas bien tus habilidades de vuelo- En el momento en el que atravesamos la cristalera...- Vamos a morir...-
Un tifón arremete de forma vertical para lanzarme hacia arriba con velocidad. Como una bala. Escuchaba voces de asombro y expectación debajo mía, también el sonido de un helicóptero alumbrándome. No falto mucho tiempo en alcanzar lo alto de aquel gigante acristalado, y atravesar ese campo incandescente al rojo vivo. Tuve que recubrirme con un campo de viento helado para no sufrir las quemaduras. La estancia eran unas oficinas de negocios medio destruidas por las vigas carcomidas del edificio además del calor sofocante y asfixiante que se respiraba. Conseguí visualizar a las figuras rodeadas del fuego en la lejanía, esperando su rescate. Comienzo a correr con cuidado y alguien se interpone en mi camino, esa persona con la que nunca me había cruzado y aún así conocía demasiado bien. La representación de la corrupción putrefacta y vil.
Shigaraki Tomura, con su fiel amigo Kurogiri. Pues sabía su identidad por el famoso suceso de la USJ, el cuál dejé a la merced de mi padre, y por ello me siento culpable.
- Mira, mira quien tenemos aquí, si es una de nuestras grandes amigas Toshinori Aiko- dice el chico depravado, repleto de manos con sorna y reparo.
- Shigaraki Tomura espero que esté utilizando el sarcasmo- dice su compañero fantasmagórico.
- Claro que si Kurogiri, ¿o acaso eres idiota?- el lacayo muestra una mueca de molestia.
- ¿Cómo me conocéis? ¿Qué queréis de mí? Y ¿Por qué incendiáis este edificio?- dirigí una mirada repleta de odio. Por su culpa esta gente tiene que sufrir sus tonterías de pirómanos. All Might estuvo en su límite en aquella batalla contra el Nomu, deben pagar por sus pecados. Quieras que no, tampoco soy insensata aunque Paku me llame suicida, conozco el poder que albergan esos dos. Hay un 68% de que no salga con vida de allí, y no pienso arriesgarme. Mi responsabilidad son las personas atrapadas y aterrorizadas que estaban a unos metros solo. Debo concentrarme y no dejar que me lleven las emociones. Coloqué mi posición de batalla a la vez que el dragón se escondía en mi chaqueta.
- Ja, ¿Piensas que vamos a luchar contra ti? Que ilusa... Te explicaré una cosa, en un principio queríamos que viniese All Might, desgraciadamente atraímos a su pipiolo. El pájarito quiere ser un águila demasiado pronto, ja ja...- risa irritante, voz irritante todo era desagradable en ese hombre. Me alarmé por el significado de sus palabras, ¿Sabían mi secreto?
-Sí sabemos tu secreto- dice Kurogiri a todo esto.
- Kurogiri, se supone que eso lo diría yo... Maldito- le había fastidiado el discurso al villano. No daba crédito, se supone que son los únicos que no debían saber mi verdadera identidad. ¿Qué coño hago ahora?
- Perdóneme- responde el nombrado, poco a poco estaban pareciendo el matrimonio de una comedia romántica. Shigaraki hace una señal con la mano, invocando a un gigante coloso sin forma normal, un Nomu que si te fijabas echaba pequeñas llamas por su boca. El verdadero responsable de esto.
- ¡Sálvanos nee-chan!- grita lo que al parecer era un niño en peligro y atemorizado.
- Ya ves, sálvalos nee-chan- se burla Shigaraki haciendo que mi cuerpo se llene de cólera. - No debes dejar que esa gente buena e inocente espere por ti, ¿No?
- Por ahora no te haremos nada pero esto es una advertencia para ti, "niña héroe" te estamos vigilando- y desaparecen en el portal oscuro, haciendo que se me erice la piel de todo el cuerpo aunque estuviera a cuarenta grados allí mismo. En el último instante que se suponía que iban a marcharse la mano de aquel malvado tocó el suelo de la estancia, haciendo rescrebrajar cada centímetro, deteriorándolo. La vida de aquellas cinco personas pendía de un hilo.
- ¡¡NO!!- acelero mis pasos hacia los gritos de aquellos que estaban a punto de caer piso abajo. Cayeron en efecto, pero con la velocidad de un rayo creé un tornado desde la base que les hizo descender despacio sin sufrir ningún tipo accidente. Suspiro de alivio.
- ¿Estáis todos bien?- pregunto cálidamente mientras desciendo hacia ellos, había dos mujeres y tres niños rodeados de calor y cubiertos de los escombros de la caída. Parecía que uno de los pequeños tenía una pierna rota, además de que me miraban esperanzadores, como si fuera una diosa.
- ¡G-Gracias al cielo! ¡Alguien ha venido a rescatarnos niños!- vocifera una de las mujeres entre lágrimas de felicidad.- ¿Acaso eres una heroína?- Pensé de repente en las palabras adecuadas, lo que debía decir en ese momento.
- Ja Ja Ja, Ja Ja Ja- una risa ostentosa.
-¡No os preocupéis, todo está bien!- palabras que reconfortan y dan seguridad, confianza.
- ¿Se preguntan por qué?- la duda.
- Es porque ya estoy aquí,- aquellas cinco personas no podían dar crédito a lo que veían y a mis palabras. El miedo se desvanecía de sus ojos cambiándolo por ilusión y valor en sus corazones.
- Vayámonos de este insufrible lugar...- cojo al niño herido en brazos, solo tenía una pequeña contusión que lo impedía andar. Con golpes de ráfaga apartaba las llamas que impedían nuestro paso, mientras quitaba el pánico que sufrían aquellos infantes, los tranquilicé.
- Oka-san, nee-chan ha auyentado a los malos y está apagando el fuego- la madre asentía a las palabras de la niña.
- ¿Cuando sea mayor puedo ser como ella?- me puse la mano a la cara para ocultar mi vergüenza. ¿Por dónde se sale de esta mierda? Dios mío...
El frío del exterior se sentía tan bien, la brisa de la noche recogía nuestro dolor y sofoco para hacerlo desaparecer por completo.
- ¡No puede ser! ¡Están saliendo! ¡Están saliendo! La niña héroe acaba de salvar a las cinco personas atrapadas en el incendio, sin ningún tipo de ayuda. ¡Ha conseguido que el número de víctimas sea cero! ¿Y está sonriendo? Increíble, por favor sigan con esta retransmisión ahora mismo les concederemos una entrevista en exclusiva con la superhéroe- decía la misma periodista con mucha emoción.- ¡"Niña héroe"! ¡Por favor unas palabras para la CNT!!- le miro con extraño y cansancio. Intento ignorarla a ella como al resto de cadenas que me atosigaban. Pero en una de esta puedo ver como las dos familias reunidas de nuevo lo celebran felices entre sollozos. Puedo esbozar una sonrisa al fin y al segundo escapar por los cielos nocturnos.
- ¡AIKO!!!! ¿DÓNDE HAS ESTADO?- un preocupado y musculoso All Might no me quería soltar de su regazo al atravesar la puerta, también me restregaba su cara con lágrimas. - Estaba realmente preocupado, ¡Muy preocupado! Snif...
- Vale... Estoy bien, yo también me alegro de verte oto-san- se aleja un momento para verme bien con su cara de sorprendido por el trato, para después volver a llorar sin soltarme de sus brazos. Era demasiado adorable, los padres preocupados pierden los papeles muy fácil. Una vez recuperada la compostura.
- Ejem, ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué estás tan magullada?- con voz grave.
- Bueno... Me caí- digo medio mintiendo.
- ¡Mentira! Estuvo en los Edificios Gubernamentales rescatando gente y enfrentándose a La Liga de los Villanos- grita Paku delatándome.
-¡PAKU!
- Yo se lo advertí All Might, pero no hizo caso y por ello me obligó a acompañarla y a hacer esas cosas de preocuparse por la gente de forma altruista- el dragón dramatizando al máximo poniendo la mano en la sien.
- ¡Yo no te obligué a nada Aoyama 2!, Podías haberte ido a casa que sabes llegar tu sólo- nos miramos con chispas en los ojos.
- ¿Tienes algo que decir a todo esto?- pregunta Paku a mi padre. Este se queda pensativo y se desinfla.
- Cof, Cof ¿Hubo alguna víctima?- Niego con la cabeza, subo la mano con el signo del cero. - Bien hecho, estoy orgulloso de ti ya lo sabes- me da palmaditas en la cabeza.
- ¡Esto es increíble! Por lo menos te alarmarás por que nos hayamos encontrado a Shigaraki y sus secuaces- se queja el plateado.
- Eso ya me ha preocupado desde el principio, esos tipos...- en cuestión de segundos su expresión cambió totalmente, se veía calculador y frío en sus pensamientos. Le conté todo lo que ocurrió para poder deshacer las dudas. Un silencio incómodo...
- No puede ser... Estamos en graves problemas- dice All Might en trance llevándose las manos a la cabeza.
- ¿A qué te refieres?
- Ahora nos tienen en su punto de mira, pueden hacer lo que quieran contigo... Sólo para vengarse de mí, soy un idiota- Pensé en que era preocupante, pero eso es exactamente lo que querían, que estuviésemos inseguros y alerta, con el miedo en nuestros cuerpo. Debemos ser fuertes y no dejarnos llevar por ese temor.
- Oye, a mí no me va a pasar nada, ¿Vale? No te martirices, no es culpa tuya- digo y así juntamos frente con frente a la vez que sujeto su cara con las manos. Asiente mirando a un lado.
- Sabes que soy fuerte y nos tenemos el uno al otro, debemos ser una familia inquebrantable, ¿Entendido?- Gracias a mis palabras se animó un poco, cambiando su expresión en el rostro. Sonrío de medio lado, contagiándole a él también.
- Bien, ¿Qué era eso que me querías contar?- cambiando de tema.
- Pues... Quería hablarte de Midoriya-shonen- dice con seriedad, a lo que me vuelvo a sorprender. ¿Qué será eso tan importante del joven Deku?
-Midoriya va a ser el siguiente Símbolo de la Paz, este Festival va a ser importante para él y me gustaría que ganase y se mostrara al mundo. Lo sabes, ¿Verdad?- asiento con pesadez y la mirada perdida. No me esperaba lo que iba a decir.
- Pero también quiero que ganes tú- le miro con ojos brillantes.
- Tu vas a ser una gran heroína, y sin duda me pasarás que no se te quite eso de la cabeza, Aiko. Puedes cumplir tus sueños- era la primera vez que All Might me decía esas mismas palabras, quiere que cumpla mis metas. Quiere que supere al número uno y mostrarles a esos monstruos que soy la mejor. Por fin alguien me ha dicho que puedo hacerlo. Qué alivio...
- Qué alivio... Qué alivio, je je...- sin verlo venir el cansancio me pasa factura, estaba a punto de desmayarme, un traspié y caigo sobre el cuerpo de All Might. Había gastado mucha energía en aquel día, necesitaba descansar.
- Mañana le mostrarás al mundo de lo que eres capaz, oyasumi Aiko- poco a poco mi vista se fue nublando ante la mirada azul intensa del héroe y los ojos afables del dragón. Al día siguiente las dudas serían resueltas de una vez por todas. Y se desvelarían mis verdadero sentimientos por fin, aquel dueño de mi corazón.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top