12.
Ambos adultos mantenían su atención en cada moretón que el pequeño pelinegro mostraba, explicando que algunos dolían más que otros ya que eran algo recientes y, declarando cómo resultó la cicatriz que lucía cual abolladura en su rostro, cerca de sus labios.
Una vez terminó, fue directo a la silla donde estaba el castaño, compartiendo ambos el lugar. Ninguno de los acusados mencionó palabra alguna, cuatro de ellos permanecían cabizbajos y el par restante continuaba con su mirada en alto, no se arrepentían de nada.
―Y bien... ¿Esto ya tiene tiempo? ― Soobin asintió ―Ohm, ¿Hay aquí alguna amenaza de por medio?.
Bang estaba casi seguro de que era así, los problemas que había resulto con anterioridad en sus años de labor tenían siempre algo por el estilo.
―Ellos me dijeron que si venía con usted, algún maestro o maestra de la escuela y le decía a mis padres, revelarían un secreto mío. Uno que escucharon a escondidas...
―¡Si fuera un secreto sería algo revelante! ― Interrumpió GaNeol ―El que seas maricón no lo es, Choi; eso dijo BuMyeon hyung.
―Es "relevante", GaNeol ― Habló ahora Kai, sentarse con su hermano mayor mientras hacía su tarea servía para algo ―¡Y Soobin hyung no es la palabra con 'm', ya entiendan!, Ustedes son niños feos que sólo les gusta molestar a los demás nada más porque sí.
Expresó casi estallando de furia, tomando el brazo de quien tenía al lado para abrazarle.
SiHyuk entendió algo de la situación que pasaba frente a sus ojos, miró otra vez al grupo de niños y preguntó.
―¿Eso es cierto?, ¿Han golpeado a alumnos con anterioridad?, De ser así tendré que expulsarlos de esta escuela ― Un silencio profundo se instauró enseguida ―Si alguno confiesa tendrá un castigo menos severo debido a su honestidad.
Pasaron unos segundos para que tres de los niños asintieron, diciendo también que BuMyeon y su mejor amigo les habían convencido para hacerlo. Luego de aquella revelación giraron sus cuerpos en dirección del pequeño Choi, pidiendo perdón con una reverencia, dejando a los demás abusones sin palabras.
―Bueno, parece que ya es momento de contactar con sus padres. Tengan por seguro que recibirán las malas o buenas noticias por parte de ellos ― Expresó el director de la institución, tomando el teléfono de la oficina y contactar a secretaría ―Profesora Kim, le agradezco mucho por acompañar a los pequeños en esta situación, le digo claro que se tomarán las medidas necesarias.
Ella asintió con una sonrisa ―Director Bang, me retiro. Pequeño Huening, nos vemos mañana en clase.s
Dijo por último, saliendo por la puerta.
El pelinegro se recorrió al lugar donde había estado antes, manteniendo su cuerpo en dirección del castaño. Subió su manita al rostro del menor, acercándola lentamente al labio inferior del contrario, señalando la herida que aún se notaba.
―Kai-ssi, ¿Todavía te duele? ― Él negó, podía sentir la aceleración de su corazón y, también sabía que aquello le gustaba. Cgoi sólo pudo sonreír por su respuesta.
Una tercera voz se coló al momento de los niños.
―Agh, vayan a hacer eso cuando estén solos, ¡me repug-
―Jang BuMyeon, y el resto de ustedes, ¡Volteados a la pared! ― Interrumpió el mayor del lugar, callando al otro.
Las llamadas fueron realizadas y los citados ya se había retirado del lugar. Ese día aquella escuela había expulsado a tres alumnos, mientras hubo otros tres suspendidos por casi dos meses.
Quienes salían de esa oficina se sentían sumamente apenados con el par de mujeres que mantenían a sus pequeños sentados en sus piernas y, aún más con la que tenía uno más en camino. Cada uno ofrecía una disculpa por lo sucedido, pero, después de salir se lograban escuchar algunas palabras dirigidas a sus hijos por ese comportamiento.
La señora Choi aún no entendía por qué su niño no le había comentado nada en absoluto, ¿Qué tan importante era su secreto para no hablar de ello?.
―Choi Soobin, ¿Vas a decírmelo ahora o llegando a casa? ― Insistía la mujer con eso en camino con su hijo a la salida de la escuela.
Él no respondería nada, la tormenta no terminó, sólo se volvió algo leve a su parecer.
Yeonjun se dirigía al lugar debido a que fue llamado también, su madre decidió que los llevaría a casa enseguida. Ahora los Huening iban directo al automóvil de la mujer, el castaño más bajo logró ver a su querido hyung, corriendo hacia él ya que lo había perdido de vista luego de que (para él) muchos adultos habían pasado en frente suyo y su mente se hizo un caos por no darse cuenta en qué momento había desaparecido el mayor.
Sus brazos fueron abiertos para atrapar el torso de Soobin, quien fue sorprendido y aliviado al enterarse que era alguien que conocía (y quería hacerlo mejor). Miró algo nervioso a su madre, podría decirse que el de piel más clara era parte de su secreto, pero antes de decir algo ella le ganó.
―¿Eso es?, Tienes un nuevo amiguito y no me querías decir... Cariño, no tiene nada de malo ― La señora Choi revolvió un poco los cabellos de su hijo, mientras otros ojitos curiosos le miraban espectantes.
―Soobin hyung, ¿Ella es tu mami? ― La voz del más chico se escuchó clara para ambos ―¡Es muy bonita, como tú!.
Mientras ella enternecía poco a poco, Soobin estaba que no podía buscar una excusa para sus coloreadas mejillas, para su suerte otro chico de su edad acompañado de otra mujer llegaron para salvarle... Por un momento.
―Kai, veo que lo conoces, eh ― Notó la señora Choi, viendo después a la otra adulta y saludándola ―Un gusto.
―¡Mami, mami!, ¿Podemos llevar a Soobin hyung y a su mamá a su casa? Por favor~ ― Pidió de una forma singular el menor de todos, juntando sus manitas.
―Oh, cariño, no hay necesidad ― Respondió la señora Choi.
―Disculpe, no sería una molestia en absoluto, sólo necesitaría que usted me guíe.
Ahora se encontraban en camino a casa de los Choi, ambas mujeres en los asientos delanteros y los tres niños en la parte de atrás.
El par que tenía la misma edad se encontraba en ambas extremidades, mientras Kai estaba en medio. Todos tenían puesto su cinturón de seguridad, cumpliendo con cada una de las normas de tránsito que habían.
Huening pequeño miraba curioso el camino por el que conducía su madre, llamando la atención de Soobin, ¿Qué tanto estaba buscando?
―Soobin hyung, ¿Casi llegamos a tu casa?.
―Creo que sí...
―Kai-ah, es la cuarta vez que preguntas ― Comentó Yeonjun, negando con una pequeña sonrisa por la insistencia de su hermanito.
―Sólo quiero saber si hyung vive lejos del parque donde lo vimos por primera vez... ― Explicó algo tímido ―Mami de Soobin hyung, ¿Puede llevarlo de nuevo?, ¡Quiero jugar con él y hacer castillos de arena!.
La señora Choi estaba encantada con la actitud de aquel pequeñín, asintió felizmente a la petición de Kai, estaba feliz de su hijo tuviera un amigo así de lindo en la escuela a la que iba.
―Oh, llegamos ― Señaló, pidiendo a la señora Huening que aparcara.
Ambos bajaron del auto. Kai asomó su cabecita por la ventana de la puerta de la que salió Soobin, teniendo una vista clara de su rostro.
-Soobin hyung, ¡Nos volveremos a ver!, Mañan también en la escuela, ¿Qué tal? ― Expresó con una gran sonrisa.
―¡Que el tiempo pase rápido, NingNing! ― Respondió de igual formal, felizmente sonriendo de oreja a oreja.
Kai había visto esta vez destellos en los ojos del contrario, siendo sorprendido por lo hermosos y bien que lucían en él. Su expresión cambió a una de asombro combinado con emoción, lo había logrado. En ese mismo momento se dio cuenta de que el auto arrancó, alejándose del niño al que aún quería sacar muchas más sonrisas y lo conseguiría.
―Yeonjun hyung, ¡Lo hice, lo hice! ― Llamó rápidamente, señalando el camino que dejaban atrás.
El mayor sonreía ante las palabras de su hermano.
―¿Encontraste el universo que tanto buscabas?.
Asintió de forma inmediata.
―Y sabes algo, ¿Hyung?, No creo que haya uno más bonito que ese.
Por que Kai fue testigo de su creación, la manera en que se desarrolló y cómo finalmente se mostró para todos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top