◞¡ segunda alma ،
❝¿Por qué...?❞
El castillo es distinto.
Esa es la primera impresión que tiene, y sin embargo, se guarda los comentarios al respecto. En frente suyo, aguardan los padres de su prometido, quienes orgullosos le ofrecen a su hijo como un trozo fresco de carne. A él, un depredador.
Y aún así, la sonrisa de Kaiwoon es enorme y logra calmarlo, transmitiendo ese no-sé-qué que siempre le atrajo con intensidad.
―Ha sido un largo tiempo, centinela Choi ― Habla Jaewook, rompiendo el silencio que se formó mientras Soobin examinaba cuidadosamente los alrededores.
―Diez largos años desde ese día ― Menciona con amargura, permaneciendo reservado al respecto.
-¿Fue provechoso su viaje? ― Pregunta Yoona.
―Tanto como pudo serlo ― Concede escuetamente ―Ahora que he aprendido lo necesario para ser el líder de la manada, solo me queda agradecer la ayuda que me brindaron tras la muerte de mis padres.
―Por sus venas corre la sangre pura. Siempre fue un honor servir a alguien como usted, centinela Choi ― Dice Yoona ―Incluso ahora, me es difícil creer que pasaremos a ser una familia.
Soobin asiente, deseando que la conversación termine pronto. No puede esperar a estar a solas con su Omega, y además, sabe que Yoona únicamente está siguiendo el protocolo que siguen todos los integrantes de la alta sociedad.
―Lo siento si es descortés de mi parte ― Dice ―Pero estoy exhausto y me gustaría descansar un poco.
Su mirada se clava en Kaiwoon, quien se ruboriza al captar la indirecta. Por supuesto; Yoona no se pierde la conversación silenciosa entre ellos, y augurando sus verdaderas intenciones, se levanta del asiento.
-Kaiwoon.
-¿Sí, madre?.
―Acompaña al Centinela Choi a su habitación. También asegúrate de seguir la rutina que te dije; yo estaré fuera por lo pronto.
―¿Fuera? - Soobin inquiere ―¿Ahora?.
―Aún tengo que ver algunos arreglos importantes para la boda, y el dueño de la floristería me dijo que sería bien recibida en cualquier momento ― Explica ―Considerando que es un gran cargamento, lo mejor sería apresurar el pedido.
El alfa asiente, satisfecho con la explicación brindada. Kaiwoon aprovecha el silencio para tomarlo de la mano, sonriendo enormemente.
―Bin-ah ― Kaiwoon canturrea, dirigiéndolo a través de los interminables pasillos del castillo.
―¿Sí, cariño?.
-Solo faltan días para nuestra boda ― Se ruboriza, ralentizando su caminar hasta quedar inmóvil frente a una puerta ―¿Estás tan nervioso como yo?.
―Por supuesto que sí ― Lo abraza con fuerza, dejando salir su aroma a menta para tranquilizarlo ―Por fin te tendré oficialmente para mí solo; y lo mejor de todo es que podré volver a sentir tu marca de olor.
El alfa nota cómo Kaiwoon se remueve en su lugar y suelta una risa forzada; el tema de su aroma siempre ha sido delicado para él, sobre todo en lo que respecta a su alfa.
Después de todo, su aroma fue la principal razón por la cual conoció a Soobin cuando apenas eran unos niños. El alfa, cautivado por el exquisito aroma, había sido guiado hasta él, quien bebía agua al pie de la cascada cuyas aguas bañaban el brote de la flor Esmeraldo; el núcleo del territorio.
Ese mismo día, tras una conversación pudorosa e infantil, habían sellado su promesa de matrimonio, promesa que posteriormente se habría formalizado por medio de sus familias.
No había duda; el hilo rojo que los unía era fuerte.
Y sin embargo, tras un fatídico acontecimiento, el aroma de Kaiwoon se había desvanecido. La curandera había afirmado que tras recibir la marca de su pareja al llegar la madurez, el trauma provocado por aquel suceso se desvanecería, permitiendo estabilizar las hormonas de Kaiwoon, y posteriormente, su marca de olor.
Pero Kaiwoon no era realmente optimista al respecto.
―Tengo miedo ― Se estremece ―¿Y si no sale bien? Y si...
―La madre Luna te tendrá a su consideración ― Afirma Soobin ―Y si no es así, te amaré de todas formas. Aroma o no, eres mi Omega. Y eso nadie podrá cambiarlo.
Las mejillas de Kaiwoon enrojecen, y tras un suspiro abre la puerta. La habitación de Soobin está tal y como la dejó la última vez, lo que lo hace sentir tranquilo. Sabe que le tomará un tiempo acostumbrarse a los nuevos aires, pero no es algo que le preocupe de sobremanera.
-¿Quieres acurrucarte conmigo? ― Pregunta a Kaiwoon, consciente de su necesidad de cercanía.
Sabe que no será rechazado, por lo que empieza a quitarse la camisa mientras se dirige a la cama, siendo rápidamente seguido por el Omega.
Suspira aliviado cuando el colchón lo recibe y Kaiwoon se acomoda en su pecho. Todo está bien, a excepción de esa incomodidad inexplicable a la que se ha acostumbrado con el pasar de los años.
-¿Sabes? Lo que más odié de vivir en Ópalo sin duda fue privarme de tu contacto. Verte en sueños no es suficiente ― Gruñe ―Ni siquiera tuve el placer de recordarlo después.
-Yo tampoco puedo recordar las cosas después ― Hace un puchero ―Mi madre me dijo que es porque aún no me has marcado. La comunicación mental es exclusiva de las parejas enlazadas.
―Bueno, algo así. La curandera de Ópalo dijo que también podía ser por la distancia, ya que habían cuatro naciones entre nosotros.
-Uh-huh ― Kaiwoon se estira para besarlo cuando él gira la cabeza. Con un chasquido se separan ―Duerme un poco. El viaje desde Ópalo hasta aquí es de más de ocho horas.
―Está bien ― Acepta ―Pero quédate conmigo.
―Siempre.
Un último beso es compartido, y tras eso, el tiempo avanza con el tic-tac del reloj. Kaiwoon cae dormido en poco tiempo mientras Soobin permanece despierto y alerta, como de costumbre. No trata de relajarse; sabe que es imposible.
Desde la experiencia traumática que se llevó la vida de sus padres, se ha vuelto costumbre permanecer en vigilia. Se esfuerza por descansar, pero no lo hace hasta bien entrada la noche, cuando la poca luz que penetra los pequeños espacios entre las cortinas mengua, empujándolo a un estado de letargo.
Y entonces, cuando la luna alcanza su punto más alto en el cielo, se estremece. El adormecimiento de su cuerpo le es familiar, al igual que aquella voz que agónica le ruega ayuda.
» ¿No recuerda? Eso suena...
» Sospechoso.
❝Desearía poder hacer que el ahora fuera un para siempre❞
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