Opción A

Escogí la opción correcta, no debo dejar a mi amigo a su merced. No pude evitar pasar la esquina de aquel pasillo, dos pasos ante la vista de los dos héroes padre​ e hijo. Aunque no se vieran como tal... Se acabó escuchar entre escondrijos, es hora de actuar.

– ¡No es verdad! Endeavor-san, Shouto-kun no es una herramienta para tus fines– grité sin saber muy bien que decir. Trataba al hombre con respeto, él seguía siendo el padre de Todoroki. Parecía que mi espíritu heroico me envolvía de tal manera que creaba una protección contra la intimidante mirada del hombre ígneo.
– Al fin la gatita ha salido de su escondite, Toshinori Aiko– mi apellido lo dijo con tal desprecio que me era difícil mantener una mirada fija para estar a la altura.

– Aiko...– Todoroki sólo podía quedarse impresionado. Eso me daba fuerzas para enfrentarme a aquella figura, pero ¿Realmente estaba contento de verme?
– Jovencita, ¿Acaso tu necio padre no te ha enseñado que es de mala educación meterse en conversaciones de otros? Será mejor que te largues– el hombre mostraba una sonrisa maquiavélica a diferencia de sus ojos llenos de dolor. Se acerca a mí.

– ¡Que te largues! ¿No escuchas? Te haré pedazos a menos que obedezcas...– gritando en mi oído, golpea la pared a pocos centímetros de mi rostro. Shouto estaba tan impactado por la situación que no reaccionaba apenas. Me limpié la saliva de Endeavor en mi frente, lentamente.

– Ejem, mi padre me ha enseñado a ayudar a los demás a diferencia de ti.– muestra una expresión de asco ante mi contestación. –Shouto-kun ya lo dijo una vez. Vencerá a Midoriya por sus propios medios, y ganará el torneo para demostrarte que puede superarte... Eso significa que da igual de dónde provenga, su kosei es suyo y no te pertenece de ninguna manera. – Me giro a Shouto con benevolencia y sonrisa

– Porque al final... ¿Es tu poder no? Lo importante es lo que realmente quieras ser– mis palabras parecían haberle conmovido tanto que se vislumbran pequeñas gotas en sus pestañas, escondidas ante la vista de nadie. – No te dejaré arrebatarle el futuro a los demás, Héroe Mediocre– sin querer acabé inspirándome en los motes de cierto chico explosivo.
– ¿M-M...M-Mediocre?– la ira del hombre vela era inexpugnable, conseguir sacar de quicio a Endeavor venía de familia.

– Vámonos, – agarro la muñeca de Todoroki para alejarlo de aquellas malas influencias. Nos dirigimos a una salida hacia el campo de batalla, era un acto demasiado desenfrenado por mi parte. Los colores no tardaron en salir por el contacto de su fría mano. Él solo consigue musitar algo.

– Siempre me preguntaré por qué haces esto... Como habitualmente, me sacas de un apuro Aiko...–

Dios,... ¿Podía decir mi nombre con tanta confianza? Me giro hacia él intentando esconder mi nerviosismo, aún seguíamos de la mano.
– Tus asuntos familiares debes resolverlos por ti mismo, aún así no significa que no deba intervenir o ayudarte.
S-Sólo quiero... lo mejor para ti...– claramente se mostraban mis sentimientos, pero.

– Sí, es verdad que eres una gran amiga...– se me rompieron los esquemas durante unos segundos. Cortaba la situación.
– Sí, sí... Lo que tú digas.
– ¿Por qué estás roja? ¿Estas cansada?

Preguntaba con preocupación, yo suspiro. Suelto su agarre para poder acercarme más a él.

– No tengo ninguna enfermedad, ni estoy cansada... Bueno...e-es por ti.
– ¿P-Por mí? ¿Hice algo malo?– provoca una pequeña risa en mí, que lo altera un tanto.
– Algún día lo entenderás– mientras hablo cálidamente, le voy arreglando el cuello del traje azulado. Lo tenía un tanto desaliñado. Se palpaba la tensión entre nosotros. – Ahora debes concentrarte en la batalla contra Izuku, ya sabes que siempre te estoy observan...– corto mis palabras. ¡Me estoy pasando! Ahora pensará que soy una acosadora y que siempre lo estoy siguiendo, y así me odiará para siempre.. Definitivamente, estoy muerta... O eso pensaba.

– Entendido, creo que algo ha cambiado en mí Aiko Toshinori. Esta vez voy a utilizar todas mis fuerzas– se mostraba emocionado a su manera, con la expresión característica del bicolor. Aunque algo si que cambió.

– ¡Por supuesto! Está bien, debo ahora dejarte sólo. Me reuniré con Bakugō para ver tu espectáculo– empezaba a caminar lejos de él, mientras se mostraba reticente al nombrar aquel sujeto
– Antes de irte...– me retuvo en segundos al escuchar su voz que embelesaba. Lo que me sorprendió, nunca antes había insistido tanto. – Ten cuidado con Bakugō, es problemático...

Qué...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top