7 días restantes

Kai despertó entre los cálidos besos de su Alfa, quien hacia lo mismo con la única e inocente intención de lograr que Kai despertara, este lo hizo feliz, pensando que sería un día como los anteriores, llenos de besitos, abrazos, palabras dulces, y algún que otro día lleno de apretones, palmadas, y besos no tan inocentes.

Pero se equivocó.

Y lo entendió cuando abrió la puerta del apartamento de su Alfa anteriormente golpeada con intensidad, encontrándose con Yerin noona y sus ojos con demasiadas ojeras y lágrimas acumuladas, pero una sonrisa leve en sus labios.

―Hola mi pequeño ― Saludo la Alfa entre sonidos de angustia y sonrisas de tristeza ―Se que te parece algo tonto que esté aquí, pero, necesito que sepas que te quiero mucho, y eres y serás siempre mi bebé, fuiste como un hijo para mi, aunque no lo creas ― Sorbió su nariz ―Me va a doler mucho tu partida, y necesitaba que lo supieras.

―¿Partida? ― Preguntó desconcertado Soobin desde el interior de su apartamento con una taza de café en su mano.

―¿Que?, Kai, ¿No sé lo dijiste?― Preguntó Yerin.

―¿Decirme que? ― Volvió a preguntar Soobin ya cansado de la situación, podía sentir através del lazo como su Omega se tensaba.

―Ka-Kai, creo que el más indicado de decirle ere- ― Fue interrumpida por la voz estruendosa del Alfa.

―¡¿Decirme que?!, ¡Habla de una vez!.

―¡Hyung! ― Le gritó Kai, no dejaría que su Alfa, (ni siquiera por ser el), le gritara a su mejor amiga.

―¡Por Dios Kai!, ¿Con que estupidez vas a salir?, ¿Que?, ¿Acaso tienes cáncer terminal? ― Y al ver como la expresión de su Omega cambiaba de una enojada a una de tristeza, angustia, y muchas lágrimas y jadeos de dolor escapaban de el, lo entendió ―¿Q-Que? Kai, ¿Estas bromeando, verdad?.

―Y-Yo cr-creo que-

―Vete ― Fue lo único que dijo Soobin para luego arrastrar a su pequeño dentro del apartamento y cerrar la puerta en la cara de Yerin.