㌐ regla nueve ⤸
REGLA#9: Nunca contestarle a un Alfa. El Alfa siempre tiene la última palabra.
―Si un Alfa dice que es su Omega, es su Omega y listo ― Habló molesto en el Alfa mayor ―No eres nadie para meterte en la vida ajena.
Kai se estaba mordiendo el labio inferior que picaba en dejar salir palabrerias que sabía que su padre no toleraría.
―Tú padre tiene razón, no debes meterte en entre un Alfa y un Omega ― Apoyó su madre haciendo que Kai se sintiera aún más molesto.
Inconscientemente miró a su hermana y está le negó sutilmente que era una mala idea.
Respira hasta diez...
―Además como anteriormente dije si ese Alfa dijo que es su Omega es su Omega y lis...
Que sean hasta mil...
―Osea que, si a mamá otro Alfa viene y le ordena que la bese, ¿Tú estarías de acuerdo con eso solo porque lo dice un Alfa? ― Exclamó claramente molesto mirándolo a los ojos, su mandíbula tensa apretando sus dientes unos contra otros.
¿Es que su padre es una grabadora que solo repite lo mismo una y otra vez?.
―¡¿Cómo te atreves a decir eso?! ― Gruñó el Alfa haciendo que su esposa bajara la cabeza en sumisión, su hermana Alfa apretara el mantel fuertemente y a Kai le temblaran las piernas.
Y aún así, el Omega no bajo su vista ni la voz.
―¡¿Cómo te atreves tú a decir que no me meta entre la vida ajena cuando a una Omega YA MARCADA la obligan besar a un Alfa que no es su ALFA?! ― Se paro inmediatamente furioso, el gritó colérico de Kai resonó por toda la casa haciendo que se fundieran en un silencio sepultar.
El menor de todos miró a su padre con odio, pudo distinguir que su madre aún tenía la cabeza gacha y que en cualquier momento su hermana parecía que se desmayaría.
Tomó una onda respiración mirando su plato casi intacto.
Odiaba toda esa situación.
―Ya no tengo hambre ― Dijo tirando la servilleta encima de la mesa y se volteó empujando la silla para salir de su lugar.
Sin mirar atrás alejó de ella.
Ignoró todo llamado mientras caminaba hacia la puerta de entrada.
Antes de salir por la puerta, se colocó sus zapatillas y tomó su mochila.
―¡Kai, ven aquí ahora! ― Exclamó el Alfa aun mas alto. La rabia y furia era tal que su voz de mando salió sin mas ―¡Huening Kai ven aqu...
Y el portazo le hizo saber que su hijo ya no estaba en la casa.
―Papa para... ― Musitó Lea llamando la atención de su padre que aun seguía mirando hacia la puerta. Tiró de su brazo hasta conseguir su atención. Las palabras salieron en un hilo de voz, antes de dejarse caer en seco contra la mesa.
La única Omega que se encontraba ahí, aun seguía aturdida por la voz y las ferormonas que soltaba su Alfa, con miedo palpable miró a su hija la cual se notaba afectada de una forma por la voz.
Mientras tanto Kai, tomaba una onda respiración dejándose caer en un banco que había en el parque.
Tomó entre sus manos el libro que tenía en su bolso y con un bolígrafo rojo tachó con furia y rabia una nueva regla.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top