REGLA#2: Tienes que tener una buena higiene. En todo sentido.

Kai luego de terminar de masturbarse literalmente se sentó en la cama con el libro en mano, luego de haber tachado la primera, volteo la pagina que tenia explicación teórica que él no iria a leer y promociono a leer la regla dos.

"Tienes que tener buena higiene" frunció el ceño arrugando su frente y entrecerrando los ojos, ¿Eso era la segunda regla?.

Wow, él pensaba que eso de tener buena higiene era para todos los híbridos por igual.

No solo para los Omegas.

Ignorando el hecho de que el ambiente estaba asquerosamente dulce y el hecho que se sentía pegajoso, se acercó hasta su espejo de cuerpo entero e hizo una mueca.

―Parezco vagabundo ― Exclamó para si mismo, mirando con una mueca su remera manchada con ketchup, del día anterior y sus boxers negros -que tuvo la decencia de ponerse- agujereados en el frente ―Quizás, después de un baño este mejor ― Se ánimo a si mismo y asintió intentando convencerse.

Tomó una toalla de su armario y se la colocó en su hombro caminando hacia el baño, cuando entró se quitó su remera posandola junto a la toalla y a su bóxer encima del retrete. Lentamente se metió a la ducha y tomo un poco de shampo y jabón pasándose por todo el cuerpo sin mas.

No lo medito, ni sabe como fue que hizo tanto desastre en segundos.

Jabón en el cabello, shampo en los ojos, y cree, que sin querer cuando se estaba secando el cuerpo se puso la crema de la cara en el trasero.

Luego de salir de su caótico baño, ya cambiado con lo que tenia allí dentro, se miró entusiasmado al espejo, abriendo los ojos sorprendidos y cambio su rostro a uno con el ceño fruncido.

―¡¿Cómo es que termine con la misma ropa?!.

Se tiró en la cama rebotando en ella y tomó el libro en sus manos, para luego agarrar el bolígrafo que estaba junto a esta tachando la regla.

Definitivamente tener higiene no es algo de él.

Claro, sacando el hecho que estuvo una semana sin bañarse por que dijo que no estaba sucio...

―¡Kai cambiate y baja a comer!.

El grito de su mama lo perturbo al escucharlo en su puerta. Jesús, esa Omega lo iba a matar antes de que se de cuenta.

Creia que su mamá tenía que ser nadadora profesional. Por que eso pulmones no lo tiene cualquiera.

Miró por ultima vez el libro y lo cerró apoyándolo en la mesa de luz.

Cuando se colocó frente al ropero de reojo miro el libro nuevamente.

―¿Abra una regla de vestimenta...?.