El primer día junto a Hueningkai iba a empezar, e iba a hacer lo que decía ese contrato al pie de la letra, claro, si con eso conseguía la gran suma de dinero prometida. Salió de ducharse y puso un poco de desodorante en su cuerpo, nada de perfume, ya que su aroma natural como le explicaron, podría hacer feliz al Omega.

Al salir de su departamento se dirigió exclusivamente al hospital, cuando llegó, la enfermera de Hueningkai, Yerin, lo esperó para guiarlo a la habitación donde estaba Hueningkai, quien lo esperaba paciente sentado en la camilla, con una mini consola en sus manos.

―Hola ― Saludo seco, y con un poco de rechazo Soobin, al recordar todas esas veces en las que Hueningkai lo perseguía por todo el vecindario para que pasaran tiempo juntos.

―Hola, Soobin hyung ― Saludo sonrojado al verlo.

El resto del día la pasaron jugando videojuegos,comiendo chuches que les daban las enfermeras y conociéndose mas a fondo, sin darse a esperar que Soobin pusiera de su parte, ya que la mayoría del tiempo se mantuvo neutro, expropiando la situación en la que jugaron con la consola,ya que en ese momento su lado competitivo salio a flote.

Lo único que quedaba era que hiciera el típico baile ganador y quedaba catalogado como señor competitivo.

Soobin hyung gracias, hoy la pase genial, se que quizás no le agrade la idea de compartir situaciones con alguien tan molesto como yo, pero la verdad es que me encanto, lamento que tenga que pasar tiempo conmigo, enserio, pero gracias por al menos hacerlo, aunque no lo intentes.

Cuando Hueningkai estaba escribiendo Soobin de la nada apareció, despidiéndose ya que era de noche, y le dio un pequeño beso en la mejilla, lo cual quedo con un diminuto rastro de saliva de Soobin por lo meloso que había sido, luego de unos minutos que pasara el shook de Hueningkai, volvió a su diario.

.... SOOBIN ME BESASTE, AY NO RESPIRO, CADA DIA ME ENAMORA MÁS.