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―¿Realmente Soobin te pidió eso? ― Susurró Taehyun mientras tomaba notas en su libreta.

El profesor no parecía prestar atención en sus alumnos, sin embargo, aunque no los miraba, lograba escuchar murmullos.

―Sí, y quiero que me ayudes ― Dijo Huening mirando a su mejor amigo. ―¿Podrías?.

Taehyun asintió.

―Claro, haré lo mejor que pueda.

―¡Kaaaiii! ― Chilló un muy emocionado y sonrojado pelinegro que apareció corriendo en dirección al mencionado.

―¿Uhm?, ¿Mande? ― Inquirió el chico sin separar su vista de su libreta en la que se encontraba haciendo apuntes.

El pelinegro llegó a su lado, dando saltitos emocionados, mientras chillaba y miraba su teléfono móvil.

―¡Me dio un beso!― Le mostró su móvil donde se encontraba la foto de Yiren dándole un beso a Soobin en la mejilla, este último muy sonriente.

Kai reprimió una risita, la foto era borrosa y le hizo recordar a sí mismo cuando su ex crush le dirigía la mirada en su antiguo colegio.

―Por nada ― Bromeó el rubio.

―¡Gracias, gracias, gracias! ― Soobin se abalanzó sobre el rubio de repente, estampando sus labios con los ajenos y luego separándose tan fugazmente como empezo. ―¡Eres el mejor!.

Shook.

―¡Estúpido, idiota!, ¡¿Qué-...― Inquirio el menor, apartando bruscamente al mayor de encima suyo y frotando sus labios con el dorso de su mano ―¡¿Qué hiciste?!― Frunció el ceño alterado y extrañada por esa repentina acción.

―Lo siento, la emoción ― Respondió Soobin, mirando de nuevo la foto con su emocionada sonrisa.

El rostro entero de Kai se tornó de un intenso color rojo, sintiendo el cosquilleo en sus belfos.

―M-Mejor ve a practicar.

―Claro, te veo allá― Respondió Choi, comenzando a correr hacia el teatro mientras Kai intentaba asimilar qué fue lo que acababa de ocurrir.

―Puedes ir a todos lados, menos al ala oeste ― Exclamó Soobin fuertemente mirando a Kai vestido como la mencionada princesa.

―¿Por qué no? ― El rubio fingió sollozar, mirando su vestido rojo cereza e intentando no hacer contacto visual con Choi.

―¡Kai, la mirada arriba! ― Gritó la profesora, el menor obedeció, sonrojándose de inmediato al ver a pelinegro.

Maldito seas, Choi Soobin.

―Solo no lo hagas... ― Seguido de ello, las luces en el escenario se apagaron lentamente.

―Muy bien, chicos ― Gritó con emoción la profesora, levantándose de su asiento. ―Solo necesito una última cosa.

―Claro, ¿que pasa? ― Habló Soobin, ayudando a Kai a levantarse del suelo.

El chico miró a Choi fijamente admirando sus marcadas facciones hasta su vestuario, no era el mismo chico mujeriego de afuera, en serio era un príncipe cuando actuaba y aunque Kai quisiera negarlo, le encantaba ese lado suyo.

Un beso accidental y fugaz había descolocado por completo a Kai. Menuda mala suerte.

―¿En que podemos ayudarle, profesora Lee? ― Inquirió el rubio, fijándose ahora en la profesora, quien esbozó una ligera sonrisita.

―Necesito que practiquen la escena del beso.

Ay no, eso sí jamás.


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