extra: 01.
Matemáticas, hijo.
Luego de la despedida, Soobin y su madre caminaban a la puerta de su hogar, encontrando al chico de cabellos color chocolate que también ayudaba al menor con sus estudios; Jungkook permaneció sentado a un lado de la entrada, esperando a que ellos llegaran. Debido a todo lo que sucedió le habían olvidado por completo, pero él se mostró tranquilo ante la situación aún conociendo poco de ella. Al menos en ese momento.
Una vez dentro del hogar de los Choi, la mujer se dispuso a realizar una llamada a su trabajo camino a su habitación, dejando al par de niños en la planta baja y que el pelinegro pudiera tener su clase con tranquilidad.
Jeon había preparado los ejercicios que realizaría Choi esa semana en el cuadernillo que utilizaba desde que comenzó a ayudar al pelinegro. Luego de explicar el método en los dos primeros ejemplos, dejó que Soobin continuara solo con los demás. Para ser honestos, matemáticas no era la materia en la que Choi destacaba y, las plagas de las que no tendría más problema ahora no le ayudaban para nada a mejorar ello en clase. Sin embargo, en ese momento no era aquello lo que le distraía, sino el hecho de pensar en que quería que el tiempo avanzara rápidamente para que pudiera ver de nuevo a su niño favorito de cabellos castaños.
Al pasar unos minutos Jungkook pidió al otro que le prestara el cuadernillo, encontrándose con la sorpresa de que algunos ejercicios se encontraran a la mitad, siendo multiplicaciones sin el resultado final o una que otra división con un sólo número en el lugar del cociente, debiendo haber más. También notó cómo los problemas escritos tenían en la respuesta un par de corazones dibujados un nombre al lado de ellos.
―¿Huening... Kai? ― Preguntó a Soobin sin saber de lo que hablaba o a qué se refería ―¿El alguien?, ¿Y por qué has puesto de respuesta?.
Choi aún se encontraba adentrado en sus pensamientos ―Él es la solución a todos mis problemas, Jungkook hyung ― Contestó con total calma, soltando un largo suspiro enseguida.
El mayor le miró extremadamente confundido, ¿Qué demonios le había picado?.
―Eres un niño de nueve años, ¿Podrías resolver bien esto?.
―Hyung, déjeme contarle la historia, por favor~
Jungkook rodó los ojos, aceptando después por la nueva actitud que tenía de repente su dongsaeng. Tal vez ese nombre era de alguien que en su vida pasada fue un hechicero.
Los minutos pasaron rápido, siendo casi una hora para poner al tanto al chico que simplemente iba a ayudarle en una materia más de la escuela. Admitía que le era agradable la forma en que Soobin contó las cosas, se le veía radiante, eso definitivo.
Una vez Choi terminó de contarla, Jeon ideó la manera perfecta para que el menor hiciera bien y con esfuerzo au trabajo.
―Bien, bien. Ahora, si respondes mal la mitad de estos nuevos ejercicios, le diré a la señora Choi para que no te lleve el fin de semana con tu querido niño bonito.
―¡Pero hyung!, ¿Cómo puede usar esto en mi contra? ― Preguntó con un puchero el pelinegro, no le parecía nada justo.
―Sólo son matemáticas, hijo. No es nada del otro mundo
Sí, Soobin se esforzaría mucho ese día.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top