01.
El pequeño Soobin había salido de paseo al parque junto a sus padres, era fin de semana y había que aprovecharlo. Ellos se hallaban sentados observando a su niño jugar en el sitio donde había arena en aquel lugar.
Desde lejos, pudieron ver que un par de niños se había acercado a su hijo, sin embargo no podían oír en absoluto lo que platicaban con el menor. Deberían ser amigos suyos, así que tras mirar que su hijo tenía compañía, pensaron en ir rápidamente por un helado para los tres. La mujer estaba embarazada, así que su esposo quería cumplirle con cualquier antojo.
Regresando con el pelinegro, los chicos pararon en seco frente a el.
―Oye, Choi ― Llamó ―Te he visto en la escuela, ¿Verdad? ― Preguntó unos de los niños, girando con su compañero. El chico pelinegro se quedó callado, aun jugando con la pala de plástico que tenia en mano, juntando un montón de arena.
―¡Claro que si!, ¿Como olvidar a Choi?, si es el único que nunca quiere jugar fútbol con nosotros ― Echó en cara el otro ―¿Por que no quieres jugar luchitas con nosotros?.
―No me llama la atención ― Expresó bajo.
En ese mismo momento, otra familia conformada por dos niños y sus padres llegaba al parque. El menor de los hermanos echó a correr de inmediato, pasando cerca de la escena donde se hallaba Soobin, y quedando en los juegos que se encontraban justamente al lado. Subió por las escaleras de la rampilla para deslizarse después.
―¿Pero por que no?, si es súper divertido... ¿O acaso eres un debilucho? ― Indagó el primer niño.
―¡Eso debe ser Choi!, aparte de un tonto eres un maricón, ¡Por débil!.
El pequeño castaño paro en seco al oír eso antes de subir nuevamente al tobogán. Quedó viendo al par de niños que molestaban a otro, cruzado de brazos, observando la nuca del que era azabache, y tenia su cabeza inclinada hacia abajo.
Después de unos segundos, una maravillosa idea surgió dentro de su cabecita. A pasos lentos y medianamente largos, salio del campo de visión de aquellos mocosos (nombrados así en el momento por el mismo), yendo donde su familia y comenzado su plan. Sus padres le miraron confundidos, ¿Ya se había aburrido su pequeño?, no, en realidad no. Kai preguntó por su hermano mayor, Yeonjun, recibiendo como respuesta que se encontraba en las canchas de basquetbol del mismo parque. De inmediato corrió en dirección a donde se hallaba el mayor.
―¡Yeonjun hyung! ― Grito lo mas fuerte que pudo, obteniendo la atención de su hermano de inmediato éste se acercó al castaño.
―¿Que sucede NingNing?, ¿Quieres jugar? ― El contrario negó, moviendo su cabeza de un lado a otro ―¿Entonces?.
―Hyung, están molestando a un niño, por allá ― Señaló la dirección del pelinegro ―Ayudame a espantar a los niños malos, anda, ¿Si~?.
Recibió un suspiro por parte del mayor, sonriendo enseguida, hablo:
―¿Que tengo que hacer?.
La primera etapa de su plan estaba hecha, ambos hermanos caminaron a la zona recreativa, cerca del tobogán, escuchando aun a los niños hostigando al otro. Kai indico a Yeonjun con exactitud como debía actuar, y que haría el menor, llevándolo a cabo.
El pequeño castaño corrió, chocando a propósito en el camino con uno de los no tan grandes brabucones, cayo en el acto, y se quedó quieto en el suelo.
―¡Fíjate por donde caminas, tarado!.
Como si no lo hubiera escuchado, Kai se acercó al pelinegro, fingiendo no haberlo visto antes.
―¿Estas bien?, ellos te han estado molestando, ¿Verdad, primo? ― Inquirió, señalando con su pulgar a los chicos tras ellos.
Soobin le miro confundido, ¿De donde había salido ese niño?, ¿Y por que le decía primo?, ¿Se habrá equivocado de persona?.
―¡No te metas, mocoso!, Esto es entre ese maricon y nosotros ― Respondió uno de los niños con tono brusco.
Quedo callado, quizá se iría si no decía nada, sin embargo, de nuevo el castaño habló.
―¡Yeonjun hyung~! ― Llamó el menor, los tres restantes, confundidos miraron al más pequeño, ¿Ahora que? ―¡Estos niños groseros están molestando a nuestro primo!.
De pronto, un niño alto en comparación al par de molestos apareció íntimidante, justo detrás de ellos.
―¿Ellos dos? ― Indagó el mayor de todos, Kai asintió ―¿Debería hacerles algo, hermanito? ― El castaño infló sus mejillas, dando a entender una afirmación ―Uhm... ¿Que te parece un golpe en la nariz?.
―O-Oigan, no hay-no hay que llegar a la violencia ― Opinó un tanto nervioso el niño con el que había chocado anteriormente el castaño ―Nosotros y-ya nos íbamos ― Explicó, tomando a su amigo por el ante brazo ―Nos vemos en la escuela, Choi.
Soobin dejo de estar en lo suyo, viendo por fin al chico que traía un traje de de pingüino color azul, sus ojos eran pequeños, y el flequillo de su cabellera lucia tan suave... ¿Alguien noto como brillaban sus labios?.
―¿Quien eres? ― Cuestionó, pensando si el pequeño era real ―¿P-Por que vienen aquí? Esos dos, no estaban haciendo n-nada malo ― Fue lo que salio por parte del pelinegro, con un tono bajo, seco, mintiendo, claramente, el del traje lo miro confundido, ¿Era consciente de lo que decía?.
Yeonjun se acercó donde su hermanito y el otro chico, dándose cuenta de algo sobre el pelinegro, antes de poder decir algo, un par de gritos interrumpieron a lo lejos.
―¡Soobin, cariño!, ¡Es hora de irnos, trajimos un helado para ti~! ― La voz femenina fue oída por los tres varones.
De inmediato, el de cabellos pelinegros se hecho a correr para ir donde sus padres, saliendo del parque sin dejar responder al otro.
El mayor de los hermanos tomo de la mano al otro, dando a entender que era momento de retirarse y buscar otro sitio para jugar. El mas pequeño no podía entender por que el pelinegro había dicho mentiras, preguntado a su hyung por ello, el siempre sabia que responder.
―Yeonjun hyung ― Llamó el mas bajo, siendo atendido por el contrario ―¿Por que ese niño mintió sobre los otros mocosos?.
―¡Shh!, Ning, no digas palabras así, lo niños pequeños no deben decirlas, ¿De acuerdo? ― El castaño bufo, ¿Por que su hermano con 9 años podía decirlo y el con 7 años no?.
―Bueno, hyung ― Respondió ―¿Pero por que mintió?.
Detuvo el camino con el menor, tomando por los hombros y viéndolo a los ojos.
―NingNing, la verdad es que no lo se ― Expresó, el menor coloco una mueca triste, su hyung no había podido resolver su duda ―Peeeero, si se otra cosa,
―¡¿Que es, que es?! ― Preguntó inquieto.
―Se quien es ― Confesó, giñando un ojo ―Va en el salón que esta al lado mio.
Los ojos del mas chico mostraron un gran asombro.
―¡¿Entonces estamos en la misma escuela?! ― Yeonjun asintió ―El lunes, ¡ayudame a buscarlo el lunes!, ¿Si hyung?, por favor, ¿Si?.
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