◜𝟎𝟑: 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐲 𝐜𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐮𝐫𝐚 ꜜ
Con su aroma oculto y a pasos casi imperceptibles, un Omega pelinegro abría la puerta de su habitación, encontrando un bulto escondido en las sábanas. Una sonrisa maliciosa se forma en su bello rostro y se prepara para atacar. Se acerca a la cama y levanta levemente la cobija, observa al joven dormido y, finalmente se lanza sobre el otro, aplastando sus costillas a propósito y logrando su cometido. Kai despierta soltando quejidos agudos.
―¡Ay, ay!, ¡Choi Beomgyu, pesas!, quítate.
―¡Pero si soy delgado! ― Se defendió el pálido ―Además es mi casa y mi cama, puedo hacer lo que se me plazca.
―Si, si, pero quien me invita a dormir eres tú ― Agradeció cuando el mayor se separó para sentarse en la orilla, imitandolo lentamente con un bostezo cansado ―Buenos días, ¿Qué hora es?.
―Las nueve con cincuenta minutos.
―Oh, es... ¿Qué hora dices? ― Volvió a preguntar con pánico, aceptando la toalla que le tendió el mayor, quien repitió lo dicho anteriormente ―Mierda, a las diez con quince es el proyecto con Hyunjin y Yeonjun, llegaré tarde.
Corrió al baño ajeno sin permiso, metiéndose en la ducha luego de desprenderse de su ropa, echando el agua que resultó fría y le heló el cuerpo, pero no podía permitirse que aquello lo atrasará más.
Beomgyu no dijo nada, sólo fue a la cocina y preparó dos sándwiches de jamón y dos tazas de café, dejando lo que sería para el multicolor en la mesa y sentándose a comer lo suyo.
―¡Hyung!, ¿Tienes planes para hoy? ― Kai bajaba ya vestido, con su rico aroma embobando a Choi un momento. Su menor siempre olió muy bien ―¿Hiciste comida?, no era necesario pero gracias.
―Nada nuevo... Tres clases, ¿Por qué?.
―Te quería presentar a alguien ― Dio un mordisco al sándwich, gimiendo de satisfacción ante la que parecía una comida simple pero que era bastante buena ―Es, bueno... Un conocido.
―¿Un conocido te pone tan nervioso?.
El tono amenazador no pasó desapercibido por el Omega mas joven, pero decidió ignorarlo.
―Supongo que me descubriste... Fue, fue la persona que me gustaba hace unos años.
―Ya veo. No tengo tiempo, iré con Yeonjun a ver qué le podemos regalar a Hyunjin por su cumpleaños.
―Ah, entiendo, en otra ocasión será.
El ambiente ahora era algo incómodo, así que Kai optó por acabarse de un trago el café, carraspeando levemente y levantándose.
―Me cepillaré los dientes y me voy, gracias de nuevo por todo, Hyung ― Hizo una corta reverencia ―Y hoy... Umh, dormiré afuera. No me esperes, adiós.
―¿Donde irás? ― Cuestionó pero Huening ya estaba subiendo ―¡Oye!, no puedes... No tienes donde ir.
Suspiró, Kai lo había ignorado.
―¡Kai!, casi no llegas, idiota ― Regañó Hyunjin al Omega que trataba de ralentizar su respiración ―Quedan dos minutos.
―Lo siento, me levanté un poco tarde, pero ya estoy aqui ― Tranquilizó ―¿Yeonjun?.
―Ese es otro idiota que no ha aparecido, seguro se durmió ― Guardo silencio al ver al Alfa llegar, haciendo como si no dijo nada ―Ya era hora, milagro.
―¡Chicos! ― Chilló el rubio, agotado por toda la corrida que tuvo que dar ―Ya llegué. No creí que me perdería, menos mal me encontré con un amable Chico que me ayudó.
―Esta bien, luego nos cuentas, el profesor llegará en cualquier momento, hay que sentarnos ― Recomendó el Alfa, todos asintiendo y tomando sus lugares.
―Mhm, chicos... ― Llamó un poco cohibido el único Omega del grupo ―Quería hablar con ustedes.
Ambos, sin emitir sonido le pidieron que siguiera.
―Cómo ya saben, vivo con Beomgyu por ciertas razones ― Dijo, calmado gracias a que no le insistieron el que profundizarán ese tema tan... Difícil ―Y estoy muy agradecido con él por recibirme en su casa, pero hoy quiero dormir fuera y esperaba... Que alguno de ustedes me dé posada, sólo hoy, lo prometo.
―Yo no puedo, mi hermano me tiene que soportar y no creo que le guste que lleve a alguien mas, lo siento, Kai ― Murmuró triste Yeonjun.
―Eh, yo... ― Titubeó Hyunjin al sentir las miradas sobre él ―Tampoco puedo, sigo viviendo con mis padres y conocen como son. Lo lamento.
―N-No importa, veré como le hago.
Ahora es cuando odiaba no tener dinero o al menos un soporte familiar, aunque eso nunca lo tuvo.
El profesor ingresó al salón y todos pusieron atención menos Kai. ¿Donde iría?, ¿Regresaría donde Beomgyu...?.
Su lobo aulló y su foco se encendió.
"Tenemos a nuestro Omega, él nos apoyará" Le susurró su parte animal contento y Kai no pudo estar mas satisfecho.
El día siguió con normalidad, presentaron el trabajo y sacaron un bellísimo diez. Luego de las tres primeras jornadas almorzaron y bromearon, regresando a estudiar cuando el descanso acabó.
Hyunjin había hablado de un posible romance con un chico de apellido Choi, y luego de que Yeonjun diera la descripción del chico que lo guió hasta ahí, resulta que era el mismo joven del que hablaba Hyunjin.
Choi Felix.
Kai escupió su malteada al oír el nombre. El mundo sí que era pequeño, tiene pruebas y cero dudas. Y ahora que lo pensaba, si el hermano de Soobin estudiaba ahí, tal vez el pelirosa también lo hiciera.
Esa posibilidad puso eufórico a su lobito coqueto, que le ordenaba buscarlo o él mismo lo haría.
Vaya, su peludo estaba muy prendado a ese chico, y él igual.
—Kai-ah, ¿Donde irás?.
Los Alfas miraban curiosos al Omega que guardaba con rapidez sus cosas en su bolso, y que en las cuatro clases que tuvieron desde la primera no volvió a tocar el tema de que dormiría fuera del apartamento de Beomgyu, por lo que sus lados metiches (y preocupados por el cachorro del grupo) surgieron desde el fondo de su mente.
―No se preocupen por eso, Hyungs ― Sonrió acomodando su mochila en uno de sus hombros ―Mi novio me ayudará.
Antes de procesar sus palabras, el de piercings salió corriendo, riendo a carcajadas cuando los escuchó balbucear que de qué estaba hablando.
Pequeño revoltoso.
Soobin esperaba pacientemente a que las palomitas del microondas terminarán de explotar para poder sacarlas y comerlas mientras veía su serie favorita, un jadeo hambriento se le escapa al imaginarse comiendolas.
Siente a su Omega algo extraño, ansioso e inquieto. Ha estado así desde que se alejaron de Kai unos dos días atrás y cuando éste les hizo esa petición. Tiene pensado no aceptar, pero igualmente guardó el número. Él trata de hacer lo posible para convencer a su lobo de rechazar al pelinegro, pero el animal lo ignora y gimotea por el chico, demostrando que lo extraña.
Ve las palomitas explotar y recuerda el pasado, cuando descubrió su amor por el antes castaño y el lindo trato de éste hacia él. Kai dijo que le gustaba, pero se refirió a antes, no a ahora, al presente.
Si aceptaba, ¿Qué iba a pasar?, ¿Sería sólo de una noche?, ¿O Kai todavía gustaba de él y por eso le pidió pasar su celo juntos? .
Pero y él... ¿Él todavía lo quería?, ¿Aún deseaba ser la pareja del menor?.
No lo sabía.
"Kai esta viniendo". Gimió alegre su Omega, moviendo su rabo de un lado a otro.
―¿Qué?, ¿C-Cómo... ― Se cortó, el aroma del nombrado se sentía muy cerca y antes de preguntarse como su lobo era capaz de percibir al otro, oyó el timbre.
"Es NingNing, abre".
No se movió, cosa que molestó a su necesitado animal, quien tomó el control de su cuerpo en cuestión de segundos y corrió a abrir la puerta, lanzándose a los brazos de un agitado Huening.
―¿Soobin? ― Murmuró confundido ante las lamidas en su sensible cuello ―N-No hagas eso...
―Omega, tengamos sexo.
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