﹒ " ✶ ˖ prólogo ۫
Al principio el pequeño Choi Soobin, de tan solo 3 años, no quería ir.
―Soobin, no seas grosero, por favor cariño, o llegaremos tarde, coopera un poco con mamá, ¿Si? ― Replicaba Choi Hyorin, su madre, entre bufidos y un pequeño forcejeo al intentar vestirlo.
Pero el pequeño se negaba completamente a ponerse aquel pantalón de jean. A sabiendas de que siempre que vestía esos pantalones, su madre no le permitía jugar, ni colorear su libro favorito, ni nada que pueda atentar contra la tela por que, como ya es obvio, podría mancharlo o romperlo, y Soobin ya estaba demasiado acostumbrado a estar siempre con su pantalón pijama, aquel que le permitía corretear y jugar liberalmente sin problema alguno.
―¡No!, ¡No quiero!.
La señora Choi, ya algo cansada de tanto grito y pataleo, frunció su ceño y se cruzó de brazos.
―¡Suficiente, Choi Soobin!, ¡Si no dejas que te cambie de ropa ahora mismo yo... ― Dejó sus palabras al aire mientras pensaba alguna amenaza que le permita negociar con su pequeño.
Rápidamente escaneo la habitación con la mirada y festejo internamente al toparse con cierto peluche en particular que era la adoración de su hijo, lo señalo rápidamente y su ceño se frunció con profundidad, tratando de lucir mas intimidante.
―¡Si sigues portandoté de esa manera le daré tu conejo a otro nene que lo quiera!.
El pequeño, al oír aquello, abrió sus ojitos y labios con horror, bajándose de la cama para ir a buscarlo y volver con dicho peluche en sus manitas, lo abrazo contra su mejilla y miro a su madre como si hubiese dicho una cosa muy, pero muy terrible.
―¡No!, ¡Cooky, mio! ― Chillo en negación, entonces, ante ello, su madre enarcó una ceja y sacudió la prenda que tenía en sus manos, Soobin leyó claramente la advertencia en su mirada y movimientos por lo que, de muy mala gana, dejó que su madre pase el pantalón por sus delgadas piernitas.
La señora Choi, suspirando algo cansada pero a la vez feliz por que su niño ya tenia el pantalón en su lugar, se inclino para besar su mejilla con cariño.
―¡Jungkook! ― Grito, llamando a su hijo mayor, quien tenia tan solo diez años de edad, el niño rápidamente ingreso a la habitación, mirando a su madre con ojos curiosos ―Por favor, cariño, ¿Puedes ayudar a tu madre y terminar de vestir a tu hermano? ― Pregunto haciendo un mohín, a lo que Jungkook asintió, obediente, y con una pequeña sonrisa ―Oh, gracias, bebé, yo iré a ayudar a tu padre con la corbata, debe estar hecho un desastre, uf.
La mujer rápidamente abandonó la habitación entre bufidos y murmullos, una vez los infantes quedaron solos, el mayor de ellos miro al menor enarcando una ceja, acercándose mientras agarraba la camiseta que su madre dejo perfectamente planchada sobre la cama.
―Hyung, no quiero ir ― Se quejó haciendo un puchero, alzando sus brazos para facilitar la tarea a su hermano, dicha camisa era secretamente ―aunque no tanto para los demás― su favorita, todo por el bordado de Cooky que tenia en una esquina.
―Debemos ir, son los amigos de nuestros padres, papa me mostró una foto, el bebe es una ternura ― Chillo emocionado mientras peinaba los cabellos de su hermano hacia atrás, riendo al ver lo chistoso y despeinado que se veía, Soobin se quejo por ello y el volvió a peinarlo como corresponde, acomodando un pequeño mechón rebelde por allí, otro por allá y finalmente pellizcar su mejilla a juego una vez término ―¿Tu no quieres conocerlo, Binnie?.
El pálido se cruzó de brazos y negó.
―No, quiero quedarme durmiendo, ya puedo quedarme yo solito.
Su hermano hizo un extraño sonido de ternura y abrazó a su hermanito con fuerzas.
―Ya lo creo, Choi Soobin es todo un hombrecito grande, ¿Eh?.
―Si ― Afirmó decidido ―Y seré un Alfa, como usted hyung ― Declaro con orgullo, sonriendo mientras se paraba en la cama y fingía gruñir con todas sus fuerzas.
Hace poco, Jungkook se había presentado como Alfa y como Soobin no entendía por que su hermano no podía jugar con el ese día, sus padres tuvieron que explicarle todo el proceso por el cual iba a pasar cuando se mas grande, que podía presentarse como Alfa, Beta u Omega, omitiendo algunas cosas y sin explicar otras, pero el pequeño, desde que comprendió aquello, solo quería ser como su hermano mayor, Alfa.
Su hermano sonrió al escuchar aquellas palabras y lo cargó en sus brazos.
―Hyung, ya no soy un bebé ― Se quejó haciendo un pequeño puchero.
―Oh, tienes razón ― Comento juguetón mientras lo bajaba con cuidado ―Entonces, como Choi Soobin ya no es un bebé, ya es grande... ― Soobin asintió muchas veces, casi emocionado Jungkook quiso reír ―.... Va a caminar solito hasta la casa de los Huening, ¿No es así?.
Los Huening se habían mudado tan sólo unas cuadras cerca de los Choi, pero Jungkook conocía perfectamente lo perezoso que podía llegar a ser su hermanito menor.
La convicción en la cara de Soobin desapareció por completo, el pequeño lo pensó mejor y no duró mucho hasta que estiro sus bracitos hacia su hyung, haciendo un puchero totalmente exagerado.
―¡Upa, Hyung!, ¡Arriba! ― Lloriqueo usando el tono más infantil que poseía mientras abría y cerraba sus manitas, claramente no quería caminar.
―Aw, además de bebé, eres uno muy flojo ― Bromeó el mayor mientras lo cargaba entre sus brazos y lo abrazaba en exceso ―Un tierno bebé masita.
La señora Choi observo con diversión a sus dos hijos una vez se hicieron presentes en la sala.
―Soobin, caminar un poco te hará bien, bebé ― Exclamó divertida y al instante de oír aquello, Soobin se hizo el dormido sobre el hombro de su hermano, ¡Hasta dejo escapar un falso ronquidito para que su actuación sea mas "creíble"!.
Los dos adultos carcajearon y negaron con la cabeza varias veces, Choi Soobin realmente era un niño muy flojo.
―¡Hora de conocer al bebé familia! ― Exclamó el señor Choi, totalmente emocionado mientras abría la puerta y dejaba que su familia salga primero.
Los Kamal eran muy cercanos a los Choi, de hecho aquella amistad nació debido a que ambos Alfas eran socios en el trabajo, y por ende, con el pasar del tiempo sus Omegas también terminaron haciéndose "buenas amigas", todo ello llevó a la construcción de un fuerte lazo de amistad que se termino convirtiendo en algo mucho más "familiar".
Ambas familias compartían mucho tiempo en común, almorzaban juntos los fines de semana que tenían libre, se llamaban para las fechas festivas, cumpleaños, ¡Hasta incluso planearon vacaciones familiares!, entre otras cosas.
Por eso la emoción de conocer al primer hijo de los Kamal era mucha, desde que los Choi adultos recibieron aquella llamada no veían la hora por conocer a ese bebé llamado Kai Kamal Huening.
―¡Mama...! ― Soobin alejó al bebé de su lado ―¡Este bebe me mordió! ― Se quejó mientras hacia una mueca de asco al sentir algo de baba descendiendo por su mejilla, miro a la madre del bebe con el ceño fruncido y totalmente seguro de las palabras que diría ―Señora Kamal, su hijo es un salvaje.
―¡Choi Soobin! ― Chillo su madre totalmente horrorizada, con sus mejillas sonrojadas por la vergüenza ―¡No digas esas cosas, es irrespetuoso!.
―Pe-Pero el bebé me mordió ― Susurró Soobin haciendo un pequeño mohín, señalando al pequeño Hueningkai, quien ya se encontraba en brazos de su madre y solo reía entre balbuceos al ser el centro de atención del niño pálido.
―Parece que le agradas, Soobin ― Comentó divertida la señora Huening mientras arrullaba a su bebe con cariño.
Soobin se cruzo de brazos y miro al bebe frunciendo el ceño, Hueningkai, al ver aquello, estiro sus manitas en dirección al pálido mientras soltaba balbuceos y pequeños lloriqueos, pidiendo ir con el.
―No ya no, me mordiste ― Acusó, mientras señalaba su mejilla, Hueningkai puchereó, rompiendo a llorar.
Soobin se sintió un poco mal por hacer llorar al bebe, su ceño se relajo y se acomodo mejor en el sillón, extendió sus brazos hacia el bebe ―Ven, Hueningkai.
El bebé al instante dejo de llorar y sonrió totalmente feliz mientras se removía de los brazos de su madre para querer ir con el.
A la señora Kamal no le quedó de otra que volverlo a sentar sobre las piernas del niño, asegurándose que Soobin rodeaba y sujetaba correctamente la pequeña espalda de su bebé.
―Bien, Hueningie, ya estas otra vez conmigo, solo no vayas a morder- ― Apenas pudo terminar de hablar ya que el bebé tenia su boca contra la mejilla del pálido ―... Me.
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